Con la publicación de “The Turning Year”, parece que Roger Eno se une a la cada vez más extensa lista de compositores que, procedentes de otros terrenos como el “ambient”, la música electrónica o incluso el pop, se van sumando poco a poco a la nómina de artistas de sellos pertenecientes al solemne círculo de la música “clásica”. En el caso de Roger, el debut con Deutsche Grammophon se produjo hace poco con el disco “Mixing Colors”, ya comentado aquí y firmado a dúo con su hermano Brian. Hoy nos toca hablar de su siguiente entrega para el sello, ya en solitario, y que responde al mencionado título de “The Turning Year”.
El disco es una colección de piezas nuevas y otras rescatadas de los archivos del músico y que solo habían visto la luz, en algunos casos, en sus conciertos. En la grabación escuchamos a Roger al piano con el acompañamiento en algunas piezas de las cuerdas de la agrupación Scoring Berlin. El clarinetista Tibor Reman participa en uno de los cortes como invitado.
“A Place We Once Walked” - Comienza el disco con una de las piezas escritas específicamente para el proyecto. Un lento vals para piano, extremadamente tranquilo y meditativo, con apoyos puntuales de las cuerdas en determinados momentos y sutiles refuerzos de sintetizador en algunas partes. Una delicia que rezuma elegancia.
“Slow Motion” - Continuamos con otro tema nuevo, esta vez escrito solo para cuerdas. Es casi una miniatura, muy estática, en la línea de algunos trabajos similares de Gavin Bryars. Enlaza sin solución de continuidad con “Introit”, que es un corte de apenas diez segundos de duración que pasaría desapercibido de no aparecer como tema separado en el tracklist del disco.
“Hymn” - Con el siguiente corte, entramos ya en terrenos ambientales. Eno toca el piano con unos ecos y reverberaciones que nos recuerdan a nuestro admirado Harold Budd. Sin embargo, al margen de la sonoridad del instrumento, la melodía es indiscutiblemente del estilo de Roger.
“Clearly” - Las cuerdas regresan en la siguiente composición, también compuesta para el disco. El piano apenas juguetea con un pequeño número de notas y una breve melodía en otra de esas miniaturas que abundan en la obra del compositor.
“The Turning Year” - El que podríamos llamar tema central del disco es el más melódico del trabajo hasta este momento. Piano y cuerdas colaborando en un magnífico corte que nos traslada a nuestras obras favoritas de Roger como fueron su “In a Room” o “Lost in Translation”. Mucha inspiración en esta composición con aire de banda sonora.
“Bells” - El músico nos lleva de nuevo por caminos cercanos a su admirado Satie en otro de los temas nuevos. Intimista y delicado, es un buen ejemplo del estilo de su autor aunque nos deja con ganas de más.
“Hope (The Kindness of Strangers)” - Un poco más de desarrollo tiene la siguiente parada del recorrido, otro de los cortes para cuerdas del disco, con un marcado aire cinematográfico. Una música que encajaría perfectamente en un film de tono costumbrista en la Inglaterra victoriana.
“On the Horizon” - La aportación del clarinete es la principal novedad del siguiente tema y le relaciona enseguida con el mencionado “In a Room” que Eno grabó con el trío italiano Harmonia Ensemble y donde el clarinete era un instrumento fundamental. La parte final, con las cuerdas a plena intensidad es conmovedora.
“Innocence” - En el tramo final del disco es donde encontramos las composiciones que Roger rescata de su repertorio de concierto de los últimos años pero que no habían encontrado sitio en ningún disco. La primera de ellas es esta preciosidad con un toque infantil que nos retrotrae a los mejores años de la corriente acústica de la música “new age” en los que abundaban este tipo de composiciones, especialmente en sellos como Windham Hill o Narada.
“Something Made Out of Nothing” - La siguiente pieza es algo más oscura en su inicio, incluso con un cierto tono a Ligeti en las cuerdas y en las primeras notas del piano. Sim embargo, el desarrollo de la pieza se aleja enseguida del estilo del compositor austriaco para acercarse a las obras más tristes de Roger.
“An Intimate Distance” - Quizá el corte más romántico del disco en el inicio, evoluciona enseguida hacia ese particular impresionismo del músico, tan próximo a Debussy o Satie. Seguramente una de nuestras piezas preferidas de todo el trabajo.
“Stars and Wheels” - Comenta el músico en las notas del disco que esta composición tiene alrededor de veinte años y es, con mucho, la más antigua del CD. Es un corte para órgano, fundamentalmente, que nos recuerda a las piezas más ambientales del músico, especialmente a las compuestas junto a su hermano Brian en discos como “Apollo”. Impecable.
“Low Cloud, Dark Skies” - Cerrando la colección tenemos otra de esas piezas sacadas del repertorio reciente de concierto del músico, combinando de nuevo piano y cuerdas. Dentro del estilo habitual del músico, nos parece encontrar detalles propios de otros artistas como Vangelis. En todo caso, un gran cierre para un disco realmente inspirador.
Nos alegra comprobar que un músico como Roger Eno sigue muy activo y en buena forma a punto de entrar en la cuarta década de su carrera discográfica. El suyo es un caso muy interesante de persistencia en unos conceptos e ideas que apenas han sufrido variaciones en todo este tiempo, quizá con la excepción de sus discos más “pop” (utilizamos el término con mucha laxitud) como miembro de Channel Light Vessel. En cierto modo, el tiempo le ha dado la razón y su estilo, siempre muy minoritario, ha terminado por verse reflejado en muchos otros músicos de forma que su aparición en uno de los sellos insignia de la música clásica como Deutsche Grammophon se nos antoja como algo natural y que podría haber sucedido mucho antes. Esperemos que de esta asociación siguan surgiendo trabajos del nivel de este o del anterior “Mixing Colors” porque sería una muy buena señal. Os dejamos con un mini concierto que el músico ofreció para la radio pública norteamericana en su popular programa "Tiny Desk Concert".
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