Resulta verdaderamente sorprendente que un pianista relativamente desconocido como era el neoyorquino Art Lande en 1973, de quien apenas existía alguna rara grabación en directo llegase a llamar la atención de Manfred Eicher hasta el punto de ofrecerle grabar su disco de debut en un sello como ECM en el que la nómina de pianistas estaba más que cubierta con nombres como los de Paul Bley, Chick Corea o Keith Jarrett. Quizá por ese riesgo se tomó la decisión de que el trabajo fuera firmado en su portada como un dúo con otra de las estrellas del sello, el saxofonista Jan Garbarek, aunque todas las composiciones del disco estaban acreditadas a Lande. En todo caso, la participación de Garbarek se centra en improvisaciones sobre el piano de Art, principalmente a la flauta, aunque también toca los saxos.
El disco se grabó en un par de días, de acuerdo con la metodología habitual de ECM en la época, apenas un par de semanas antes del “Witchi-Tai-To” de Garbarek con el cuarteto que formó con Bobo Stetson. El título, “Red Lanta”, es un anagrama del nombre del propio Art Lande, aficionado a ese tipo de juego de palabras (un tiempo después firmaría algún disco como Earl Dant, otro anagrama).
“Quintenaissance” - El comienzo del trabajo es muy melódico con la flauta de Garbarek encargándose del tema principal en la primera mitad hasta que Lande toma el relevo pasando de un inicio más folk a un tema mucho más jazzístico que se extiende durante todo el resto de la composición confirmando, de algún modo, quién lleva el peso de la obra. Garbarek reaparece en el tramo final recuperando la melodía inicial a modo de cierre.
“Velvet” - La segunda pieza tira más hacia el blues con una lánguida cadencia de piano a la que se suma el saxo soprano de Garbarek realzando el tono reflexivo del tema. El entendimiento aquí entre los dos artistas es muy notable y nos permite disfrutar de una gran composición que anticiparía el sonido de sellos futuros como Windham Hill.
“Waltz for A” - Pese a lo que indica el título, la siguiente composición no se ajusta a lo que entendemos por un vals salvo en contados momentos. Tiene todo el aspecto de una improvisación a dúo llena de diálogos entre la flauta y el piano que solo en el último tramo se centra en una melodía, ahora sí, con aire de vals.
“Awakening / Midweek” - Con mucha diferencia, el tema más largo de todo el trabajo. Empieza lentamente con el piano lanzando al aire una serie de acordes parsimoniosos a partir de los cuales es la flauta la que desgrana una de las mejores melodías del disco. Tras este comienzo, empieza una animada conversación entre los dos instrumentistas con retornos continuos al motivo central y variaciones sobre el mismo. Una buena oportunidad para apreciar el estilo de Lande, cercano a veces al del propio Jarrett.
“Verdulac” - Cambio radical con la siguiente pieza que comienza con un intenso ritmo de piano al que se suma el saxo conformando una maravillosa composición aflamencada que se revela como uno de los momentos más espectaculares del disco con Lande y Grabarek ofreciendo su mejor versión. Imprescindible.
“Miss Fortune” - Ambos intérpretes regresan al formato de piano y flauta para ofrecernos otro dueto muy inspirado, de nuevo en un formato más clásico de jazz contemporáneo entendido a la manera del sello ECM. Todo ello en un nivel muy alto tanto en las interpretaciones como en la propia composición.
“Open Return / Canción del momento” - En el último tramo del disco nos encontramos este “medley” entre dos piezas diferentes, la primera, una improvisación de piano dentro de los estándares del jazz más clásico y la segunda, sin salirse de esos parámetros, algo más dinámica. Es la única pieza del trabajo sin participación de Garbarek.
“Meanwhile” - Quizá para compensar eso último, el saxo del noruego es el que nos introduce en el penúltimo tema con una breve intervención que da paso al piano que vuelve a ser protagonista casi absoluto hasta el final.
“Cherifen Dream of Renate” - Cerrando el disco, escuchamos una melodía que, pese a que la autoría de todas las piezas del disco está atribuida a Art Lande, tiene todo el estilo del Garbarek más folclórico. En todo caso, siempre puede ser una improvisación sobre la composición de piano de Lande. La cuestión es que nos ofrece un cierre perfecto para un gran disco.
Después de este “Red Lanta”, Art Lande formó el grupo Rubisa Patrol con Mark Isham, Bill Douglass y Glenn Cronkhite con quienes grabó un par de trabajos pero a partir de entonces, y sin abandonar la composición y la publicación de discos, se centró en su carrera como docente en Cornell, St.Gallen (Suiza) y en Boulder, en diferentes etapas. Un músico interesante de que no es nada facil seguir la pista. Entre los trabajos que sería posible encontrar hoy (aunque buscando mucho) están un par de discos que grabó para el sello Windham Hill con cuentos infantiles narrados por Holly Hunter y Meg Ryan, al estilo de los que hizo en su día el también pianista George Winston. La trayectoria de Garbarek, por su parte, es bien conocida y ha seguido brindándonos grandes trabajos durante décadas aunque hace ya unos años que no tenemos noticias suyas. Siempre es buen momento, en todo caso, para disfrutar de sus grabaciones clásicas como es este “Red Lanta” que os recomendamos hoy.
¡Garbarek a la flauta! No lo conocía, solo lo había oído al saxo. Genial.
ResponderEliminar