domingo, 10 de marzo de 2013

Pet Shop Boys - Behaviour (1990)



Cuando escribimos la última entrada dedicada a Pet Shop Boys teníamos la intención de que esta de hoy y una próxima aparecieran en los días siguientes pero por distintas circunstancias lo hemos ido posponiendo hasta ahora, momento que aprovechamos para comentar el que, para muchos, fue el primer disco “serio” del dúo o, al menos, el disco que marca su madurez tanto musicalmente hablando como en cuanto a los textos. Nosotros siempre discrepamos de esa visión, no tanto por que no considerásemos “Behaviour” como un paso adelante en la trayectoria del grupo sino porque ya creíamos que “Actually” había supuesto un salto cualitativo notable.

Si repasamos la cronología de la banda británica, nos encontramos con que entre ambos discos habían sucedido varias cosas reseñables: la primera, el enorme éxito del single “Always on My Mind” en el que el dúo pone patas arriba la balada clásica de Elvis y la transforma en un tema “revientapistas”. La segunda, la aparición de un disco de remezclas con algún tema inédito titulado “Introspective” y, por último, la colaboración del dúo con la estrella del cine y del musical Liza Minelli en un disco que supuso la vuelta al primer plano de la diva durante un tiempo (obviamos otros trabajos como las canciones que Tennant y Lowe escribieron para otra gente, particularmente el éxito “I’m Not Scared” con el que se dio a conocer “Eighth Wonder”, la banda de Pasty Kensit). Tampoco es anecdótico el hecho de que por esas fechas, Pet Shop Boys dieran sus primeros conciertos en Asia y el Reino Unido.

Como es habitual en Tennant y Lowe, para el nuevo disco buscaron un nuevo productor que les ayudase a dar un enfoque diferente al trabajo. Según se supo después, ninguno de los dos estaba demasiado satisfecho con el sonido de los sintetizadores digitales y quisieron cambiar por un sonido analógico trabajando con aparatos antiguos. Quizá de ahí surgió la idea de colaborar con el músico alemán Harold Faltermeyer (autor de parte de la música de Top Gun y, especialmente, del conocidísimo “Axel F” de la banda sonora de “Superdetective en Holywood”), quien se encargaría de la producción de casi todo el disco. “Behaviour” apareció en octubre de 1990 por lo que nos sorprende la cita de Neil Tennant en la que afirma que para su grabación les inspiró especialmente el disco “Violator” de Depeche Mode que apareció apenas siete meses antes.

Como ocurre con todos los discos de Pet Shop Boys, sus canciones tienen más de una lectura posible. En “Behaviour” hay una sombra que planea sobre todos los textos, más allá de que nos cuenten las clásicas historias del pop universal y es el SIDA, enfermedad que ocupaba todos los titulares en la época en la que apareció el disco y que tocó de cerca a los integrantes del dúo en muchos momentos.



“Being Boring” – Uno de los textos más inspirados de la carrera de Neil Tennant, nos habla de cómo llegó de joven a Londres en compañía de un amigo y de cómo las vidas de ambos tomaron caminos separados. La frase que escuchó al llegar a la estación (siempre, según la letra de la canción) “someone said: if you’re not careful you’ll have nothing left and nothing to care for” es premonitoria. Chris Dowell, que era el nombre del amigo de Neil, falleció vícitima de SIDA en aquellos añós. El título de la canción parte de una cita de Zelda Fitzgerald (“someone’s wife, a famous writer in the 1920’s”), esposa de Scott Fitzgerald en la que afirma que ella “negaba estar aburrida, principalmente porque ella no se aburría nunca”. La canción ya muestra lo diferente que iba a ser el disco de los anteriores en cuanto a los aspectos musicales desde los primeros instantes en los que escuchamos esas guitarras con efectos disco y un ritmo continuo como una especie de drum’n’bass ralentizado. A pesar del regreso a los sintes antiguos, hay muchos samples de fondo y sospechamos que sólo los bajos han sido creados a la vieja usanza.



