Pocos son los aficionados a alguna actividad que no han soñado en algún momento con ver reunidas a varias de sus figuras más destacadas para construir algo juntas. Son contados los momentos en los que eso llega a suceder y podemos ver en la misma película a Robert de Niro y Al Pacino o jugar un partido de baloncesto a “Magic” Johnson junto con Michael Jordan. En la música, que es un mundo más colaborativo a priori, se dan de cuando en cuando estas conjunciones entre estrellas por lo que dentro de este contexto un disco como el que hoy comentamos no tiene mucho de extraordinario. Sí lo es el hecho de que el resultado sea tan bueno.
En el “jazz” contemporáneo hay dos figuras que han destacado sobre las demás y son dos artistas con muchas cosas en común. Ambos han grabado en solitario, ambos tienen o han tenido su propia formación más o menos estable y ambos han mostrado un importante grado de apertura hacia otras músicas así como una gran predisposición a colaborar con artistas muy diferentes entre sí. Así, mientras uno de ellos no tiene ningún complejo en interpretar piezas de Pink Floyd, Radiohead, Jeff Buckley o Philip Glass, el otro ha grabado junto a artistas como David Bowie, Steve Reich o Enrique Morente. Lejos de ser un dato menor, esta apertura explica muy bien por qué la colaboración entre ambos es tan satisfactoria.
No vamos a descubrir ahora a Pat Metheny y a Brad Mehldau porque, entre otras cosas, ambos han aparecido ya en varias ocasiones en el blog. Se trata hoy de hablar de su primera colaboración que tuvo lugar en diciembre de 1995 cuando Metheny y los integrantes del Brad Mehldau Trio se juntaron para grabar un par de sesiones en Nueva York a sugerencia de los directivos de Nonesuch para quienes juntar a sus dos mayores estrellas en el mundo del “jazz” en una grabación suponía una promesa de ventas y atención mediática.
Las dos jornadas de grabación dieron como resultado un gran número de piezas. Algunas eran dúos entre Metheny y Mehldau y otras cuartetos con la participación de Larry Grenadier al bajo y Jeff Ballard a la batería. Desde el punto de vista de la composición iba a ser el guitarrista el que más temas aportaría a las grabaciones que, como no podía ser de otra forma, aparecerían publicadas en disco poco después aunque no de la forma más lógica, al menos a primera vista. En 2006, Nonesuch iba a editar un trabajo titulado “Metheny / Mehldau” que se presentaba como una colección de dúos procedentes de las sesiones citadas aunque, a la hora de la verdad, se incluyeron un par de piezas interpretadas por los cuatro músicos. Pocos meses más tarde saldría un nuevo disco con el resto del material que es el que hoy comentamos. Pese a que el título parecía indicar lo contrario, hasta cuatro de los cortes del trabajo eran dúos y sólo los siete restantes encajaban con la aparente descripción del mismo que ofrecía el título: “Metheny / Mehldau: Quartet”. ¿Habría sido más natural ordenar el material de otra forma y separar en discos distintos las piezas interpretadas mano a mano por las dos figuras y el resto? Quizá. El hecho es que ambos trabajos son como son y hoy nos centraremos en el segundo de ellos.
Brad Mehldau y Pat Metheny |
“A Night Away” - El primer corte del disco es el único firmado por los dos artistas y es una verdadera joya. Los primeros instantes tienen todo el sabor de la música de Metheny con la especial propulsión que le aporta la sección rítmica de la banda de Mehldau en la que destaca muy especialmente la batería de Ballard. En la segunda parte de la pieza es el pianista el que toma las riendas y lo hace de forma soberbia hasta llegar a un final compartido por ambos que mantiene el gran nivel del tema.
“The Sound of Water” - La segunda pieza, firmada por Metheny, es un precioso dúo entre su guitarra de 42 cuerdas y el piano de Mehldau. Una composición intimista que entronca con alguno de los trabajos en solitario del guitarrista aparecidos en los últimos años con un enfoque principalmente acústico.
“Fear and Trembling” - Escuchamos ya el primero de los temas de Mehldau. No se trata de una pieza nueva ya que había aparecido en “House on Hill”, disco de una formación anterior del Brad Mehdau Trio con Jorge Rossy a la batería. Metheny enarbola la guitarra eléctrica para darle un filo muy especial a la composición que exprime muy bien las cualidades de Grenadier y Ballard.
“Don't Wait” - Continuando con las cortesías mutuas, es Mehldau el que se encarga de abrir una nueva pieza de Metheny en la que este vuelve a la guitarra acústica. Continúa en la linea reposada del dúo anterior mientras profundiza en una de esas melodías tan redondas que caracterizaron los años de Metheny posteriores a su salida del sello ECM. Tras un comienzo tranquilo asistimos a fases más intensas en las que el ritmo sube ligeramente aunque no por demasiado tiempo. Todo para llegar a un final delicioso que podría haber formado parte de los mejores trabajos de un sello como Windham Hill en los años ochenta.
“Towards the Light” - El siguiente tema entra de lleno en los territorios habituales del Pat Metheny Group, algo a lo que ayuda mucho el uso de la guitarra-sintetizador de Pat que aporta una sonoridad muy particular que es parte de la identidad de su banda. La pieza es un tiempo medio con cierto toque latino, terreno en el que el guitarrista se encuentra como pez en el agua y en el que el trío de Mehldau demuestra una gran competencia.
“Long Before” - Volvemos al formato de dúo con un “blues” lento que sirve como excusa para que ambos intérpretes inicien un distendido diálogo al que quizá le falte un punto de vitalidad para mantener el altísimo nivel general del disco.
“En la Tierra que no Olvida” - De nuevo tenemos influencias latinas en un complicado tema con ritmo de 5/4 en el que Jeff Ballard nos ofrece una verdadera exhibición de facultades frente a la cual la actuación de sus compañeros parece terrenal. Una de las mejores piezas de todo el disco, especialmente de las interpretadas por el cuarteto en pleno.
“Santa Cruz Slacker” - En el tramo final del trabajo encontramos dos temas consecutivos escritos por Brad Mehldau, pese a lo cual, el primero de ellos enlaza a la perfección con el anterior, escrito por Metheny. También es aquí el descomunal trabajo de Ballard lo más destacable (el del dúo Ballard / Grenadier, en realidad) hasta el punto de eclipsar por momentos al de las estrellas principales de la grabación.
“Secret Beach” - La última pieza del disco escrita por Mehldau es una lenta balada con un punto cinematográfico, en especial en la primera parte con la guitarra como protagonista. Es una de las piezas más convencionales del disco y también de las más versátiles como prueba el hecho de que Mehldau la incorporó después a su repertorio en directo e incluso la grabó con su trío.
“Silent Movie” - La última pieza para cuarteto del disco opta por un tono bajo y sin florituras. Un tema muy clásico, ideal para que todos los intérpretes tiren de oficio y saber hacer aunque nos deja con la sensación de que podría haber dado más de sí.
“Martha's Theme” - En 1996, Metheny compuso la banda sonora de la película italiana “Passagio per il Paradiso” de la que escuchamos aquí uno de sus temas centrales. Es una pieza muy breve que en esta versión de piano y guitarra suena encantadora, sin desmerecer la original, más electrónica.
Juntar a Brad Mehldau y Pat Metheny era un sueño para muchos aficionados al jazz pero una cosa es crear una gran expectativa y otra muy diferente satisfacerla. Pues bien, tanto con el primer disco titulado “Metheny / Mehldau” como con este segundo, creemos que el reto está superado con creces y que los seguidores de ambos artistas no encontrarán motivo alguno de queja al respecto. No sabemos si en algún momento volverán a coincidir en un estudio por lo que debemos disfrutar de ambos trabajos como testimonios de un encuentro único.
Como despedida, os dejamos con una versión en directo de "The Sound of Water" en el Festival de Jazz de San Sebastian de 2007.
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