Hace ya muchos años, tuvimos la fortuna de asistir en el Palacio de Festivales de Cantabria a un ballet protagonizado por la formación brasileña Grupo Corpo. Nuestro conocimiento del arte de la danza era tan escaso entonces como lo es ahora pero aquella actuación nos maravilló. Lo cierto es que acudimos al teatro movidos principalmente por la música que acompañaba a la coreografía de Rodrigo Pederneiras: “Seven or Eight Pieces for a Ballet” de Philip Glass. La música, escrita originalmente para piano y bajo el título de “Twelve Pieces for Ballet”, fue compuesta por el artista norteamericano en 1993. La versión utilizada para el espectáculo, sin embargo, era un arreglo de esa obra realizado por Marco Antonio Guimaraes e interpretado por su formación: Uakti. No deja de ser anecdótico pero esa era la primera ocasión en la que una composición de Glass era arreglada por otro músico.
Hablamos aquí tiempo atrás de Uakti, el peculiar grupo brasileño que interpreta instrumentos diseñados y construidos por Guimaraes a partir de materiales comunes como tubos de PVC, cajas de plástico, etc. La banda había participado en grabaciones de Manhattan Transfer o Paul Simon, lo que llamó la atención de Philip Glass quien en los primeros noventa estaba lanzando su pequeño sello Point Music. El compositor metido a editor en aquel entonces contrató a Uakti para su discográfica en la que publicaron varios discos a lo largo de aquellos años.
La música del ballet fue publicada por Point Music en 1999 y reeditada en 2006 por Orange Mountain, a la postre, el sello que tomó el relevo del primero a la hora de gestionar y editar el grueso de la obra de Glass en los últimos años. La obra fue rebautizada como “Aguas da Amazonia” y cada una de sus piezas integrantes recibiría el nombre de un río de la cuenca del Amazonas (la mayoría de ellos, afluentes del mismo).
Uakti es un grupo que se adapta a la perfección a la música de Philip Glass. Ya en su disco más popular y que comentamos aquí tiempo atrás, “I Ching”, encontrabamos un par de composiciones de Marco Antonio Guimaraes en el más puro estilo del compositor norteamericano. No sorprende, por tanto, lo bien que suenan todos los cortes de este disco. La música de Glass transportada a un mundo irreal, como de cuento, en nueve adaptaciones impecables. La colección se completa con una décima pieza grabada ex profeso para el disco justo antes de su publicación y, por tanto, ajena al ballet que dio origen a todo. Intervienen como músicos: Marco Antonio Guimaraes (cuerdas), Paulo Sergio Dos Santos (percusiones), Décio de Souza Ramos Filho (percusiones) y Artur Andrés Ribeiro (maderas).
Los miembros de Uakti con alguno de sus instrumentos. |
“Tiquié River” - El disco comienza con una obertura de órgano y sintetizadores de breve duración que hace las veces de prólogo del siguiente corte con el que enlaza sin solución de continuidad formando ambas piezas, realmente, una unidad.
“Japurá River” - Aquí comenzamos a escuchar las percusiones construyendo un ritmo vivo y contagioso. Las flautas esbozan melodías de fondo cuando llega el tema central, inconfundible y dotado de una personalidad muy original gracias al extraordinario sonido de Uakti. Las marimbas, construidas por Guimaraes, se encargan de ritmo y melodía metiéndonos de lleno en el universo sonoro del grupo brasileño.
“Purus River” - Prácticamente con la misma instrumentación aunque con mayor presencia de las flautas, llega el siguiente corte del disco. Cercano en su estilo a la banda sonora de “Powaqqatsi”, partitura con muchas influencias de la música brasileña, anticipa también buena parte de la música que Glass compondría poco después para “Anima Mundi”. Mediada la pieza escuchamos un magnífico solo de percusión a base de tubos de plástico y materiales similares que ejemplifica a la perfección la forma de hacer música de la formación brasileña.
“Negro River” - Uno de nuestros cortes favoritos del disco y, probablemente también del propio Glass ya que decidió convertirlo poco después en el noveno de los estudios de su primer volumen de “Etudes for Piano”. Flauta y percusiones hacen de esta melodía un tema de extraño sabor étnico, multiplicado cuando intervienen los extraños instrumentos de viento diseñados por Guimaraes.
“Madeira River” - El cambio en la sonoridad del disco al que asistimos aquí con un raro instrumento de cuerda interpretando el papel principal tiene la rara virtud de hacer que la pieza suene a música antigua, a cualquier tema para viola de gamba de Marin Marais o Lully, por poner dos ejemplos. En la segunda parte entran las marimbas y el sintetizador y el ritmo reina por encima de los detalles melódicos.
“Tapajós River” - Otra de las piezas del disco que posteriormente evolucionó en un estudio para piano, en esta ocasión, en el número cuatro del primer volumen. La versión “original” de Uakti se basa en las percusiones apoyadas en un clásico sonido de órgano.
“Paru River” - Se reducen aquí las fuerzas a un par de marimbas en un tema de corte más ambiental, casi una transición, en la que escuchamos unas clásicas variaciones “glassianas” sobre un reducido conjunto de acordes.
“Xingu River” - Próximos ya al final de la serie, las percusiones se hacen con el control de la pieza combinando tiempos lentos con secuencias mucho más vivas. En nuestra opinión, una de las composiciones más prescindibles de la colección pese a su atractivo enfoque étnico.
“Amazon River” - Cerrando la serie de piezas para ballet encontramos otro tema que evolucionó en piezas diferentes en el futuro: primero a “Echorus”, para violín y orquesta y más tarde al “Estudio Nº2 para piano”. Ninguna de esas reencarnaciones tiene la fuerza de esta, en la que escuchamos una progresión rítmica que transforma un tema, tranquilo en su inicio, en otro desenfrenado a partir de la mitad de la composición.
“Metamorphosis I” - Para completar el disco se grabó una extensa adaptación de la primera de las “Metamorphosis” que Glass escribió a finales de los ochenta para piano solo. La orquestación, mucho más amplia que la del resto de cortes del disco, incluye todo tipo de percusiones, piano, guitarras, vientos, etc resultando en una versión muy enriquecedora que expande cada pasaje de la partitura original con la adición de nuevos matices, muy apropiados en el contexto del disco.
Sin duda, “Aguas da Amazonia” es un disco diferente. En cierto modo, y por su particular sonoridad, podría ser una puerta de entrada en el universo Glass muy válida para los neófitos ya que carece de las asperezas que podemos encontrar en otros discos más renombrados. Para los más familiarizados con la carrera del músico, marca un momento importante en la transición entre la parte más “comercial” de su obra, desarrollada durante los años ochenta y los primeros noventa, y el periodo más “clasicista” del que aún disfrutamos en la actualidad. A nosotros, desde el momento en que lo escuchamos por primera vez acompañando al ballet del Grupo Corpo, nos atrapó sin remedio y, aún hoy, es una de las grabaciones del compositor a las que recurrimos con mayor frecuencia.
Uakti en directo: