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domingo, 31 de julio de 2011
Kraftwerk - Computerwelt (1981)
Cerramos hoy este pequeño especial de cuatro entradas dedicadas a Kraftwerk y lo hacemos dando un pequeño salto hasta 1981. Si con "Trans-Europe Express" los alemanes se decantaron casi definitivamente por el pop electrónico y alcanzaron su mayor éxito un año después con "The Model" y "The Robots" de su album "The Man Machine" (que hemos dejado para más adelante), con este "Computerwelt" ("Computer World" en su versión inglesa) llegan a su mayor grado de refinación.
Para buena parte de la crítica, éste sería el gran disco de Kraftwerk tras varios lanzamientos notables, aunque, curiosamente, a pesar del éxito del trabajo, tras él se abriría un prolongado periodo de silencio de la banda. Resulta curioso como fueron capaces de anticipar en 1981 una visión de un mundo interconectado gracias a la informática en el que la privacidad desaparece y la información está en poder de todos ("Interpol and Deutsche Bank, FBI and Scotland Yard: Computer World", dice una de las letras). Un mundo en el que cada domicilio tiene un ordenador personal ("I program my home computer, beam myself into the future") y en el que, hasta las relaciones personales se establecen por ordenador ("Another lonely night stare at the TV screen, I don't know what to do, I need a rendez-vous: Computer Love").
Los créditos del album incluían originalmente al cuarteto habitual con Hütter, Schneider, Flür y Bartos sin especificar la labor de cada uno pero en la reciente remasterización del catálogo de la banda, Wolfgang Flür no aparece acreditado como intérprete sino sólo como colaborador en aspectos técnicos. Al parecer, la relación de Flür con el resto de la banda se deterioró mucho en aquellos años e incluso, alguno de los inventos del percusionista fueron registrados por sus compañeros en un asunto muy turbio que acabó en los tribunales. Emil Schult sigue apareciendo como letrista en algunos temas.
Hacemos un inciso ahora sobre las distintas ediciones de los discos de la banda. En "Radio-Activity", los títulos de los distintos cortes del disco tenían versión en inglés y en alemán pero no había diferencias en lo musical, ya que combinaban fragmentos cantados en ambos idiomas en ambas ediciones. "Trans-Europe Express", en cambio, tenía una versión cantada en alemán y otra en inglés (incluso en Francia tuvieron su propia versión del tema "Showroom Dummies" en francés, titulado "Les Mannequins". Lo mismo sucedió con "The Man Machine" con su versión alemana y su versión inglesa. Con "Computerwelt" ocurre lo mismo aunque las letras en inglés están recortadas y muchas de las partes originales alemanas no aparecen. Si de "Trans-Europe Express" os dejamos la versión inglesa, le llega el turno a la alemana original en este "Computerwelt".
A la hora de comprar el disco, sin embargo, es mucho más fácil encontrar la versión inglesa:
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Os dejamos un enlace para escuchar "Computer Love" con su famoso riff homenajeado recientemente por otra popular banda:
sábado, 30 de julio de 2011
Kraftwerk - Trans-Europe Express (1977)
Tras el éxito de la gira de "Radio-Activity", Kraftwerk se prepararon para lanzar un nuevo trabajo. De regreso al estudio se encontraron con una importante novedad en forma de secuenciador multipista construído especificamente para el grupo, el Synthanorama Sequencer, que iba a ayudar a la elaboración de secuencias más complejas.
"Trans-Europe Express" tiene un sonido mucho más luminoso que sus predecesores y los ritmos, más mecánicos que nunca, añadidos al hecho de que el disco contenía un buen número de canciones más o menos "convencionales" lo convierten en el disco más influyente e imitado de los editados por la banda hasta aquel momento. De hecho, no son pocos los músicos aparecidos a finales de los 70 y principios de los 80 que citan este trabajo como su mayor inspiración. A este respecto, siempre se ha dicho que Kraftwerk fueron uno de los motivos que hizo a David Bowie desplazarse a Berlín en aquella época. Sea verídica o no la anécdota, lo cierto es que Bowie llegó a ofrecer a los alemanes abrir los conciertos de la gira del disco "Station to Station". Esto no llegó a suceder pero sí que sonaba una cinta con música de Kraftwerk en los prolegómenos de los conciertos. Aunque la colaboración nunca llegó a buen puerto, un fragmento de la letra de "Trans-Europe Express" hace un guiño al encuentro de estas figuras de la música: "From station to station / back to Dusseldorf City / Meet Iggy Pop and David Bowie".
Como ocurría en el disco anterior, las letras juegan con dos conceptos diferentes: el tren o, más concretamente, el "Trans Europe Express", una red de ferrocarriles que operó en la europa occidental entre 1957 y 1995 como metáfora de la idea de una Europa unida y por otro lado la disparidad entre la realidad y las distintas representaciones de la misma.
En esta ocasión, la música y las letras son todas de Ralf Hütter con colaboraciones puntuales de Florian Schneider y Emil Schult en los textos. Junto a ellos, Wolfganf Flür y Karl Bartos se encargan de las percusiones como habitualmente.
Podeis adquirir el disco aquí:
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Y escuchar el tema principal del disco aquí:
viernes, 29 de julio de 2011
Kraftwerk - Radio-Activity (1975)
Con "Autobahn", Kraftwerk cerraron un ciclo y comenzaron una nueva etapa en la que grababan ya en sus propios estudios, los míticos Kling Klang y ellos eran los únicos productores de su música. Además de eso, en su siguiente disco, "Radio-Activity" se incorpora el percusionista Karl Bartos conformandose así la alineación considerada clásica de la banda junto con Ralf Hütter, Florian Schneider y Wolfgang Flur. Todos estos cambios se completan con la desaparición de flautas, violines y guitarras de la paleta sonora del cuarteto que ahora es electrónica casi por completo.
El disco es una obra conceptual que juega con la ambiguedad en los títulos. Hablan, tanto de la radioactividad como de la actividad de la radio y muchos de los temas son juegos de palabras entre ambos conceptos. Como ocurriera con el disco anterior, tenemos un tema principal que da título al disco y que fue el primer single del trabajo. "Radio-Activity", el single, sigue los postulados que caracterizarían a las principales figuras del género electrónico de aquellos años como Jean Michel Jarre o Vangelis, con una base rítmica y una melodía central muy pegadiza, todo ello envuelto en un ambiente extraño y futurista lleno de ruiditos y efectos absolutamente sorprendentes para el oyente de la época.
Los temas que incorporan letras están intepretados tanto en alemán como en inglés en determinados momentos, escritas por Emil Schult, diseñador también del artwork del disco. Al margen del single extraído del trabajo, tenemos algunos otros cortes que pueden ser considerados como algunos de los primeros ejemplos de lo que se conoce como tecno pop, como pueden ser "Airwaves" o "Antenna", cuya influencia se deja notar en artistas posteriores como OMD en su clásico "Messages".
Poco a poco, Kraftwerk van definiendo su estilo y construyendo un género propio que llevó a algún crítico a afirmar que eran la banda más influyente por detrás de los Beatles. Tendremos más ejemplos en los próximos días. Por ahora, os dejamos un par de enlaces para haceros con este "Radio Activity":
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Os dejamos con el videoclip de Radio Activity:
jueves, 28 de julio de 2011
Kraftwerk - Autobahn (1974)
A veces hay cosas a las que no podemos dar explicación. El hecho de que llevemos varias decenas de entradas en el blog y ni una sola de ellas haya estado dedicada a Kraftwerk es una de esas cosas. Para compensar esta prolongada omisión comenzamos hoy una serie de cuatro entradas centradas en los de Düsseldorf.
Generalmente se acepta el hecho de que Kraftwerk fueron los inventores del tecno pop y, como tales, los precursores de una corriente que invadió las FMs de los 80 en todo el mundo y aún hoy sigue presente con periódicos revival. No vamos a discutir la exactitud de esa afirmación limitandonos a considerar a los alemanes como la banda clave para la popularización de los sintetizadores y las cajas de ritmos como elementos fundamentales en el pop y el rock de las últimas décadas.
El nucleo central de Kraftwerk lo forman desde sus inicios Ralf Hütter y Florian Schneider quienes coincidieron en el conservatorio y formaron parte del quinteto "Organisation" con quienes llegaron a lanzar el LP "Tone Float". Esa banda es hoy en día considerada como el germen de los posteriores Kraftwerk. Ya bajo esta denominación, el grupo llegó a lanzar tres LPs instrumentales de corte muy experimental dentro de lo que se conoce como Krautrock. Todos estros trabajos se grabaron en los estudios de Konrad Plank, figura fundamental de la escena de Düsseldorf en aquellos años.
Aunque todos estos trabajos ya tenían elementos electrónicos, los clásicos violines, flautas y guitarras eran los que llevaban el peso de la música. Esto cambió decisivamente durante la grabación de "Autobahn". Nos encontramos entonces con la aparición masiva de sintetizadores comerciales como el Minimoog, el ARP Odyssey o el EMS AKS además de las baterías electrónicas y el vocoder, aparato de origen militar que fue utilizado con profusión en estos años por el aspecto robótico que le daba a las voces. El disco consta de cinco composiciones siendo la principal la que le da título y que ocupa toda la cara A del vinilo. Este corte, marcado por un ritmo muy simple y una melodía de cuatro notas que se repite con pequeñas variaciones durante toda la pieza se convirtió en el que probablemente sea el primer "hit" de corte electrónico de la historia si dejamos al margen temas como el archiconocido "Pop Corn". El grupo pretende reflejar un viaje en coche por la primera autopista de la historia que unía, sin intersecciones, Berlín con Bonn y todas las sensaciones del viaje, la velocidad, la monotonía, etc. Con todo, "Autobahn" no es una pieza construida exclusivamente a base de sintetizadores ya que las guitarras y, sobre todo, las flautas tienen un papel muy importante en el desarrollo de la composición que cerca de último cuarto sufre una trasformación hasta convertirse en una pieza minimalista en el más puro estilo del Terry Riley de "A Rainbow in Curved Air".
La cara B del disco se divide en cuatro temas titulados respectivamente "Kometenmelodie 1", "Kometenmelodie 2", "Mitternacht" y "Morgenspaziergang". El primero de ellos tiene un carácter ambiental y electrónico mientras que el segundo es una animada y pegadiza melodía que se convirtió en el segundo single del disco (el primero fue, evidentemente, "Autobahn"). "Mitternacht" es la parte más experimental de todo el disco y el tema que cierra el trabajo nos despide con una breve melodía de flauta repetida a lo largo de la composición.
Los músicos que intervienen en la grabación del disco, hito fundamental en la música electrónica de los 70, son los citados Ralf Hütter y Florian Schneider quienes se encargan de la parte electrónica y las voces, Klaus Röder (violín y guitarra) en su única colaboración con Kraftwerk y Wofgang Flür (percusiones). Konrad Plank es el ingeniero de sonido de la banda por última vez. Emil Schult, diseñador de la portada del grupo y letrista de la banda aparece citado frecuentemente como un integrante más de la banda aunque no tenga participación activa en el aspecto interpretativo.
En los días siguientes profundizaremos en posteriores trabajos de Kraftwerk. Por ahora, y para los interesados en hacerse con su "Autobahn", dejamos los enlaces habituales.
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Hemos encontrado un curioso resumen del disco en 10 minutos:
miércoles, 27 de julio de 2011
Brooklyn Rider plays Philip Glass (2011)
Recientemente la NPR, la radio pública norteamericana para entendernos, ha hecho pública una lista con las que considera las mejores grabaciones de música clásica aparecidas en el último año. El disco que nos ocupa, encabeza la lista.
Éste nos parece un motivo más que suficiente, especialmente cuando se trata de música de un autor habitual en La Voz de los Vientos. No es esta, sin embargo, la única razón. El dato no es muy conocido pero lo cierto es que las tres primeras obras que Glass compuso eran cuartetos de cuerda, aunque fueron rechazados y no figuran en el catálogo glassiano actualmente. En cualquier caso, existe un primer cuarteto de cuerda "numerado" escrito en 1966 y poco conocido hoy en día por los aficionados. Curiosamente, el músico abandonó el formato hasta 1983 cuando compuso su Cuarteto de Cuerda No.2 para una producción teatral de la obra de Samuel Beckett, "Company". Poco después, en 1985, se produjo la primera toma de contacto entre Philip Glass y el Kronos Quartet, prestigiosa agrupación de la que ya hemos tenido ejemplos por aquí. El cuarteto se encargó de interpretar parte de la banda sonora de la película "Mishima", a cargo del propio Glass. No pasó mucho tiempo hasta que el compositor adaptó esa música para darle la forma del que sería el Cuarteto de Cuerda No.3. Los otros dos cuartetos escritos por Glass datan de 1990 y 1991. El Cuarteto de Cuerda No.4 estaba dedicado al artista Brian Buczak, fallecido vícitima de SIDA poco antes mientras que el No.5 no llevaba dedicatoria o subtítulo alguno.
Con la excepción del Cuarteto No.1, del que durante muchos años sólo existió una versión grabada a cago del Duke Quartet, los restantes tuvieron su interpretación "canónica" a cargo del citado Kronos Quartet que permaneció como única grabación de las obras durante mucho tiempo en el que parecía que ninguna agrupación se atrevía a afrontar el reto de plasmar su propia visión del Glass más íntimo. Afortunadamente, esta tendencia parece haber cambiado y hoy existen un buen puñado de grabaciones de los cuartetos de Glass. En 2007, el Fine Arts Quartet grabó para el sello Naxos el Cuarteto No.2 mientras que en 2008, el Smith Quartet se atrevió con la integral de los cinco cuartetos cosa que también hicieron el Paul Klee 4tet y el Carducci Quartet, aunque éstos últimos no incluyeron el Cuarteto No.5.
Los últimos en lanzarse a la aventura son, precisamente, los integrantes de Brooklyn Rider y lo hacen añadiendo a la mezcla la suite "Bent" del propio Glass adaptada para el formato de cuarteto. Según los expertos en Glass, el músico tiene escritos un sexto y un séptimo cuarteto de cuerda y cuando se anunció esta grabación, muchos entendimos que "Bent" sería el Cuarteto No.6 (la música para Drácula interpretada por el Kronos Quartet años atrás ocuparía el séptimo lugar en la serie) pero este aspecto ha sido negado por el compositor.
Lo que ofrecemos hoy es la oportunidad de escuchar al Glass camerístico a través de un mismo formato instrumental pero con obras escritas a lo largo de cinco décadas distintas. Brooklyn Rider está formado por Johnny Gandelsman (violín), Colin Jacobsen (violín), Nicholas Cords (viola) y Eric Jacobsen (cello).
Para comprar la obra, los enlaces habituales:
fnac.es
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Un fragmento de los músicos interpretando uno de los movimientos del Cuarteto No.3 "Mishima" en directo:
martes, 26 de julio de 2011
Wim Mertens - Vergessen (1982)
"Vergessen" fue el primer LP publicado por Wim Mertens con composiciones propias. Se trata de un disco breve con seis composiciones que ya apuntan las principales características de la música de su autor y del que varias de sus piezas siguen hoy en día entre las más recordadas de Mertens.
El comienzo, "Inergys", es una pieza sorprendente con breves frases melódicas, principalmente a cargo de las maderas interpretando al unísono una secuencia de cinco notas con el apoyo de la percusión mientras el piano del propio Mertens acompaña como un elemento rítmico más. El segundo corte, "Circular Breathing", al igual que el resto de las piezas del disco hasta la que lo cierra, está escrito para una formación más escueta que la exhuberante pieza inicial. En este caso se trata de un cuarteto de piano, arpa, clarinete y saxo soprano mucho más reposado que el tema anterior y cuyo título hace referencia a una técnica muy apreciada en los intérpretes de instrumentos de viento gracias a la cual pueden emitir un sonido continuo sin interrumpirlo para coger aire en una especie de "respiración circular". "Mildly Skeeming" reduce aún más la instrumentación dejandonos sólo a Mertens con el sintetizador Crumar (acreditado como piano eléctrico en el disco) y a la flautista Marilyn Maingart interpretando la flauta piccolo. La misma melodía de este tema pero adaptada para dos pianos es la nos encontramos en el corte posterior, "4 Mains", una de las piezas más conocidas del repertorio del belga de estos primeros años con un ritmo arrebatador que sirve de base a pequeñas células melódicas que trazan lineas ascendentes y descendentes a lo largo de la partitura. Una nueva variante instrumental en forma de duo de viola y sintetizador nos espera a continuación en el tema "Multiple 12", obsesiva melodía que fue recuperada por Mertens en versión de piano sólo en el disco "A Man of No Fortune And With a Name to Come" del que ya hablamos por aquí. El cierre del disco lo pone "Inergys (reprise)" en equívoca referencia al título que abría la serie y con el que no tiene mucho en común salvo el fuerte componente rítimico aportado por el piano.
