Un lugar donde hablar de música y compartir opiniones con el único ánimo de ampliar gustos musicales y, acaso, descubrir nuevos artistas al eventual lector.
miércoles, 28 de junio de 2017
Gregory Fulkerson - Cadenzas and Variations (1981)
Conocimos al violinista Gregory Fulkerson gracias a su participación en la versión de “Einstein on the Beach”, de Philip Glass, publicada por Nonesuch en 1993, en la que fue la segunda grabación publicada de la obra. No podemos decir, sin embargo, que seamos grandes seguidores de su carrera pese a haber realizado un buen número de registros centrados en autores contemporáneos, algo que siempre nos atrae especialmente.
Antes de eso, Fulkerson había interpretado “Einstein on the Beach” en la gira que la producción emprendió en 1992 por varios teatros pero no fue aquella la primera relación del violinista con la obra. En 1980 tuvo la idea de extraer todas las partes para violin solo de la partitura y enlazarlas como una especie de “suite” que grabó y publicó en el disco que vamos a comentar hoy. No es la música de Glass la parte central del trabajo y para el melómano más instruido probablemente tampoco sea la más interesante ya que la acompañan alguna que otra grabación realmente rara y difícil de encontrar por cuanto que su autor no es de los más populares del repertorio actual. Incluso dentro de la producción de Fulkerson, “Cadenzas and Variations” no es un disco especialmente representativo ya que, pese a su interés por la música contemporánea, sus grabaciones más reconocidas son las de autores “clásicos” como J.S. Bach.
Abre el disco el que para muchos es el compositor que mejor ha conseguido encarnar el sonido de Norteamérica convirtiendo alguna de sus obras en seña de identidad de todo un país: Aaron Copland. Muchas veces se le acusó de hacer una música deliberadamente fácil y accesible para el gran público, algo que él no negaba, argumentando que no quería componer obras para museos, inteligibles sólo para unos pocos expertos. La pieza que se recoge aquí es el “Dúo para Flauta y Piano” de 1971, arreglado ocho años más tarde por el propio compositor para violín y piano. La obra consta de tres movimientos. El primero, “Flowing”, es un lento tema de lejanas reminiscencias celtas en el violín que tiene momentos de gran belleza cuando aparece el piano para juguetear animadamente con aquel. Los motivos musicales se suceden sin descanso en una composición de muy grata escucha. El segundo movimiento, “Poetic, somewhat mournful (attacca)”, comienza de forma tranquila para ir ganando en dramatismo a la vez que se acerca a las formas de los impresionistas franceses. Cierra la obra el tercer movimiento titulado “Lively, with bounce” que es una perfecta descripción de su contenido, exultante y lleno de alegría casi como en un juego infantil. El violín, tanto frotado como pellizcado es jovial de principio a fin y el piano, igualmente excitado, le da una réplica perfecta. Acompaña a Fulkerson en la pieza el pianista Robert Shannon.
La segunda obra del disco es la citada “suite” con la música de “Einstein on the Beach” de Philip Glass. Hemos comentado otras versiones parciales de esta obra anteriormente, particularmente las de Tim Fain, y esta está a su misma altura con todas las dificultades que conllevan cada uno de los “knee plays” que componen la pieza.
El disco continúa con la “Sonata para Violín y Piano, Op.31” de Leo Ornstein. El compositor Ruso fue una celebridad en los años en la segunda década del siglo pasado tras huir de los pogromos que empezaban a ser habituales en el Imperio Ruso. Su fama le llegó como intérprete de piano en Europa y los Estados Unidos. Desafortunadamente para él, esa fama decayó bruscamente en los años siguientes de modo que en la década de los 20 era ya un completo desconocido. Ornstein siguió componiendo y fundó junto con su esposa una escuela de música en Filadelfia en la que estudiaron, entre otros, un joven John Coltrane o el teclista Jimmy Smith, ambos figuras de primer orden del jazz en los años siguientes. La sonata está dividida en cuatro movimientos y es una obra verdaderamente interesante. Escrita en 1913, cuando apenas había recibido ningún tipo de influencia externa, fue una de las composiciones que hicieron que algún crítico llegase a afirmar que Ornstein era “igual a la suma de Schönberg y Scriabin elevada al cuadrado”. El pianista encargado de dar la réplica a Fulkerson en la grabación es Alan Feinberg.
La última obra del disco, que inspira el título del mismo, la firma Richard Wernick. Sus “Cadenzas and Variations II” (para violín solo) son un buen ejemplo de su música de cámara, faceta que junto con la coral, son las más apreciadas de su carrera. Su obra no es demasiado extensa debido a que la enseñanza ha ocupado un lugar muy importante en su vida durante muchos años. Pese a ello, es uno de los ganadores del premio Pulitzer, galardón que consiguió en 1977 en la categoría de música. Ha mantenido una estrecha relación con Gregory Fulkerson, quien ha estrenado varias de sus obras.
El disco, publicado originalmente en 1981, no es nada fácil de encontrar hoy en día pese a que fue publicado en CD en 1995. En cualquier caso, si tenéis la fortuna de encontrarlo, no lo dejéis pasar puesto que es una gran oportunidad para escuchar a compositores poco conocidos y cuya obra no suele ser grabada habitualmente por un lado, y para conocer piezas no tan populares de músicos consagrados como es el caso de Copland o Glass.
No hay comentarios:
Publicar un comentario