domingo, 3 de agosto de 2014

Jacob TV - Complete Solo Piano Music (2014)



Rock, pop, música electrónica, y televisión son los puntos de partida de la obra musical del holandés Jacob Ter Veldhuis ¿qué forma adopta el resultado de tan insólita mezcla? la de algo que ha sido calificado como post-minimalismo y neo-romanticismo pero que admitiría casi cualquier término que se os pueda ocurrir, siempre que incluya un punto de provocación. Ter Veldhuis ha provocado escándalos de todo tipo: Un museo romano censuró una de sus obras por contener fragmentos de un informativo en el que se detallaban todos los problemas con la justicia de Silvio Berlusconi. Una conferencia suya en Washington en el marco de un simposio sobre el saxofón fue interrumpida por un alto funcionario cuando Jacob hablaba de su composición “Believer”, basada en la guerra de Irak y en George W. Bush. La Comisión Federal para las Comunicaciones intervino en un programa de una emisora neoyorquina en el que se radiaba la obra “Grab It!” por el uso de lenguaje inadecuado (en realidad, contenía fragmentos de entrevistas a condenados a muerte). Incluso ha llegado a ser acusado de “terrorismo musical antiamericano” por el estreno de una obra para arpa en la que el instrumento se combinaba con monólogos inconexos de una drogadicta en pleno síndrome de abstinencia grabados en las calles de Nueva York.

Con todo, su música ha alcanzado una cierta popularidad, especialmente por el uso de elementos tan ajenos a las formas clásicas como reproductores portátiles de cassettes (los boomboxes, popularmente conocidos como “loros”). La dificultad para pronunciar correctamente su nombre hizo que en los círculos musicales neoyorquinos se le empezase a conocer como Jacob TV, algo que, dado el importante contenido que su música tiene de composiciones creadas a partir de “samples” de programas televisivos de todo tipo, hizo que el propio artista adoptase el apelativo como nombre artístico. Los elementos de los que toma gran parte de su inspiración (esas muestras de programas televisivos o de discursos de importantes figuras de la cultura “pop” norteamericana) han hecho que se le haya calificado como el Andy Warhol de la música contemporánea. Como punto de partida podría parecer similar al de otros músicos que han aparecido en el blog como el Steve Reich de “Different Trains” y “WTC 9/11” o trabajos que hemos tratado muy recientemente como “My Life in the Bush of Ghosts” de Eno y Byrne y, de hecho, Ter Veldhuis llegó a escribir una carta de agradecimiento a Reich por alumbrar técnicas compositivas de las que luego él mismo se valió a lo que el propio Reich respondió que, aunque el proceso creativo podía ser básicamente el mismo, los resultados eran completamente diferentes.

Los discos que hoy comentamos son el fruto del interés de un viejo conocido nuestro como Jeroen Van Veen quien se mostró muy interesado en el repertorio para piano del compositor de cara a grabar un CD con él. Puestos ambos artistas en contacto, el material disponible excedía la duración de un sólo disco por lo que se optó por grabar dos que son los contenidos en este “Complete Solo Piano Music” en el que, como veremos, no sólo hay piezas para piano solo como reza el título.

Jacob Ter Veldhuis (Jacob TV para los que tienen problemas con su apellido).


CD 1:

“Saudade” – Comienza el disco con un encargo de Van Veen a Ter Veldhuis estrenado hace poco más de un año. El propio compositor explica el título como una palabra galaico-portuguesa intraducible a otros idiomas. Esa melancolía más conocida como “morriña” en Galicia impregna toda la pieza que tiene un aire distraído muy personal.

“Klarsichtdose Mozartkugeln” – El segundo tema es una miniatura escrita en 2008, nuevamente por encargo de Van Veen. Se utilizó en una competición para jóvenes pianistas ese mismo año.

“Sound” – Brevísima composición para piano y “boom box” (el clásico radiocassette equipado con dos grandes altavoces) estrenada en 2012. En ella escuchamos fragmentos de una entrevista a John Cage sobre los cuales el pianista interpreta breves secuencias de notas que replican de algún modo las cadencias de la voz del compositor norteamericano.

