Indiscutiblemente,
Mike Oldfield ha pasado a la historia de la música popular por dos momentos muy
concretos. El primero no admite ninguna duda y es su disco “Tubular Bells”. El
segundo, criterios de calidad aparte, no puede ser otro que “Moonlight Shadow”.
La canción soñada por cualquier artista, el “hit” que suena una y otra vez en
las radios y que incluso hoy, 30 años más tarde de su publicación, cualquier
persona reconoce sin problemas, sea o no aficionada a la música.
Nos atreveríamos
a afirmar, sin ningún apoyo científico, que ningún aficionado a la música de
Oldfield citaría “Crises” entre sus cinco discos favoritos del músico con todo
lo que esto tiene de paradójico dado el éxito de su canción estrella pero lo
cierto es que, sin llegar al nivel de ninguno de sus predecesores (“Crises”
hace el número ocho cronológicamente hablando) nos parece hoy en día un disco
muy interesante, y no precisamente por el omnipresente single que contenía.
Oldfield estaba
siguiendo una evolución paulatina desde las largas suites instrumentales de sus
primeros grandes discos hasta las canciones pop. Este camino, que culminaría
unos años más tarde con “Earth Moving” pasó por distintas etapas, desde un
primer intento con la fórmula de suite larga + temas cortos combinando instrumentales
y canciones en “Platinum”, continuando por breves piezas fraccionadas en “QE2”
hasta dar con la versión mejorada de la idea de “Platinum” en el soberbio “Five
Miles Out”. Se asienta entonces la concepción del disco como una cara
instrumental en forma de pieza extensa como las de los viejos tiempos y otra
con canciones pop-rock que sirvan de enganche para un público algo refractario
ya a los usos y costumbres del rock progresivo de la década anterior. “Crises”
iba a ser la versión más depurada de esa forma de organizar un disco pero
también un arriesgado giro sonoro por parte de su autor: ganaban en presencia
los sintetizadores, en especial el archiconocido “Fairlight”, uno de los reyes
de los años 80, especialmente entre los músicos con mayores inquietudes sonoras
y junto a eso, se experimenta con un endurecimiento de la propuesta musical
acercándose en muchos momentos al rock duro en una amalgama entre heavy metal,
electrónica y canciones pop muy curiosa, original en su momento y que, quizá,
no ha resistido el paso del tiempo igual de bien que otros discos de su autor.
El disco se grabó
entre turbulencias personales y discrepancias dentro del tandem Oldfield-Branson
acerca del enfoque de su carrera, problemas con royalties etc. pero esto no impidió
que el lanzamiento de “Crises” fuera muy ambicioso ya que coincidía con el
décimo aniversario de “Tubular Bells” que iba a conmemorarse con dos conciertos
en el Wembley Arena (que al final se quedaron en uno). En cierto modo, este aniversario
tuvo también alguna repercusión en el contenido musical del nuevo disco.
Oldfield quiso
repetir la estrategia que ya siguió en “Platinum”, no sólo en cuanto a la
estructura del disco sino en un sentido más profundo: buscando formar un grupo
de músicos de estudio distinto al habitual que le aportase una visión nueva a
la hora de interpretar. Así, para el nuevo disco reclutó al vocalista de
Family, Roger Chapman, para cantar en uno de los temas y a Jon Anderson para
otro (Oldfield conoció a Chapman en 1969 cuando se presentó a una audición de
Family en la que buscaban bajista siendo rechazado. A pesar de ello, hubo
cierta conexión entre ambos por lo que pensó inmediatamente en él para el tema
final del disco). También se enroló en el proyecto el sensacional batería Simon
Philips que se ganó los galones de co-productor del disco además de marcar con
un estilo personal varias de las composiciones del trabajo. El bajista Phil
Spalding completa las novedades de un disco cuyos créditos incluyen también
nombres ya habituales de la discografía de Oldfield como la cantante Maggie
Reilly, Rick Fenn (guitarra) y Pierre Moerlen (vibráfonos).