Nos parece que "Vergessen" es un disco imprescindible en la carrera de Mertens y es de obligada escucha aunque trabajos posteriores hayan alcanzado un nivel muy superior. La sóla presencia de un clásico como "4 Mains" justifica esta afirmación. Junto a Mertens, que interpreta piano y sintetizador, en la grabación participan los siguientes músicos: Herman Lemahieu (corno francés), Roger Nupie (clarinete bajo), Pieter Vereertbrugghen (batería electrónica) y Karel Vereertbrugghen (bajo) en las dos partes de "Inergys", John Ruocco (clarinete y saxo soprano) y Gyde Knebusch (arpa) en "Inergys" y "Circular Breathing", Marilyn Maingart (flauta piccolo) en "Inergys" y "Mildly Skeeming", Hans Francois (piano) en "4 Mains" y Frans Vos (viola) en "Multiple 12".
Para adquirir el disco:
zonadecompras.com
proxis.be
Aunque también recomendamos el disco "With Usura", recopilatorio que incluye, íntegros, los discos "Vergessen" y el siguiente de Mertens, "Struggle for Pleasure".
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Una muestra del disco: "4 Mains"
lunes, 25 de julio de 2011
John Adams - Century Rolls (2000)
Tenemos nuevo artista hoy en La Voz de los Vientos y no es un artista menor. John Adams es un compositor norteamericano tan popular como controvertido. Es habitual referirse a él como uno más de los minimalistas aunque generacionalmente, no correspondería incluirle en ese movimiento por ser bastante más joven que el "nucleo duro" del género. Adams, que no suele rehuir la polémica, siempre se desmarca de esa calificación e incluso ha expresado opiniones un tanto despectivas sobre las cabezas más representativas de la corriente minimalista como Steve Reich y, especialmente, Philip Glass. No deja de ser curioso este dato, especialmente cuando para el año que viene se ha anunciado el estreno de la 9ª sinfonía de Glass con Adams como director de la orquesta.
Al margen de estas y otras consideraciones, parece claro que, especialmente en sus comienzos, la música de Adams tiene un claro aroma minimalista. Óperas como "Nixon in China" recuerdan a otras obras similares de Philip Glass y también hay influencias de Reich en buena parte de la producción del músico. Cuenta, sin embargo, con una especie de ventaja frente a los dos artistas citados. John Adams se pudo saltar toda la etapa más dura y experimental de los primeros minimalistas y se quedó exclusivamente con aquello más útil para su escritura. Además, y con la excepción de alguna obra de juventud, casi toda la producción de Adams está escrita para instrumentaciones convencionales. Nunca formó su grupo de músicos como Reich o Glass sino que escribió para formaciones más "clásicas". Probablemente esto le haya granjeado una mayor popularidad y prestigio en los círculos más academicistas y haya ayudado a que sus obras, generalmente, sean interpretadas por primeras figuras del ámbito clásico, cosa que los dos compositores citados no han conseguido salvo contadas excepciones.
El currículum de Adams se ha visto adornado por premios tan importantes como los Grammy (hasta en cinco ocasiones) e, incluso, el premio Pulitzer por su "On the Transmigration of the Souls". Su gran mérito ha sido el hermanar la influencia minimalista con la tradición americana alcanzando un status similar al de un Copland o un Gerswin en su tiempo.
El disco que dejamos hoy aquí contiene tres composiciones: "Century Rolls" escrita en 1997 en forma de concierto para piano y orquesta e interpretada por Emmanuel Ax y la Cleveland Orchestra dirigida por Christoph Von Dohnanyi. La segunda pieza es la breve "Lollapalooza" (1995), obra orquestal basada en el ritmo de la propia palabra, "interpretada" por parte de los metales con la secuencia "Do-do-do-Mí bemol-do". Completa el disco "Slonimsky's Earbox", dedicada al director Kent Nagano y escrita como una especie de homenaje al musicólogo Nicholas Slonimsky y a Igor Stravinski, recordado en algunos pasajes de la pieza. Las dos últimas piezas están interpretadas por la Halle Orchestra bajo la batuta del propio Kent Nagano.
Sirva esta entrada como presentación en el blog de un músico muy interesante al que prestaremos atención próximamente. Como es costumbre, dejamos un par de enlaces para adquirir el disco:
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Podeis dar una escucha a "Lollapalooza" a continuación:
domingo, 24 de julio de 2011
Philip Glass - The Witches of Venice (2006)
Habitualmente nos imaginamos a los compositores de música "culta" como tipos serios y circunspectos (al margen de visiones más o menos distorsionadas como el Mozart de Milos Forman). Si, además, hablamos de compositores contemporaneos, el tópico se acentúa. Sin embargo, no siempre ocurre así y en ocasiones nos encontramos obras totalmente desenfadadas como la que nos ocupa.
Todo surge de un encargo, nada menos que del Teatro Alla Scala de Milan, al compositor norteamericano Philip Glass para que componga una música que acompañe a una especie de ópera-ballet destinada a un público infantil y basada en el cuento de Beni Montresor, "Le Streghe di Venezia". Montresor era un escritor de origen italiano, crítico de cine, escritor de obras de teatro para la radio y diseñador escénico. En 1960, con 34 años, se trasladó a los Estados Unidos donde se encargó del diseño de vestuarios para óperas y comedias musicales a la vez que escribía e ilustraba relatos para niños obteniendo un gran reconocimiento en ambos campos.
Su cuento más popular fue, precisamente, "Las Brujas de Venecia", una historia acerca de un rey que no podía tener descendencia, con hadas, brujas, un ogro y todo el imaginario de los cuentos clásicos. El espectáculo se estrenó con éxito en La Scala el 20 de noviembre de 1995. Curiosamente, no se publicó ninguna grabación de la obra hasta 2006, cuatro años después del fallecimiento del escritor, a quien Glass le dedica el disco.
La grabación sigue los mismos patrones de otras obras del autor en los 80 como "1000 Airplanes on the Roof" o "Hydrogen Jukebox". La música está interpretada por sintetizadores en su práctica totalidad. Aunque no figura en los créditos del disco, suponemos que el propio Glass es quien los interpreta acompañado por su mano derecha, Michael Riesman y por Kurt Munkacsi, quienes aparecen acreditados como productores. Las voces corren por cuenta del St.Thomas Boys Choir y los papeles solistas interpretados por Alexandra Montano, Brian Moore, Elizabeth Cassandra Hoffman, Paul Haughtaling, Archie James Worley, Kathleen Therese Egan y Amanda Riesman.
La música, como corresponde con el tema, es muy dinámica y juguetona pero con todos los elementos habituales del músico de Baltimore. No es una de las obras fundamentales del repertorio glassiano pero seguro que hará las delicias de los seguidores del compositor.
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Un fragmento de la obra:
sábado, 23 de julio de 2011
Wim Mertens - Motives for Writing (1989)
Probablemente, "Motives for Writing" sea uno de los discos más infravalorados de Wim Mertens. Cuando uno piensa en la trayectoria del belga, nos vienen a la cabeza grandes títulos, algunos de los cuales ya han aparecido por aquí. Sólo tras un repaso más concienzudo a su discografía, algunos aficionados mencionarán este trabajo.
Sin embargo, creemos que es una de sus obras más destacadas y la que, en cierto modo, cierra una primera etapa en su trayectoria en la que ha conseguido hacerse un nombre en el ámbito europeo y comienza a abrirse paso en Estados Unidos con un par de recopilatorios en el sello Windham Hill. En cierto modo, "Motives for Writing" es un paso adelante de Mertens hacia una música mucho más experimental y arriesgada si cabe (de hecho, es el último trabajo antes de "Alle Dinghe", primero de sus ciclos dedicados a formatos musicales realmente inusuales y difíciles de asimilar a la primera).
La formación que interpreta la obra es bastante particular. Nos encontramos el piano y la voz habituales de Mertens que interpreta también el piano eléctrico, el cello de Lieven Van de Walle y el contrabajo de Etienne Siebens. Lo demás es una sección de viento de ocho músicos más: Jef Coolen (trompeta), Dirk Descheemaeker (clarinete, saxo soprano), Marc Grauwels (flauta piccolo), Eric Mertens (flauta piccolo), Geert Steen (tuba), Eddy Verdonck (trombón) y Luk Verdonck (fagot).Cierra el listado la percusión de Marc Bonne.