“This Must Be the Place I’ve Waited Years to Leave” – Tenemos aquí otro ejemplo de multiples lecturas. Aparentemente, esta sería otra canción en la linea de “It’s a Sin” en la que Neil recuerda como en un sueño su educación católica y los problemas que le creó. El protagonista revive aquellos momentos en que se levantaba por las mañanas y asistía a las ceremonias religiosas en una especie de acto inconsciente (de ahí el confuso título: “este debe ser el sitio que quise abandonar durante tantos años”). Existen varias referencias rusas en la canción, sin embargo, que abren otra posible interpretación como un sample sacado de una grabación de la segunda sinfonía de Shostakovich en el que una voz grita: ¡Lenin! y especialmente un discurso que apenas es audible en los instantes finales del tema en el que el fiscal soviético Andrei Vyshinsky arenga al jurado durante la Gran Purga del 36 sugieren un paralelismo entre la opresiva educación católica de la juventud del cantante y el régimen soviético de los años 30. En lo musical, tenemos que destacar la presencia del guitarrista Johnny Marr, de The Smiths que aparecerá en algún tema más. También aparece Angelo Badalamenti como autor de los arreglos orquestales de una pieza extraordinaria con un poderoso fondo electrónico que se cuenta entre las mejores que nunca ha escrito la banda.

“To Face the Truth” – Continúa el disco con una canción de temática más clásica en la que el protagonista se muestra abatido por la ausencia de la persona amada negándose a “afrontar la verdad”. Ni el texto ni la música, con arreglos y melodías demasiado encasilladas en el sonido que por aquel entonces tenían muchos artistas de música soul y, por qué no decirlo, los lamentables Milli Vanilli, aquel infausto producto ideado por Frank Farian, personaje de infame recuerdo.

“How Can You Expect to Be Taken Seriously?” – Otro de los temas habituales en la discografía de Pet Shop Boys es la crítica al mundo del rock y el pop en general y a cómo las estrellas son encumbradas hasta el punto de convertirse en referencia para mucha gente y de hablar (y pontificar) sobre temas de los que no saben mucho más de lo que han leído en la revista de moda. Versos como “You’re an intellectual giant, an authority, to preach an teach the whole world about ecology” son suficientemente contundentes. Se especuló mucho sobre a quién iba dirigida la canción y muchos apuntaron a Bono (la canción en su versión single estaba acompañada por una sorprendente reinterpretación de un clásico de U2), Sting o Phil Collins (quien había editado recientemente su disco “...But Seriously”. Neil comentó en muchas ocasiones que no se referían a nadie en particular pero las malas lenguas aseguran que la letra fue inspirada por la cantante de Transvision Vamp, Wendy James. La canción por lo demás, es otra pegadiza melodía con un poderoso estribillo reforzado por un riff de guitarra justo al final. De no ser por ese detalle, el sonido continuaría la senda de discos anteriores.

“Only the Wind” – Nos encontramos ante la visión de Pet Shop Boys de una tragedia cotidiana con un fondo mucho más dramático. Nos habla de algo que está causando graves daños (sólo el viento, en el título) pero que es ocultado y a lo que se le quita importancia. Es algo que sucede de puertas para adentro pero que es negado cuando alguien de fuera pregunta: “there’s nobody crying, that was yesterday, inside we’re all smiling, everything’s okay”. Hoy en día hay una mayor conciencia de la gravedad de la violencia doméstica pero no recordamos que en 1990 ese tema fuera tenido en cuenta del mismo modo y fue entonces cuando el dúo lo denunció con una balada tremendamente emotiva que pasó muy desapercibida en su momento, como si fuera algo que todos sabíamos que pasaba pero sobre lo que no convenía hablar. Irónico, sin duda. La balada parte de premisas similares a “To Face the Truth”, especialmente en la parte rítmica y tiene un arreglo muy simple con una producción austera. Apenas la caja de ritmo y un teclado haciendo las veces de piano. Existen algunos sonidos electrónicos de fondo muy sutiles, samples de trompeta y los clásicos “golpes de orquesta” ochenteros pero en dosis muy ajustadas. También tenemos algunas partes orquestales reales escritas de nuevo por Badalamenti pero apenas se hacen notar.

“My October Symphony” – La reflexión sobre el arte o más concretamente la labor del artista, sus fuentes de inspiración o sus motivaciones han sido tratadas a menudo por el grupo en sus discos. Esta es una de las más curiosas. Sabido es el interés de Tennant por la cultura soviética y en esta ocasión adopta el rol de un compositor que tiene que afrontar el hecho de que ha caído el Muro de Berlín cambiando por completo su entorno, las percepciones de los demás de su obra y su propia visión de las cosas. Esto sucede mientras está terminando una sinfonía sobre la Revolución de Octubre “shall I rewrite or revise my October Symphony? Or, as an indication, change the dedication from Revolution to Revelation?”. ¿Debo reescribir mi obra?, ¿revisarla? ¿O, simplemente, cambiar la dedicatoria? Desde un punto de vista formal, estamos ante una canción muy similar en casi todos los aspectos a la que abría el disco, “Being Boring”, con algunos detalles diferenciales como la aportación del Balanescu Quartet interpretando algunas melodías encargadas por el grupo a su líder, Alexander Balanescu, con la indicación de que fuera algo que recordase ligeramente a Shostakovich.

“So Hard” – Atendiendo a las temáticas de muchas de las canciones de Pet Shop Boys corremos el riesgo de olvidar que, ante todo, estamos hablando de un grupo de pop con el punto de frivolidad (léase sin intención peyorativa) que eso supone. El tema que sirvió como primer single del nuevo disco va en esa línea y nos habla de una pareja cuya relación está plagada de infidelidades mutuas, que, por mucho que lo intenten, no consiguen dejar de hacerse daño aunque tampoco se deciden a romper. Una de las maneras más originales de reflejarlo aparece en uno de los versos en el que cantan: “si los dos decidimos dejar de fumar porque es perjudicial, ¿de quién son estas cerillas?”. Como corresponde a todo single de lanzamiento de un disco, el tema es un auténtico cañonazo, si se nos permite la expresión y tiene una factura perfecta siendo de los pocos en los que un efecto tan sobre-explotado como el sample de “golpe de orquesta” propio de los ochenta, sigue sonando bien.



“Nervously” – Continuando con los temas más o menos tópicos en el pop, la siguiente canción del disco habla de la timidez, casi adolescente, que se siente cuando se está junto a una persona hacia la que empieza a surgir cierta atracción. Con todo, el tema es de agradable escucha con unos arreglos electrónicos que reflejan una cierta influencia de los clásicos del género, con una secuencia continua de fondo, “pads” atmosféricos y algunas guitarras por aquí y por allá que terminan por componer una balada muy elegante.

“The End of the World” – Comenta Neil que esta canción fue un intento (claramente fallido, en nuestra opinión) de acercarse al sonido de Depeche Mode en “Enjoy the Silence”, especialmente con el uso de la guitarra. Los textos son suficientemente ambiguos como para permitir múltiples interpretaciones. En apariencia se trataría de una canción que habla de cómo en determinados momentos una decepción (principalmente de tipo amoroso) puede parecer el fin del mundo (y volvemos así a un punto de vista casi adolescente, lo que contrasta con la proclamada madurez del album). Una lectura algo más detenida sugiere que lo que podría ser el fin del mundo del título sería un embarazo no deseado “It’s just a boy or a girl, it’s not the end of the world” e incluso, yendo un poco más allá, se trataría de esa situación pero desde el punto de vista de los padres de el/la joven que han cometido el desliz. En cualquier caso, se treta de una canción pop muy comercial y pegadiza con un potencial muy alto que, por algún motivo, nunca llegó a alcanzar el éxito que presagiaba (ni siquiera fue single) y una de las más claramente reconocible como obra del dúo ya que reúne todos sus recursos habituales en cuanto al ritmo, las líneas de bajo etc. incorporando algunos detalles house en determinados momentos.

