En 1983, The Police apenas podían considerarse como un grupo. Los egos de sus tres miembros estaban disparados, absolutamente superados por el éxito del que disfrutaba la banda. En entrevistas recientes, los miembros del grupo reconocían hasta qué punto se encontraban fuera de la realidad con un séquito a su alrededor dispuesto a facilitarles cualquier cosa que pidieran por muy extravagante que ésta pudiera ser. Además, todos los miembros del grupo habían empezado a buscar nuevos horizontes en solitario. Sting estaba empezando a hacer sus pinitos en el cine (la epopeya de ciencia ficción Dune se estrenaría al año siguiente), Andy Summers había grabado un trabajo a dúo con Robert Fripp y Stuart Copeland empezaba a centrarse en su carrera como compositor de bandas sonoras en Holywood. Las relaciones personales entre los integrantes del grupo tampoco eran las mejores. El productor del disco, Hugh Padgham relata como Sting y Copeland llegaron a las manos durante la grabación del hit "Every Breath You Take".
Con todo, al final de las sesiones de grabación, The Police habían completado el que posiblemente fuera el mejor disco de su carrera. No hay ya temas tan claramente influenciados por el reggae como en sus inicios y la instrumentación es mucho más completa. No se limitaron ya a su clásico trío de guitarra, bajo y batería sino que aparecen los sintetizadores con mayor profusión y el sonido es, por lo general, mucho más elegante. La mayor parte de las composiciones son de Sting con contadas excepciones como la crimsoniana "Mother" escrita por Andy Summers (trabajar con Robert Fripp debe tener un punto traumático), "Murder by Numbers", con música del propio Summers para un texto de Sting y Miss Gradenko, compuesta por Copeland.
Alguien que pudo ser Ian Anderson, lider de Jethro Tull, si la memoria nos es fiel en este punto, dijo en una ocasión que The Police eran la última gran banda progresiva. No deja de ser una afirmación bastante aventurada pero algo de eso hay en varios de los temas de este disco. "Synchronicity" podría haber formado parte del "Drama" de Yes y la citada "Mother" con la voz de Adrian Belew en lugar de la de Andy Summers encajaría como un guante en "Discipline" de King Crimson. No olvidemos que Hugh Padgham, productor del disco, intervino en la transición hacia los 80 de varios de los clásicos del progresivo como Yes en el propio "Drama" o Genesis con su "Invisible Touch".
Para bien o para mal, "Synchronicity" fue el último disco de la banda y un perfecto cierre para una carrera breve e intensa que tuvo la virtud de no pasar por el triste ocaso de muchas grandes bandas finalizando en el momento más brillante de la formación.
Los créditos del album incluyen a Sting (voz, bajo, teclados, oboe, saxo y drum machine), Andy Summers (guitarras, teclados, voz) y Stewart Copeland (batería, percusiones, xilófono).
Podeis encontrar el disco en las siguientes tiendas:
play.com
fnac.es
Y os dejamos un enlace para escuchar las dos partes del tema que da título al disco:
No hay comentarios:
Publicar un comentario