viernes, 11 de julio de 2025

Pet Shop Boys - Relentless (1993)



En alguna ocasión hemos hablado aquí de discos “raros”. De esos trabajos que forman parte de la discografía de un artista determinado pero que, por uno u otro motivo, son muy difíciles de conseguir y buena parte de los seguidores, incluso, desconocen su existencia. Hoy, el auge de las ediciones extendidas, “deluxe” o comoquiera que la mercadotecnia decida bautizarlas ha hecho muy común la existencia de ese tipo de grabaciones pero hace unos años no era tan habitual. Toca hablar aquí de uno de esos discos: “Relentless”, de Pet Shop Boys.


El dúo formado por Neil Tennant y Chris Lowe destaca, entre otras muchas cosas, por tener una gran ética de trabajo lo que les lleva a escribir canciones continuamente. Muchas de ellas van saliendo en los discos que publican y otras quedan para un futuro o, sencillamente, se desechan. El caso es que siempre tienen a su disposición mucho material esperando la oportunidad de encajar en algún nuevo proyecto y eso exactamente es lo que ocurrió en 1993. La pareja se encontró con una serie de temas instrumentales con muy buena pinta pero para los que no había forma de encontrar una letra que les encajase. Además, se trataba de temas muy electrónicos, influidos por la cultura tecno de aquellos años en Gran Bretaña y no era fácil dotarles del toque “pop” tan característico del grupo por lo que optaron por una solución interesante: publicarían seis de esos cortes como CD extra dentro de una edición limitada de su disco “Very” que llevaría el título de “Very Relentless”. En aquel momento, “Very” estaba siendo un éxito mundial hasta el punto de convertirse en el disco más popular de una banda que muchos pensaban que había dado sus últimos pasos poco antes con la publicación del recopilatorio “Discography”. No es raro, por tanto, que aprovecharan el tirón para dar salida a un material que tenía un encaje muy complicado como disco independiente.


Durante muchos años, hacerse con esa edición en tiendas y webs musicales de segunda mano era la única opción que tenían los fans para conseguir un disco tan esquivo pero en 2023, coincidiendo con el trigésimo aniversario de su lanzamiento original, aparecería una edición de “Relentless” como disco independiente lo que nos parece un buen motivo para comentarlo por aquí. Dado el habitual reparto de tareas del dúo (Neil suele hacer las letras y las melodías vocales mientras que Chris se encarga de la parte instrumental y de la producción), y teniendo en cuenta que este era un disco sin apenas textos, muchos pensaron en su día que se trataba, en el fondo, de un trabajo esencialmente de Chris Lowe pero no fue del todo así y ambos artistas tuvieron su peso en el resultado final aunque la mayor parte de las ideas partieron de Chris.


“My Head is Spinning” - Como hemos comentado, los cortes son instrumentales en su mayor parte aunque cuentan con alguna pequeña parte vocal en la que suelen hacer referencia al título. En este caso la referencia es curiosa puesto que el título coincide con el primer verso de una canción que Nail había lanzado un año antes con el proyecto alternativo Electronic (junto a Johnny Marr de The Smiths y Bernard Sumner de Joy Division o New Order). El tema es una pieza bailable más bien repetitiva en la que es difícil encontrar el sello de Pet Shop Boys salvo por la voz de Neil.


“Forever in Love” - Continuamos con un tema muy rítmico salpicado de “samples” vocales de diferentes procedencias. El esquema es más cercano a una canción convencional del dúo con los inconfundibles teclados de Chris marcando ritmos “house” y Neil rapeando algún breve texto en segundo plano además de cantando el estribillo. Tiene partes con mucho potencial e incluso se barajó que fuera la cara b del single de “Go West” aunque finalmente quedó descartada esa opción.


“KDX 125” - El título, que puede parecer críptico a primera vista, hace referencia al modelo de motocicleta Kawasaki de motocross que Chris tenía en aquella época. Completamente instrumental, es un verdadero cañonazo tecno que contiene todos los tópicos del género: una secuencia inicial muy atractiva, un estribillo pegadizo y muchos de los patrones básicos de los Pet Shop Boys más bailables. Todo muy en consonancia con el renacido espíritu electrónico de las “raves” de los años noventa.




“We Came from Outer Space” - Es difícil calificar como instrumental un corte lleno de voces pero realmente se trata de “samples” de diferentes procedencias (incluso alguno del propio Chris Lowe) entrando en diálogo entre ellos y formando parte de un todo. Es un corte que nos encanta, con un toque de ciencia ficción muy presente y un ritmo contagioso que no abusa del clásico bombo machacón. Una pieza ciertamente experimental que funciona muy bien aquí.


“The Man Who Has Everything” - El siguiente corte tiene una base muy cercana a alguno de los más potentes de “Very” (particularmente “One in a Million”) lo que lo convierte en otro tema de baile bastante resultón aunque la parte melódica tiene más presencia que en el resto de cortes del disco.


“One Thing Leads to Another” - El disco concluye con nuestro tema favorito, una canción (por fín) muy inspirada que comienza con un ritmo “drum'n'bass” sobre el que Neil rapea un breve texto que nos lleva al estribillo que tiene la mejor melodía del trabajo. Ese esquema se repite en toda la pieza alterando rap con melodía hasta completar una gran canción que, en otro tipo de disco más orientado al público general, podría haber sido un éxito.




No es la primera vez que mencionamos la diversidad de proyectos que han ido lanzando Pet Shop Boys con muchas diferencias estilísticas entre ellos. Desde la saga de cuatro volúmenes “Disco” (que podrían ser cinco si consideramos que “Introspective” tenía un concepto muy similar) hasta sus obras para cine o ballet, pasando por el musical “Closer to Heaven”, a lo largo de sus cuarenta años de carrera, el dúo ha recorrido muchos caminos muy diferentes entre sí. Su lado más experimental siempre ha ido ligado a las “caras b” de sus singles (recopiladas en dos colecciones como fueron “Alternative” y “Format”). En el caso de “Relentless”, casi podríamos considerarlo como el “disco b” de “Very” en el que exploran su lado más experimental con mucho acierto. Es un disco destinado, eso sí, a los seguidores más acérrimos del dúo aunque no tiene por qué disgustar al oyente casual siempre que tenga cierta querencia por la electrónica de baile. El hecho de que ahora esté disponible tras muchos años en los que era un cotizado objeto de colección hace que aprovechemos para recomendarlo aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario