jueves, 23 de enero de 2025

Jean Michel Jarre - Jarremix (1995)



Hoy en día es algo muy común pero los “remixes” de canciones más o menos populares no estuvieron ahí siempre. Hay cierto consenso en señalar a Tom Moulton como el inventor del “concepto”. Tras un tiempo en el mundo de la música como comercial en varias discográficas importantes, decidió dejarlo para dedicarse a otros menesteres, entre ellos, un trabajo de DJ en locales nocturnos y restaurantes. Allí se dio cuenta de que el público se enfriaba mucho cuando terminaba una canción y decidió probar a hacer una mezcla casera en un cassette enlazando varios temas. Al ver que la idea funcionaba decidió aplicarla en su vuelta al negocio discográfico con Gloria Gaynor. El el disco de debut de la cantante, Moulton enlazó con gran éxito tres canciones compartiendo ritmo (incluyendo la famosísima versión de la diva de “Never Can Say Goodbye”.


A partir de entonces se popularizaron las versiones extendidas de canciones con mezclas para discoteca en las que muchas veces se aceleraba el ritmo y se potenciaban las partes de percusión. Ya en los ochenta, los remixes bailables de todo tipo de canción eran material común y se publicaban de manera independiente en formato de maxi-single. Todavía en aquel entonces eran versiones absolutamente reconocibles que respetaban el espíritu y la mayoría de las pistas e instrumentación del tema original pero eso fue evolucionando hasta llegar, ya en los noventa, con la fiebre “rave” a crear “remixes” en los que apenas había un par de detalles del tema original que se podían escuchar poniendo cierta atención. Era un tiempo en el que la personalidad del “remezclador” eclipsaba por completo al artista original o, al menos, le dejaba en un segundo plano. Muchos músicos optaron entonces por este tipo de remezclas para complementar su singles que, en lugar de la habitual “cara b” (normalmente una canción nueva) empezaron a incorporar mezclas y más mezclas diferentes a cargo de deejays variados, especialmente cuando el formato CD permitió la inclusión de varias pistas más de las que soportaba el viejo vinilo.


Era cuestión de tiempo que los artistas empezasen a editar discos con remezclas de baile de sus éxitos ampliando así el catálogo de lanzamientos que rellenan el hueco entre discos originales. A los manidos recopilatorios de grandes éxitos y a las grabaciones de algún concierto icónico se suman ahora los discos de remezclas que, a su vez, pueden juntar versiones de baile de viejas canciones de distintas épocas o revisar por completo todo un LP. Entre los primeros, fue un gran éxito el “You Can Dance” (1987) de Madonna, que revisaba varios éxitos de sus tres discos publicados hasta el momento. Entre los segundos, el mejor ejemplo fue “Blood on the Dance Floor” de Michael Jackson que revisaba varios temas pertenecientes a su anterior “HIStory” añadiendo alguna canción nueva.


Al igual que en los ochenta el artista que no tenía un maxi-single con mezclas de baile de sus singles de éxito no era nadie en la industria, en los noventa empezó a pasar con los discos recopilatorios de remezclas y al carro se subieron músicos de todo tipo, desde los que podrían ser más obvios como Jennifer López, Pet Shop Boys, Justin Bieber o Depeche Mode hasta otros más insospechados como Philip Glass o Steve Reich.


Jean Michel Jarre no iba a ser una excepción y estuvo en todas las fases de esta moda. Publicó maxis con versiones extendidas en los setenta y ochenta y abrazó con entusiasmo la cultura “rave” en los noventa, especialmente a raíz de la publicación de “Chronologie” que contó con una interminable lista de remixes de baile para sus singles principales. Su particular disco de remezclas iba a llevar el nada original título de “Jarremix” y aparecería en el mercado de forma muy limitada coincidiendo con su concierto en la Torre Eiffel del 14 de julio de 1995. Consistía en una colección de temas que combinaba casi al 50% versiones de temas clásicos de su discografía con algunas mezclas de los citados singles de “Chronologie”. El resultado fue muy irregular pero con el tiempo creemos que tiene algunas cosas rescatables.