El
multi-instrumentista se iba a tomar muy en serio la grabación siendo
extremadamente concienzudo en su trabajo en alguna de las piezas. En el libreto
que acompaña la edición más lujosa del disco publicada a lo largo de este
pasado año, Oldfield pone como ejemplo el proceso de creación de “Moonlight
Shadow”. Cuenta cómo desde el principio pareció una idea magnífica y cómo le
llevó más de tres meses darla por terminada. Todo apuntaba a que sería un gran
tema pero no tenía claro si sería un instrumental o una canción. Probó con varias
letras que no funcionaron hasta que Oldfield, que tenía una cita con Maggie Reilly
en el estudio para grabar la canción al día siguiente, se sentó a escribir el
texto con la ayuda de un diccionario de rimas. La letra final termina por recoger
varias de las circunstancias de la grabación: era una noche de luna y el lugar
del estudio que ocupaba Oldfield estaba en la sombra. Las 4AM fue la hora en la
que se dio por terminada la canción quedó para ser grabada. Tampoco éste fue un
proceso sencillo: en las primeras tomas, Maggie cantaba el tema como una
canción rock convencional y no funcionaba bien. Oldfield quería que sonase casi
como una canción de cuna, como si estuviera siendo susurrada al oído del
oyente. Tras horas de trabajo y un tratamiento meticuloso de algunos fragmentos
en los que casi se grababa sílaba a sílaba, la canción fue terminada.
Maggie Reilly en una captura del videoclip de "Moonlight Shadow" |
“Crises” – Un sonido de sintetizador mezclado con toques de
campanas abre un tema en el que enseguida escuchamos un guiño al comienzo de
“Tubular Bells” con una secuencia de notas realmente similar a la de aquel
momento aunque, en esta ocasión, es completamente electrónica. Tras un breve
desarrollo de esa idea, vamos adentrándonos en la composición de la mano del
clásico sonido de Oldfield con la guitarra eléctrica, rotundamente subrayado
por el bajo y una batería muy agresiva. Como para resaltar esa dureza en el
sonido escuchamos un motor acelerando, mezclado con sirenas de policía y ruidos
de cristales rotos. La guitarra adopta entonces formas cercanas al rock duro e
inicia una serie de potentes riffs e ideas que se van enlazando en un fragmento
rápido y potente que se extiende durante varios minutos acompañado de golpes de
cuerdas y metales convenientemente sampleados. Tras un pequeño interludio en
tono de blues, escuchamos al propio Oldfield cantando una breve linea: “crisis,
crisis, you can’t get away. I
need you by my side cause there is a crisis” una y otra vez. Sin
solución de continuidad llegamos a un tramo brillante marcado por la
excepcional percusión de Simon Philips que acompaña a la perfección a las
guitarras de Mike, quien canta otro pequeño texto relacionado con la ensoñadora
portada del disco: “the watcher and the tower, waiting hour by hour”. Mediada
la extensa pieza entramos en un tramo puramente electrónico, casi ambiental, de
gran belleza en el que Oldfield aprovecha para introducir una bonita sección de
guitarra eléctrica que anticipa en cierto modo algunos momentos de su “Amarok”
que llegaría años después. Los teclados electrónicos vuelven a adueñarse de la
pieza en una recreación del tema inicial a partir de la cual volvemos a
escuchar otra intervención magistral de Philips con la batería y con diversas
percusiones (también aquí se escucha otro breve motivo que sería recuperado en
esa obra maestra que sería “Amarok”). Poco a poco la melodía va ganando en
complejidad hasta terminar por convertirse en un espectacular final. “Crises”
es un extenso instrumental que quizá no tenga la fuerza de otros como “Taurus
II” o cualquiera de las caras de los cuatro primeros discos de su autor pero no
deja de tener su interés, especialmente por cómo anticipa ideas que serán
desarrolladas en el futuro. No sólo en el citado “Amarok” sino también, y
especialmente en su última parte, en la suite “The Wind Chimes” del disco “Islands”.
“Moonlight Shadow” – Cuando una canción es tan popular como
esta y ha pasado a la memoria colectiva de la gente, no es necesario decir
mucho más. Es rara la lista de las mejores canciones de la década de los
ochenta que no incluya entre ellas “Moonlight Shadow” y lo cierto es que
existen motivos sobrados para ello. Se trata de una canción sencilla (un
continuo ritmo de guitarra rasgueada, una voz angelical y una batería marcando
el paso), directa, en la que la propia estrofa es tan pegadiza como un
estribillo y que carece de sofisticaciones innecesarias. Además de eso, es una
gran melodía y tiene una corta duración. Era inevitable que se convirtiera en un
hit y eso fue lo que ocurrión.
“High Places” – La intervención del vocalista de Yes, Jon
Anderson, en el disco llega en este extraño tema que es uno de nuestros
favoritos de Oldfield en el formato “canción”. Se trata de un tema poco
convencional, sin relación alguna con cualquier canción anterior de Oldfield o
del propio Anderson pero que funciona muy bien. Si hubiera que buscar alguna
similitud, quizá la encontraríamos en las canciones de Jon a dúo con el griego
Vangelis en los discos que lanzaron en los años anteriores. Se trata de la única
pieza en la que interviene Moerlen en el disco.
“Foreign Affair” – Habitualmente menospreciada cuando se habla de “Crises”, esta canción en la que volvemos a escuchar la voz etérea de Maggie Reilly también está entre nuestras favoritas de su autor. De nuevo asistimos a una pieza interpretada en su práctica totalidad con sintetizadores (salvo por la batería de Philips, claro) a los que Oldfield saca una sonoridad verdaderamente acertada. La canción, en realidad, es una repetición continua de un único motivo musical pero tiene algo que nos ha enganchado desde la primera vez que la escuchamos.
“Taurus III” – El punto más exótico en el disco lo pone este breve instrumental aflamencado en el que Oldfield se exhibe con varios tipos de guitarras e incluso un banjo pero del que la parte que más nos gusta es, una vez más, la intervención de Simon Philips. Aunque habitualmente está considerado como uno de los puntos fuertes del disco, creemos que no pasa de anecdótico.
“Shadow on the Wall” – Cerrando el disco está la pieza más
combativa del mismo, inspirada en los conflictos sociales que tenían lugar en
aquellas fechas en los astilleros de Gdansk, Polonia con el sindicato
Solidaridad de Lech Walesa como protagonista. Oldfield utiliza el tema para
componer un tema de rock duro que se beneficia mucho de la teatral forma de
cantar de Roger Chapman pero que nunca terminó de convencernos.
Si dejamos al margen el “boom” asociado al single “Moonlight
Shadow”, creemos que “Crises” es un disco de transición en el que Oldfield
rompe en cierto modo con el estilo y el sonido de trabajos anteriores y
comienza a dar un mayor protagonismo a la electrónica en detrimento de la
extensa paleta de instrumentos que interpretaba en trabajos anteriores. A pesar
de ello, hay un buen puñado de ideas interesantes que iban a ser exploradas en
el futuro. Era inevitable, además, que el éxito del single principal del disco
tuviera consecuencias y esto supuso que, durante un tiempo, todos los discos
del músico tuvieran como carta de presentación un “single” tremendamente
comercial, al menos, hasta la salida de Oldfield de Virgin con la única excepción
de “Amarok”. Desconocemos si en el caso de Mike, esto se debe a la presión de
Richard Branson para componer canciones más comerciales porque lo cierto es que
buena parte de los supervivientes de los años gloriosos del rock progresivo habían
experimentado una transformación similar en su música. Sin alejarnos mucho del
disco, el propio Jon Anderson con Yes estaba a punto de lanzar su “Owner of a
Lonely Heart”, éxito pop muy alejado de la grandilocuencia de “Close to the
Edge” o “Tales from Topographic Oceans”. También en 1983 aparecía “Mama” de
Genesis por poner sólo dos ejemplos de leyendas del rock progresivos
reconvertidos a números uno del pop.
A lo largo de 2013 asistimos a la reedición en distintos
formatos de “Crises” y de su predecesor “Five Miles Out” por lo que el lector
interesado no tendrá problema en encontrar una versión a su gusto del disco que
hoy hemos comentado en cualquier tienda. Dejamos los enlaces a las tres
versiones disponibles en CD:
amazon.es (edición simple)
amazon.es (deluxe edition con 2 discos)
amazon.es (box-set con 3 discos, DVD y libro)
Nos despedimos con "Moonlight Shadow" interpretada en directo en San Sebastián en la gira "Discovery" de 1984:amazon.es (edición simple)
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