“Jealousy” – Cerrando el disco tenemos, nada menos, que la primera canción que escribieron juntos Neil y Chris cuando empezaban a plantearse la creación de Pet Shop Boys. Por algún motivo no fue grabada para su primer disco y se descartó a última hora su inclusión en “Actually” cuyo título inicial iba a ser, precisamente, “Jealousy”. Se trata de una canción sobre los celos que con el tiempo se ha convertido en una de las más notables de las escritas por el dúo, formando parte habitualmente del repertorio de sus conciertos. En los primeros instantes nos recuerda de forma inevitable a otras baladas del dúo, sin ir más lejos, a la magnífica “King’s Cross” pero creemos que llega a superarla ya que la melodía central, repetida en varias ocasiones a lo largo del tema, es, sencillamente, arrebatadora y los arreglos orquestales, con su preciosa progresión habrían sido acreedores del empleo de unas cuerdas y unos metales reales como de hecho tienen otros temas del disco. Ese es el único “pero” que le encontramos a una canción de esas que marcan la trayectoria de un grupo.



Como decíamos en la introducción, la crítica acogió “Behaviour” como el trabajo que convertía a los Pet Shop Boys en un grupo serio más allá de la clásica formación pop con varios éxitos en su haber. Ya hemos hablado en muchas ocasiones de la visión absolutamente desmitificadora que tienen los miembros del dúo sobre ellos mismos y hay una interesante anécdota al respecto. Alguien comentó que el salto a la madurez de la banda tenía varios síntomas claros como el hecho de que, en varios temas, los estribillos estaban escritos en una clave diferente del resto de la canción, mostrando así una complejidad mayor y un mayor esfuerzo compositivo. Neil Tennant argumentaba que, en realidad eso fue algo que hicieron tratando de imitar al trío de productores británicos Stock, Aitken & Waterman, responsables de grandes éxitos en la época de artistas como Bananarama, Jason Donovan, Rick Astley o Kylie Minogue. SAW, que es como aparecían acreditados en ocasiones, utilizaban varios “trucos” musicales muy efectivos a la hora de crear “hits” y ese era uno de los más notables. Si nos creemos al bromista de Neil, resulta que lo que los críticos creían un signo de madurez no era sino el intento de imitar a los más populares autores de éxitos pop de consumo rápido pero no olvidemos que Tennant fue crítico antes que músico y quizá esto forme parte de su habitual maestría como entrevistado (no en vano es uno de los artistas más interesantes que hemos conocido cuando se pone ante la metaforica pluma de un entrevistador).

“Behaviour” es un disco que se puede encontrar sin demasiadas dificultades a buen precio. Os dejamos algunos enlaces en los que podéis adquirirlo:


4 comentarios:

  1. Fantástico review (que vengo a encontrar 2 años después de publicado XD) del que es para muchos considerada la obra maestra del dúo inglés.
    Sólo voy a corregirle un pequeño detalle: Johnny Marr fue guitarrista de The Smiths, no de New Order, como lo menciona Ud. Quizás la confusión se deba a Electronic, el proyecto que hizo junto a Bernard Sumner y que (curiosamente) también estuvieron involucrados directamente Tennant y Lowe.
    Un abrazo!
    Pointdexter.

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    1. Corregido el error que, efectivamente, nace de una confusión entre Marr y Sumner. Mil gracias por la advertencia y bienvenido.

      Un saludo.

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  2. enhorabuena, muy buena crítica, conozco el disco perfectamente y se ajusta a su realidad . Además muy bien redactada.

    Una única puntualización, que se puede llegar después del tiempo que ha pasado desde su edición y la evolución del grupo. Además, sumo las propias palabras del duo en la reedicción de 2001. Existen dos canciones que se podrían extraer del álbum y funcionar como singles separados: How can you expect to be taken seriously? y So hard. Sin estas canciones e incluyendo Miserabilism (descartada a última hora), tenemos un álbum de deep-house a baja revoluciones, algo que escuchar de noche, un sábado, mientras vemos pasar desde un piso 14 a la gente yendo a las discos en sus coches.

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  3. Fantástica crítica, del que para mí es el mejor disco de los Pet Shop Boys y uno de los mejores de la historia del Tecno pop. Los vídeos también están muy bien.

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