“Chronologie 6 Main Mix” - La primera mezcla corre por cuenta de Gat Decor, una efímera banda británica que apenas publicó un single (“Passion”, que, eso sí, tuvo cierto éxito) y varios remixes para otros artistas de los cuales este fue el de mayor relevancia. Su trabajo aquí es casi más reconocible que el del propio Jarre ya que los fondos sintéticos que dominan toda la introducción y la mayoría del tema recuerdan mucho, precisamente, a su “Passion”. Luego entra el ritmo machacón. Es música de baile así que no cabe esperar algo muy diferente en este contexto. La única referencia clara al original es una frase repetitiva que aquí suena con el clásico sonido de tantos éxitos de las pistas en aquellos años y que Gat Decor toman prestada de la secuencia principal del tema de Jarre. Poco más que añadir a una mezcla que funciona si asumimos como buenos los principios del género dance.




“Chronologie 4 E-Motion Mix” - En esta ocasión los encargados de revisar el tema de Jarre fueron los miembros de la banda británica Sunscreem, grupo que hoy sigue activo y que cuenta con la particularidad de ser una de las pocas bandas de tecno que daban conciertos tocando realmente en directo. Quizá incorporan más elementos del original que la mezcla anterior pero a cambio optan por un ritmo más potente que enseguida lo eclipsa todo llegando a quedarse en algunas partes prácticamente como única pista.


“Equinoxe 4 Deep Mix” - Entramos ahora en la parte más interesante con una mezcla que no había sido publicada anteriormente single. Un clásico de Jarre que escuchamos aquí transformado por Bruno Mylonas y Thierry Leconte. El primero colaboró con Jean Michel en su disco Waiting For Cousteau y fue técnico de sonido en varios de sus conciertos más recordados como el de La Defense en 1990 o el de El Cairo en 1999. No podemos decir que sea fiel al original aunque utilice alguna frase recortada del mismo como motivo recurrente. Sin embargo, su ritmo funk y las partes de bajo son una aportación más interesante que cualquier cosa de las que escuchamos en los mixes anteriores. No era, en todo caso, una remezcla desconocida para los seguidores más fieles del músico ya que sonó en algunos conciertos de su gira “Europe en Concert” de 1993.


“Chronologie 4 SxS Mix” - Repiten los integrantes de Sunscreem con otra revisión del mismo tema que ya trataron antes optando ahora por una mezcla clásica que parte de un bombo reiterativo al que se suman poco a poco diferentes percusiones añadiendo color a un cuadro cuyo marco queda fijado por una línea de bajo ácida bastante curiosa. Tras una extensa introducción escuchamos las primeras referencias al tema de Jarre del que toman melodías secundarias. Convencional aunque se deja oír.


“Revolution, Revolutions Oriental Mix” - Vuelve Bruno Mylonas ahora acompañado del productor Bruce Keen para ofrecernos su visión del tema de 1988 que el propio Jarre reelaboró un par de años después y lo hacen sin concesiones con una mezcla agresiva que, eso sí, conserva del original casi todas las partes vocales y los arreglos de cuerda orientalizantes. A cambio, se pierde toda la elaboración electrónica de Jean Michel que siempre nos pareció muy interesante.


“Equinoxe 7 Ambiant Mix” - La misma pareja del corte anterior para ofrecernos la que, probablemente, sea nuestra pieza favorita del disco. En ella se alejan de la música de baile más directa y optan por una interesante deconstrucción de todos los sonidos con los que Jarre construyó la extraordinaria introducción secuencial de la séptima parte de su “Equinoxe”. Es este remix una maravillosa exploración sonora que hace que merezca la pena todo el disco, siquiera por permitir que esta pieza no haya quedado olvidada como una curiosidad sin más en un cajón.




“Chronologie 4 Tribal Trance Mix” - Llega el turno del trío británico Black Girl Rock cuyo currículum, como ocurría con Gat Decor, sólo tenía un single (“The Theme”). De nuevo volvemos a los temas que ya aparecieron en su día como parte de los diferentes sencillos de “Chronologie”. A su favor podemos decir que huye de los ritmos más directos y opta por arreglos más elegantes a los que aportan elementos como la guitarra eléctrica que quedan bien. En el lado negativo, apenas hay un par de cosas que nos recuerden (y de forma muy lejana) al original.


“Oxygene 1 Laboratoire Mix” - La que, en principio, iba a ser la colaboración estelar del disco era esta participación de Laurent Garnier. El DJ francés llegó a convertirse en figura en uno de los templos del género como era el Haçienda de Manchester. Sin embargo, su colaboración solo aparecía en la primera edición de “Jarremix” siendo eliminada de las posteriores por razones nunca aclaradas del todo. La elección de “Oxygene 1”, un tema que no es precisamente el más bailable, ya era rara y lo cierto es que Garnier podría haber dicho que era una mezcla de cualquier otra pieza porque no hay nada en su aportación que remita al disco de 1976 salvo algunos efectos ventosos de ruido blanco al principio. Lo demás es la combinación de unas pocas notas repetidas hasta el hastío sobre un ritmo obsesivo que termina por aburrir. Para colmo, la duración se acerca a los diez minutos siendo el corte más largo del disco. Muy decepcionante.


“Magnetic Fields 2 Magnetic Mix” - Mylonas y Leconte vuelven a aparecer con una visión absolutamente abrumadora de un clásico transformado aquí en una especie de batidora al máximo de revoluciones que, eso sí, respeta toda la melodía central del tema de 1981 pero revestida con una capa rítmica que no deja ni un respiro. Tras muchos años aún no sabemos si nos gusta o la detestamos. Lo que es seguro es que no deja indiferente.


“Chronologie 6 Slam Mix 1” - El dúo de DJ's escocés Slam es quien se ocupó de darnos su particular visión de este tema en los singles de 1993 de los que aquí aparece una de las mezclas que hicieron. Sin ser un dechado de fidelidad tiene alguna aportación interesante aunque, como nos ocurre con casi todas las versiones que aparecieron en los singles en su momento, nos parecen innecesarias. 


“Calypso Latino Mix” - El cierre del disco es curioso porque se trata de un remix antiguo que Mylonas hizo para el maxi-single de “Calypso” en 1990 rebautizado para la ocasión (originalmente se llamó, sencillamente, “Longue Mix”). Pertenece a esa época de la que hablábamos en la introducción en la que los remixes aún estaban hechos en su mayor parte con material y pistas del tema original y que son nuestros favoritos. En este caso especialmente ya que siempre nos gustó tanto o más esta revisión que la pieza de la que parte.




Podríamos entrar en el debate sobre la necesidad de este tipo de recopilaciones de remezclas y seguramente llegaríamos a la conclusión de que tienen su público pero que se reduce a los fans más fieles del artista en cuestión. Nos cuesta creer que un aficionado a la música de baile y a los ritmos tecno se compre un disco de este tipo de un artista al que no siga habitualmente por mucho que incluya alguna participación de un DJ de su interés. Por lo tanto creemos que están destinados a un nicho muy concreto de fans que hacen difícil que de lanzamientos así salga un superventas. Sin embargo, parece que los propios músicos (o sus discográficas) siguen teniendo interés en este tipo de grabaciones. Volviendo al caso que nos ocupa, el propio Jarre ha lanzado ya otros dos trabajos similares revisitando discos como “Oxygene 7-13” o el más reciente “Oxymore”. En ambos casos la cosa está a caballo entre el deseo de exprimir un poco más un material conocido y el rellenar el periodo entre un disco “nuevo” y el siguiente sin hacer muchos esfuerzos. Particularmente no somos demasiado partidarios de este tipo de producto aunque tenemos que reconocer que en algunos casos (pensamos en algunos volúmenes de la sega “Disco” de Pet Shop Boys”) el resultado es muy satisfactorio.

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