En medio de la
acostumbrada cantinela sobre la crisis de la música, asistimos en los últimos
meses a un número ciertamente relevante de músicos o bandas de los que hacía
tiempo que no teníamos noticias discográficas. Uno de los más interesantes, a
nuestro juicio, fue el de Orbital en 2012. Lo cierto es que el dúo británico parecía
disuelto desde 2004 y sus dos integrantes, los hermanos Paul y Phil Hartnoll
habían comenzado sus respectivas carreras por separado, el primero bajo su
propio nombre y el segundo como miembro del dúo Long Range. Contra todo
pronóstico, en 2008 Orbital volvió a reunirse, aparentemente para conmemorar el
aniversario de “Chime”, su primer gran éxito, y para ofrecer algunos
conciertos. En ésta época, como suele ocurrir en estos casos, no faltaron
recopilatorios y algún que otro trabajo en directo.
A finales de 2011
se comenzó a hablar de un disco con material nuevo e incluso se abrió un canal
en youtube en el que se informaba puntualmente de la evolución de los trabajos.
Como principal novedad, se contó para la grabación de “Wonky” con la
participación del productor e ingeniero de sonido Mark Ellis, más conocido como
Flood cuyo nombre aparece en decenas de discos de éxito en las últimas décadas.
Nombres como U2, Depeche Mode, Sigur Ros o Nine Inch Nails, entre otros, han
contratado los servicios de Flood en uno u otro momento.
Imagen promocional de los hermanos Hartnoll. |
“One Big Moment”
– El disco comienza de forma muy suave, como pidiendo permiso, con una melodía
que va subiendo de volumen poco a poco hasta que entran las bases rítmicas y
los primeros “leads” con un sonido algo más agresivo de lo que suele estilar el
grupo. No tarda en aparecer el primer atisbo de melodía pero con timidez. Se
diría que termina de decidirse a abrirse paso entre los ritmos y efectos pero
termina por adueñarse poco a poco del corte. Tras unos minutos algo
titubeantes, el tema termina por dejar translucir su autoría y confirmarnos un
hecho: Orbital están de vuelta.
“Straight Sun” – Unas
notas de piano convenientemente repetidas forman la base del comienzo del corte
en el que podemos escuchar una elegante combinación de secuencias y ritmos que
desembocan en un segmento central claramente destinado a la pista de baile y
que demuestra que incluso en ese género hay maneras de hacer las cosas con un
mínimo de calidad, algo que no siempre sucede.
“Never” –
Llegamos así a uno de los grandes momentos del disco con una de esas melodías
inconfundibles del dúo que se desarrolla lentamente a través de repeticiones
continuas saltando de un sonido a otro. La base rítmica está suficientemente
contenida para no interferir con la melodía y el uso de efectos y samples
vocales es muy equilibrado lo que siempre ha sido uno de los puntos fuertes de
la música de Orbital: saber combinar melodías y ritmos sin saturar nunca al
oyente.
“New France” – Una
de las dos colaboraciones externas que aparecen en el disco es esta canción con
la vocalista de origen ruso Zola Jesus. Se trata de una pieza descaradamente
comercial aunque la voz principal quede algo ahogada en la mezcla. El corte fue
escogido como primer single del disco lo que es comprensible dada su
inconfundible orientación discotequera. Sin embargo, y pese a no ser uno de
nuestros cortes favoritos de “Wonky”, consideramos que es una canción con mucho
gancho. Nos sorprenden de nuevo los samples vocales, similares a los de “Never”
y que no solían estar presentes en los anteriores discos del dúo.
“Distractions” –
El tema más largo del disco es el que más nos recuerda a trabajos anteriores
del dúo. Se abre con una sucesión de veloces secuencias electrónicas sobre las
que escuchamos una melodía más bien simple a base de voces sampleadas que se va
a repetir continuamente en una pieza esencialmente rítmica que podría haber
formado parte perfectamente de discos como “The Middle of Nowhere”.
“Stringly Acid” –
La última frase del párrafo anterior sería aplicable sin problemas al siguiente
corte del disco, con un sonido ácido como el que indisimuladamente se anuncia
en el título. Atravesamos la parte del disco más centrada en la música
bailable, en esta ocasión con un tema sin concesiones en el que llegamos a
escuchar, incluso, algún atisbo de reggaeton.
“Beelzedub” –
Quizá el primer gran éxito de Orbital fue el single “Satan” y en “Wonky” tiene
su homenaje en este corte cuyo título ya es un juego de palabras con el,
llamémosle, original. Esta actualización de aquel viejo tema nos sirve para
confrontar la evolución del sonido del grupo en estos años y lo cierto es que el
dúo pasa la prueba con nota. Con un sonido mucho más incisivo y afilado que de
costumbre (hay momentos en que el tema podría pasar por uno de Prodigy),
Orbital nos demuestran que han sabido evolucionar y que su versión de 2012 es
una apuesta tan válida como cualquiera de las que han surgido en los tiempos
más recientes en la electrónica.
“Wonky” – El que
fue segundo single del disco contó con la participación de la rapera Lady
Leshurr. A pesar de que sigue siendo un tema con el sello Orbital muy presente,
la presencia de ésta desnaturaliza en cierto modo la canción, lo que no fue del
todo bien acogido por muchos de los seguidores del dúo. En nuestra opinión, el
corte se aleja un poco de lo que se espera del grupo acercándose mucho más al
modo de hacer las cosas de bandas como los Chemical Brothers.
“Where Is It
Going?” – Cerrando el disco encontramos el que fue también su tercer single. A
diferencia de los dos anteriores, estamos en presencia de una pieza enteramente
instrumental, sin invitados de ninguna clase y en la que Orbital se acercan de
nuevo a la que creemos que es su principal influencia: la de Kraftwerk. De ese
modo se pone el punto final dejándonos un gran sabor de boca a un regreso que,
en nuestra opinión, supera todas las expectativas.
El regreso de
Orbital traía aparejada la incógnita acerca de si iba a tener continuidad o si,
por el contrario, estábamos ante un intento de hacer caja aprovechando la
nostalgia de los seguidores pero pocos meses después la incógnita parecía
resolverse al anunciarse la participación del dúo en la película “Pusher”
componiendo la banda sonora de la misma, lo que supone una confirmación de que
el proyecto Orbital va a seguir activo por un tiempo. Nos congratulamos de que
eso sea así y esperamos novedades en el futuro ya que consideramos al dúo
británico como una de las propuestas más interesantes en su estilo que han
surgido en mucho tiempo así como uno de los pocos grupos que pueden aspirar al
trono de otros grandes como fueron los ya citados Kraftwerk.
La edición
especial de “Wonky” incluye un segundo disco en directo en Australia en el que
el grupo repasa el grueso de sus primeros éxitos. Aunque no nos parece
particularmente interesante, la pequeña diferencia de precio con la edición
normal nos hace decantarnos por ésta a la hora de recomendar una compra.
Os dejamos con la banda interpretando "Where Is It Going?" durante la ceremonia de apertura de los JJ.OO. Paralímpicos de Londres'12:
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