domingo, 16 de diciembre de 2012

Relativity - Relativity (1986)



Desde que le dedicamos varias entradas seguidas a Nightnoise meses atrás, nos ronda por la cabeza la necesidad de complementar aquellos textos con otros como el que hoy nos ocupa en el que tenemos que hablar de Relativity.

Ya comentamos en aquel momento la trayectoria de la mitad irlandesa de Relativity, los dos hermanos O’Domhnaill, desde sus inicios en la Bothy Band hasta su etapa americana por lo que toca prestarle atención a la mitad escocesa del grupo. Como ocurre con su contrapartida irlandesa, nos encontramos con una pareja de hermanos con un recorrido memorable en la música tradicional de Escocia. El mayor de ambos, el violinista John Cunningham, comenzó a acompañar al dúo formado por Gordon Jones y Bob Thomas cuando sólo contaba 13 años. Aquel iba a ser el núcleo de Silly Wizard, grupo fundamental en la escena de la música escocesa de la segunda mitad de los años setenta y los primeros ochenta. La banda tuvo un gran trasiego de miembros que entraban y salían continuamente y las cintas de un primer disco grabado en aquellos años permanecen desaparecidas sin que llegasen nunca a cristalizar en nada. Con la incorporación del vocalista Andy M. Stewart, el acordeonista Freeland Barbour y el bajista Alasdair Johnson, Silly Wizard se establecieron como sexteto y grabaron su primer disco con el mismo título que el grupo.  Tras una buena acogida de ese trabajo de debut, se incorpora a la banda el joven Phil Cunningham, virtuoso acordeonista que se defiende además con las flautas, el piano, la mandolina y, en general, con cualquier instrumento. Además se revela como un más que notable compositor con grandes ideas y aportes en las labores de producción. Esto no tendría nada de particular de no ser porque en aquel momento, el pequeño Phil apenas tenía 16 años. La llegada del menor de los Cunningham supuso el abandono de Freeland Barbour y con el último cambio de Martin Hadden por Alasdair Johnson quedaba definitivamente configurada la alineación más recordada de Silly Wizard. En los años posteriores, el grupo se convirtió en una leyenda de la música celta a la altura de los más grandes como ocurría con la Bothy Band de los hermanos O’Domhnaill.

John Cunningham dejó temporalmente la banda en 1981 para trasladarse a Nueva York, no sin antes haber grabado un disco a dúo con su hermano Phil cuando ambos ya se habían consolidado como la gran atracción de Silly Wizard, especialmente gracias a sus exhibiciones en directo. A pesar de que la banda aún grabaría algún disco más, las carreras de los hermanos iban a tomar caminos separados: John en Estados Unidos donde grabaría un par de trabajos en solitario con otros músicos también emigrados al nuevo mundo y Phil en su Escocia natal, lugar escogido como base de una carrera fundamental que le ha llevado a ser uno de los más grandes músicos del género y el productor de muchos de los más destacados discos tradicionales en los años siguientes. Aprovechando una visita a EE.UU. Phil Cunningham entra en contacto con los hermanos O’Domhnaill y hablan de trabajar juntos. La química es perfecta y se acuerda que, en la primera ocasión en que los irlandeses vuelvan a Europa, se reunirían con Phil para grabar algo. Así, en 1984, tuvo lugar la reunión del trío con la adición del violinista John Cunningham que se encontraba pasando una temporada en su tierra natal. Desconocemos cual era la situación contractual de cada uno de los músicos en aquel momento ya que cada uno vivía y grababa en una esquina distinta del mundo pero el hecho fue que, a pesar de tener un disco terminado en 1984, éste no vio la luz hasta un par de años después.

¿Qué tipo de música contenía ese disco, de título tan poco explícito como el nombre de la banda: Relativity? Cabía suponer que sería un trabajo lleno de música tradicional pero el cuarteto no se limitó a eso y llevó el resultado mucho más allá. En la grabación participan: John Cunningham (violín), Tríona Ní Dhomhnaill (voz, clavinet), Mícheál Ó Domhnaill (voz, teclados, guitarra) y Phil Cunningham (acordeón, teclados, flautas, bodhran).

John Cunnigham y Míchéal Ó Domhnaill, los dos miembros de Relativity que ya no están entre nosotros, durante una actuación.
 
“The Hut on Staffin Island / Sandy MacLeod of Garafad / The Soft Horse Reel” – Al igual que sucedía en el disco de Capercaillie recientemente reseñado aquí, algunos de los cortes son, en realidad, “sets” con varios temas distintos enlazados, cosa común en la música de orígen celta. El primero de ellos consta de tres melodías distintas compuestas por Phil Cunningham. La primera es una tonada para violín con acompañamiento de guitarra muy del estilo de la música de Phil para Silly Wizard y dentro de un esquema absolutamente fiel a la tradición. Sin solución de continuidad llegamos a la segunda melodía en la que es ya el acordeón el protagonista principal añadiéndose el peculiar sonido del clavinet de Tríona. Nuestra pieza favorita, sin embargo, es la que cierra el “set”: una animada melodía en la que escuchamos al mejor Míchéal Ó Domhnaill llevando el ritmo con la guitarra y los primeros duelos entre los hermanos Cunningham con el acordeón enfrentado al violín como en los mejores tiempos de Silly Wizard.