El disco sorprende desde el primer tema, la breve "Watch!", pieza intensa y muy rítmica con cierto aire circense. De las restantes cinco composiciones, tres son de larga duración, de corte vanguardista y difícil asimilación en una primera escucha pero que con el tiempo resultan deliciosas. Las otras dos son auténticas maravillas. La que abre la cara B del vinilo es la titulada "No Testament" y podemos afirmar que es una de las mejores composiciones de Mertens en toda su trayectoria. Comienza con una repetitiva secuencia de cello, contrabajo y maderas a las que pronto se incorporan el resto de los vientos y la percusión... ¡pero qué percusión! Cuesta encontrar una pieza en la que la parte percusiva sea tan majestuosa hasta el punto de casi convertirse en el eje de toda la composición. Sólo la exhibición de facultades de Mertens y su conjunto en "No Testament" justificaría todo el disco pero aún falta la pieza que cierra el trabajo, "The Whole", igualmente magnífica en sus poco más de tres minutos.
Mertens nos muestra un nuevo modo de escribir en este disco más personal que nunca y que estamos seguros de que os gustará, y más teniendo en cuenta que hablamos de uno de los músicos con mejor acogida por vuestra parte de los que han ido apareciendo en el blog.
Para comprar el disco:
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Y un video con esa maravilla que es "No Testament":
jueves, 21 de julio de 2011
No-Man - Schoolyard Ghosts (2008)
Anteriormente hemos tenido por aquí un par de trabajos del dúo No-Man. Nos encargamos en esta ocasión de su más reciente larga duración grabado en estudio. Sin abandonar las señas de identidad de la banda, fuertemente marcadas por la personalísima forma de cantar de Tim Bowness, este "Schoolyard Ghosts" es, quizá, el disco más cercano al género progresivo de la formación. Tanto Bowness como Steven Wilson hacen una verdadera exhibición de habilidades interpretando toda clase de instrumentos lo que no es óbice para contar con una plétora de músicos invitados en varios temas.
Como es habitual en el dúo, las ocho canciones que integran el disco son ocho ejercicios de pop elegante destacando "All Sweet Things" y la extensa "Truenorth" y, especialmente, esa auténtica joya titulada "Wherever There is Light", una delicada pieza de porcelana sonora de una fragilidad que asusta. La nómina de invitados es extensa. Destacamos a Theo Travis (saxo y flautas en "True North", "Wherever There is Light" y "Mixtaped"), Colin Edwin (bajo en "Beautiful Songs You Should Know"), Pat Mastelotto (batería en "Pigeon Drummer" y "Song of the Surf") y Gavin Harrison (batería en "Mixtaped"). La sección de cuerdas corre a cargo de la London Session Orchestra dirigida por Dave Stewart.
En resumidas cuentas, "Schoolyard Ghosts" es otro trabajo de art-pop más que recomendable. Como de costumbre, un par de vías de acceso al disco:
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Os dejamos el videoclip de "Wherever There is Light":
miércoles, 20 de julio de 2011
Yes - Tales from Topographic Oceans (1973)
Recientemente hemos tenido por aquí los que quizá sean los dos mejores discos de la banda. El que nos ocupa ahora es justamente el siguiente trabajo grabado por Yes en estudio y es, además, uno de los trabajos más controvertidos de la historia del rock progresivo ya que refleja como ningún otro todas las virtudes y defectos del género.
Nos situamos en un momento en que la banda afrontaba la salida de su batería fundador, Bill Bruford, en medio de la gira de 1972. El sustituto fue el antiguo miembro de la Plastic Ono Band, Alan White, sin duda un músico brillante pero en un nivel distinto al de su predecesor. Tras unos inicios apresurados con la banda en los que tuvo apenas unos días para prepararse el repertorio, White se confirmó como el nuevo encargado de la batería y formó parte del grupo en las grabaciones del disco.
"Tales From Topographic Oceans" fue un disco doble con una única canción en cada una de las cuatro caras del vinilo. La práctica totalidad del mismo fue compuesta por Jon Anderson y Steve Howe con textos basados en las enseñanzas del Yogi Paramahansa Yogananda y en los que Anderson despliega toda su espiritualidad habitual. Como cabe esperar del formato escogido, cada canción tiene un amplio desarrollo instrumental con momentos de gran virtuosismo y alguno de los mejores pasajes de Rick Wakeman en su estancia en la banda. También Steve Howe considera que en este disco se encuentran muchas de sus mejores intervenciones a la guitarra. Curiosamente Wakeman nunca se mostró satisfecho de el disco y fue el siguiente en abandonar la formación.
Todo lo dicho tiene su lado negativo. La larga duración de los temas hace que su escucha pueda resultar pesada en algunos momentos y las acusaciones de pretenciosidad hacia la banda empezaban a ser más fuertes de lo habitual. De hecho, es un disco tan admirado por algunos de los seguidores de Yes que lo consideran su obra cumbre mientras que sus detractores lo utilizan como ejemplo de disco pedante, grandilocuente que no lleva a ninguna parte.
Sea como fuere, creemos que no deja de ser un trabajo interesante y por ello le hemos dedicado el espacio de hoy. La formación de Yes en este trabajo la integraban: Jon Anderson (voz, arpa, percusiones), Steve Howe (gutarras, percusiones, voces), Chris Squire (bajo, percusiones, voces), Rick Wakeman (teclados) y Alan White (batería y percusiones). La versión que os dejamos es la reedición del 2003 que incorpora una introducción ambiental de 2 minutos de la que se prescindió en la edición original pero que se recuperó en la nueva versión.
Como siempre, un par de enlaces para adquirir el disco:
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Os dejamos con un fragemento de "The Revealing Science of God"
martes, 19 de julio de 2011
Wim Mertens - A man of no fortune, and with a name to come (1986)
Tras este largo título se escondía el que fue el primer disco de Wim Mertens interpretado exclusivamente al piano y con el propio intérprete cantando en su particular registro agudo. No es ningún secreto que el belga es uno de los artistas a los que más admiramos en La Voz de los Vientos y lo es gracias a trabajos como éste que hoy nos ocupa.
Estamos ante una colección de seis composiciones para piano y voz de duración variable que van de los catorce minutos de "You See" hasta los apenas dos y medio de "Hirose". Al contrario de lo que ocurría en el siguiente trabajo pianístico de Mertens que ya pasó por aquí tiempo atrás, "After Virtue", en "A man of no fortune..." las composiciones sí están estructuradas como canciones al uso aunque con la salvedad necesaria cuando hablamos del belga, de señalar que no hay ningún texto que cantar. Las "letras" que interpreta son sucesiones de fonemas eufónicos con alguna excepción en forma de nombre propio (Rika Hirose es el nombre de una de las personas que integraba el grupo de músicos e Mertens en la época) o cuando en temas determinados ("You See") aparece el título de la canción.
Aunque generalmente a Mertens se le cuelga la etiqueta de minimalista, cuesta mucho, escuchando discos como este, meterle en el mismo saco que a los Glass, Reich o Riley. Es cierto que en la escritura del belga encontramos algunos esquemas repetitivos que nos remiten a esa corriente pero la carga melódica que encontramos en todas sus composiciones de este trabajo le desmarcan claramente de esa tendencia. Algunas melodías presentes en este trabajo fueron recuperadas en discos posteriores, como ocurre con determinadas frases de "A Tiels Leis" que vuelven a aparecer en el ya citado "After Virtue". Por otra parte, temas como "Multiple 12" son adaptaciones al piano de composiciones anteriores, además de permanecer como una de las melodías más populares de toda la carrera del músico.
Cambiamos la política habitual con los enlaces de compra de los discos para incluir, a partir de ahora, al menos una web en castellano en todos los casos, aunque no sea tan económica como la otra para facilitar las cosas a aquellos con dificultades con otros idiomas:
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gongdiscos.com
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Os dejamos uno de los cortes del disco: "Hirose"
lunes, 18 de julio de 2011
Arvo Pärt - Miserere (1991)
Tras hablar recientemente de la Pasión según San Juan de Arvo Pärt en el blog, encontramos que es buen momento para continuar explorando la faceta religiosa de la obra del compositor estonio. El disco que tratamos hoy fue publicado en el sello ECM en 1991 y contiene tres piezas de corte muy diferente.
La que abre el disco es el "Miserere", escrito en 1989, en el que Pärt continúa con sus obras litúrgicas tras la ya comentada Pasión y el "Stabat Mater" de 1985. La pieza, de algo más de media hora de duración combina pianissimos corales de extrema tranquilidad con intensos y breves pasajes instrumentales de gran fuerza emotiva.
La misma emotividad aparece con más intensidad si cabe en la breve "Festina Lente" para orquesta de 1988. Única pieza instrumental y no religiosa del disco. La particular visión del contrapunto de Pärt se nos muestra en uno de sus mejores ejemplos en la linea del "Cantus In Memory of Benjamin Britten" que ya apareció por aquí anteriormente. Las violas ejecutan la melodía principal que es imitada unos compases después por el primer y el segundo violín a un tempo dos veces más rápido y más tarde por los cellos y los contrabajos a la mitad de la velocidad inicial construyendo una intrincada red sonora absolutamente cautivadora.
Cierra el trabajo "Sarah Was Ninety Years Old", de 1977, titulada originalmente "Modus Due" obligado por los rígidos códigos soviéticos de la época que censuraban cualquier referencia religiosa. Conviene aclarar en este punto que la "Sarah" a la que se refiere el título "real" de la composición es la esposa de Abraham. Estamos nuevamente ante una pieza de larga duración (algo más de veinte minutos en la grabación) pero en un estilo totalmente distinto al habitual. Comienza con una percusión repitiendo unos golpes espaciados a lo largo de los primeros cinco minutos que solo se interrumpe para dar paso por un breve instante a las voces tras las que vuelve a reaparecer el insistente golpeo para continuar la pieza con otro breve fragmento vocal, regreso a la percusión y el cierre final con la intervención del órgano y la soprano, quien cierra la pieza en solitario.
"Miserere" está interpretado por la Hilliard Ensemble con Paul Hillier a la cabeza, el Western Wind Choir, Christopher Bowers-Broadbent al órgano, una pequeña sección de maderas y metales (oboe, clarinetes, fagot, trompeta y trombón), la guitarra eléctrica de Forbes Henderson, el bajo de James Woodrow y Glyn Matthews y Paul Parker a las percusiones. "Festina Lente" corre a cargo de la Orquesta del Beethovenhalle de Bonn dirigida por Dennis Russell Davies y, por último, "Sarah Was Ninety Years Old" interpetada por Sarah Leonard (soprano), Rogers Covey-Crump (tenor), John Potter (tenor), Christopher Bowers-Broadbent (órgano) y Pierre Favre (percusión).
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Y un enlace donde escuchar "Festina Lente":
domingo, 17 de julio de 2011
David Bowie - Heroes (1977)
Pocas veces nos hemos encontrado tan desorientados a la hora de hablar de un disco como lo estamos ante este "Heroes" de Bowie. Lo extraordinario de la carrera de su autor y la cantidad de músicos a los que ha influido de una u otra forma hacen el acercamiento a su obra un complicado ejercicio destinado a quedar, por fuerza, incompleto. En el momento en que se grabó el disco, David Bowie era mucho más que una estrella consagrada del rock: era todo un icono y un símbolo imitado hasta la saciedad en su estética y un músico con una carrera ya larga y no menos de quince grandes "hits" de esos que harían inolvidable a cualquier artista que firmase uno sólo de ellos.
Estaba reciente la publicación del disco "Station to Station", considerado por la crítica como uno de los mejores del músico y que dio pie a algunas de las actuaciones más memorables de Bowie en directo. También era una época en la que la adicción a la cocaina del músico le había llevado practicamente a un punto de no retorno. En palabras de alguno de sus allegados en su etapa en Los Ángeles, Bowie sólo se alimentaba de leche y pimientos y la cocaina aparecía por cualquier rincón de su casa.
Afortunadamente, Bowie tuvo la lucidez suficiente para alejarse de aquel ambiente y desplazarse a Europa dando lugar a la creación de la popularmente conocida como "trilogía berlinesa", en la cual exorciza todos los demonios de su etapa de adicto transformandolos en algunas de sus letras y músicas más destacadas. El primero de los frutos de la serie fue "Low", grabado en París y terminado en Berlín y que tendrá su espacio en La Voz de los Vientos en un futuro. Quedemonos con el detalle que ahora nos interesa y es que "Low" fue la toma de contacto de Bowie con Brian Eno.
En "Heroes", la decisiva presencia de Eno, no sólo como instrumentista sino también como co-autor de varios temas se ve reforzada por la aportación del guitarrista Robert Fripp, cuya participación en algunos cortes (particularmente en la canción más popular del disco y que le dá título) se nos antoja realmente magistral. Todos los temas del disco están firmados por Bowie, salvo "Heroes", "Moss Garden" y "Neuköln", firmados también por Brian Eno y el que cierra el trabajo, "The Secret Life of Arabia" firmado por ambos y el guitarrista Carlos Alomar.
Musicalmente, no podemos considerar "Heroes" como un disco comercial. La cara B del disco es practicamente instrumental y todo el trabajo muestra una clara influencia del Krautrock y la música electrónica alemana de la época con indisimulados tributos a Kraftwerk (particularmente el tema V-2 Schneider, dedicado a Florian Schneider, miembro de la formación de Düsseldorf). Sin embargo, y junto a los otros dos trabajos de la "trilogía", el citado "Low" y el posterior "Lodger", estamos en presencia de la etapa más memorable en nuestra opinión de toda la carrera de un músico que ha sido un especialista en reinventarse y crearse nuevos personajes, siempre exitosos e interesantes.
Se nos haría muy difícil imaginarnos cómo habría sido la música rock de las últimas décadas sin la presencia capital de David Bowie. Disfrutemos de momento de este trabajo, cuyos créditos pasamos a reflejar: David Bowie (voz, guitarras, teclados, saxo y koto), Carlos Alomar (guitarras), Dennis Davis (batería), George Murray (bajo), Brian Eno (teclados, sintetizadores), Robert Fripp (guitarras), Tony Visconti (coros) y Antonia Maass (coros).
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Y un video de "Heroes":
sábado, 16 de julio de 2011
Yes - Close to the Edge (1972)
Como comentabamos en la entrada más reciente, la formación más recordada por los fans de Yes duró únicamente dos discos. El segundo de ellos es el que nos ocupa hoy. "Close to the Edge" apareció sólo unos meses después de "Fragile" y hoy es considerado como uno de los mejores trabajos de la banda. Nosotros no somos tan moderados y lo tenemos por el disco más destacado publicado por Yes en su larga carrera.
El disco consta de únicamente tres canciones. La más larga, compuesta por Steve Howe con letra de Jon Anderson y que da título al album abarca toda la cara A del vinilo y se divide en cuatro secciones tituladas "The Solid Time of Change", "Total Mass Retain", "I Get Up, I Get Down" y "Seasons of Man". En este tema encontramos toda la esencia del sonido de Yes y, por extensión, un resumen de todo aquello que caracteriza el rock progresivo como género y lo convirtió en una corriente fundamental en los primeros años de la década de los 70: extensos temas con abundantes pasajes instrumentales, virtuosismo en las intepretaciones e influencias de corrientes ajenas al rock como el jazz, la música clásica y la contemporanea y canciones que no recurren al manido esquema estrofa-estribillo-estrofa de tres minutos de duración del pop-rock de toda la vida.
Completan el disco en su cara B, "And You and I", también dividida en cuatro segmentos ("Cord of Life", "Eclipse", "The Preacher the Teacher" y "Apocalypse", escrita por Bruford, Howe y Squire y la más rockera "Siberian Khatru", de Howe y Wakeman, ambas con textos de Anderson.
Tras la grabación de "Close to the Edge", Bill Bruford se convierte en el tercer miembro fundador de la banda que abandona la formación tras Peter Banks y Tony Kaye, siendo sustituido por Alan White. El abandono de Bruford vino motivado por la excesiva racionalización que había alcanzado la música de la banda y por las largas sesiones en que se pasaba más tiempo discutiendo sobre cuestiones compositivas y de estructura de los temas que tocando. También influyá la mala relación con el bajista Chris Squire, de quien Bruford no soportaba su falta de puntualidad en los ensayos y con el que llegó a las manos en alguna ocasión. Tras su etapa en Yes, Bruford ingresó en King Crimson pero eso es ya otra historia.
Si os estais planteando comprar un sólo disco de Yes, éste sería la mejor elección. Para poneroslo más fácil, os dejamos los habituales enlaces a un par de tiendas online:
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Os dejamos un enlace con la primera parte del disco:
viernes, 15 de julio de 2011
Yes - Fragile (1972)
Si hay una banda que ejemplifica como ninguna otra los tópicos del llamado rock progresivo, con todos sus excesos y aciertos, esa es Yes. Como ocurre con muchas otras bandas de la época, comenzaron como un grupo más con influencias de los Beatles de quienes llegaron a incluir alguna versión en su primer álbum. Una característica que ha acompañado a la banda con la perspectiva que nos dan los años es el constante cambio de miembros que ha dado lugar hasta a once formaciones diferentes que han publicado bajo el nombre de Yes (y nos dejamos a ABWH, banda efímera que eran más Yes que los propios Yes del momento y que surgió en unos años conflictivos para la banda). La que probablemente es la configuración más recordada del grupo, a pesar de durar sólo dos discos es, precisamente, la que nos ocupa hoy, integrada por Jon Anderson (voz), Bill Bruford (batería y percusiones), Steve Howe (guitarras y coros), Chris Squire (bajo y coros) y Rick Wakeman (teclados).
Precisamente, la de Wakeman es la gran novedad del disco, reemplazando al anterior teclista de la banda, Tony Kaye, quien en alguna entrevista reciente afirmaba que en realidad participó en casi todo el proceso de creación de Fragile incluyendo los ensayos aunque no en la grabación. Wakeman era un teclista que se ganaba la vida como músico de estudio que había destacado tocando mellotron o piano en alguno de los mayores éxitos de David Bowie ("Space Oddity", "Life on Mars?" o "Changes"). Tras su incorporación a Yes se convirtió en uno de los iconos de la banda (quizá sólo superado por el propio Jon Anderson) a pesar de haber dejado el grupo en multitud de ocasiones.
"Fragile" sigue una tendencia muy de moda en la época en la que se combinan temas individuales de cada uno de los miembros del grupo con temas compuestos por la banda al completo. Hemos tenido algún ejemplo por aquí con "Ummagumma" de Pink Floyd y también Emerson, Lake and Palmer lanzaron algún disco con ese formato. En este caso, los temas individuales no dejan de ser rellenos (el de Wakeman, por ejemplo, es un innecesario arreglo de un movimiento de la cuarta sinfonía de Brahms) con alguna excepción como el "Mood for a Day" de Steve Howe o el "The Fish" de Squire.
En cualquier caso, el "nucleo duro" del disco lo forman las tres canciones largas: la popular "Roundabout" que abre el trabajo con la poderosa linea de bajo de Squire, "South Side of the Sky" y, especialmente, "Heart of the Sunrise", cerrando el disco con el grupo en un momento dulce, un Bruford en plenitud, excepcionales fondos de mellotron a cargo de Wakeman y cambios de ritmo constantes (podemos oir fragmentos en 6/8, 3/4, 4/4 o 5/8 a lo largo del tema). Junto con su siguiente lanzamiento, "Close to the Edge", que aparecerá en breve por aquí, éste es, posiblemente, el mejor disco de Yes, una banda fundamental como pocas para entender lo que se llamó rock progresivo a comienzos de la década de los 70.
Podeis comprar la versión extendida del trabajo con dos cortes extra por un precio realmente bueno aquí:
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Os dejamos con la excepcional "Heart of the Sunrise":
jueves, 14 de julio de 2011
Arvo Pärt - Passio (1988)
Volvemos sobre Arvo Pärt un tiempo después de la última entrada que le dedicamos y lo hacemos en esta ocasión metiendonos de lleno en la que muchos consideran su obra maestra: "Passio". La versión del estonio de la pasión de Cristo según el Evangelio de San Juan.
Sobre el tema, poco hay que añadir puesto que es de todos conocido. En lo musical, estamos ante uno de los primeros ejemplos de "tintinabuli", que es la forma en que Pärt describe una particular forma de componer que recuerda el sonido de las campanas, con repeticiones de pequeñas células musicales simultaneas. En palabras del propio autor, "tintinabuli es una regla compositiva en la que la melodía y el acompañamiento son uno. Uno más uno, en este caso es igual a uno, no a dos. Ese es el secreto de esta técnica". Combinando esa técnica y con la afinidad del compositor por las formas de la música antigua, Pärt conforma una de sus obras más conocidas e intepretadas.
Como corresponde a un tema de la magnitud de la Pasión de Cristo, la obra es de gran formato y se extiende a lo largo de más de una hora. La interpretación del texto en latín corre por cuenta de la Hilliard Ensemble, formación especializada tanto en música antigua y renacentista como en repertorios contemporaneos como John Cage, Gavin Bryars o el propio Pärt. A los integrantes de la formación vocal: John Potter (tenor, Pilatos en la grabación), Lynne Dawson (soprano), David James (contratenor), Rogers Covey-Crump (tenor) y Gordon Jones (barítono), se une el bajo Michael George en el papel de Jesucristo y un pequeño apoyo instrumental a cargo de Elizabeth Layton (violin), Melinda Maxwell (oboe), Elisabeth Wilson (cello), Catherine Duckett (fagot) y Christopher Bowers-Broadbent (órgano) y el Western Wind Chamber Choir con la dirección de Paul Hillier.
Viendo la buena acogida que han tenido en La Voz de los Vientos anteriores obras de Pärt o de John Tavener, estamos seguros se que esta Pasión según San Juan será bien recibida por vosotros.
La obra, publicada por el prestigioso sello ECM en un sólo corte de 70 minutos, se puede encontrar sin mucha dificultad. Dejamos un par de sitios para adquirirla:
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martes, 12 de julio de 2011
Pink Floyd - A Saucerful of Secrets (1968)
El que fuera el segundo disco publicado por Pink Floyd es también uno de los más influyentes y está marcado por el traumático cambio de liderazgo del grupo. Como ya vimos aquí, el primer disco de la banda estaba compuesto en su práctica totalidad por Syd Barrett. Sin embargo, su estado mental, cada vez más precario, aconsejó la incorporación de un nuevo guitarrista. Barrett quería meter en la banda a dos "compañeros de viajes" habituales, un intérprete de banjo y un saxofonista, además de dos coristas. Afortunadamente en esta ocasión el criterio de Waters se impuso y el nuevo miembro fue el guitarrista David Gilmour.
Fue en estos meses cuando la banda terminó prescindiendo de su antiguo líder, Barrett. Éste pasaba más tiempo "colocado" que sereno y sencillamente, un día, de camino a los ensayos en la furgoneta habitual que usaban para desplazarse, el resto del grupo decidió no pasar por la casa de Syd para recogerle. Un tiempo después, se formalizó la ruptura de forma amistosa. Nadie puso ningún impedimento. Los managers de la banda por aquel entonces siguieron con Barrett convencidos de que era él quien tenía el talento y se desligaron del resto del grupo.
Por todo esto, nos encontramos ante la circunstancia de que "A Saucerful of Secrets" es el único disco en el que coinciden los cinco miembros que ha tenido la banda, aunque sólo en un corte tocan realmente todos ellos, la sensacional "Set the Controls for the Heart of the Sun". De los siete cortes que integran la grabación, tres son obra de Roger Waters, dos de Rick Wright y el largo instrumental que dá título al album aparece firmado por todo el grupo a excepción de Barrett. Por contra, el tema que cierra el trabajo, "Jugband Blues" es la única canción de Syd en el album, aunque se habían llegado a grabar hasta un total de cinco de las escritas por el primer líder de la banda, la mayor parte de las cuales fueron finalmente descartadas. Aparte de ser el autor de ese corte y de su intervención en "Set the Controls..." podemos escuchar la guitarra de Barrett en "Remember a Day". En los temas restantes es Gilmour el que interviene a la guitarra. Curiosamente, el vocalista principal en todo el disco no es Barrett, como en el disco anterior ni Gilmour que cantaría en todos los temas del siguiente album y sería el vocalista principal hasta "Animals" sino Rick Wright, circunstancia que no se volvió a repetir en el futuro.
"A Saucerful of Secrets" es, probablemente, el mejor disco de Pink Floyd hasta la publicación de "The Dark Side of the Moon" y creemos que fue tanto o más influyente que éste. Cualquiera que escuche el comienzo de "Block Rockin' Beats" de los Chemical Brothers, por ejemplo, reconocerá la influencia con la entrada de bajo de "Let There Be More Light" y la huella que dejó el instrumental "A Saucerful of Secrets" en toda la escena proto-electrónica alemana y en el Krautrock de los primeros 70's es innegable.
Podeis adquirir el disco a buen precio aquí:
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Y os dejamos una rara versión del tema "Set the Controls for the Heart of the Sun":
lunes, 11 de julio de 2011
The Police - Synchronicity (1983)
En 1983, The Police apenas podían considerarse como un grupo. Los egos de sus tres miembros estaban disparados, absolutamente superados por el éxito del que disfrutaba la banda. En entrevistas recientes, los miembros del grupo reconocían hasta qué punto se encontraban fuera de la realidad con un séquito a su alrededor dispuesto a facilitarles cualquier cosa que pidieran por muy extravagante que ésta pudiera ser. Además, todos los miembros del grupo habían empezado a buscar nuevos horizontes en solitario. Sting estaba empezando a hacer sus pinitos en el cine (la epopeya de ciencia ficción Dune se estrenaría al año siguiente), Andy Summers había grabado un trabajo a dúo con Robert Fripp y Stuart Copeland empezaba a centrarse en su carrera como compositor de bandas sonoras en Holywood. Las relaciones personales entre los integrantes del grupo tampoco eran las mejores. El productor del disco, Hugh Padgham relata como Sting y Copeland llegaron a las manos durante la grabación del hit "Every Breath You Take".
Con todo, al final de las sesiones de grabación, The Police habían completado el que posiblemente fuera el mejor disco de su carrera. No hay ya temas tan claramente influenciados por el reggae como en sus inicios y la instrumentación es mucho más completa. No se limitaron ya a su clásico trío de guitarra, bajo y batería sino que aparecen los sintetizadores con mayor profusión y el sonido es, por lo general, mucho más elegante. La mayor parte de las composiciones son de Sting con contadas excepciones como la crimsoniana "Mother" escrita por Andy Summers (trabajar con Robert Fripp debe tener un punto traumático), "Murder by Numbers", con música del propio Summers para un texto de Sting y Miss Gradenko, compuesta por Copeland.
Alguien que pudo ser Ian Anderson, lider de Jethro Tull, si la memoria nos es fiel en este punto, dijo en una ocasión que The Police eran la última gran banda progresiva. No deja de ser una afirmación bastante aventurada pero algo de eso hay en varios de los temas de este disco. "Synchronicity" podría haber formado parte del "Drama" de Yes y la citada "Mother" con la voz de Adrian Belew en lugar de la de Andy Summers encajaría como un guante en "Discipline" de King Crimson. No olvidemos que Hugh Padgham, productor del disco, intervino en la transición hacia los 80 de varios de los clásicos del progresivo como Yes en el propio "Drama" o Genesis con su "Invisible Touch".
Para bien o para mal, "Synchronicity" fue el último disco de la banda y un perfecto cierre para una carrera breve e intensa que tuvo la virtud de no pasar por el triste ocaso de muchas grandes bandas finalizando en el momento más brillante de la formación.
Los créditos del album incluyen a Sting (voz, bajo, teclados, oboe, saxo y drum machine), Andy Summers (guitarras, teclados, voz) y Stewart Copeland (batería, percusiones, xilófono).
Podeis encontrar el disco en las siguientes tiendas:
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Y os dejamos un enlace para escuchar las dos partes del tema que da título al disco:
domingo, 10 de julio de 2011
No-Man - Flowermouth (1994)
La grabación de "Flowermouth" fue una experiencia con tintes de catarsis para el dúo que formaban Bowness y Wilson. La crítica era favorable a la banda pero no entusiasta, varios singles anteriores habían llegado al top 20 de las listas pero esto no se reflejaba suficientemente en las ventas de los LP's y las asperezas entre los miembros del grupo y el violinista Ben Coleman llevaron a la ruptura entre este y la banda, lo que provocó, además, que No-Man abandonase las giras y los conciertos y se quedaran sólo como grupo de estudio, situación que se prolongó durante más de 10 años. Las aportaciones de Coleman a la grabación, sin embargo, permanecieron en la versión final del disco. Además, de todo esto, la discográfica presionaba para que utilizaran a un productor "con nombre" para el disco que se grabaría en un gran estudio londinense, a lo que se negaron. En palabras de Tim Bowness: "queríamos cometer nuestros propios errores".
Bowness y Wilson pidieron un adelanto a la discográfica e invirtieron el dinero en hacer mejoras en el estudio privado del segundo. El resto fue para contratar a los músicos que consideraron más adecuados para el trabajo. El elenco no podía ser más atractivo. Por un lado, se pudo contar con Steve Jansen y Richard Barbieri, ex-Japan y viejos colaboradores de la banda a los que se añadieron el bajista Silas Maitland y el batería Chris Maitland, habituales en los directos del grupo.
Como estrellas invitadas, las sesiones de grabación contaron con colaboraciones realmente destacadas, especialmente la del guitarrista Robert Fripp. Al parecer, Bowness y Wilson habían leído un comentario del guitarrista a raíz de la publicación del primer disco de No-Man, en el que Fripp afirmaba que era un gran disco pero que habría sido aún mejor si él hubiera participado en el mismo. "Nos parecía que tenía razón" afirma Bowness. "Escuchando sus trabajos con Brian Eno, David Bowie o David Sylvian creímos que tenía mucho que aportarnos". Durante las horas invertidas en el estudio, Fripp y el dúo llevaron a cabo una versión propia de las estrategias oblicuas diseñadas por Brian Eno años atrás sustituyendo las cartas de este por fotos clásicas de momentos históricos en la historia del rock. Fue a sugerencia de Fripp, que una canción magnífica como "Simple" fuera finalmente incluída en el disco ya que Wilson y Bowness no contaban con ella. De la mano de Robert Fripp, participó en el disco el saxofonista Mel Collins, antiguo integrante de King Crimson. Cierra la nomina de músicos el trompetista Ian Carr. La vocalista Lisa Gerrard aparece acreditada aunque no participa en la grabación. Sólo se utiliza un sample procedente de sus trabajos con Dead Can Dance.
Con todo, "Flowermouth" es un elegante ejercicio de art-pop (como lo suelen calificar los críticos británicos) con tintes minimalistas (el comienzo de "Angel Gets Caught in a Beauty Trap" lo firmaría Steve Reich y los teclados de "Simple" recuerdan a Philip Glass, por poner dos ejemplos). Otras influencias como la de Miles Davis, algunos detalles clásicos y sonidos de la escena electrónica de los 90, también están presentes en el disco.
Como siempre, os dejamos un par de enlaces para adquirir el trabajo:
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Podeis disfrutar del videoclip de "Simple" a continuación:
sábado, 9 de julio de 2011
Pink Floyd - Atom Heart Mother (1970)
""Atom Heart Mother" es un buen ejemplo de música que tiraría a la basura y no dejaría que nadie escuchara nunca más. No es más que una obra pomposa pero que no trata de nada en realidad."
"Creo que, tanto "Atom Heart Mother" como "Ummagumma" son dos discos horribles. Sólo se salva la parte en directo del segundo, aunque ni siquiera está bien grabada."
"Posiblemente la idea del disco era buena pero el resultado es espantoso. He escuchado el disco recientemente y, Dios mío, es una basura. Posiblemente lo peor que nunca ha grabado Pink Floyd."
"Nunca me imaginé tocando algo que me avergonzase tocar. Si alguien viniera y me dijese: toma, un millon de libras por tocar "Atom Heart Mother", le contestaría: estás de coña. No voy a tocar esa basura... porque eso me haría sentir autentica vergüenza."
Las opiniones anteriores sobre el disco que hoy tratamos, son realmente duras y, conociendo cómo se las gastan en el mundillo del rock tanto los músicos como la crítica, podrían parecer malintencionadas. La cosa cambia cuando comprobamos que la primera y la cuarta cita corresponden a Roger Waters y las otras dos a David Gilmour, compositores de la mayor parte del disco y miembros fundamentales de Pink Floyd.
¿Qué tiene "Atom Heart Mother" para que sus autores tengan una opinión tan negativa? Nos cuesta encontrar una razón. Llama la atención inicialmente comprobar que en los créditos figuran más músicos que de costumbre. A los cuatro miembros de la banda, Waters, Mason, Gilmour y Wright, se suma Ron Geesin como co-autor del tema central de disco y arreglista de las secciones de cuerda. Geesin acababa de colaborar con Waters en la extraña banda sonora de "The Body", repleta de ventosidades y demás sonidos del cuerpo humano que harían las delicias de cualquier oyente, siempre que no supere los 4 años de edad. Aparecen también en los créditos de "Atom Heart Mother" la Abbey Road Sessions Pop Orchestra a las cuerdas y metales, el John Alldis Choir y la Philip Jones Brass Ensemble añadiendo metales a la mezcla. El corte que ocupa la primera cara del album y que le da título es una larga suite, fundamentalmente orquestal aunque en la parte central sí que tiene un segmento con toda la esencia del sonido Pink Floyd y los últimos minutos nos muestran la cara más experimental y vanguardista de la banda. Sí que es cierto que choca un poco el tratamiento sinfónico de la mayor parte de la pieza con los miembros de la banda relegados a un segundo plano, casi de acompañamiento pero de ningún modo podemos hablar de una pieza abominable. Cuenta la leyenda que músicos como Mike Oldfield tenían esta composición entre sus referencias a la hora de afrontar sus propias creaciones.
El resto del disco lo componen cuatro canciones más. "If" es la clásica canción de Waters, muy sencilla, con alguna referencia velada a Syd Barrett. "Summer'68", compuesta y cantada por Richard Wright, es otra canción de aire sesentero, con cierto regusto Beatle. Desde luego, no pasará a la historia como uno de los grandes temas del grupo pero tampoco se cuenta entre sus peores canciones. De "Fat Old Sun", obra de Gilmour se puede decir prácticamente lo mismo que de la anterior. La nota discordante del disco la pone el tema que cierra el trabajo, "Alan Psychedelic Breakfast" con sonidos grabados durante la preparación de un desayuno, con su grifo goteando, las cerillas encendiendose, los cereales cayendo en el bol o la sartén crepitando con el bacon que salta en su interior. Una extravagancia de las que, a veces, encontramos en los discos de la banda sin que ello haya provocado declaraciones tan despectivas de los propios autores sobre esos otros trabajos.
En La Voz de los Vientos no estamos de acuerdo con las palabras de Waters y Gilmour y consideramos "Atom Heart Mother" como un disco a tener en cuenta. Si sois de la misma opinión y quereis haceros con el disco, os dejamos un par de enlaces:
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Os dejamos con la suite que dá título al disco:
viernes, 8 de julio de 2011
Mike Oldfield - Incantations (1978)
Realmente, y teniendo en cuenta que ya habían aparecido por aquí sus tres primeros clásicos, no podíamos tardar mucho en encargarnos de completar el poker con el cuarto de los grandes trabajos épicos del primer Mike Oldfield así que no esperamos más.
Existe un importante salto en todos los sentidos entre los primeros discos de la "serie" y este cuarto. Para empezar, el espacio de tiempo entre "Incantations" y su predecesor es mucho mayor de lo habitual (casi 3 años). En lo musical, pensamos que el trabajo es también mucho más maduro. Se parte de muchas menos ideas básicas pero están mucho más desarrolladas, hasta el punto de que estamos hablando de un doble LP por primera vez en la carrera de Oldfield, dividido, lógicamente, en 4 partes, una por cada cara de los discos. En el aspecto instrumental, el artista sigue llevando el peso del disco pero en buena parte del disco cede por completo el protagonismo a los demás intérpretes. Tenemos secciones interpretadas casi en exclusiva por una pequeña sección de cuerda con intervenciones de trompeta o largos fragmentos rítmicos en los que apenas aparece algún ligero apunte de guitarra. Los sintetizadores tienen un papel mucho mayor que en anteriores obras y se nota mucho la aportación de otros músicos como el percusionista Pierre Moerlen, líder de la banda Pierre Moerlen's Gong, protagonista casi absoluto en muchos tramos del disco, cosa que sucede también en muchos momentos con las flautas de Terry Oldfield. Los créditos completos del disco incluyen al propio Oldfield (guitarras, bajos, teclados, percusión y voces), Sebastian Bell y Terry Oldfield (flautas), Jabula (percusiones africanas), Mike Laird (trompeta), Pierre Moerlen (batería, vibráfonos), Sally Oldfield (voces), Maddy Prior (voces) y el Queen's College Girl Choir con David Bedford dirigiendo el coro y la sección de cuerda no acreditada en el album.
Estilísticamente, a las habituales influencias celtas, africanas o clásicas, se unen clarísimas referencias a las vanguardias americanas, especialmente el minimalismo de Steve Reich en los aspectos rítmicos y algunos tratamientos vocales, deudores de la escritura coral de Philip Glass, quien pocos meses antes había lanzado con Virgin Records, discográfica del propio Oldfield, su album "North Star".
En lo personal, "Incantations" es una especie de liberación después de una etapa de crisis personal en la que Oldfield se vio superado por el éxito y la popularidad alcanzados con sus primeras obras. Una etapa turbulenta en muchos aspectos con inmersiones en el psicoanálisis o en particulares grupos de exégesis con objetivos no del todo claros que no parecían el mejor entorno para el particular carácter del músico.
Sin embargo "Incantations" terminó siendo un disco magnífico, que puede codearse sin problemas con cualquiera de los anteriores del músico. En unos días, el próximo 25 de julio, verá la luz la nueva edición del disco remasterizada por el propio Oldfield para Universal, como hizo anteriormente con "Tubular Bells", "Hergest Ridge" y "Ommadawn". La recomendación lógica sería esperar a este lanzamiento para haceros con la obra. Dejamos un par de enlaces, uno al la edición simple con el añadido del tema "Guilty" y el otro a la deluxe, ambos en pre-order.
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miércoles, 6 de julio de 2011
Pink Floyd - Meddle (1971)
Hace muy pocas fechas, este mismo trabajo del que hablamos hoy ha sido glosado con brillantez en el blog amigo "otras musicas, otros mundos" en un artículo que no podemos dejar de recomendar desde aquí (leer).
No obstante, y como esta entrada estaba programada tiempo atrás, dejaremos nuestras modestas impresiones sobre un trabajo siempre interesante de una banda fundamental. Probablemente, el de "Meddle" fue el parto más complejo de entre todas las obras de Pink Floyd. Esta vez no había material compuesto previamente, ni canciones probadas en las giras de la banda ni siquiera una idea general alrededor de la que Waters construyera el esqueleto del disco. Los músicos se presentaron en los estudios partiendo de cero, lo que llevó a larguísimas sesiones infructuosas y una gran cantidad de tiempo invertido sin resultados útiles. Se cuenta que hubo sesiones que empezaron por la tarde y no terminaban hasta bien entrada la mañana siguiente. Que se podían pasar horas dandole vueltas a un riff de guitarra o tratando de reproducir algún sonido aparecido casualmente en alguna demo sin éxito. A este respecto, existe una anécdota: a cualquier melómano le resulta familiar el pulso, como de sónar de película de submarinos, que se repite en la introducción de "Echoes". Al parecer, procedía de una nota de piano tocada por Rick Wright que se coló en una de las demos recogida por un micro abierto y reproducida por un altavoz lejano del estudio. La banda invirtió horas y horas de estudio tratando de recrear ese sonido exacto para la grabación final sin éxito, por lo que decidieron utilizar el procedente de la demo.
Incluso se llegó a hacer algún experimento descabellado, como encerrar a cada miembro de la banda en una habitación distinta para que interpretasen lo que se les ocurriera, con algunas ligeras indicaciones como la duración de la pieza, el tono general de la misma, los momentos en que debía haber algún cambio de ritmo, etc. La idea era juntar los resultados de cada uno y ver qué salia de ellos una vez juntos. Como era de esperar, la idea no dio ningún resultado aprovechable. Con estas premisas, los frutos de las sesiones de grabación no podían ser otros que un disco irregular y lleno de excentricidades como el dueto con perro (sic) que es el tema "Seamus" y otras cosas aparentemente fuera de lugar como la inclusión de una grabación de la grada del estadio Anfield Road, en la que la afición local corea el mítico "You'll Never Walk Alone" para apoyar al Liverpool FC. Sin embargo, también nos quedan un par de buenas canciones como son la que abre el disco, "One of These Days" y la que cierra el trabajo, "Echoes". Algunos pensareis: "¿sólo dos canciones? parece poca cosa". Puede aparentarlo, ciertamente, pero sería conveniente mencionar que la citada "Echoes" ocupa en realidad toda la segunda cara del disco con sus más de 20 minutos de duración.
No estamos ante el disco más popular de Pink Floyd, sin lugar a dudas, pero no es menos ciertos que temas como "Echoes" incluyen ya toda la esencia del "sonido Pink Floyd", que aspectos importantes de la entidad del grupo como la guitarra de Gilmour, comienzan a brillar con luz propia en este disco y que, como suele afirmarse por parte de la crítica, "Meddle" es el primer paso importante de la banda de rock psicodélico llamada Pink Floyd hacia el gigante del rock progresivo que hoy conocemos con ese mismo nombre.
La formación de la banda era la clásica compuesta por Roger Waters (bajo y voces), David Gilmour (guitarra y voces), Nick Mason (batería) y Richard Wright (teclados y voces).
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Un fragmento del disco: "One of These Days":