martes, 23 de agosto de 2011

Michael Nyman - A Zed and Two Noughts (1985)


Hace unos días hablabamos de esta banda sonora en otra entrada dedicada a Michael Nyman prometiendo ocuparnos de ella próximamente y ha llegado el momento de cumplir con la palabra dada.

"A Zed and Two Noughts" era el tercer largometraje del director Peter Greenaway y, al igual que ocurría con los anteriores, el encargo de la música iba a ser para Michael Nyman. Aunque parte de la partitura estaba escrita con anterioridad para acompañar un ballet de Lucinda Child, la mayoría de la música era original. La obra de la que Nyman partió en este caso para elaborar su composición era el "Dies Irae" del Requiem de Biber.

La descripción que el compositor hace del proceso de creación de la banda sonora es muy clarificadora. Como indica en el libreto de la última edición en CD del disco: "Leí el guión. Peter Greenaway me dio una lista con las ocho etapas de la evolución darwiniana, desde el barro primordial hasta el hombre para ilustrar, simbolizar o tratar de hacer algún paralelismo musical con lo que quería mostrar. Escribí la partitura sin ver un sólo fotograma de la película. Grabé la música. La banda sonra fue sincronizada con las imágenes".

Así de simple. Y sin embargo, ese solía ser el modus operandi habitual del binomio Nyman/Greenaway que, en este caso, nos deja una de las obras más destacadas en lo musical de su autor en la que podemos encontrar auténticos clásicos de su repertorio como "Time Lapse" o "Prawn Watching". Como curiosidad, en esta ocasión la música no está interpretada por la Michael Nyman Band o, al menos, no aparece en los créditos. En su lugar sí que se acredita a la Zoo Orchestra, banda fantasma de la que no existen mayores referencias y que bien podrían ser los mismos miembros de la banda del músico bajo otro nombre. Sí aparecen acreditados, por el contrario, otros habituales de las grabaciones de Nyman como Alexander Balanescu y Elizabeth Perry (violines) o Sarah Leonard (soprano) además del propio compositor, en esta ocasión cambiando su acostumbrado piano por un clavicembalo.

Nos hallamos en presencia de uno de los discos que mejor retratan a su autor y, por lo tanto, lo consideramos una obra imprescindible para todos aquellos seguidores del británico. Para comprarlo os dejamos los acostumbrados enlaces:

gongdiscos.com

play.com


Os dejamos con un fragmento de la banda sonora: "Venus de Milo"


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