“Merry Xmas” – Volvemos al piano solo, en esta ocasión con una composición muy lenta y reflexiva escrita por Ter Veldhuis en 1997. En ella no podemos evitar ver un reflejo de la influencia del propio Cage en la música del compositor holandés. Las notas se van sucediendo de un modo parsimonioso casi sin llegar a desarrollar una relación melódica. Sin embargo, el efecto que causa en el oyente es de una profunda melancolía.

“Postnuclear Winterscenario No.1” – Cuenta el compositor que durante el desarrollo de la primera Guerra del Golfo, en 1991, pasó por una especie de bloqueo perdiendo la capacidad de hablar a causa del sinsentido de aquellos acontecimientos. Mientras veía las noticias en las que alguien hablaba de la situación en que quedaría el planeta en caso de que el conflicto se extendiera y diera lugar a un enfrentamiento con armas nucleares, surgió el concepto del invierno nuclear que inspiró esta pieza, en palabras del propio compositor “probablemente la pieza más simple que jamás he escrito”. Consiste en la repetición continua de una misma nota (Mi) acompañada de un escueto armazón armónico formado por otras cuatro notas (Si, La, Sol y Fa sostenido).

“Where the Heart Is” – Una composición que nos recuerda mucho a las obras de La Monte Young que consistían en simples instrucciones para el ejecutante que debía salir al escenario con un saco de alfalfa (por ejemplo) con el que alimentar al piano. En este caso, el mandato es simple: el intérprete debe llevar consigo un martillo y situarlo sobre el instrumento en un lugar visible para el público y de fácil acceso para él mismo desde su asiento. Poco antes de concluir la pieza debe hacerse con él, elevarlo sobre su cabeza como si fuera a golpear el piano y dejarlo caer a su espalda. Al margen de golpes de efecto escénicos imposibles de trasladar al CD (salvo por el sonido del martillo cayendo al suelo) y centrándonos en la música, la obra es similar en cierto modo a la anterior “Merry Xmas” en cuanto a la lenta cadencia con que se va desarrollando toda ella durante los primeros minutos. Luego hay un giro en el que el ritmo se incrementa notablemente dando paso a interesantes secuencias mucho más interesantes. La segunda mitad de la composición combina súbitos “acelerones” y momentos más tranquilos para terminar conformando una de las piezas más atractivas del disco.

“Toccata” – Explica el músico en el libreto del disco la procedencia de la inspiración para la pieza que explica la teatral puesta en escena de parte de la misma. Cuenta que hace varios años se encontraba en España, en el campo cuando por la noche escuchó un extraño sonido que no fue capaz de reconocer: una especie de sucesión de tonos cortos y agudos que se repetían con una regularidad casi matemática. Pensó que se trataría de algún tipo de transmisor de señales y no le dio más importancia hasta que volvió a escuchar lo mismo un año después en Italia. Tras investigarlo descubrió que el extraño sonido procedía de una especie concreta de lechuza. Pensó entonces en tratar de emular ese sonido, como ya hiciera en su momento Olivier Messiaen. En la pieza, que comienza como una simple serie de notas enfrentadas, éstas van multiplicándose hasta alcanzar un densidad y complejidad tal que obliga al intérprete, en un momento determinado, a tocar una nota (el Re central del piano) con su nariz mientras ejecuta el resto de ellas con ambos brazos extendidos resultando así la posición del ejecutante una imitación perfecta de la lechuza en vuelo. Lo cierto es que, anécdotas al margen, obra es otro magnífico ejemplo de piano contemporáneo con notables influencias, una vez más, de John Cage.

“Honky Tonk Blues” – Cambiamos de estilo con un breve blues escrito en 1999 para el pianista Marcel Worms. Una pieza muy refrescante tras la complejidad de las anteriores.

“Views from a Dutch Train” – En su primera versión, esta pieza fue escrita para dos acordeones pero más tarde se adaptó para dos pianos. Aquí está interpretada por Jeroen y su esposa Sandra. Emula las vistas del paisaje holandés desde un tren (cada piano representaría el panorama desde cada uno de los lados del vagón). Quizá sea esta la primera pieza de todo el disco que podría calificarse abiertamente como minimalista.

