Desde la
aparición del primer disco de Karen Matheson en solitario allá por 1996, cada
nuevo disco de Capercaillie iba acompañado de rumores de disolución de la
banda. Tras el controvertido “Nadurra” de 2002, muchos creyeron que el punto
final a la carrera de uno de los grupos escoceses más importantes de las
últimas décadas había llegado. Por algún motivo, aquel trabajo no gustó y las
críticas fueron bastante malas en general (algo que no compartimos ya que
creemos que en ese disco hay momentos grandiosos) y cuando Karen publicó su
segundo CD titulado “Time to Fall” no fueron pocos los que dieron por disuelto
el grupo.
Afortunadamente
no fue así y en abril de 2003 apareció “Choice Language”, un trabajo magnífico
que continuaba la senda de los mejores discos del grupo y que recuperó el favor
de la crítica. ¿Cómo se consiguió esto? Reduciendo la carga pop del disco y
recuperando el protagonismo de los instrumentos tradicionales aunque seguían
presentes los arreglos modernos a base de sintetizadores y cajas de ritmo que
contribuyeron a la popularización de Capercaillie en los años noventa.
Con “Choice
Language” se consolidaba la formación de octeto que se estrenó en 1999 y que
aún se mantiene hoy en día, siendo la más estable de toda la historia de la
banda. Integran Capercaillie en el disco que hoy comentamos: Karen Matheson
(voz), Donald Shaw (acordeón, piano, teclados y voces), Charlie McKerron
(violín), Michael McGoldrick (flautas, gaita y bodhran), Manus Lunny (guitarra,
bouzouki y voces), Ewen Vernal (bajo y voces), David Robertson (percusiones) y
Che Beresford (batería).
Imagen de la banda en directo |
“Mile Marbhaisg Air A Ghaol (A Thousand Curses On Love)” –
Bastan unos pocos segundos para darnos cuenta de que estamos ante un tema
clásico del grupo. Tenues acordes de sintetizador y la cálida voz de Karen
Matheson cantando en gaélico un tema tradicional. Alrededor, efectos
electrónicos, un ritmo contemporáneo y preciosos coros a cargo del resto del
grupo. Más adelante suenan violines, flautas, acordeón y un bajo hechicero que
se diría interpretado por cierto habitante de Hamelin, dado su efecto casi
hipnótico sobre el resto de instrumentos.
“Homer's Reel” – Composición de Michael McGoldrick dedicada por igual a los dos “Homer” más famosos: el héroe griego y el filósofo contemporáneo de apellido Simpson. El flautista la compuso durante una estancia en Cerdeña y sus instrumentos (flautas y gaitas) son los principales protagonistas aunque toda la banda tiene espacio para hacer gala de su excepcional categoría como intérpretes en la primera pieza instrumental del disco.
“The Old Crone (Port Na Caillich)” – Una maravillosa mezcla
de canciones antiguas y ritmos modernos nos da la bienvenida a otro tema
tradicional en el que volvemos a escuchar a Karen Matheson hacer de las suyas. Una
fiesta de ritmo que nos remite a los mejores momentos de los discos clásicos de
la banda. Si alguien tenía dudas al respecto, canciones como ésta confirmaban
que Capercaillie era un grupo con mucho por decir aún.
“Little Do They Know" – Donald Shaw se estrena en el
disco con una de sus características baladas más próximas al pop que a la
música celta pero que forman parte habitual del repertorio de la banda desde
los primeros años noventa. Matheson canta en inglés un texto dedicado al
político laborista de origen escocés John Smith, fallecido en 1994. La canción
es preciosa pero la coda final que Shaw rescata de un viejo trabajo para la BBC
es, sencillamente, arrebatadora.
“At Dawn of Day” – Dos de las especialidades de Karen
Matheson a la hora de cantar se combinan en este “set” formado por un tema de
“mouth music” y una “waulking song”. Cantadas ambas en gaélico, las dos formas
tradicionales aparecen con profusión en la discografía de la banda y en ellas
la vocalista brilla como pocas. Los arreglos electrónicos son magníficos y
convierten a Capercaillie en una banda muy diferente al resto. Quizá sea
nuestra pieza favorita de todo el trabajo aunque siempre es muy difícil
quedarse con sólo una cuando hay tanto donde escoger.
“The Boy Who” – Un artículo periodístico acerca de unos niños con supuestos poderes predictivos aparecidos en un barrio de Jerusalén inspiró este animado tema de Donald Shaw en el que destaca sobremanera la sección rítmica. Karen, de nuevo en inglés, adopta las formas que hicieron fortuna en discos como “Get Out” o “Secret People” con acierto. Quizá no sea una de las canciones más recordadas de la banda pero su contagiosa vitalidad no merece pasar desapercibida.
