El título del último trabajo de Loreena McKennitt no deja demasiado espacio a la interpretación a la vez que confirma el paulatino regreso de la artista canadiense a sus orígenes musicales. Como ella misma explica en las notas del mismo, “The Road Back Home” es una vuelta a sus primeros años cuando escuchaba a Planxty, a la Bothy Band, a Maddy Prior o Alan Stivell. Aquellos años setenta en los que la música celta experimentó una primera expansión global y comenzó a fusionarse con otros estilos. Loreena es amante de la vida tranquila y recogida y sigue viviendo en su área natal, entre Manitoba y Ontario. Durante 2023 conoció a un grupo de músicos locales que le recordaron lo que ella misma hizo décadas atrás cuando tocaba en las calles o acompañando a su grupo teatral y decidió juntarse con ellos para ofrecer una serie de conciertos en distintos festivales celebrados a lo largo del verano de 2023 en la misma Ontario. Así, con su arpa y su acordeón, la cantante se unió a Miriam Fischer (percusión, acordeón, piano y coros), Romano DiNillo (bodhran), Pete Watson (guitarra), Errol Fischer (violín, mandolina, percusión y banjo) y Cait Watson (flautas) en una serie de actuaciones cuyo extracto de recoge en el disco que traemos hoy aquí. Como invitado especial en el último corte está el cantautor local James Keelaghan quien se encontraba en la ciudad en la que se celebraba uno de los conciertos y se unió a la banda. Participa también la violonchelista Caroline Lavelle, acompañante de Loreena McKennitt desde mediados de los años noventa.
“Searching for Lambs” - Abre la colección una balada tradicional que parece creada para la voz de Loreena, tal es la calidad de su interpretación. El acompañamiento se basa en un “drone” de acordeón y violín y solo destacan las frases del cello de Lavelle sobre un fondo perfecto para el lucimiento de la cantante.
“Mary & the Soldier” - Para la segunda pieza, Loreena se acompaña de su inseparable arpa que le da la réplica junto con el conjunto de la banda, con violín y flauta entrando en diálogo con la voz de la artista. Es otra canción tradicional que estaba en el repertorio habitual de McKennitt en sus tiempos de artista callejera y que, si nuestra memoria no nos falla, aún no había grabado.
“On a Bright May Morning” - Hace unos años, la artista ya había publicado un disco que marcaba el inicio de esta vuelta a los orígenes. Llevaba por título “The Wind that Shakes the Barley” y aquí se recuperan varias de las canciones que lo integraban, comenzando por este precioso tema lento que suena fantásticamente bien en esta versión en la que el “tin whistle” nos devuelve a la esencia de la música celta.
“As I Roved Out” - Otra canción que ya apareció en el disco que acabamos de citar es ésta, una de las favoritas de la artista cuando tocaba en las calles de Winnipeg. También es una de nuestras preferidas de todo el disco. Destaca, además de la voz de Loreena, el banjo de Errol Fischer, que hace el papel del bouzouki en las modernas grabaciones de música celta en las que ese instrumento de origen griego se convirtió en uno de los protagonistas de la sección rítmica.
“Custom Gap” - La cantante se toma un descanso aquí y nos ofrece un precioso set instrumental tradicional en el que brillan por igual violines, flautas y percusión. La clásica pieza que tanto escuchamos en los años noventa durante la que podríamos llamar la segunda oleada celta tras aquella primera de los setenta. Una composición que podrían haber firmado Silly Wizard sin ningún problema (y que, de hecho, grabaron en alguna ocasión).
“Bonny Portmore” - Uno de los muchos clásicos del repertorio de Loreena McKennitt es esta maravilla incluida en su disco “The Visit”. Siempre que queremos presentarle a alguien a la artista canadiense optamos por esta joya en la que sus inflexiones vocales dan una clara muestra de sus capacidades. De nuevo opta aquí Loreena por un acompañamiento escueto, principalmente de arpa y violonchelo (además de la segunda voz de Miriam Fischer) que le sienta extraordinariamente bien al tema.
“Greystones” - Segundo instrumental del disco, en esta ocasión una composición propia del flautista Cait Watson. El típico aire lento y melancólico perfectamente ejecutado aquí por él mismo en la primera mitad de la pieza, y acompañado por el resto en el segmento final.
“The Star of the County Down” - Última de las canciones que ya aparecieron en “The Wind that Shakes the Barley”. Es otra canción tradicional, muy conocida y grabada por decenas de artistas. Loreena no decepciona y nos ofrece una gran versión en la que nos gustan especialmente los arreglos vocales de los coros en el estribillo.
“Salvation Contradiction” - El último instrumental del disco combina dos “reels” (algo, como todos sabemos, muy habitual en la música celta). En este caso se trata del “Salvation Reel”, de Simon Bradley y el tradicional “The Contradiction Reel”. El primero de ellos interpretado al banjo y la flauta en su parte principal y el segundo ya por la banda en pleno. Dos alegres danzas que nos llevan hasta el final del disco.
“Sí Bheag, Sí Mhór / Wild Mountain Thyme” - Para concluir el programa, Loreena escoge un set compuesto por una balada del clásico irlandés del S.XVIII Turlough O'Carolan (popularizada por Planxty en los setenta) y una popular canción escocesa que aquí nos pone los pelos de punta gracias a la interpretación a dúo de la propia Loreena junto a James Keelaghan a quienes se unen el resto de miembros de la banda y el público en pleno regalándonos un momento de pura emoción con el que se cierra el disco.
En palabras de Loreena McKennitt, este disco recoge una serie de momentos únicos en los que varios músicos tocan juntos sin saber si lo volverán a hacer en el futuro pero con toda la alegría y la espontaneidad que solo había experimentado en sus años de juventud. No tenemos pistas acerca de cuál será el siguiente paso de la artista en el apartado discográfico pero ya sea en esta línea de regreso a los orígenes y volviendo a sus producciones más recargadas y complejas, estamos seguro de que mantendrá ese estándar de calidad que ha tenido a lo largo de toda su carrera.
Oir de nuevo a Loreena me ha alegrado el día.
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