Godfrey Reggio y Philip Glass han mantenido una colaboración estable a lo largo de las décadas que ha dado como resultado seis bandas sonoras del músico para sendas películas del director. La más reciente de ellas ha sido “Once Within a Time” (2022), una extraña mezcla de animación stop-motion, marionetas, teatro de sombras y fotogramas pintados a mano para un metraje que incluye entre sus protagonistas nombres tan inesperados como el del boxeador Mike Tyson. La película ha sido definida como un cruce entre el clásico de Disney, “Fantasía” y el “Viaje a la Luna” de Méliès y, al menos en el aspecto visual, la comparación nos parece muy acertada.
En esta ocasión, la película no está dirigida por Reggio en solitario sino que cuenta con la colaboración de Jon Kane, quien ya trabajó con Reggio en “Naqoyqatsi” como editor además de tener una larga experiencia en la creación de anuncios, principalmente para la MTV y VH1. Lo mismo ocurre con la banda sonora que no está compuesta en su totalidad por Glass sino que cuenta con la colaboración de la fascinante Sussan Deyhim (quien también aparece realizando un papel en la película). Deyhim es una compositora, bailarina y cantante iraní que ha colaborado con artistas como Bobby McFerrin, Peter Gabriel, Ornette Coleman o U2 además de tener una interesantísima discografía propia en la que explora conexiones de todo tipo entre la música tradicional y la moderna, la poesía o la religión. Deyhim firma varias piezas del disco, algunas en solitario y otras junto al propio Glass.
“Clarion Call” - La primera pieza del disco aparece firmada conjuntamente por Philip Glass y Sussan Deyhim y aprovecha todas las cualidades vocales de la cantante que explora registros que combinan lo étnico con la vanguardia que encontramos, por ejemplo, en la obra de Meredith Monk. Es una magnífica composición, vocal casi en su totalidad que nos da una pista de por dónde va a transcurrir gran parte de la música de la película.
“Prologue” - El prólogo de la obra es una alegre composición de Glass en su estilo habitual interpretada en su melodía central por lo que podría ser un calíope y con la participación del Philip Glass Ensemble con la voz de Tara Starling Khozein. Estilísticamente es un regreso del músico al tipo de composición que solía realizar en los ochenta y noventa que abandonó en tiempos recientes por una visión más clasicista.
“Act I” - Continuando con la instrumentación poco habitual, escuchamos aquí el acordeón de Nathan Koci en la introducción de una pieza lenta y profunda a la que luego se suma la flauta. En la segunda mitad todo cambia y se acelera metiéndonos de lleno en el clásico tema arpegiado de Glass tan reconocible a lo largo de los años.
“Electric Blizzard” - Brevísimo interludio compuesto por Cameron Glass, uno de los hijos de Philip. De duración inferior al minuto, no es más que una pieza ambiental electrónica que sirve de transición hacia el segundo acto.
“Act II” - Tanto este tema como el siguiente son adaptaciones de composiciones antiguas de Glass. La primera retoma “Façades”, la pieza escrita en su día para “Koyaanisqatsi” que fue descartada y terminó formando parte de “Glassworks”. Aquí suena en una versión de órgano con el tema central interpretado al saxofón con apoyo del clarinete.
“Rocket Jets” - Nos vamos algo más atrás en el tiempo con una brevísima adaptación de “Victor's Lament”, del disco “North Star” (1977) que aparece en la contraportada del disco con una duración de doce minutos en lo que es un error ya que la pieza apenas dura unos segundos.
“Act III: Dies Irae (part 1)” - Más interesante es la siguiente composición coral con algún apoyo instrumental. Se trata de una revisión del “Dies Irae” gregoriano en la que Glass aparece solo como arreglista. Su adaptación lleva en cierto modo el tema a su terreno, recordando a alguna obra del músico de los setenta como “Another Look at Harmony”.
“Act III: Dies Irae (part 2)” - A modo de coda de la pieza anterior, se añade aquí otro arreglo de la misma melodía, en este caso a cargo del colaborador habitual de Glass, Michael Riesman.
“Double Helix” - Entramos en la segunda mitad de la banda sonora en la que ya no participa Glass con esta pieza de Mark Atkins. El intérprete de didjeridoo nos muestra un fascinante tema con su particular instrumento y las fascinantes voces de Sussan Deyhim que toma el protagonismo a partir de ahora.
“Aria” - Uno de los mejores ejemplos de la obra de la cantante iraní que nos deja aquí una estremecedora interpretación a cappella de una melodía de inspiración tradicional. Tanto su voz como su forma de interpretar nos recuerdan inmediatamente a Lisa Gerrard por lo que creemos que los admiradores de la australiana podrán disfrutar igualmente de la obra de Deyhim.
“Children's Voices” - Otra pieza de Sussan, en esta ocasión mucho más breve e interpretada con el apoyo de los miembros de la Harlem School of Arts.
“Snake Dance” - El siguiente tema está compuesto por el percusionista Michael Drake y formó parte de su disco “Shaman Drums” (2014). Aquí se le suma la voz de Sussan Deyhim en una combinación fantástica que, inevitablemente, nos vuelve a recordar a la obra de Lisa Gerrard, en especial como parte de Dead Can Dance. Recordemos que parte de la inspiración de la banda de Lisa era la música oriental por lo que no es de extrañar que ella y Sussan tuvieran fuentes comunes.
“Clarion Call II” - Cierra el disco otra excelente canción de Deyhim escrita en colaboración con el compositor y director de cine costarricense Mau Quirós. Percusiones y voces se mezclan en un crisol fantástico que nos deja un extraordinario sabor de boca.
Tenemos que reconocer que hasta que escuchamos este disco no sabíamos de la existencia de Sussan Deyhim y que ha sido a raíz del mismo, que hemos empezado a interesarnos en su obra por lo que no será raro que más adelante tengamos por aquí algún ejemplo. Lo cierto es que, en realidad, su aportación es la más interesante de esta banda sonora y lo decimos siendo admiradores incondicionales de Philip Glass como ya habrán notado los lectores habituales del blog y es que, en “Once Within a Time”, el de Baltimore realiza lo que los taurinos llaman una faena de aliño que, suponemos, encajará bien con las imágenes del film de Reggio pero que musicalmente no ofrece demasiadas novedades. En cualquier caso, estamos ante un buen disco que nos parece absolutamente recomendable. Sería interesante poder ver la obra en su totalidad y en el contexto para el que fue creada pero no nos consta que la película haya sido estrenada en España y tampoco aparece en el catálogo de las principales plataformas de streaming por lo que seguiremos esperando.

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