domingo, 23 de abril de 2017

James Forest - From Chennai to London (2016)



“Esta es una colección de canciones escritas en mis viajes a través de Europa y Asia entre noviembre de 2015 y abril de 2016. Espero que toquen vuestros corazones y almas. Paz. James”.

Con esta sencilla nota presenta James Forest su trabajo “From Chennai to London”, un recorrido espiritual desde la antigua Madrás hasta la Metropoli en el que el músico se presenta de una forma más desnuda, si cabe, que en su disco anterior del que hablamos aquí en su momento. A estas alturas es muy complicado que un artista nos sorprenda porque acumulamos ya decenas de miles de horas como oyentes de música de todo tipo pero lo cierto es que el trabajo homónimo de James Forest nos dejó sin habla por lo infrecuente de su propuesta y por la vía escogida para desarrollarla. La traslación de pasajes acústicos, casi folclóricos, a un entorno electrónico lleno de sofisticación nos descolocó como pocas veces nos había ocurrido. Por ello, teníamos unas ganas enormes de escuchar más cosas del músico, anhelo que pudimos satisfacer hace ya unas semanas cuando recibimos un nuevo trabajo suyo editado, cómo no, por Luscinia Discos.

El disco se grabó en Londres y Quebec, donde fue terminado y Forest es el responsable de todo, desde la composición hasta la interpretación y la grabación. En relación con su trabajo anterior el enfoque es completamente diferente ya que desaparece casi por completo la electrónica encontrándonos en su lugar con una colección de canciones en formato casi acústico al 100% lo que, de entrada, supone una gran variación con respecto al otro disco del autor que conocíamos.

James Forest en una imagen de su página en bandcamp


“Birds, You & Me” - La primera pieza del disco confirma el protagonismo, en lo instrumental, de la guitarra y la extraña presencia de la voz de Forest que, casi suspirando, lo llena todo. Juega con los ecos el músico amplificando el aire misterioso de su forma de cantar en un tema en el que queremos adivinar algún lejano resquicio “Beatle”, especialmente en tramo final.




“Castles in the Haze” - El artista que nos viene a la cabeza con los primeros compases de la canción es Nilsson y su “Everybody's Talking” y es que los arreglos de guitarra parecen una versión ralentizada del clásico inmortalizado en la película “Midnight Cowboy”. Luego el tema discurre por otros derroteros en los que Forest desarrolla una canción en su propio estilo a partir de conceptos “folkies”.

“My Third Eye” - Una larga introducción instrumental en la linea de los discos de Michael Hedges abre una magnífica canción, fronteriza y evocadora de muchas cosas a la vez. Volvemos a escuchar juegos vocales propiciados por la tecnología en el estudio de grabación que son ya una de las señas de identidad del músico. Siendo todas las piezas de un nivel muy parejo, esta es una de nuestras favoritas del disco.

“Hummingbirds” - A estas alturas del disco tenemos claro que éste tiene un estilo muy consolidado y homogéneo en el que no caben muchas sorpresas pero aquí encontramos alguna con la aparición de la guitarra eléctrica en determinados momentos dando una réplica preciosa a la acústica.




“Jamie's Got a Gun” - Encontramos un enfoque ligeramente pop en la siguiente canción que tiene también algo “Beatle” pululando por ahí. Es una de las canciones con más gancho del trabajo donde también recupera ese pulso electrónico tan presente en su anterior disco, siquiera en forma de efectos sonoros que aparecen en segundo plano en algunos momentos. No tienen la presencia que tenían en el trabajo anterior pero comienzan a asomar.

“In Dreams” - Y como si el comentario anterior fuera premonitorio, los sonidos sintéticos y los efectos de laboratorio protagonizan esta extraordinaria pieza. Un tema instrumental maravilloso con toques hindúes que sirve como un interludio perfecto para afrontar la segunda parte del disco.

“River in the Rain” - Comienza la misma con una canción más próxima al espíritu de su anterior trabajo, con un teclado electrónico (probablemente un Fender Rhodes con una buena carga de postproducción) como acompañante. Un gran tema que tiene su prolongación en el siguiente.

“The Old Chapel” - Guitarra eléctrica y teclados (se escucha algo parecido a un Mellotron) se mezclan en la introducción de una canción muy reposada en la que Forest recita más que canta. La intensidad crece poco a poco pareja a la adición de elementos sonoros. Incluso el registro vocal del cantante es diferente al que nos tiene acostumbrados adoptando una gravedad casi solemne. Los arreglos electrónicos son brillantes y convierten al tema en otro de nuestros favoritos.

“Something Left to Hold on To” - Concluye ahí el “set electrónico” del disco que vuelve a los sonidos acústicos desnudos hasta el final. En la primera canción de este tramo, la guitarra proporciona todo el acompañamiento, incluyendo la percusión. Es un tema “folk” que enlaza con los primeros del disco sin demasiadas variaciones sobre lo escuchado ahí.

“Flying With My Own Wings” - En la estructura de esta segunda parte del disco hay varios temas que parecen emparentados con otros de la primera. De hecho, éste bien podría ser familia de “Castles in the Haze” por las similitudes en cuanto a los arreglos y el esquema. Es una canción deliciosa, en todo caso.

“Blow the Line” - Continuando con los paralelismos, “Blow the Line” sería la imagen de “My Third Eye” en cuanto a estilo. Se trata de otro gran tema en el que la guitarra es fundamental y en el que se demuestra algo que no hemos comentado hasta ahora y es que James Forest, además de un gran compositor y cantante, es un virtuoso de las seis cuerdas.

“Don't Cry” - Cierra el disco otro ejercicio de estilo marca de la casa como no podía ser de otro modo. Guitarra y voz para poner punto y final a un disco notable con una canción muy delicada que tiene algo de canción de cuna.

Con “From Chennai to London”, James Forest nos ha confirmado que es un artista especial. Un músico dotado de una sensibilidad muy especial, tanto en su forma de cantar como en los arreglos de sus piezas que se ha convertido para nosotros en una de las referencias fundamentales a seguir en los próximos años. El disco se puede adquirir en la web de Luscinia Discos.



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