Juguemos a un pequeño juego. Imaginemos que alguien hace una lista con las características que debe tener la música hoy en día. Pongamos que ese alguien elabora un decálogo con las siguientes normas: Debe ser innovadora. Debe ser útil, práctica y ofrecer cierta satisfacción psicológica. Debe ser estética. Debe ser comprensible. Debe ser discreta, sobria y neutra. Debe ser honesta y no prometer algo que no es. Debe perdurar en el tiempo y no ser fruto de una moda pasajera. Debe estar cuidada hasta el último detalle. Debe ser respetuosa con el medio ambiente (confesamos que este punto es el de más difícil encaje pero estamos jugando). Por último, debe hacerse con la menor cantidad de elementos, prescindiendo de todo lo que no es esencial.
Sinceramente, creemos que pocos músicos encajarían mejor con esos preceptos que Brian Eno cuya obra en solitario es una demostración de cómo la música puede cumplir con la gran mayoría de esas premisas. Lo curioso aquí es que ese decálogo no obedece a una inspiración particularmente musical sino que son los “diez principios del buen diseño” enunciados por el alemán Dieter Rams, uno de los diseñadores industriales más influyentes del siglo pasado y responsable de la apariencia y funcionalidad de decenas de productos de la marca Braun durante la segunda mitad del mismo, desde cafeteras hasta equipos de música pasando por cepillos de dientes eléctricos o maquinas de afeitar. No en vano, firmas como Apple han tenido entre sus diseñadores a varios grandes admiradores de Rams e incluso la interfaz de algunos de sus programas modernos es un homenaje a determinados productos diseñados por Rams como la calculadora incluida en el sistema operativo iOS6.
En 2018, el documentalista norteamericano Gary Hustwit rodó un largometraje sobre la vida y la obra de Dieter Rams. Curiosamente, y pese a que una gran parte de sus películas anteriores trataban sobre músicos (Mavis Staples, Wilco o Animal Collective, entre otros), y aunque Hustwit trabajó en un sello de música punk a finales de los ochenta, a la hora de escoger a quién le iba a encargar la banda sonora del documental no recurrió a ninguno de esos artistas sino al propio Brian Eno y, sinceramente, no se nos ocurre una elección más acertada en este caso. El documental se estrenó hace ya tres años pero la música no apareció editada en forma de CD hasta hace unos meses. Siempre es buen momento para hablar aquí de un nuevo disco de Brian Eno así que le ha llegado el turno a su “Rams”.
“Bright Clouds of Metal” - Los primeros instantes del tema nos hacen pensar que la referencia al “metal” del título no es casual ya que en términos de sonido, enseguida nos hacen acordarnos de “An Index of Metals” del disco “Evening Star” del propio Eno con Robert Fripp. Sonidos gélidos a base de distorsiones de guitarra. Secos y cortantes a veces pero con una gran personalidad. Un arranque muy prometedor para el disco.
“Harmonic Guitar” - Continúa el disco por sendas conocidas pero en esta ocasión orientadas más al “ambient” puro de “Music for Airports”. Notas electrónicas muy espaciadas repitiendo una melodía esquemática, mucho eco, silencios que lo llenan todo... Eno en su más pura expresión. Más adelante las notas se convierten en arpegios para concluir una pieza elegantísima.
“Unusual Temperament” - Algo más melódico es el siguiente corte aunque parte de los mismos principios estéticos que el anterior. No se trata ya de notas y acordes más o menos aislados sino de un motivo más elaborado aunque la repetición también es una parte fundamental de la pieza que juega con distintos timbres a la hora de encarar la melodía central.
“A Warm Sweet Bed” - Como sugiere el título, la siguiente pieza es una miniatura que hace perfectamente las funciones de canción de cuna. Un par de melodías pulsantes, sencillas, que se entrelazan durante un breve instante. Discreta, sobria y neutra como enunciaba uno de los principios de Rams a los que nos referíamos antes.
“Beautiful Metals” - La simplicidad de alguno de los cortes anteriores es llevada aquí al extremo poe Eno. La pieza es una sucesión de notas y silencios con predominancia de estos últimos. Un goteo con la cadencia de un carrillón antíguo que se pasa volando.
“Designer Piano” - Algo más complejo es el siguiente corte en el que la música cae como una lluvia constante con múltiples variaciones sobre un breve tema inicial. Mucho más dinámico que los temas anteriores, es una de nuestras composiciones favoritas de “Rams”.
“Generative Lounge” - Brian Eno lleva años trabajando en diferentes aplicaciones de música generativa, es decir, algoritmos que van creando música de acuerdo con determinados parámetros. Desconocemos si esta pieza es fruto de algo así como podría sugerir el título. En cualquier caso, tiene mucho en común con las colaboraciones de Eno con Harold Budd del pasado, en especial por el uso del piano y ese tratamiento líquido que le dan al sonido de ese instrumento.
“Design as Reduction” - Del piano pasamos a algo más parecido a una marimba combinada con sonidos electrónicos más típicos. Es otra composición hipnótica, más trabajada en apariencia que las demás y también con la presencia de más instrumentos y tonalidades. Otro de los puntos altos del trabajo.
“Al’Khwarizmi Piano” - Volvemos a las notas rápidas formando diferentes secuencias cuyo pleno sentido se alcanza al tomarlas en conjunto. Sigue siendo música “ambient” pero mucho más vivaz y dinámica que en los cortes más reposados del disco. Una magnífica pieza de música electrónica.
“Shimmering Future” - Segunda pieza del disco con una duración inferior a los dos minutos. Como “A Warm Sweet Bed” es fundamentalmente melódica pero en este caso menos definida. No rompe para nada con la estética del disco y enlaza perfectamente con el corte final.
“For A New Design” - El disco lo cierra un tema formalmente muy diferente a todos los demás. Hasta ahora Eno había optado por pulsos breves en casi todos los cortes pero este es todo lo contrario: colchones electrónicos que se desplazan lentamente con un movimiento contínuo y perceptible pero que se puede escuchar sin prestar demasiada atención. Eno en estado puro.
Conviene hacer una precisión y es que, aunque la publicación en CD es reciente, como decíamos más arriba, la banda sonora ya había sido editada en formato de disco de vinilo un tiempo antes pero en un lanzamiento muy limitado con motivo del “record store day”. A la hora de hacer una valoración de “Rams” tenemos que decir que nos ha encantado y que creemos que es un disco perfecto para el seguidor del Eno ambiental. Por los mismos motivos, quizá no sea un trabajo que vaya a entusiasmar a quienes no terminan de conectar con su música. Difícilmente lo incluiríamos en una lista de nuestros 5 o 6 discos favoritos de Eno pero en un buen día se podría acercar bastante. Os dejamos con el "trailer" del documental: