Pocos habrían
apostado por ello en los primeros años de la década de los setenta pero hoy por
hoy Philip Glass se ha convertido en un músico popular; un compositor cuyas
obras muchas veces sirven de reclamo para vender discos entre un público muy
amplio que reúne a amantes del pop, reciclados compradores de música “new age”
y también a melómanos más cercanos a la música clásica aunque también este
círculo es uno de aquellos en los que la música de Glass suscita pasiones más
encontradas.
Es muy habitual
hoy encontrarse discos de todo tipo de intérpretes que, entre los más clásicos
de los clásicos, incluyen alguna pieza de Glass para acercarse a un público
moderno y las discográficas, siempre atentas a cualquier detalle que les pueda
hacer ganar dinero, empiezan a recurrir a su figura como reclamo. En esta
línea, asistimos en los últimos tiempos a la aparición de multitud de discos
dedicados en exclusiva a obras de Glass interpretadas por artistas “residentes”
de los sellos que sirven lo mismo para un roto que para un descosido. Quizá
estemos siendo injustos al meter en ese saco a Jeremy Limb y el sello Quartz
Music pero su juventud y trayectoria como músico para la BBC y como arreglista
de todo tipo de música sugiere que el suyo es uno de esos casos. Su discografía
es aún escasa y recoge discos del tipo de “Romantic Classics: A Sensual
Collection” por poner un ejemplo. En 2008 publicó una recopilación de piezas de
Ludovico Einaudi, en 2012 hizo lo propio con Michael Nyman y el pasado 2013,
siempre con Quartz Music, le tocó el turno a Philip Glass.
El hecho de grabar
este tipo de trabajos no debería ser un inconveniente a la hora de valorar a un
intérprete. Sin ir más lejos, el antiguo miembro de la Michael Nyman Band, John
Lenahan, ha publicado varios discos de este corte dedicados también a Einaudi,
Glass y, cómo no, el propio Nyman, manteniendo su prestigio como intérprete clásico
y grabando para los mejores sellos. A modo de anécdota, destacamos el hecho de que Limb podría vivir perfectamente al margen de su faceta como pianista ya que es un afamado humorista, actor y guionista que suele tener siempre algún espectáculo en cartel en teatros del Reino Unido. La razón de hablar de este disco hoy aquí
es lo reciente de su publicación y, por tanto, lo fácil de encontrar que sería
para cualquier lector interesado y también lo asequible del repertorio que sería,
a nuestro juicio, una perfecta “puerta de entrada” para el oyente deseoso de
penetrar en el universo musical de Philip Glass.
Para este disco
doble, Limb escoge lo más accesible del repertorio para piano de Glass que ya
de por sí es la parte de su producción más fácil de asimilar para el aficionado
menos familiarizado con la música minimalista. La interpretación es francamente
buena aunque no sea la obra del compositor norteamericano la mejor para marcar
las diferencias entre ejecutantes por su sencillez y falta de requerimientos
virtuosos (lo que no impide que existan grabaciones personalísimas como una
reciente de Bojan Gorisek).
Jeremy Limb |
En el primero de
los dos discos, encontramos una pieza clásica del compositor como es “Opening”
del disco “Glassworks” para pasar a continuación a una selección de temas de la
banda sonora de “Las Horas”, con toda probabilidad la obra más popular de las
escritas por Glass para la gran pantalla. Aprovecha Limb el arreglo de la misma que
realizó Michael Riesman para piano solo y escoge ocho de los catorce arreglos: “An
Unwelcome Friend”, “Dead Things”, “I’m Going to Make a Cake”, “Something She
Has to Do”, “Tearing Herself Away”, “The Hours”, “The Poet Acts” y “”Why Does
Someone Have to Die?”.
El segundo disco comienza con la siempre interesante “Trilogy Sonata”, arreglo para piano sólo de tres momentos de la gran trilogía operística de Glass compuesta por “Einstein on the Beach”, “Satyagraha” y “Akhnaten”. El propio Glass adaptó el “Knee Play No.4” de la primera de las obras para piano de modo que pudiera formar parte de sus recitales de piano. Su mano derecha, Michael Riesman, realizó la transcripción del final del tercer acto de “Satyagraha” para piano y también para órgano. Partiendo de estos dos temas, el pianista Paul Barnes hizo lo propio con la danza de la tercera escena del segundo acto de “Akhnaten” y la unió con su propia revisión de las otras dos piezas conformando una especie de sonata clásica para piano que fue bautizada como la “Sonata de la Trilogía”. Limb ejecuta aquí una versión muy fiel a la grabada por el propio Barnes de una obra que no ha sido grabada en demasiadas ocasiones. Lo contrario ocurre con el siguiente grupo de piezas del disco: “Metamorphosis”, celebérrima serie de cinco composiciones originales para piano que se cuentan entre lo más grabado e interpretado de la producción de Glass. Cerrando el disco, una curiosidad poco conocida como es “Modern Love Waltz”, pieza breve que suele pasar desapercibida en la obra del compositor, quizá por no ir ligada a una composición mayor.
A pesar de que Philip Glass es, con mucho, el músico al que más entradas hemos dedicado en el blog, no nos habíamos centrado aún en su música para piano y creemos que este disco de Jeremy Limb es un modo tan bueno como cualquier otro de hacerlo. Como siempre y por si estáis interesados en adquirirlo os dejamos un par de enlaces.
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