La extrema versatilidad de Pat Metheny como músico quedó completamente demostrada en los discos que grabó entre mediados de los años ochenta y los primeros años de la siguiente década. En aquella época, cada nuevo trabajo con el nombre del guitarrista en la portada era una aventura sorprendente de la que era imposible adivinar su estilo hasta que la aguja del reproductor comenzaba a arañar el vinilo. Con la misma facilidad escribía bandas sonoras con canciones a dúo con David Bowie, tocaba la guitarra en clásicos minimalistas de Steve Reich, lanzaba algunos de los más populares discos del Pat Metheny Group o se juntaba con gente de la talla de Ornette Coleman para grabar esa bestialidad del “free jazz” llamada “Song X” al mismo tiempo que se permitía extravagancias impensables como el ruidoso “Zero Tolerance for Silence”.
Cuando un músico se encuentra en un estado de gracia tal, se puede permitir entrar en un estudio de grabación acompañado de dos artistas como el contrabajista Dave Holland y el batería Roy Haynes y salir sólo unas horas después con un disco terminado debajo del brazo, sin repetición de tomas, retoques posteriores ni artificios añadidos en el proceso de producción. El título del disco hace pensar en algún tipo de desafío recibido por el músico y aceptado gustosamente: “Question and Answer” suena como si alguien le hubiera planteado a Metheny el reto de grabar un disco en una sola sesión y el músico hubiera hecho un par de llamadas para concertar la cita de inmediato poniéndose manos a la obra. El 21 de diciembre de 1989, el trío entra en unos estudios neoyorquinos para grabar un trabajo magnífico en el que encontramos composiciones del propio Metheny acompañadas de unos cuantos clásicos de distintas épocas.
Ya hemos hablado sobradamente aquí de Metheny con anterioridad por lo que creemos que procede hacer las presentaciones de los otros dos protagonistas del disco. Roy Haynes es uno de los baterías de jazz de más larga trayectoria que hoy podemos encontrar. En el momento de grabar el disco tenía 65 años y aún hoy sigue activo. Formó parte en su momento de las bandas de Lester Young y del quinteto de Charlie Parker y ha grabado con todo aquel que ha sido alguien en el jazz moderno, desde Miles Davis a Chick Corea, pasando por Coltrane, Thelonius Monk y una larga constelación de músicos. La elegancia de su toque sólo era comparable a la de su forma de vestir, que le valió la elección como uno de los hombres mejor vestidos de EE.UU. en 1960. A su lado en la lista, Fred Astaire, Cary Grant y Clark Gable. A pesar de su origen británico, Holland ha desarrollado la mayor parte de su carrera en América. Su época más recordada fue la que pasó junto a Miles Davis cuando reemplazó a Ron Carter en su banda aunque en el terreno puramente artístico, fue inmediatamente después, tras formar el grupo Circle junto con Chick Corea y Anthony Braxton y firmar con el sello ECM cuando nos dejó sus mejores discos, como reza el tópico, sólo o en compañía de otros.
El trío en acción en directo. |
“Solar” – Para abrir el disco, el tema escogido era un clásico cuyos primeros compases adornan la lápida de su autor, Miles Davis, en el cementerio de Woodlawn. Aparentemente escrita por el genio de la trompeta en 1954, la pieza apareció en su disco “Walkin’” aunque algunas fuentes atribuyen su autoría a Chuck Wayne, bajo el título original de “Sonny”. En las ediciones más recientes del disco de Davis, la autoría es compartida entre ambos músicos con lo que no debería haber mayor polémica al respecto. En la versión de nuestro trío tenemos al Metheny más jazzistico posible haciendo un trabajo impecable que estamos seguros de que convencerá hasta al más refractario de sus críticos aunque ante quien tenemos que quitarnos el sombrero (y no será la última vez en este disco) es ante la sobriedad con las baquetas de Roy Haynes, magistral en toda la pieza.
“Question and Answer” – Cuando escuchamos el disco por primera vez, no estábamos muy convencidos de que el formato de trío escogido por Metheny le fuese a permitir una gran versatilidad pero esa idea sólo nos duró hasta el momento en que escuchamos el segundo corte en el que escuchamos una pieza que rebosa Metheny por los cuatro costados. Con todo, el tema sigue destilando ese viejo aroma a jazz de toda la vida, sin artificios y lleno de inspiración. El único pero que le podemos poner es que, dado que el final del tema llega con un fundido, queremos pensar que la pieza grabada era bastante más larga. Años después, el trío volvió a grabar otra versión de esta composición acompañados de Gary Burton al vibráfono y Chick Corea al piano para el disco “Like Minds”.
