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martes, 31 de enero de 2023

Kraftwerk - Remixes (2022)



A falta de nueva música, que seguramente no llegue nunca, en los últimos años los miembros de los actuales Kraftwerk se han dedicado a dar conciertos por todo el mundo y a reeditar su fondo de catálogo en diferentes formatos y versiones. Nada especialmente alentador para el seguidor de la banda pero es lo que hay. La última novedad que nos dejaron, hace ya casi un año, fue una colección de remezclas de temas antiguos que tenía como principal atractivo que eran los propios miembros de la banda los autores de buena parte de las nuevas versiones además de la presencia de renombrados mezcladores como François Kevorkian o William Orbit.


En realidad, casi todo el material había aparecido anteriormente en uno u otro formato, desde maxis y singles procedentes de su disco de 1991, “The Mix” hasta descargas digitales más recientes. Si acaso, podría llamarnos la atención la presencia de un corte de ocho minutos titulado “Non Stop” pero en realidad solo se trata de una versión (muy) extendida de un pequeño clip de 30 segundos que la banda creó para la MTV en los ochenta.




La recopilación consta de dos CD (o tres vinilos) con el siguiente tracklist y se abre con el citado “Non Stop”, un corte bastante intrascendente en una línea sonora que luego calcarían para el single “Expo 2000”, compuesto para la Exposición Universal de Hannover de ese mismo año. Nada especialmente interesante pese a ser la única novedad con algo de atractivo del disco. Continúa la cosa con dos cortes publicados en 1991 como parte del CD single “Die Roboter”, perteneciente al antes mencionado “The Mix”: “Robotnik (Kling Klang Mix)” y “Robotronik (Kling Klang Mix)”. Lo mejor de ambas mezclas es que son de una época en la que este tipo de versiones todavía no habían caído en el pachangueo discotequero vulgar que proliferó en los años siguientes y que, en muchos casos, hacía irreconocible el tema original. El hecho de que fueran remixes hechos por el propio grupo también tiene que ver con esto que decimos. De la misma época es el single “Radioaktivitat” en el que aparecían los dos siguientes temas del disco. La primera remezcla corre por cuenta de William Orbit, quien por aquel entonces estaba en plena efervescencia y a sus trabajos en solitario empezaba a sumar colaboraciones y remixes con los artistas más reputados. La otra mezcla es obra de François Kevorkian, estrella del género en los ochenta cuando hizo trabajos de este estilo para decenas de estrellas, no solo de la electrónica (Jean Michel Jarre, Yazoo, Depeche Mode o los propios Kraftwerk) sino del rock y el pop como Wham!, U2, The Smiths, King Crimson o David Gilmour. Lo siguiente, y puede parecer algo excesivo y pesado para escucharlo de corrido, son siete remezclas del single de 1999, “Expo 2000”. Las cuatro primeras se incluyen en el primer CD y las tres restantes aparecen abriendo el segundo. Entre ambos bloques tenemos otro de los cortes “nuevos” del trabajo, del que hablaremos después. Volviendo a “Expo 2000”, los dos primeros remixes son de la propia banda y responden a los títulos de “Kling Klang Mix 2002” y “Kling Klang Mix 2001”. Personalmente siempre nos gustó la agresiva línea de bajo del primero de ellos pero es que el tema original es de una simpleza tal que es muy difícil sacar mucho de él. Luego podemos escuchar remezclas de Orbital, Kevorkian, en este caso acompañado de Rob Hives, DJ Rolando y un par de ellas firmadas por Underground Resistance. Quizá porque siempre hemos sido fans de Orbital, la suya nos parece una mezcla muy interesante y que mejora cualquiera de las demás, incluyendo las de los propios Kraftwerk. La de Kevorkian y Hives, sin llegar a ese nivel, es muy elegante y también creemos que es muy destacable. Cerrando el primer CD podemos escuchar una nueva versión de “Home Computer” grabada por la banda en 2021 aunque lo cierto es que no presenta ninguna novedad sustancial respecto al tema que todos conocíamos ya. En cualquier otro artista sería considerada una tomadura de pelo pero parece que con Kraftwerk vale todo.




El segundo disco lo abren las mencionadas remezclas de Underground Resistance. La primera de ellas firmada solo por DJ Rolando, quien era miembro del colectivo en aquella época y lo abandonó un poco después. Para nuestro gusto, es excesivamente discotequera y sin demasiado interés, algo que ocurre también con la primera de las dos firmadas por la agrupación. Techno con toques ácidos que no aporta demasiado al original. La segunda, en cambio, renuncia a los ritmos repetitivos y opta por un enfoque más ambiental que queda mucho mejor. La siguiente tanda de remezclas procede del single de 2004, “Aero Dynamik”, la primera de ellas, de los propios Kraftwerk y las otras dos a cargo del dúo formado por Alex Gopher y Etienne de Crecy una de ellas y de François Kevorkian la otra. El estilo acid house de la primera funciona realmente bien hasta el punto de convertirla en una de nuestras mezclas favoritas del disco pese a tener muy poco que ver con el original. Sobre la de Kevorkian, solo señalar que lleva su sello y que utiliza muchos más elementos sacados de las pistas  de la versión de Kraftwerk. Continúa el segundo volumen con dos producciones del grupo británico Hot Chip ofreciéndonos su particula revisión del propio “Aero Dynamik” y de “La Forme”. El single se publicó en 2007 en formato de vinilo de 12 pulgadas y aquí aparece por primera vez (creemos) en CD. La primera de ellas recuerda mucho el “Born Sleepy” de Underworld en su inicio y nada al tema de Kraftwerk que se supone que remezcla aunque luego corrigen esto utilizando la base rítmica de éste casi sin modificar salvo el clásico añadido de caja y bombo machacón. Mucho más nos gusta la versión de “La Forme”, vibrante, enérgica, con una secuencia muy monótona pero que contribuye a dar esa sensación de velocidad que requiere el tema. De lo mejor de toda la colección. Para concluir el disco, Kraftwerk nos dejan con una nueva grabación de “Tour de France (Etape 2)”. Sin ser tampoco excesivamente diferente de la publicada en su día, al menos aquí sí hay algún elemento nuevo. ¿Mejora en algo el original? Probablemente no pero algo es algo.




En resumen, este “Remixes” es un disco recomendable solo para los seguidores acérrimos de la banda alemana y con fines exclusivamente completistas. Sin ser nada excesivamente novedoso, su reciente caja “The Catalogue 3D” tenía material mucho más interesante pese a ser también lo que se conoce como un sacacuartos. En todo caso, y dada la relevancia de Kraftwerk en la música de las últimas décadas y su presencia habitual en el blog, creíamos conveniente hacer referencia al menos a la publicación del disco.

domingo, 22 de julio de 2012

Kraftwerk - Electric Cafe (1986)


Tras un disco tan inspirado como fue “Computer World” en 1981, los miembros de Kraftwerk se embarcaron en la que fue la gira más importante del grupo, tanto por medios técnicos (practicamente llevaban consigo todo su estudio Kling Klang) como por número de concertos y países visitados. Tras la misma, se iban a producir importantes cambios en el funcionamiento de la banda. Motivado por el cansancio del tour, Ralf Hutter empezó a obsesionarse por el ejercicio y el mantenimiento de la forma física. El músico, fanático del ciclismo, se acercó a planteamientos vegetarianos  e incrementó su actividad deportiva con algunas consecuencias que más tarde trataremos. Por otra parte, Wolfgang Flur, uno de los dos percusionistas de la banda, no estaba del todo satisfecho con el papel cada vez más marginal que desempeñaba en el grupo, especialmente con el mayor peso que venían teniendo los secuenciadores y las cajas de ritmo en la música de Kraftwerk. Como ya señalamos en entradas pasadas, aunque Flur aparecía acreditado como uno más en los últimos discos de la banda en los que aún participaba, las últimas reediciones de los mismos lo mencionan sólo como colaborador.

Volviendo al disco que hoy nos ocupa, el planteamiento del mismo no estaba nada claro y surgieron muchos problemas durante su gestación que lo conviertieron durante muchos años en un disco “fantasma” para los seguidores del cuarteto de Düsseldorf siendo habitual que muchos pensasen que existía en realidad un disco “perdido” de Kraftwerk con música inédita que algún día vería la luz. Lo que ocurrió en realidad es que surgieron una serie de problemas de todo tipo durante la grabación que fueron retrasando y casi cancelando el proyecto. El nuevo disco iba a llamarse “Technicolor”, palabra que resultó ser una marca registrada por lo que se descartó, de modo que se buscó el nuevo título de “Techno Pop”. Supuestamente el disco estaba grabado y a punto de publicarse durante 1982 pero algún tipo de problema lo estaba retrasando. Quizá de forma precipitada, EMI lanzó el que se suponía que iba a ser el adelanto del trabajo en forma de single, el popular y ultracomercial “Tour de France”, lo que hizo pensar que la aparición de “Techno Pop” era inminente.

Nada más lejos de la realidad. Un accidente de Hutter, precisamente mientras practicaba su afición con la bicicleta, y que le llevó a pasar unos días en coma, retrasó el proyecto pero no era sólo eso. El disco no terminaba de convencer a los miembros del grupo que buscaban un sonido mucho más avanzado que el que estaban logrando. Kraftwerk era una referencia en todo el mundo y si querían seguir siendolo, el disco tenía que ir un paso más allá respecto del anterior. La discográfica, sin embargo, siguió con sus planes promocionales e incluso llegó a anunciar una fecha de lanzamiento para el disco en 1984 llegando a adjudicarle un número de catálogo. Circulan imágenes con la supuesta portada del disco, además de un supuesto tracklist que contendría los siguientes temas: “Techno Pop” (que ocuparía la cara A del disco al estilo de “Autobahn”) “The Telephone Call”, “Sex Object” y “Tour de France”. Para sorpresa de todos, EMI lanza en 1985 una reedición de “Autobahn” como única novedad de Kraftwerk y parece que el disco “Techno Pop” queda olvidado definitivamente.

La realidad era bien distinta. Tras mucho buscar la tecla adecuada para conseguir el sonido que buscaba para el disco, Ralf Hutter pensó en el DJ francés de origen armenio François Kevorkian, personaje que se había hecho un nombre en la escena neoyorkina del dance como DJ, convirtiendose en uno de los pioneros del género y en artista de referencia en aquellos años. Kevorkian había hecho una mezcla para la versión maxi del tema “Tour de France” y parece que el resultado satisfizo a los miembros de Kraftwerk hasta el punto de confiarle las cintas del futuro disco para ver qué salía de ellas bajo su criterio. Aunque hay muestras en la red de cómo sonaban supuestamente las demos iniciales del disco previas a la participación de François, no son suficientes para hacernos una idea de su aportación pero debió ser importante. Ralf Hutter se presentó en Nueva York con un montón de demos y regresó con un disco prácticamente terminado. El prestigio del DJ le ha llevado a colaborar con otros grandes que suelen aparecer por aquí: en 1985 realizó una mezcla del single “Zoolookologie” de Jean Michel Jarre y tres años después hizo lo propio con el maxi de “Revolutions” del mismo autor y es sabido que los miembros de Depeche Mode contactaron con Kevorkian antes de la grabación de “Violator” porque, en sus propias palabras, querían sonar como Kraftwerk en “Electric Café”.

Así, en 1986 aparece el nuevo y muy esperado disco de Kraftwerk con el nuevo título de “Electric Café” que acabamos de mencionar. La diferencia de nombre y el tiempo transcurrido provocó que muchos seguidores pensasen que se trataba de un proyecto totalmente nuevo y distinto del anunciado “Techno Pop” y durante mucho tiempo se esperó que aquel supuesto disco saliera a la luz y es que tras “Electric Café”, la banda entró en hibernación desapareciendo casi por completo de la escena musical. Sólo un disco recopilatorio con nuevas mezclas aparecido cinco años después sirvió para recordarnos que aún estaban activos hasta su regreso, ya en 1999 del que probablemente hablemos más adelante. En “Electric Café” intervienen Ralf Hutter (voz, vocoder, teclados, aparatos electrónicos diversos), Florian Schneider (vocoder, sintesis de partes vocales), Karl Bartos (baterías y percusiones electrónicas, voz) y Wolfgang Flur, quien aparecía en los créditos iniciales con el rol de miembro de la banda y en los de las reediciones recientes simplemente como colaborador, sin participación musical activa). François Kevorkian y su colaborador Ron St.Germain aparecen como responsables de las mezclas finales junto con el propio Ralf Hutter.

Supuesta portada para "Techno Pop" basada en el diseño del single "Tour de France"


“Boing Boom Tschak” – Comienza el disco con la repetición continua de los sonidos onomatopéyicos que dan título al tema a la que se añade un ritmo electrónico y algunos efectos sonoros, principalmente samples de voz y un breve riff de sintetizador. Una especie de narrador repite de vez en cuando la frase: “Musique Non Stop: Tecno Pop” lo que da una idea de continuidad con los dos cortes siguientes que completan la primera cara del disco.



“Techno Pop” – Sin solución de continuidad entramos en la segunda pieza del album con un sonido de cuerdas electrónicas que añadidas al ritmo continuo del tema inicial y a algunos toques de bajo van configurando una canción más convencional que la anterior en la que se repiten determinadas frases en distintos idiomas, incluído el español. Llegados a este punto podemos comprobar que el sonido del grupo es más limpio que nunca y que el esfuerzo para mantenerse en vanguardia en ese aspecto no fue en vano. Durante la grabación, los alemanes hicieron un uso intensivo del Synclavier, carísimo aparato electrónico cuya versión de 1982 incorporaba el primer sampler de 16 bits y su característico sonido está presente en toda la grabación.

“Musique Non Stop” – Casi como una extensión del corte anterior llegamos al que cerraba la cara A del LP que mantiene punto por punto el mismo esquema de sus precedentes. Tenemos así una primera parte del disco centrada casi exclusivamente en los ritmos y en la que la melodía queda en un segundo plano.

“The Telephone Call” – Es al llegar a la cara B del disco cuando nos encontramos con los cambios más notables y nos damos cuenta con sólo escuchar los primeros segundos del tema que la abre. Comienza la canción con una serie de ritmos construídos a partir de distintos sonidos de aparatos de teléfono sonando, ruidos de marcación, mensajes de linea ocupada, etc. todos ellos mezclados formando una introducción realmente atractiva. No nos sorprendería nada que la idea surgiera tras escuchar “The Dark Side of the Moon” de Pink Floyd ya que el efecto conseguido es una mezcla entre las alarmas y campanas de los relojes del comienzo de “Time” y el sonido de las cajas registradoras de “Money”. Tras la introducción llegamos a lo que quizá sea la canción pop más descaradamente comercial de Kraftwerk si obviamos su éxito de años pasados “The Model”. Como curiosidad, la voz principal es la de Karl Bartos, cosa nada habitual en el grupo. Escuchando “The Telephone Call” entendemos pefectamente qué es lo que pretendían los integrantes de Depeche Mode cuando recurrieron a François Kevorkian para “sonar a Kraftwerk” ya que muchas de sus canciones posteriores tienen elementos que ya aparecen en el tema del grupo aleman.



“Sex Object” – No son los alemanes una banda particularmente dada al humor pero, de vez en cuando, dejan perlas como este “Sex Object”, otra canción de corte muy comercial y cuyas cuerdas, guitarras sintetizadas y percusiones han sido imitadas en varias ocasiones, particularmente por los tantas veces citados Depeche Mode en su disco “Violator”.

“Electric Café” – Para cerrar el disco, Kraftwerk reservan la canción que le da título y que continúa con la linea de toda la cara B: una canción pop electrónica de factura impecable con un aire retro que la emparenta con el disco anterior más que con el que la incluye. En cualquier caso, es otro magnífico ejemplo del buen hacer del grupo.

Distintas evoluciones del Synclavier


El hecho de que el disco no tuviera una aceptación demasiado buena en su momento puede estar relacionado con los cinco años que transcurrieron entre su predecesor “Computer World” y éste. En ese lapso de tiempo surgieron muchos otros grupos que, en cierto modo, llenaron el hueco del pop electrónico y cuando apareció “Electric Café” no supuso ninguna revolución. Tampoco es éste un disco particularmente apreciado por los seguidores de la banda y quizá por eso queremos reivincarlo aquí como un trabajo perfectamente válido y tan influyente como cualquiera de los anteriores del grupo. Seguramente si hubiera aparecido en las fechas previstas y en su lista de temas hubiera estado incluído el single “Tour de France” estaríamos hablando de uno de los mayores éxitos de Kradtwerk pero las cosas siguieron otro rumbo. Como curiosidad, señalaremos que en la reciente reedición de la discografía moderna de Kraftwerk el disco aparecía bajo su título original de “Techno Pop” en lugar del de “Electric Café” con alguna variación en su contenido ya que la versión de “The Telephone Call”, de más de siete minutos de duración, se ve reemplazada por la más corta que apareció como single en su momento y se añade el tema “House Phone” que formó parte como cara B del maxi-single de la composición anterior en 1987. Por lo tanto, salvo que busqueis en el mercado de segunda mano, la versión que encontrareis en las tiendas es ésta última. Os dejamos dos enlaces por si os animais con el disco de los de Düsseldorf:

amazon.es

play.com


Nos despedimos por hoy con una rareza. La edición española del disco incluía una versión en castellano de "Sex Object" titulada "Objeto Sexual". Un error en el prensado del vinilo por cuya causa alguno de los temas tenía unos instantes de silencio en medio hizo que la edición fuera retirada de las tiendas. Sin embargo, algunos ejemplares circulan por ahí y procedente de uno de ellos es la siguiente versión. Disfrutadla.