“There Was a Lady” – Se trata de una canción tradicional arreglada por Tríona Ní Dhomhnaill partiendo de la versión que conocía gracias a su tía Neilli. Los seguidores de Nightnoise reconoceréis de inmediato el estilo de la artista en esta pieza en la que es protagonista absoluta con la única excepción de los instantes finales en los que Phil Cunningham añade unas flautas sublimes y algún que otro teclado. Mientras lo escuchamos nos damos cuenta de que es imprescindible que nos centremos, tarde o temprano, en la figura de Phil, músico de una categoría inversamente proporcional a la cantidad de discos que ha publicado bajo su propio nombre, desgraciadamente escasa.

“Gile Mear” – La siguiente canción es un estandar dentro de la tradición celtica y parte de un texto del siglo XVIII en el que se habla del esperado regreso del exilio de Carlos Estuardo, quien era esperado como el libertador de Irlanda y Escocia de la opresión británica. La canción, de melodía tradicional, es habitual en el repertorio de todo tipo de bandas enfocadas en estos tipos de música. La versión que escuchamos aquí es un arreglo de Míchéal sobre la melodía original en clave de marcha, introducida por una solemne guitarra a la que se añade la voz del propio Míchéal e, instantes después, la de su hermana en una conjunción mágica que tanto se prodigó en la Bothy Band. La canción es casi un himno y una de nuestras favoritas del disco.

“Gracelands” – Como ocurre con el set que abre el disco, nos encontramos ante otra composición de Phil Cunningham inspirada por las tierras del extremo norte de la isla de Skye, lugar donde vivía en aquel entonces. A pesar de ser un soberbio acordeonista, muchas de las mejores composiciones de Phil tienen las flautas como protagonistas. Así es también en el comienzo de esta preciosa melodía, al menos hasta que comienza la parte de violín a la que más tarde se incorpora el propio Phil ya con el acordeón. La facilidad del músico para crear melodías tan bellas como esta nos sorprende disco a disco y constituye uno de los grandes atractivos de éste.



“When Barney Flew Over the Hills” – Tríona escribe una nueva melodía para adaptar una canción tradicional a su rango vocal aunque conserva la letra intacta. Como ocurriría años más tarde en los discos de Nightnoise, las composiciones de Tríona suelen repartirse a lo largo del disco y son muy diferentes de las del resto del grupo, actuando como una especie de separador entre los distintos segmentos de cada trabajo.

“Leaving Brittany / The Pernod Waltz” – Encontramos aquí la única colaboracion, siquiera parcial, entre distintos miembros de Relativity. La primera tonada es obra de John Cunningham, quien la escribió al regreso de un viaje a la Bretaña francesa y, ciertamente, su ritmo sincopado, casi saltarín, recuerda mucho a la particular vertiente bretona de la música celta representada por violinistas como Christian Lemaite con quien John colaboraría en el futuro. La segunda, también escrita por John en un viaje a París, cuenta con una parte final en cuya composición interviene también Míchéal y que surgió durante las sesiones de grabación del disco.

“An Seanduine Doite” – Volvemos a Tríona y, como en las canciones anteriores en las que participa, lo hace con un arreglo de un tema tradicional con una letra que habla, en gaélico, de una joven que es prevenida contra el matrimonio con un viejo. La pieza, en realidad, consta de dos partes muy diferentes: una inicial casi como un sólo de teclado y una segunda mucho más rítmica y brillante con elementos ajenos a la tradición celta como el órgano hammond de Phil Cunningham combinado con maestría con el resto de instrumentos de la banda. Escuchamos por primera vez en el disco las voces de sus cuatro miembros combinándose de forma espectacular para hacer los coros, faceta esta en la que son maestros como podemos comprobar en el sensacional final que nos regalan casi sin acompañamiento instrumental.



“John Cunningham’s Return to Edimburgh / Heather Bells / The Bell Reel / The Limerick Lasses” – El “set” más largo del disco corre por cuenta de los hermanos Cunningham. Consta de cuatro partes, la primera de las cuales fue escrita por Phil como una especie de fanfarria de gaitas para recibir a su hermano Johnny tras la primera gira de Silly Wizard fuera de las islas (concretamente, a su regreso de Holanda). Los tres temas restantes son arreglos de melodías tradicionales a cargo de John Cunningham, salvo “The Bell Reel” que es una composición propia en la que el violinista transforma un “strathspey” (danza lenta tradicional escocesa en 4/4) en un “reel” (danza más animada que la anterior que comparte ritmo, aunque también exista en 2/2). No podemos evitar acordarnos de los maravillosos dúos entre ambos hermanos que detenían el tiempo durante los conciertos de Silly Wizard.

“Ur-Chill An Chreagain” – Cerrando el disco tenemos otro poema del XVIII con melodía tradicional, arreglado por Míchéal Ó Domhnaill quien es, a su vez, la voz principal. Nightnoise no existían aún en las fechas en las que se grabó el primer disco de Relativity pero, sin duda, todo su espíritu está ya presente en composiciones como esta.

Dada la peculiaridad de Relativity, con músicos que habitualmente residían a medio mundo de distancia, la estabilidad del proyecto era muy improbable. Pese a ello, hubo aún un segundo disco del grupo que aparecerá en el blog más adelante. Llegamos a la música de Relativity a partir de conocer a Nightnoise. Con el tiempo, éstos últimos se nos han revelado como una especie de punto de partida a partir del cual podemos trazar un árbol genealógico en todas las direcciones con el que abarcaríamos un amplísimo porcentaje del espectro de las músicas de orígen celta en las pasadas décadas. Seguiremos tirando del hilo más adelante y comprobareis como esta afirmación no tiene nada de exagerado. Mientras tanto, podéis disfrutar de la música de Relativity adquiriendo el disco en cualquiera de los siguientes enlaces:

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