“The Sound of Sleat” – Si alguien echaba en falta a estas
alturas el clásico “set” de temas instrumentales de corte tradicional, verá
saciada su curiosidad con estas tres tonadas enlazadas. La primera de ellas es
una pieza para acordeón del gaitero Duncan MacKinnon, habitualmente
interpretada por gran cantidad de músicos del país. La segunda es una melodía
del violinista Charlie McKerron que enlaza con el cierre, de origen breton,
escrito por Jean Huitorel y que la banda conoció en versión de Soig Siberil.
“Nuair a
Chi Thu Caileag Bhoidheach (When You See a Pretty Girl)” – Karen Matheson cantando
en gaélico un tema tradicional. Pocas definiciones como esta sirven tan
bien para hacerse a la idea de lo que uno va a escuchar y, sobre todo, pocas
pueden hacernos sentir tan seguros de la enorme calidad de lo que va a sonar.
Sin llegar al nivel de otros himnos de discos como “Sidewaulk” o “Delirium”,
este tema nos enseña lo mejor de la mitad del matrimonio que lidera
Capercaillie desde su fundación.
“Who Will Raise Their Voice?” – Probablemente si cualquier
directivo de una discográfica tuviese que escoger un single promocional para
este disco se inclinaría por esta canción de Donald Shaw que reúne todas las
características para convertirse en un éxito en las listas de pop. Quizá sea
eso lo que nos hace mostrarnos algo remisos ante esta canción que, sin estar
mal en absoluto, parece concebida para gustar y, en ocasiones, eso se nota
demasiado.
“(I am in) A State of Yearning (Tha Fadachd Om Fhin)” – Un
raro aire de jazz envuelve los primeros compases de un tema escrito por Donald
Shaw sobre textos en gaélico de Norman MacLean. Musicalmente es una de las
piezas más extrañas del disco con “samples” de saxo mezclados con ritmos que se
acercan al “trip-hop” o sonidos de órgano nada habituales en la banda.
Curiosamente, la mezcla va evolucionando hacia algo que se parece mucho al
sonido habitual del grupo aunque sin terminar de entrar en los derroteros
habituales.
“Sort of Slides” – Nuevo “set” de breves temas de inequívoca
inspiración folclórica. Los dos primeros son obra de Manus Lunny, genio en la
sombra de la banda con permiso de Donald Shaw, mientras que el tercero lo
firman el propio Shaw junto con Charlie McKerron. No es la música en sí sino la
forma de enfrentarse a ella, el tratamiento de los ritmos y los enlaces entre
los diferentes motivos lo que convierte piezas como estas en verdaderas joyas.
“I Will Set My Ship in Order” – Como cierre del disco, los
miembros de Capercaillie rinden tributo a una de las mas importantes bandas del
folk escocés de los años setenta: Ossian. Para ello, escogen una balada de su
disco “Borders” publicado ya en 1984 y que sería uno de los últimos del grupo.
Se trata de una maravillosa balada que bien podría haber sido escrita para la
voz de Karen ya que, sin quitar ningún mérito a la versión cantada por Tony
Cuffe en su momento, la vocalista alcanza una expresividad y calidez que
convierten la canción en algo completamente diferente.
No podemos afirmar, como suele hacerse, que “Choice
Language” supusiera el regreso de Capercaillie al nivel de antaño porque nunca
vimos en “Nadurra” el bajón artístico que muchos apuntaron en su momento. Acaso
el disco que hoy hemos comentado sí que supusiera un repunte de la banda
mediante una cierta actualización de su sonido y una reducción de las
concesiones a lo comercial aunque tenemos que decir que ojalá toda la música
comercial sonase tan bien como los trabajos más flojos de Capercaillie,
ciertamente.
Cuando se cumplen 30 años desde la aparición del primer
disco del grupo escocés, éste se muestra en plenitud de facultades, grabando y
tocando en directo con la vitalidad de los mejores momentos (apenas hace unos
meses de la publicación de su último CD). Para aquellos interesados en hacerse
con “Choice Language”, un par de enlaces:
amazon.es
play.com
Como despedida os dejamos con el siguiente documental sobre los 30 años de la banda:
amazon.es
play.com
Como despedida os dejamos con el siguiente documental sobre los 30 años de la banda:
Nadurra es magnífico, y uno no entiende cómo la crítica le dió tantos palos. Tiene canciones magistrales y alguna versión de cierta canción tradicional escocesa, que es de diez. Nadurra merece la pena.
ResponderEliminarNadurra nos encantó en su día y, además, en nuestro caso fue la gira en la que pudimos ver a Capercaillie en directo por primera vez y aquello fue algo mágico. Tenemos pendiente su último trabajo con orquesta a ver qué tal aunque nos da un poco de miedo.
EliminarReloved es otra maravilla. Con la Royal Scottish Orchestra, suenan si éxitos fenomenalmente. Añade mucho más dramatismo y grandeza. Tobar Mhoire es un ejemplo de lo que hablo, y suena aquí incluso mucho mejor que la original. Belleza absoluta!
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