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domingo, 13 de diciembre de 2020

Clannad - Macalla (1985)




El éxito de una canción como el “Theme from Harry's Game” marcó la carrera de Clannad para bien y para mal. Para bien porque les dio a conocer casi mundialmente y les confirió un estatus de estrellas de la música, especialmente en su Irlanda natal que trascendió los círculos del folk y la música celta. Para mal, porque supuso un cierto estancamiento estilístico que hizo de sus siguientes trabajos una serie de buenos discos, muy buenos en algún caso, pero que no osaron alejarse ya de la senda marcada por “Harry”.


La popularidad tuvo consecuencias casi inmediatas y se tradujo en encargos como la banda sonora de “Robin of Sherwood”, serie de la cadena privada inglesa ITV que revisaba la historia de Robin Hood con interesantes añadidos del género de la magia y la fantasía así como referencias a la leyenda artúrica. La serie no solo triunfó en el Reino Unido sino que también se emitió en varias ocasiones en los Estados Unidos. Gracias a ello, la banda sonora compuesta e interpretada por Clannad se hizo acreedora de múltiples reconocimientos entre los que se encuentra un premio BAFTA.


La otra consecuencia del éxito tenía que ver con el estilo. Clannad no podía seguir siendo un grupo estrictamente “folk” y eso se tradujo en una mayor carga de pop en sus canciones y también en una serie de colaboraciones que aparecen en “Macalla” y que demuestran que en la RCA se tomaron en serio la proyección de la banda. En el nuevo trabajo aparecería Bono de U2, que ya sonaban con asiduidad en las emisoras de todo el mundo y que estaban a punto de alcanzar el nivel de leyenda con su próximo disco. También participa el saxofonista Mel Collins, ex-miembro de King Crimson y uno de los músicos de sesiones con un currículum más impresionante. El productor sería Steve Nye, miembro de la Penguin Cafe Orchestra que había participado en muchos trabajos muy interesantes de gente como Brian Ferry, Japan o Frank Zappa. El esmero en el lanzamiento por parte de la discográfica se hace notar también en el aspecto gráfico del disco cuyas fotografías corren por cuenta de Anton Corbijn. Junto con las estrellas invitadas participan en la grabación otros habituales de la banda como James Delaney (teclados), Paul Moran (batería), Anton Drennan (guitarra) y Danny Cummins (percusión). Clannad formaba con los miembros “clásicos”: Maire, Pol y Ciaran Brennan y sus tíos Padgraig y Noel Duggan.


Bono con Maire Brennan



“Caislean Oir” - El disco comenzaba con una canción que seguía la senda del “Theme from Harry's Game”, es decir, coros multiplicados una y mil veces en el estudio con Maire Brennan cantando la parte central de la letra. La instrumentación que acompaña es casi anecdótica: unas notas de arpa en un momento determinado y un fondo de sintetizador en otro. Una gran puesta en escena en cualquier caso.




“The Wild Cry” - La siguiente canción enlaza con la anterior sin solución de continuidad pero ya en una línea completamente diferente. Maire canta en inglés un corte pop en el que su voz es la protagonista absoluta. Ni rastro de la tradición celta de la banda. Escuchamos el primer solo de Collins con ese saxo que tanto abundaba en las producciones de los años ochenta para darle un toque “mainstream” a una canción impecable aunque ligeramente convencional.


“Closer to Your Heart” - El primer “single” del disco era esta canción decididamente comercial de una factura elegantísima en la que destacan las segundas voces que acompañan magníficamente a Maire y que serían una gran influencia para otras bandas que evolucionaron también del folk celta al pop como los escoceses Capercaillie. El uso de la guitarra eléctrica y los teclados completaba el desmarque de la música tradicional que Clannad estaba ejerciendo en aquel momento.




“In a Lifetime” - Bono aparece aquí para dar la réplica a Maire en una canción en la que todas las voces de la banda hacen un trabajo maravilloso. Una balada intensa en la que el vocalista de U2 no se limita a cubrir el expediente sino que realiza una gran intervención que justifica su presencia en el disco. La canción fue el tercer “single” de “Macalla”. En el videoclip, se añadió a modo de introducción un fragmento de "Caislean Oir”. 




“Most Seems (Too Late to Turn)” - Continuamos con una de las grandes baladas de la banda, con Maire Brennan arropada solo por los sintetizadores y algunos coros puntuales. En la segunda mitad de la canción aparece ya la batería y la guitarra eléctrica para poner un punto de épica en una pieza que quizá no necesitaba de ese aditamento. Con todo, es uno de los mejores momentos del disco y no sorprende que también tuviera su oportunidad como “single”.


“Indoor” - Como ocurría en “Closer to Your Heart” la banda vuelve a los territorios del pop y lo hace con gran acierto con una canción dinámica, llena de cambios de ritmo y con un magnífico uso de las armonías vocales, seña de identidad del grupo. Un demostración de que Clannad se movían ya con gran seguridad en estos registros.


“Buachaill On Eirne” - La única canción tradicional del disco es esta deliciosa balada que, curiosamente, también grabaría en el mismo año la canadiense Loreena McKennitt, esta vez con letra propia y bajo el título de “Come by the Hills”. Recomendables las dos versiones, sin duda alguna.


“Blackstairs” - La única canción del disco en la que voz principal no es la de Maire sino la de Pol Brennan, su autor. Sin ser de las más destacadas del trabajo, se deja escuchar.


“Journey's End” - La gran mayoría de las canciones del disco estaban compuestas por miembros del clan Brennan, principalmente por Ciaran y Pol. Esta es la única excepción, firmada por los gemelos Duggan y también la más festiva y cercana a la tradición celta. Con unos arreglos y una instrumentación menos modernos habría pasado perfectamente por una más del rico cancionero irlandés.




“Northern Skyline” - Cierra el disco un tiempo lento magníficamente interpretado por Maire en las partes vocales y también al arpa cuya presencia se nota más aquí que en otros momentos del trabajo. La parte final, con una sección rítmica mucho más viva marca un importante contraste con el inicio pero termina reconduciendose y volviendo al tono inicial.


De ser una de las bandas clásicas del folk irlandés en los años setenta junto con Planxty o The Bothy Band, en la década siguiente Clannad pasó a ser mucho más combinando la herencia celta con el pop y el rock y modernizando su sonido con sintetizadores y, especialmente, con técnicas de estudio para el tratamiento de las voces. Su influencia fue notable y grupos como los citados Capercaillie o Altan serían difíciles de imaginar tal y como fueron sin la existencia de Clannad. Hubo un momento en que la irrupción de Enya como artista solista llegó a eclipsarlos (recordemos que Enya formó parte del grupo en los primeros ochenta, dejando la banda justo antes de la grabación de “Harry's Game”) pero con el paso del tiempo han vuelto a recuperar el reconocimiento que un día parecieron perder y hoy vuelven a tener su sitio en la historia de la música irlandesa de las últimas décadas, especialmente a partir de su reunión en 2012 tras varios años de inactividad. En todo caso, siempre es un buen momento para recuperar su trabajo más allá de la eterna “Harry's Game”.

miércoles, 1 de octubre de 2014

U2 - The Joshua Tree (1987)



Algo más de 25 años después de la publicación de este disco, U2 son un grupo legendario que ha conseguido algo que sólo está al alcance de los muy grandes: decenas de grupos de éxito que suenan en las radios de todo el mundo en los últimos años suenan a U2. Forman ya parte de una dinastía del rock en la que sólo se encuentran nombres como los de los Rolling Stones, los Beatles, Pink Floyd, Led Zeppelin, Deep Purple, Queen, The Who, The Doors y pocas bandas más de gran calibre. Meses antes, sin embargo, esto no era así.

A pesar de haber publicado ya un puñado de trabajos interesantes con varios éxitos internacionales, la banda se encontraba en una especie de crisis de identidad. Sus giras por los Estados Unidos y los contactos con otros músicos de renombre habían hecho que apareciesen las dudas. En conversaciones con miembros de los Rolling Stones o con Bob Dylan, por ejemplo, éstos hablaban de las raíces de su música y de cómo era muy útil tenerlas presentes en los momentos de duda. Keith Richards hablaba del blues, Dylan del folk americano... y ¿a dónde podían remitirse los miembros de U2 en busca de inspiración? Los orígenes musicales de la banda estaban en el punk, algo que mediados ya los ochenta, no parecía una referencia demasiado prometedora. Esta especie de complejo de inferioridad frente a otros artistas “con raíces” hizo que Bono y compañía hicieran caso del consejo de Bob Dylan y buscasen sus raíces musicales en la tradición irlandesa y en el folk americano.

A decir verdad, ya con su anterior trabajo parecía que U2 buscaba un giro en su sonido, una evolución hacia algo diferente a lo que habían hecho en sus primeros tiempos. Si en aquel entonces optaron por buscar dos productores como Brian Eno y Daniel Lanois, sería lógico pensar que en su búsqueda de las raíces, en un cambio de sonido tan consciente como el que querían llevar a cabo con “The Joshua Tree”, seguirían probando con nuevos colaboradores que les ayudasen a conseguirlo. La apuesta, sorprendentemente, fue la contraria, es decir: repetir con Eno y Lanois. Intencionadamente o no, lo cierto es que esa decisión fue un acierto de esos que puede convertir una carrera simplemente interesante en otra gloriosa. A los productores se sumó como ingeniero de sonido Mark Ellis, más conocido como “Flood”, con una carrera interesante hasta ese momento colaborando con grupos de pop electrónico pero también con Nick Cave, trabajos estos últimos que llamaron la atención de la banda animándoles a contar con él en el nuevo disco.

Entre giras, grandes festivales y trabajo en el estudio, entre “The Unforgettable Fire” y “The Joshua Tree” transcurrieron nada menos que tres años, todo un mundo en el ambiente del rock y el pop pero la espera mereció la pena ya que el regreso de U2 fue por todo lo alto. Los textos, obra todos ellos de Bono, exploran la dualidad de sus sentimientos hacia los Estados Unidos. Por una parte, el rechazo a sus políticas en Latinoamérica (estamos en plena era Reagan) y por otra la admiración hacia sus paisajes (especialmente los espacios abiertos y los grandes desiertos) y los ideales que alumbraron su nacimiento como nación. Intervienen en el disco, al margen de la formación habitual de la banda, es decir: Bono (voz, guitarra, armónica), The Edge (guitarras, piano, voces), Adam Clayton (bajo) y Larry Mullen jr. (batería), Brian Eno (teclados y coros) y Daniel Lanois (percusiones, teclados, coros y guitarras).

Una de las varias imágenes icónicas del libreto del disco.


“Where the Streets Have No Name” – Un rumor electrónico sirve como introducción a unos acordes de órgano que no sino el comienzo de uno de los himnos más conocidos de la historia del rock en las últimas décadas. La guitarra de The Edge comienza a sonar, inconfundible, formando junto con batería y bajo una sección rítmica difícil de olvidar. Para cuando Bono comienza a cantar el oyente ya está hechizado sin remedio y no tiene más remedio que disfrutar hasta el final de una de las grandes canciones que nos ha dado la música moderna.



“I Still Haven’t Found What I’m Looking For” – Dudamos que haya muchos discos que comiencen con la brillantez de “The Joshua Tree” y es que la fantástica canción inicial enlaza con otra no menos magnífica y que ostenta, como aquella, la categoría de himno. De nuevo esas guitarras envolventes que fueron santo y seña del sonido de U2 en los años de su colaboración con el tándem Eno – Lanois suenan a lo largo de todo el corte, una balada épica llena de magia.

“With or Without You” – Como reza el tópico, no hay dos sin tres y el disco culmina un comienzo de leyenda con el tercer puñetazo directo al plexo solar. Un suave ritmo de batería convenientemente apoyado por el bajo sirve de pie para la guitarra “infinita” de The Edge que aprovecha ese invento tan del gusto de Daniel Lanois, por otra parte. Este hallazgo sonoro tan simple en apariencia sería el equivalente para los ochenta del “riff” que Robert Fripp creó para ese otro clásico que fue “Heroes” de David Bowie y la propia canción está a una altura similar salvando las distancias temporales. Evidentemente, los tres primeros cortes del disco fueron “single” alcanzando un éxito mundial y elevando al disco a la categoría de clásico desde su publicación.
     


“Bullet the Blue Sky” – El único problema que tiene un comienzo tan arrollador como el de “The Joshua Tree” es que, inevitablemente, el oyente tiene la sensación de que el nivel baja en lo que resta de disco. Ciertamente es así pero eso no quiere decir que lo que falta sea desechable. Comenzamos este tramo con una potente canción marcada por un oscuro fondo de bajo, deudor, quizá, del sonido de bandas como Joy Division. Bono combina la narración más o menos convencional con arrebatos de rabia muy acordes con el tono general del tema. Las guitarras incorporan un punto de acidez que no habían mostrado hasta ahora mostrando una variedad de recursos admirable en una banda de estas características.

“Running to Stand Still” – La exploración en músicas como el blues da sus frutos en los primeros instantes de esta suave balada en la que el piano hace acto de presencia por primera vez en el disco con un sonido ligeramente distorsionado que contribuye a reforzar esa idea de búsqueda de una tímbrica más desnuda, más auténtica, algo ciertamente tramposo puesto que el disco tiene un importantísimo trabajo en estudio que es de todo menos espontáneo.

“Red Hill Mining Town” – Otra muestra de ese rebuscar en las raíces que guía el espíritu de todo el disco la tenemos en esta canción en la que podemos escuchar, desde un cierto aire folk (no sólo americano sino también irlandés) mezclado con aires gospel. En cualquier otro disco de la banda, esta habría sido una de las canciones más destacadas pero en este queda relegada a un segundo plano. Hay varias canciones en discos posteriores que alcanzaron un gran éxito partiendo de premisas similares y que son inferiores a esta, en nuestra opinión.

“In God’s Country” – Volvemos con las guitarras envolventes y el bajo “à la Joy Division” omnipresente. La facilidad para construir buenos estribillos de la banda tiene aquí otro ejemplo en una canción potente que, sin ser de las imprescindibles, nos parece muy notable.

“Trip Through Your Wires” – Algo más forzado nos parece este blues con aires country (o irlandeses, que al fin y al cabo es el orígen de aquella música). A estas alturas el disco ya ha perdido mucho fuelle pero aún quedan algunas oportunidades para remontar el vuelo como veremos.

“One Tree Hill” – Vuelve el grupo a las esencias de los primeros cortes del álbum aunque sin llegar a los niveles de excelencia de aquellos. La canción está basada en unos pocos elementos muy simples, especialmente en las partes de guitarra pero sin demasiadas florituras se pueden construir canciones notables como en este caso.

“Exit” – Los primeros momentos del tema sólo nos muestran un lejano bajo pulsando una serie de notas mientras Bono canta en un segundo plano que poco a poco se va haciendo más presente hasta ocupar toda nuestra atención de la mano de las guitarras mas combativas de todo el disco. Quizá sea el tema más arriesgado del disco por lo que se aleja del resto y, desde luego, nos parece uno de los más interesantes.

“Mothers of the Dissapeared” – Como cierre, la banda nos deja un himno reivindicativo con origen en el contacto de Bono con las Madres de la Plaza de Mayo y grupos similares centroamericanos, afectados todos por el apoyo a las dictaduras en aquellas regiones de la administración norteamericana. La canción, como no podía ser de otra manera, es emocionante y contiene un cierto poso esperanzado.


Cuando hoy en día tantas bandas suenan como imitaciones de U2 es porque algo hicieron bien Bono y compañía en su momento. A la hora de hablar de la banda irlandesa en el blog, habíamos pensado hacerlo con un trabajo más afín a los estilos que por aquí tratamos como sería “Zooropa” pero “The Joshua Tree” es tan grande que creímos necesario empezar por él quedando el resto, quizá, para el futuro. Aquellos interesados en adquirir el trabajo, lo tienen a su disposición en los enlaces siguientes:

amazon.es

play.com

Nos despedimos con una versión en directo de "I'm Still Haven't Found What I'm Looking For":