“H & H” – Aunque todas las piezas del disco, a excepción de las versiones, están compuestas por Pat Metheny, no se trata de un ejercicio de lucimiento propio del guitarrista sino que deja un espacio muy amplio para que podamos disfrutar de las habilidades de sus “partenaires”. El título de esta pieza, con las iniciales de Haynes y Holland parece denotar una dedicatoria de Metheny a ambos en el contexto de una composición que nos parece mucho más improvisada que la anterior y que reserva el tiempo necesario para los solos de los dos artistas. A continuación, el trío en directo:
“Never Too Far Away” – Continúa el disco por senderos muy pausados en uno de los momentos más reflexivos y tranquilos de todo el trabajo. La pieza transcurre con placidez y sin sobresaltos recordándonos algunos dúos de Metheny con el bajista Charlie Haden en una línea similar.
“Law Years” – Precisamente Charlie Haden fue uno de los participantes en la grabación de “Science Fiction”, el disco que Ornette Coleman publicó en 1971 y del que procede este tema. No es casual la referencia a Haden ya que es la parte de contrabajo la más destacada en esta versión, al menos en sus primera parte. A partir de entonces aparece la guitarra de Metheny con un protagonismo que no había tenido hasta entonces y es el trío en su totalidad el que destaca sobremanera.
“Change of Heart” – Quizá sea esta nuestra pieza favorita del trabajo con Metheny explotando su vena más melódica y brindándonos una pieza plena de inspiración y sabor, con trazas de himnos anteriores del músico como su inmortal “Last Train Home”. Muy recomendable.
“All the Things You Are” – Entramos en la sección final del disco con los homenajes los músicos mas veteranos. El primero de ellos es esta versión del clásico de Jerome Kern & Oscar Hammerstein que formó parte del musical “Very Warm for May” de 1939 aunque se popularizó tras su inclusión en la película “Broadway Rhythm” cinco años después. El tema, convertido en estandar ha formado parte del repertorio de artistas de todas las épocas, desde Glenn Miller o Frank Sinatra hasta Brad Meldhau, pasando por Ella Fitzgerald, Barbara Streisand o ¡Nino Bravo! La versión instrumental de nuestro trío es maravillosa y tiene todo el encanto del jazz más clásico.
“Old Folks” – Un poco más atrás aún debemos remontarnos para encontrar el orígen de la siguiente pieza, concretamente hasta 1938 y un poco conocido disco de la cantante Mildred Bailey en el que aparecía esta canción de letra escrita por Dedette Lee Hill y música de & Willard Robinson. El tándem no fue demasiado conocido a pesar de que Sinatra llegó a grabar alguna canción suya. Quizá este “Old Folks” es la única pieza que ha alcanzado cierta trascendencia como estandar jazzistico a pesar de no ser concebida con esa forma sino como canción folk. La versión que escuchamos aquí es exquisita como todo el disco.
“Three Flights Up” – Para cerrar el disco tenemos otra pieza de Metheny que es también la única en la que aparece un instrumento ajeno al bajo-guitarra-batería de todo el trabajo: el synclavier interpretado por el propio Metheny aunque con un papel secundario en el que emula algunas cuerdas de fondo y trompetas en un momento determinado. Al margen de eso, estamos ante otro de los grandes temas del disco que sirve para poner fin al mismo con el mejor sabor de boca posible.
Aunque Metheny es uno de los más importantes músicos de jazz de las últimas décadas, no siempre ha tenido de su parte a un sector más bien amplio de la crítica que le acusa de blando, influido sin duda por la buena acogida comercial de muchos de los discos del Pat Metheny Group que en una época determinada se podían encontrar en las estanterías dedicadas a la “new age” de las tiendas de discos. Esta valoración no deja de ser injusta por cuanto olvida la etapa del músico en el sello ECM y sus discos al lado de grandes del jazz en un estilo absolutamente ortodoxo entre los que podemos contar este “Question and Answer”. Nosotros admiramos todas las facetas del músico por lo que no podemos dejar de recomendar la adquisición de este trabajo, cosa que está a un sólo click en cualquiera de los siguientes enlaces:
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