domingo, 19 de junio de 2011

Tangerine Dream - Ricochet (1975)


Si hay un instrumento que ha marcado a fuego la evolución de la música electrónica transformándola de forma radical, ese es el secuenciador. Hasta la aparición de los primeros secuenciadores, las corrientes surgidas alrededor de la elaboración y el tratamiento electrónico del sonido se movían por caminos divergentes entre la pura experimentación y los trabajos más ambientales. El secuenciador es básicamente una máquina que "dispara" secuencias de notas a los sintetizadores. Una especie de intérprete automático en el que se pueden programar cortas melodías (de entre 8 y 16 notas en los primeros tiempos) para formar bases rítmicas.

La irrupción de este aparato cambió radicalmente el panorama de la electrónica, especialmente en su vertiente alemana, en lo que se vino a denominar Escuela de Berlín. Y si hablamos de esta escuela, los representantes principales son Tangerine Dream. El buque insiginia del sonido electrónico en los 70 por excelencia, ha conocido un buen número de formaciones distintas a lo largo de los años pero la más recordada por la mayoría de sus seguidores es la integrada por Edgar Froese, Christopher Franke y Peter Baumann. Este trío creó entre 1974 y 1977 principalmente los discos más celebrados de Tangerine Dream para Virgin Records.

"Ricochet" es un disco en directo construído a partir de fragmentos de los conciertos que la banda dio a lo largo de Francia e Inglaterra en 1975, especialmente de uno de los conciertos londinenses de octubre de ese año. La particularidad de los conciertos de los artistas electrónicos de la Escuela de Berlín en general era la ausencia de temas procedentes de los discos anteriores de los distintos intérpretes. Por el contrario, practicamente todo el material era improvisado a partir de unas pequeñas bases previas. De este modo, cada concierto era un espectáculo distinto. Lo que distingue a "Ricochet" de los trabajos previos de Tangerine Dream es la espectacular exhibición rítmica que se nos brinda a lo largo de los cuarenta y tantos minutos que dura el disco. En "Phaedra" se empezó a utilizar el secuenciador y en "Rubycon" este uso es mucho más importante pero es en "Ricochet" cuando este elemento alcanza sus mayores cotas de brillantez. Los créditos del disco los componen: Edgar Froese (teclados, guitarra), Peter Baumann (teclados), Christopher Franke (teclados, batería).

Curiosamente, en su momento la acogida del disco fue algo más tibia que la de sus predecesores pero hoy en día, suele ser el más citado entre los seguidores de la banda a la hora de indicar su favorito. Afortunadamente, la etapa en Virgin de Tangerine Dream se encuentra regularmente a buenos precios. Para haceros con la grabación:

play.com

fnac.es

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