Mostrando entradas con la etiqueta Bernard Sumner. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bernard Sumner. Mostrar todas las entradas

domingo, 13 de abril de 2014

The Chemical Brothers - Surrender (1999)



Manchester fue a finales de los setenta el lugar de nacimiento de una de esas corrientes musicales que son capaces de absorber todo aquello que se mueve a su alrededor y de transformar la sociedad en determinados niveles. Todo sucedió alrededor de una discográfica, Factory Records, y de un local, "The Haçienda". Entre ambos se escribió una historia que revolucionó el panorama musical británico y se expandió más allá de sus fronteras. Las noches en el mítico establecimiento se convirtieron en fiestas continuas dando lugar al nacimiento de las “raves” y de los interminables conciertos de música electrónica, drogas de diseño, hedonismo desatado y diversión continua. El título de la película “24 Hours Party People” en la que se narran los acontecimientos de aquellos años es tremendamente descriptivo acerca de la situación que allí se vivía de continuo.

Precisamente en Manchester se conocieron Ed Simons y Tom Rowlands, responsables en buena parte de relanzar la música de baile a nivel popular, convirtiéndola en algo que tenía vida propia más allá de los clubes y las fiestas nocturnas. Sus temas y discos sonaban en las radiofórmulas codeándose con el rock y el pop más convencional y abanderaron una época dorada de la música electrónica bailable cuyas influencias llegan aún a nuestros días.

Simons y Rowlands trabaron amistad, como en tantos otros casos, en el instituto y comenzaron a experimentar en pequeñas bandas amateur aunque sus primeros trabajos juntos fueron como deejays en clubes nocturnos. De ahí, pasaron a remezclar a otras bandas ya con el nombre de “The Dust Brothers”. Su popularidad fue incrementándose y los encargos llegaban cada vez con más frecuencia y por parte de artistas más reputados, lo que les llevó a sus primeras giras internacionales incluyendo una por EE.UU. Como quiera que ya existían unos “Dust Brothers” (si adoptaron ese nombre fue como homenaje a ellos) y la creciente fama de Ed y Tom había llegado a oídos de aquellos, los originales iniciaron una serie de medidas legales que hicieron que nuestro dúo adoptase otro apelativo para continuar con su carrera. The Chemical Brothers nacían por fin y a mediados de 1995 publicaban su primer single, adelanto de su LP “Exit Planet Dust”.

Sus discos se caracterizan por reunir habitualmente varios vocalistas invitados, por un uso masivo de “samples” de otros artistas y por contener una mayor variedad de estilos que el resto de bandas del género. Hablaremos hoy del que sin duda alguna es nuestro favorito y que ocupa el tercer lugar en su discografía cronológicamente hablando. Para aquel entonces el dúo disfrutaba de una posición privilegiada entre los intérpretes de su estilo y con “Surrender” dieron un paso aún más allá alcanzando un nivel que creemos que no han vuelto a repetir. Las colaboraciones son lujosas e incluyen nombres como el de Noel Gallagher o el de Bernard Sumner entre otros. Sonará algo aventurado pero creemos que “Surrender” es uno de los mejores discos de música electrónica de los noventa, lo cual es mucho decir ya que esa década fue la de la resurrección del género y cuenta con un buen puñado de trabajos imprescindibles.



“Music: Response” – El disco se abre de un modo inmejorable con un tema fantástico lleno de energía y que se construye a partir de una melodía simple y repetitiva que a los más veteranos nos recuerda el sonido de las viejas impresoras matriciales si se nos permite la broma. El curioso “riff” se acompaña de un potente ritmo a medio tiempo, una voz distorsionada on efecto vocoder y un sample, bastante acelerado del tema “Make it Hot” de Nicole Wray y Missy Elliott. La producción es excelente y la combinación de ritmos, efectos y sonidos contundentes hace del corte un referente indiscutible en la música electrónica de los noventa en nuestra opinión.



“Under the Influence” – Sin solución de continuidad y en medio de efectos sonoros galácticos, del tipo de los “theremines” de las películas de ciencia ficción de los años 50, pasamos a un frenético tema bailable que podían haber firmado sin ningún complejo los Underworld más radicales. Música dance sin concesiones ni demasiada elaboración que se soporta mejor por su breve duración.

“Out of Control” – El primero de los cortes con invitado especial cuenta con el lider de New Order, Bernard Sumner, como solista. Los Chemical Brothers toman prestada la base rítmica del corte “She Has a Way” de Bobby Orlando, le imprimen algo más de velocidad y un mayor empaque instrumental construyendo así un auténtico bombazo ante el que suponemos que no es posible resistirse en la pista de baile. La canción es uno de los puntos fuertes del disco y fue el tercer single extraído del mismo. Uno de los mayores méritos del dúo es adaptar perfectamente los temas al estilo del vocalista encargado de interpretarlo. La melodía y el tipo de canción (con una producción muy diferente, eso sí) podrían haber pertenecido a cualquier disco de New Order.

“Orange Wedge” – Cambio radical de estilo el que nos muestran Tom y Ed en esta pieza en la que ritmos sincopados con un toque funky se combinan en un tema muy diferente en el que escuchamos una interesante línea de bajo y una serie de melodías electrónicas llenas de distorsiones muy bien integradas. Un tema en el que el uso de los “samples” es fantástico y nos revela al dúo como unos inteligentísimos productores.

“Let Forever Be” – La aparición del vocalista de Oasis, Noel Gallagher, tiene lugar en este momento. En la época en la que salió el disco, el grupo se encontraba en la cumbre de la música popular en el Reino Unido y su participación como cantante y coautor del tema ayudó mucho a la difusión del disco. La canción, como ocurría con “Out of Control” encaja perfectamente en el estilo de su intérprete pero manteniendo la identidad de los Chemical Brothers intacta. De hecho, nos parece una gran canción aún cuando no profesamos una especial admiración por Gallagher y su banda.

“The Sunshine Underground” – Asistimos a otro giro estilístico en esta pieza que se construye a partir de distintos “samples” del tema “Asian Workshop” del compositor de música “new age”, James Asher. Gracias a ellos se logra un ambiente étnico de aires hindúes que va transformándose gradualmente conforme avanzan los minutos de modo que transitamos desde un comienzo relajante, casi en clave de “chill out” hasta un enérgico tema bailable que no deja ni un respiro al oyente.

“Asleep for a Day” – La invitada en esta ocasión es Hope Sandoval, vocalista de Mazzy Star, que un tiempo después colaboraría con otros grupos electrónicos que han aparecido en el blog como Air o Massive Attack. Los Chemical Brothers preparan para ella una balada melancólica en la que sus cualidades como intérprete lucen a la perfección. Si apartamos por un momento la atención del tipo de producción del tema podríamos ver la canción como la típica balada del pop francés o italiano de los sesenta, con esa encantadora displicencia tan característica de aquellas artistas. Un descanso muy bien situado en el disco antes de afrontar la parte final.

“Got Glint?” – Uno de los cortes más interesantes del disco comienza con una potente linea de bajo que va añadiendo elementos y efectos poco a poco hasta convertirse en un tema heredero del acid house de los ochenta. Es entonces cuando aparece una melodía de sabor antiguo, que nos recuerda las sonoridades del clásico “Doctor Who?” y que no es sino un “sample” extraído del tema “Earth Message” del francés Bernard Fevre, publicado en 1977 en su disco “Cosmos 2043” que los Chemical Brothers hacen propio (con la correspondiente acreditación en el disco, claro está) integrándolo en un contexto más actual y revitalizándolo de este modo.

“Hey Boy Hey Girl” – De nuevo, el dúo fagocita otro fragmento de una composición ajena como es el comienzo del clásico “The Roof is on Fire” de Rock Master Scott & the Dynamic Three, uno de los primeros éxitos del hip-hop de mediados de los ochenta. Las primeras frases de aquella canción se convierten aquí en el tema central de otra pieza extremadamente potente que se convirtió de modo inmediato en un éxito cuando fue lanzado como primer single del disco.



“Surrender” – Próximos ya al final del disco, llegamos a este instrumental con un estilo que nos recuerda inequívocamente a Kraftwerk, con su ritmo continuo y monótono y una melodía de corte minimalista. En realidad, no es más que una transición hacia la despedida del disco que ya está próxima.

“Dream On” – El último de los artistas invitados de Jonathan Donahue, de Mercury Rev, quien canta en esta suave balada que pone el punto final a un disco lleno de energía. Que se convirtió enseguida en una referencia en su estilo y que hoy, 15 años después de su publicación, nos sigue pareciendo magnífico.

En la época en la que apareció el disco, nosotros teníamos muy reciente otro disco como era el “Oxygene 7-13” de Jean Michel Jarre. Aquel trabajo fue muy digno, sin lugar a dudas, pero nos dejó un regusto extraño. Si uno de los músicos más influyentes de la música electrónica volvía a su viejo estilo, ¿cómo evolucionaría el género en el futuro? La primera vez que escuchamos “Music: Response” creímos haber dado con la respuesta y pensamos: “ojalá Jarre (y decimos Jarre como podríamos haber dicho cualquier otro nombre) hiciera algo así hoy en día. La música electrónica ha evolucionado de un modo imparable en las últimas décadas empapando todo tipo de estilos, ajenos en principio a los sintetizadores, samples y cajas de ritmo. También se ha nutrido de todos esos géneros hasta rozar el plagio en muchas ocasiones. Es muy difícil saber qué fragmento de una canción que estás escuchando es original o procede, en todo o en parte, de discos de otros artistas. En pleno éxito del single “Hey Boy Hey Girl”, Praga Khan, DJ clásico de la época del “new beat” en los ochenta, afirmó que la base rítmica de la canción estaba plagiada del éxito “I Sit on Acid” que había grabado en 1988 con su grupo Lords of Acid a lo que el dúo respondió: “todos robamos a alguien”. Como si quisiera tomarles la palabra, Praga Khan “actualizó” el tema en 2000 calcando prácticamente el “Hey Boy Hey Girl” y obteniendo un notable éxito.

La anécdota sirve como muestra de una actitud que no es exclusiva de los Chemical Brothers sino que, por el contrario, es muy común en casi todas las bandas electrónicas surgidas en una época muy determinada. No tenemos muy claro qué postura adoptar ante esto ya que, aún sabiendo que muchos fragmentos de un disco como “Surrender” pertenecen a obras de otros artistas, el resultado final nos parece magnífico. Por ello, quizá lo más adecuado es, sencillamente, disfrutar de una música concebida, no lo olvidemos, para el entretenimiento y sin albergar mayores pretensiones. Los interesados en hacerse con “Surrender” lo pueden encontrar en los enlaces acostumbrados.

amazon.es

fnac.es

Como despedida os dejamos con una particular versión en directo de "Out of Control":

 

domingo, 23 de septiembre de 2012

New Order - Brotherhood (1986)



Con la perspectiva que dan los años transcurridos desde entonces, hoy vemos a Joy Division como una de las bandas más influyentes en el rock que se hizo en los años siguientes a su trumática disolución tras el suicidio de su líder Ian Curtis. Lo sorprendente es que también lo fueran en un ámbito tan distinto como el pop electrónico sus “sucesores” New Order, grupo con el que continuaron su trayectoria los restantes miembros de Joy Division.

Tras un primer y magnífico disco continuista como fue “Movement”, el trío formado por Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris experimentó un sonado cambio de rumbo tras una visita a Nueva York en la que se introdujeron en la naciente escena electrónica que había resurgido de las cenizas de la música disco de finales de la década anterior. La metamorfosis de New Order se iba a materializar en el single “Blue Monday” y el el LP “Power, Corruption and Lies”, ambos considerados clásicos del género en sus respectivas categorías. El éxito del LP, a pesar de lo sorprendente que era para los compradores de la época el comprobar que el popular tema que escuchaban a todas horas en la radio no figuraba entre las canciones del disco, convirtió pronto a New Order en la banda de referencia para toda una generación de nuevos grupos que habían surgido en la misma época llegendo a ser estrellas del naciente tecno-pop. Los beneficios de las ventas de los discos de New Order iban a parar a la Haçienda, el mítico local de Manchester, centro neurálgico de todo un movimiento musical en aquellos años.

Tras un nuevo disco en una linea similar al anterior, llegó el que hoy tenemos por aquí: “Brotherhood”, publicado en septiembre de 1986. El giro hacia la electrónica de New Order fue algo inesperado en su momento pero muy bien podía haber sido el destino natural de Joy Division de no haber mediado la desgracia de Ian Curtis. Según contaban el resto de miembros del grupo, Curtis en sus últimos meses estaba obsesionado con la música de Kraftwerk cuyos discos ponía habitualmente para sus compañeros indicandoles que ahí estaba el futuro. En cualquier caso, Ian seguía muy presente en la música de los que fueron sus compañeros que estaba impregnada de una tristeza y melancolía en muchas ocasiones. “Brotherhood” iba a suponer un cambio. Cada una de las caras del disco tenía una personalidad totalmente diferente: la primera, mucho más rockera y acústica, con un gran peso de las guitarras; la segunda, por el contrario, electrónica y más cercana al sonido del anterior “Low-Life”.


Imagen de New Order en una actuación televisiva.


“Paradise” – Los primeros segundos del tema son realmente contundentes con un inicio de batería realmente enérgico seguido por una de las habituales lineas de bajo marca de la casa. La voz de Sumner aparece respaldada a la perfección por las de Hook y la cuarta integrante del grupo, Gillian Gilbert en una mezcla muy curiosa en la que quedan en muchos momentos en un segundo plano en beneficio de los intrumentos. No suele mencionarse nunca en las listas de las mejores canciones de New Order pero es una de nuestras preferidas.

“Weirdo” – En “Brotherhood” no hay mucho espacio para las introducciones y este segundo tema entra como un tiro, en una linea muy guitarrera que parece haber dejado atrás los anteriores experimentos electrónicos. Se trata de un ejercicio pop con una aparente alegría en la superficie pero con un poso melancólico que aparece en cuanto rascamos un poco. En algunos instantes, la banda suena cercana a The Cure, banda contemporanea de Joy Division. Hubo una corriente de influencia mutua entre ambas formaciones en su momento (también podríamos meter en el grupo a Siouxie and the Banshees) muy enriquecedora y algo de eso permanece en esta canción.

“As It Is When It Was” – Por primera vez en el disco tenemos un comienzo tranquilo a base de guitarras que preceden a una batería en tiempo medio. Continúa, sin embargo, la linea más cercana al sonido “post-punk” de Joy Division que al electrónico que parecía haberse convertido en la seña de identidad de New Order.

“Broken Promise” – Profundizando en la misma idea, continúa el album con otra enérgica canción pop con una batería potente y guitarras por doquier. En este sentido, New Order nunca fueron una banda particularmente innovadora y sus discos siempre daban a los fans lo que estos podían esperar, a pesar de que el retorno a los orígenes que parecía estar experimentando la banda en este disco no fue acogido con un entusiasmo desmedido.

“Way of Life” – Quizá la canción que más recuerda a Joy Division de todo el disco con las inconfudibles guitarras de Sumner omnipresentes en todo el corte y arreglos algo más oscuros de lo habitual. De este modo se cerraba la primera cara de un disco que, hasta este momento, había sido de lo más inesperado.

“Bizarre Love Triangle” – Todo lo dicho para la cara A del LP saltaba hecho pedazos tras escuchar los primeros momentos de la canción que abría la cara B. Se trataba de un poderoso himno de pop electrónico que se iba a convertir en el segundo mayor éxito de la banda tras “Blue Monday”. New Order continúan con la linea electrónica de los dos LP’s anteriores acercandose en ocasiones al sonido de otra banda surgida en los años anteriores: Pet Shop Boys (de hecho, no es raro ver en internet algunos listados no del todo bien informados que atribuyen este “Bizarre Love Triangle” al duo de Neil Tennant y Chris Lowe).

“All Day Long” – Continuando con los temas de pop electrónico tenemos esta nueva canción que recuerda en muchos momentos a trabajos de la época de OMD (incluso una linea de bajo llega a acercase a la melodía de “Enola Gay”, quizá como homenaje).

“Angel Dust” – Aunque la música de New Order se convirtió pronto en bandera del tecno pop, siempre mantuvieron elementos distintivos que les hacían reconocibles frente al resto de bandas. Este corte es un buen ejemplo de esto: además de programaciones electrónicas y secuencias y riffs de sintetizador (aquí escuchamos uno de sus mejores estribillos sintéticos) no dejaron nunca de lado las guitarras, bajos y baterías que en otras bandas.

“Every Little Counts” – Cerrando el disco, tenemos uno de los pocos gestos optimistas que a veces se deslizan en la discografía de New Order. “Every Little Counts” es una preciosa balada en la que, incluso, podemos escuchar algunas risas de los miembros de la banda y que servía como broche para el disco, aunque en ediciones posteriores en CD se añadió la canción “State of the Nation”, aparecida como single en aquellos años.

Una característica peculiar de New Order es que, habitualmente, las canciones que lanzaban como singles no estaban luego incluídas en los LPs (con algunas excepciones como “Bizarre Love Triangle” en este “Brotherhood”). Esto provocaba cierto desconcierto en los fans y probablemente influía negativamente en las ventas, especialmente en las de los discos “grandes”. Quizá por ello, pocos meses después de “Brotherhood” apareció “Substance”, un disco doble comentado aquí anteriormente en el que se recogían todos aquellos maxis con canciones ajenas a los discos y sus correspondientes caras B.

 Os dejamos algunos enlaces para adquirir el disco si lo creeis oportuno. New Order siguen activos hoy en día (con importantes disensiones internas actualmente que hacen dudar de su supervivencia como grupo) y de vez en cuando lanzan algún nuevo trabajo aunque ya sin la repercusión que tenían en los ochenta. Sin embargo, creemos que siempre es bueno echar la vista atrás y darle una escucha a grupos que crearon escuela como lo hizo la banda de Manchester.



Podeis ver el videoclip de "Bizarre Love Triangle" a continuación:


jueves, 21 de abril de 2011

New Order - Substance (1987)


Muy pocos grupos en la historia de la música popular han sido tan influyentes con tan sólo dos LPs publicados como lo fueron Joy Division. Con el suicidio de su lider Ian Curtis, parecía que la historia llegaba a su fin pero el resto de la banda decidió continuar en la música. De este modo, Bernard Sumner (teclados, voz y guitarra), Peter Hook (bajo) y Stephen Morris (batería) tomaron el relevo bajo el nombre de New Order.

Quizá contrariamente a lo esperado, New Order alcanzaron un éxito comparable al de Joy Division y se conviertieron en la referencia fundamental del pop electrónico de comienzos de los 80. El disco que aquí nos ocupa es un recopilatorio doble. Por un lado, tenemos los primeros maxis y singles publicados por la banda, varios de los cuales, no están en ninguno de sus LPs como el ya mítico "Blue Monday". El segundo CD contiene las caras b de dichos singles.

El citado "Blue Monday" es un hito clave para entender el pop de los 80 y el uso de los sintetizadores que marcó toda esa década. Siguiendo con nuestra costumbre, un par de enlaces donde comprar el disco a buen precio:

http://musica.fnac.es/a202521/New-Order-Substance-sin-especificar?PID=6&Mn=-1&Mu=-13&Ra=-28&To=0&Nu=1&Fr=0

http://www.play.com/Music/CD/4-/150673/Substance-1987/Product.html?searchtype=allproducts&searchsource=0&searchstring=new+order+substance&urlrefer=search

Una muestra del disco que no necesita mucha presentación: