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miércoles, 14 de agosto de 2019
Jean Philippe Goude - Tiré à Part (1997)
No podemos evitar sentir una cierta rabia cuando comprobamos cómo músicos que nos gustan, apenas publican discos. Y no se trata de que ya no tengan interés en componer o de que vivan de espaldas al mercado discográfico, que también hay casos así, sino de que no encuentran un espacio en el que colocar buena parte de su obra.
Eso es lo que nos ocurre con Jean Philippe Goude. Durante los años noventa parecía que por fin su obra tenía una salida regular en forma de disco y eso supuso la publicación de varios trabajos espectaculares. Desgraciadamente aquello no duró mucho y desde 2001 en adelante, apenas hemos podido disfrutar de un disco más firmado por él más otro grabado a dúo con otro artista. Entonces ¿no ha compuesto nada Goude en estos casi veinte años?. Sí lo ha hecho: más de una docena de bandas sonoras, tanto para cine como para televisión, incluyendo, casi a modo de anécdota, algunas piezas para la serie española “Velvet”. Desgraciadamente ninguna de esas obras tiene edición discográfica como tampoco la tienen el resto de sus más de 30 bandas sonoras con muy pocas excepciones. Y precisamente de una de esas “rarezas” queremos hablar hoy: la música que Goude escribió en 1996 para la película “Tiré à Part”, un thriller dirigido por Bernard Rapp. Apareció en disco en 1997 editada por un pequeño sello llamado Night & Day. La edición era tan modesta que no figuraba en los créditos ni siquiera el nombre de la orquesta que la interpreta (suponemos que el propio ensemble del músico). De hecho, pese a constar de 11 cortes, el disco no llegaba a los 30 minutos de duración por lo que apenas podría considerarse un EP. A su favor tenemos que indicar que la música era una delicia que podríamos contar entre las mejores obras compuestas por su autor.
“Cher Edward / Générique Début” - El tema comienza con una breve introducción de piano seguida por la intervención del “ensemble”. Cuerdas y alguna madera arropan al propio Goude que desarrolla poco a poco una melodía preciosa, pronto apuntalada por el oboe y el clarinete en una conjunción sublime con la que termina la pieza.
“Retour À Tunis” - El segundo corte es un buen ejemplo de la música del francés en su inicio con un tema de piano evocador e inquietante que enseguida retoma el “leitmotiv” del film que ya había presentado en la introducción. La segunda parte es más potente y está marcada por una base de piano y cuerdas muy repetitiva sobre la cual el oboe ejecuta una gran melodía.
“Picnic Au Parc” - El protagonismo recae sobre el piano al que las cuerdas apenas acompañan un poco en el inicio. En el tramo final volvemos al tema central presentado principalmente por las maderas.
“Edward Visite Le Bureau De Nicolas” - Asistimos ahora a una revisión en tonos oscuros del motivo principal de la banda sonora con un enfoque mucho más dramático, especialmente por la aportación de las cuerdas que le dan una tensión tal que, aunque sea en esencia la misma melodía, suena completamente diferente.
“Edward Intrigue” - Asistimos de nuevo a otra variación, esta vez sin las cuerdas, del que, a estas alturas, está claro que es el centro del trabajo. Una vuelta de tuerca más a una pieza que, pese a todo, no llega a cansar en ningún momento.
“La Quête De Nicolas” - El primer cambio importante llega aquí con este tema de transición en la linea del Goude de los años noventa: música de cámara muy personal e inmediatamente reconocible. Una preciosidad.
“Valse Du Goncourt” - Llegamos por fin a la que es, con diferencia, nuestra pieza favorita del trabajo: un bellísimo vals que no dudamos en poner a la altura del celebérrimo “Vals No.2” de Shostakovich o de ese otro vals inmortal que compuso Maurice Jarre para la película Doctor Zhivago. Una joya para escuchar una y otra vez.
“Edward Brûle Les Livres” - Pasado el gran momento, volvemos con las variaciones del tema central, todas ellas interesantes como ésta puesto que exploran distintos estados de ánimo y combinaciones de instrumentos.
“Nicolas Fouille Son Bureau” - Cambiamos un poco el tono con esta pieza que no llega a presentar un tema melódico claro sino que desarrolla una idea muy sencilla a cargo del piano que el resto de instrumentos se encarga de resaltar. Un corte de transición con mucho interés.
“Farida En Pleurs” - El inicio es similar al de “Retour à Tuins” sólo que en esta ocasión no termina desembocando en el tema central de la obra sino que lo desarrolla de forma independiente. Ambos cortes son el germen de lo que unos años más tarde escucharíamos en el que es nuestro disco favorito de Goude: “Rock de Chambre”.
“Cher Edward / Générique Fin” - Como suele suceder en los discos dedicados a una banda sonora, el cierre lo pone una pieza que recopila en cierto modo los momentos más notables de todo el trabajo. Algo así hace aquí el músico francés aunque centrándose especialmente en el “leitmotiv” de la película en una versión muy escueta en cuanto a la instrumentación.
Con Jean Phillippe Goude no podemos evitar una sensación de frustración. Se trata de un músico colosal que en los años noventa nos ofreció una serie de trabajos a cual mejor, que estaban a la altura de cualquiera de los de su compatriota Yann Tiersen. Éste sí tiene hoy un gran reconocimiento, especialmente a partir de su aparición en la banda sonora de Amelie cosa que a Goude no le ha ocurrido. Su prestigio viene más de su obra pasada como teclista de bandas de rock progresivo pero no ha sido suficiente para hacerle más conocido. Quizá por ello su obra disponible en formato físico es muy escasa. Si no nos equivocamos se reduce a siete discos disponibles en CD (incluyendo el que hemos comentado hoy, de escasa duración) y un par o tres de discos editados en los años setenta que sólo han aparecido en vinilo. Apenas diez trabajos en más de cuarenta años de trayectoria para un músico cuyas bandas sonoras, por ejemplo, superan la treintena como ya dijimos antes, nos parece un bagaje muy escaso. Desgraciadamente las cosas están así y no parece que vayan a cambiar a medio plazo por lo que tendremos que disfrutar de los discos disponibles de Goude a la espera de mejores tiempos.
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