“The Body of Your Dreams” – Llegamos ahora a una de las piezas que ejemplifica más fielmente el tipo de obras que han dado fama al compositor. Ter Veldhuis parte de un típico anuncio de teletienda en el que ofrecen un maravilloso cinturón que permite al usuario perder peso sin esfuerzo gracias a unas supuestas propiedades vibratorias. El músico utiliza “samples” del video comercial, los manipula, hace bucles con ellos, los mezcla entre sí y construye melodías para el piano a partir de la propia cadencia de las voces. En este sentido, la proximidad con la obra de Reich es evidente pero la adición de percusiones programadas, sintetizadores y demás instrumentación acerca más la obra a un pop de vanguardia que a la del pionero del minimalismo. Creemos que el lector habitual del blog encontrará muy interesante esta pieza en particular.



“Off & On Situation Blues” – En la misma línea que la pieza anterior pero con un resultado mucho más cercano a Reich se encuentra esta breve pieza en la que los samples vocales proceden de entrevistas a prostitutas cocainómanas en el programa de Jerry Springer. Una composición fantástica aunque quizá demasiado corta.



CD 2:

“Piano Concerto No.2, Sky Falling” – El segundo disco se centra en composiciones formalmente más convencionales. La primera es este concierto para piano interpretado por la Netherlands Radio Chamber Philharmonic bajo la dirección de Thierry Fischer. El pianista no es Jeroen Van Veen por una vez sino Ronald Brautigan. El título del mismo hace referencia a una frase de un reportero especializado en economía que decía desde Wall Street en 2008, en pleno comienzo de la crisis actual, que “el cielo no se estaba cayendo” quitando importancia a la gravedad de la situación. Ter Veldhuis subtituló sarcásticamente su concierto como “el cielo cayendo” cuando lo escribió un año después a la vista de los acontecimientos. La obra es una de las más “convencionales” de su autor quien lo explica  de la siguiente manera: “cuando escucho una orquesta sinfónica, inmediatamente se apodera de mí una sensación de nostalgia; probablemente porque lo normal es que su repertorio proceda de un tiempo muy anterior y porque la propia orquesta no ha cambiado demasiado en los últimos 200 años. Así, cuando escribo para orquesta, trato de no forzarla demasiado hacia lo contemporaneo y trato de “preservar” lo que tiene de sublime su sonido”. En nuestra opinión, el manejo de la orquesta por parte del compositor es notable y este concierto es un magnífico ejemplo de ello.

“Pianoboek 1” – El primero de los dos libros de piano incluidos en el disco está fechado en 1979 y el músico lo escribió para su primera novia que estudió con él en el conservatorio. Aparentemente faltarían al menos dos piezas ya que las nueve aquí contenidas están numeradas del 1 al 11 faltando las que ocuparían el número 5 y el 10 respectivamente. Todas las piezas son muy breves (alrededor del minuto de duración) y funcionan como una especie de estudios minimalistas, por llamarlas de algún modo.

“Pianoboek 2” – El segundo libro es de 1986 y las piezas son algo más largas (no demasiado) y complejas en palabras de su autor. El libro comprende nueve composiciones que, a grandes rasgos, siguen una línea muy similar a las que integraban el primer libro.

“Intervallen” – Cerrando la obra encontramos en un sólo corte, 12 estudios escritos para pianistas aficionados basados en sendos intervalos clásicos: segunda menor, segunda mayor, tercera menor, tercera mayor, cuarta perfecta, quinta disminuida, quinta perfecta, sexta menor, sexta mayor, séptima menor, séptima mayor y octava perfecta. Fueron escritos en 1988 como divertimento personal y en ellos encontramos trazas de Satie.




Los lectores que tengan cierta afinidad hacia la corriente minimalista entendida en un sentido amplio, pueden disfrutar mucho con este disco de Jacob Ter Veldhuis aunque, con un par de excepciones, no tiene mucho que ver con su faceta más experimental y conocida. Trataremos de profundizar en ella más adelante aunque sus grabaciones no son fáciles de encontrar a buenos precios. Quizá esta iniciativa de Van Veen sea sólo la primera de una serie de grabaciones en las que podamos ir descubriendo el resto de la obra de Jacob. En tal caso, estaremos de enhorabuena. Podéis adquirir el disco hoy comentado en los enlaces habituales:

klassiekshop.nl

vanveenproductions.com

Nos despedimos con un "trailer" del disco:

 

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