Continuando con
la tarea de revisión de lo más destacado del catálogo de Philip Glass que se
está realizando desde el sello Orange Mountain, era previsible que tras la
nueva grabación de la “Sinfonía No.1 (Low)” no tardase mucho la de su hermana,
la “Sinfonía No.4 (Heroes).
Glass es un
músico muy dado a organizar parte de su obra en “trilogías”, unas veces como
resultado final (la trilogía operística de “retratos” que incluye “Einstein on
the Beach”, “Akhnaten” y “Satyagraha”), otras como punto de inspiración (como
las obras de Cocteau “La Belle et la Bete”, “Orphee” y “Les Enfants Terribles”)
y otras como colaboración creativa con otros artistas (la trilogía “-qatsi”
junto a Godfrey Reggio. Cuando comenzó a plantearse su inmersión en la música
sinfónica escogió como inspiración otra célebre trilogía: la berlinesa de David
Bowie conformada por sus discos “Low”, “Heroes” y “Lodger” de la cual salieron,
a día de hoy, la sinfonía nº1 y la nº4 (ignoramos si habrá algún día una
“Lodger Symphony” como estaba planeado).
Como ocurría con
la “Low Symphony” que comentamos aquí recientemente, Glass adaptó una serie de
temas del disco “Heroes” para que sirviesen de base de su sinfonía más
ambiciosa hasta aquel momento y, al igual que en aquella ocasión, tomó como
base la reedición del sello Rykodisc que incluía algún tema que no formaba
parte del disco original aunque pertenecía a las mismas sesiones. Por ello uno
de los cortes no se corresponde en apariencia con ninguno de “Heroes” como
apareció en 1977. Existían dos grabaciones anteriores de la obra: una a cargo
de Dennis Russell Davies con la American Composers Orchestra publicada en Point
Music y otra posterior con Marin Alsop al frente de la Bournemouth Symphony
Orchestra para el sello Naxos. La razón de que se decidiera regrabar la obra
por parte del propio Davis con la orquesta de la que es director residente (la
Sinfonieorchester Basel) es la misma que propició la reciente edición de la
“Sinfonía No.1”. Las primeras grabaciones se hicieron en estudio y estas nuevas
proceden de registros en directo de la nueva interpretación, sin retoques de
ningún tipo.
Dennis Russell Davies y Philip Glass |
“Movement I –
Heroes” – La canción escogida como fuente de inspiración para el primer
movimiento de la sinfonía es la que daba título al disco de Bowie y una de las
más populares de toda la discografía del artista. El gran mérito de Glass a la
hora de enfrentarse a ella es que prescinde de toda referencia tópica a las
partes más reconocibles del tema. De hecho, cuesta mucho reconocer la pieza
original en el movimiento de la sinfonía. En él, las cuerdas son las
integrantes de la estructura principal quedando las flautas reservadas para la
melodía central. El movimiento tiene un gran dinamismo y Glass maneja las
distintas partes de la orquesta con acierto.
“Movement II –
Abdulmajid” – Este es un tema electrónico que no aparecía en “Heroes” pero sí
en la reedición antes mencionada de 1991. Se trata de una pieza tremendamente
vanguardista para la época, incluso dentro del contexto de un disco tan
avanzado como fue “Heroes”. Quizá por ser tan raro, Glass respeta mucho más la
melodía central del mismo así como su estructura aunque su sello personal está
muy presente. Desde el comienzo, escuchamos una música muy oscura, deslizándose
a ras de suelo, que va elevándose poco a poco apoyada en las percusiones y los
violines de intensidad creciente. Un cambio rítmico muy notable comandado por
los metales nos introduce en una brillantísima segunda parte en la que
disfrutamos de los momentos de mayor inspiración, probablemente, de toda la
sinfonía.
“Movement III – Sense of Doubt” – Una de las grandes piezas
instrumentales del disco de Bowie tiene una magnífica contrapartida en la
versión de Glass. Lo que en “Heroes” era una pieza oscura basada en una
profunda serie de notas sintéticas, adquiere tonalidades aún más tétricas desde
el primer momento del tema. Los vientos ejecutan la ominosa fanfarria inicial
varias veces mientras, tímidamente, asoman percusiones y cuerdas aportando un
leve destello antes de entrar en una sección fascinante comandada por las
flautas con una melodía de la cosecha particular de Glass que nos maravilla de
principio a fin.
“Movement IV - Sons of the Silent Age” – En esta ocasión el
compositor norteamericano toma apenas un motivo inicial del original para desarrollar
a partir de él una melodía de corte romántico a cargo de las maderas que va
evolucionando de un modo preciosista arropada por las cuerdas, éstas sí,
claramente dentro del estilo repetitivo del autor. Tras este segmento inicial
asistimos a la clásica combinación de las diversas capas orquestales al modo de
obras como “Akhnaten” o “Koyaanisqatsi” que han convertido la música de Glass
en un especie de marca comercial absolutamente reconocible. Tras un interludio
anunciado por los metales, entramos en la segunda parte del tema que viene a
ser una suerte de repetición de la primera cambiando los instrumentos escogidos
para ejecutar las partes principales.
“Movement V – Neuköln” – Otro de los instrumentales del
disco original disfruta de su oportunidad dentro de la sinfonía. Glass toma de
nuevo un tema casi literal como base de la pieza pero prescinde por completo de
los incendiarios fraseados de saxo que caracterizaban el tema de Bowie. Domada
así en cierto modo la pieza, se convierte en un interludio amable sobre el que
sigue planeando un cierto tono amenazante y ominoso.
“Movement VI – V2 Schneider” – Quizá la pieza más compleja
de la serie es la que cierra el disco porque refleja influencias múltiples: la
de Kraftwerk en Bowie y Eno quienes dedicaron el tema al miembro de la banda
alemana Florian Schneider y la de Bowie / Eno en el propio Glass. Si este era
el tema más cercano al “krautrock” de “Heroes”, se convierte también en el
movimiento más trepidante de la sinfonía a través de unos violines electrizantes
que arrastran tras de sí al grueso de las cuerdas y a una percusión casi
metronómica, digna de los propios y homenajeados miembros de Kraftwerk. Tras
varios minutos de músicas con el sello de Glass profundamente incrustado en
ellas, llega el homenaje al tema central de Bowie con la orquesta en todo su
esplendor en un rendido tributo del compositor norteamericano a la figura del
autor de “Scary Monsters”.
No parece muy probable que Philip Glass complete algún día
la serie de sinfonías basadas en la llamada trilogía berlinesa de David Bowie
con una obra basada en “Lodger” cuando ha completado ya seis más desde ésta “Sinfonía
No.4” sin referencia alguna a ese disco. Lo que si ha cambiado mucho es el
panorama que se presenta ante sus seguidores a la hora de poder seguir su música
sin perderse ninguna obra importante y es que Orange Mountain sigue publicando
novedades cada poco tiempo que son combinadas con grabaciones como ésta en las
que se pretende ofrecer versiones “definitivas” de obras anteriormente
disponibles en el mercado. Desde el blog seguiremos prestándoles el espacio que
merecen aunque, dado el ritmo de publicación del sello, muchas de ellas van
quedándose fuera. Aquellos interesados en adquirir esta 4ª sinfonía de Glass,
lo pueden hacer en los siguientes enlaces:
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Os dejamos con un interesante análisis del disco (en alemán) en el que se pueden disfrutar varios fragmentos de la obra:
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