Pocos días
después de recibir la noticia del fallecimiento de Simeon Ten Holt nos llegó
otra mucho más placentera: el anuncio por parte del sello Brilliant Classics de
la publicación de una nueva caja dedicada a la música del compositor holandés.
La primera reacción fue la de pensar en alguna reedición oportunista de obras
ya publicadas por el sello para aprovechar la presencia en los medios del
músico pero ese pensamiento era tremendamente injusto.
De hecho,
Brilliant es uno de los sellos que mayor atención le dedicó en vida a la obra
de este interesantísimo músico, incluyendo entre sus lanzamientos una edición
de sus obras completas para piano múltiple. Si a ello añadimos que el
intérprete de los cinco discos de que consta la caja es Jeroen Van Veen y que
éste es, probablemente, el músico que más ha hecho por difundir la obra de Ten
Holt, dedicándole decenas de grabaciones y que las fechas de grabación de los
discos se situaban entre septiembre y octubre de 2012, un tiempo antes del
fallecimiento del compositor tenemos que descartar por completo el interés por
sacar beneficio del fallecimiento del artista.
Ten Holt llevaba
muchos años retirado de la composición (su última obra, una pieza breve para
violín data de 1999) y es, precisamente en esta época cuando su música ha sido
grabada en más ocasiones. Su escritura potencia al máximo la libertad del
intérprete. El músico sencillamente distribuye una serie de patrones melódicos
y un orden en el que deben ser interpretados. El tempo y el número de
repeticiones de cada patrón queda a la libre disposición del ejecutante y así
tenemos versiones de una misma obra que pueden ocupar desde unos 40 minutos
hasta varias horas. La mayor parte de la producción de Ten Holt está concebida
para piano (aunque hay piezas orquestales, de cámara y para otros instrumentos
solistas) y dentro de este instrumento, es habitual que se utilicen formaciones
de varios pianos simultáneos (normalmente dos y cuatro). No obstante, hay
varias piezas en el repertorio del compositor escritas para un único pianista y
es en ellas en las que se centra el lanzamiento que hoy comentaremos.
Clásica imagen de Ten Holt con su característico "look" monacal. |
El primer disco
de la caja está dedicado a la composición más popular de Ten Holt, su “Canto
Ostinato”, escrito entre 1976 y 1979. Originalmente se concibió para varios
teclados sin precisar su número (su estreno, por ejemplo, fue interpretado por
una formación de tres pianos y órgano) aunque la mayor parte de las versiones
grabadas lo han sido en la modalidad de piano dúo. Más raro es escuchar “Canto
Ostinato” a cargo de un sólo intérprete y eso es lo que nos propone Van Veen en
esta grabación. Ya hemos hablado de la obra en ocasiones anteriores por lo que
no vamos a incidir demasiado en ella. Simplemente comentaremos que la duración
es bastante discreta (alrededor de una hora y veinte minutos) para lo que suele
ser habitual y que la interpretación de Van Veen es tan acertada como es
habitual en un intérprete que ha debido tocar la pieza en cientos de ocasiones.
En cualquiera de los formatos en que hemos tenido la oportunidad de escuchar
esta pieza, y han sido unos cuantos, nos parece igualmente maravillosa. Si no
la conocéis, no dejéis pasar esta ocasión.
El segundo CD nos
ayuda a ampliar nuestra visión de la música de Ten Holt, precisamente antes y
después de “Canto Ostinato”. Encontramos en él dos obras. La primera de ellas,
“Natalon in E” fue la escrita por el músico tras concluir su obra maestra y le
ocupó parte de 1979 y 1980. Como ya apuntamos en su momento, en cierto modo se
trata de una especie de cambio radical con respecto a las técnicas compositivas
e la pieza precedente ya que se trata de una pieza mucho más restrictiva para
el intérprete, más convencional en su ejecución y con un sonido mucho más
clásico. Podría parecer que Ten Holt nos dice: “hey, sé escribir música al modo
ortodoxo y esto es la prueba de ello”. Los oídos menos entrenados en la escucha
de las largas piezas minimalistas de nuestro músico encontrarán en su “Natalon”
un pequeño oasis en el que descansar durante unos minutos. La segunda de las
piezas del disco es uno de los dos estrenos de la caja que conocen aquí su
primera versión grabada. Se trata de “Aforisme II”. Entre 1972 y 1974, Ten Holt
pasó una etapa de intensa experimentación en la que se incluyeron varias piezas
electrónicas en las que jugaba con cintas y sonidos procesados de todo tipo. Se
grabaron seis de estos “aforismos” pero los registros no han llegado hasta
nuestros días en muy buenas condiciones. Bajo la supervisión del propio Ten
Holt, Jeroen Van Veen realizó una trascripción al piano del segundo aforismo
(que originalmente partía de una improvisación con este instrumento). El
interés de esta pieza de breve duración es que en ella se encuentra el germen
de las progresiones tonales y los acordes que poco después se convertirían en
“Canto Ostinato”.
El tritono es un
intervalo musical que fue prohibido expresamente en la edad media. El siniestro
sonido que produce un tritono fue calificado por la iglesia de diabólico y su
uso fue evitado durante mucho tiempo. De hecho, se le conocía como “diabolus in
musica”. Ten Holt se burla en cierto modo de esta “prohibición” utilizando
tritonos en varias de sus obras a las
que tituló “danzas diabólicas”. El tercer disco de la caja está dedicado a la segunda
de ellas, escrita en 1986. En principio, no había ninguna intención por parte
del músico de crear una “serie” de composiciones con esta temática pero
mientras improvisaba una tarde sobre un tema concreto, le pareció mucho más
“diabólico” que la primera pieza que había escrito años atrás y que había
titulado “danza diabólica” a secas. Por ello, decidió titularla del mismo modo
y comenzar una serie numerada al modo de los “nocturnos” de otros compositores.
Ten Holt describe la segunda de las danzas como “Algo a lo que sus manos se
agarraban pero que su mente no sabía descifrar. Escogió creer a sus manos”.
Musicalmente, esta “Solo Devil’s Dance II” y la siguiente comparten
características con las obras más populares del músico para varios pianos
aunque todas las danzas están escritas para piano sólo.
El cuarto disco
de la caja nos ofrece dos danzas más de la serie anteriormente citada, en
concreto la tercera, escrita en 1990 y la primera, de 1959. “Solo Devil’s Dance
III” se diría una auténtica continuación de la anterior y profundiza en su estilo
particular justo antes de romper aparentemente con su estilo y escribir su
“Palimpsest” para septeto de cuerdas. Por el contrario, la primera de las
“danzas diabólicas” es una de las composiciones más antiguas que hemos podido
escuchar en disco de las escritas por su autor y pertenece a un periodo en el
que Ten Holt experimentaba con distintas técnicas compositivas, alternando
piezas atonales y tonales en lo que llamaba “la idea diagonal” (incluso
combinaba ambos mundos en la misma pieza). Por todo ello, el oyente encontrará
en esta obra una música bastante diferente de la acostumbrada en el compositor.
Cerrando la caja
tenemos uno de los puntos de mayor interés de la misma en forma de estreno
mundial: “Eadem Sed Aliter”. Escrita en 1995, es una pieza de gran dificultad
para el intérprete por la complicación que supone alcanzar todas las teclas en
algunos momentos al estar separadas, casi al límite del alcance de una mano
normal. El título en latín es muy explicativo de lo que vamos a escuchar: “lo mismo
pero de otra forma”. Completando el disco aparece la cuarta de las “danzas
diabólicas” que es también la pieza más moderna de toda la caja (data de 1998)
y una de las últimas escritas por su autor.
La obra de Simeon
Ten Holt es amplia pero no de una extensión tan grande que deba retraer a un
lector interesado en introducirse en ella. De hecho, entre la caja que hoy
hemos comentado y la también citada más arriba “Complete Multiple Piano Works”,
ambas publicadas por Brilliant Classics, cualquier melómano tendría la parte más
interesante de la producción del compositor holandés por un precio realmente
bajo (recordemos que entre ambas serían 16 discos). Os dejamos un par de
enlaces en los que adquirir “Solo Piano Music Vol.I-V” esperando que el título
sea un anticipo de futuros volumenes: