miércoles, 11 de diciembre de 2013

Jo Blankenburg - The Feather Dance (2008)



Han pasado ya unos años desde que escuchamos por primera vez música de Jo Blankenburg. En aquel momento, no había publicado aún ningún disco en formato físico y, si nuestras informaciones no son erróneas, no ha editado muchos desde entonces. A día de hoy sólo uno de sus trabajos está disponible en un soporte real como es el CD y el disco que es objeto de la entrada existe únicamente como descarga digital aunque hay imágenes en la red que parecen indicar que, en algún momento, disfrutó de una tirada convencional como disco compacto.

Blankenburg es un músico alemán que vive en Los Ángeles y que desarrolló la mayor parte de su carrera en Nueva Zelanda, lo que aporta a su trayectoria una pátina ciertamente interesante. Más curioso es aún el modo en que se gana la vida. Es músico, evidentemente, y vive de su obra. Es posible, de hecho, que muchos de vosotros hayáis escuchado su música sin saberlo porque compone para el cine pero, y aquí viene lo curioso, no hace bandas sonoras para películas sino para los “trailers” de éstas. Así, en los anuncios de películas como la última de la saga de Harry Potter, X-Men First Class, How to Train Your Dragon, Hitchcock, Lincoln, Los Juegos del Hambre, 300 e incluso alguna de las partes de la saga Crepúsculo, se escuchaba música de Blankenburg. En nuestra ignorancia, suponíamos que cuando un estudio paga un dinero importante a un gran compositor para hacer la banda sonora de una película, eso incluiría los anuncios para la misma pero está claro que no, aunque, bien pensado, la cosa tiene sentido puesto que los “trailers” son un cortometraje en sí y el tratamiento de las imágenes es completamente diferente del de la película completa. Todo tiene otro ritmo y, de ahí quizá, la necesidad de contar con un músico propio para ese menester. Aunque Blankenburg ha hecho alguna que otra banda sonora completa, su labor principal hasta ahora ha sido la de músico para estas pequeñas obras audiovisuales obteniendo alguna que otra nominación a los Hollywood Music in Media Awards, galardones de prestigio dentro del mundillo cinematográfico musical y que, por esas casualidades que tiene la vida, también tienen mucho que ver con la que será la próxima entrada del blog.

Jo Blankenburg y su batuta

“The Feather Dance” es un disco de piezas de piano ajenas a la pantalla en su práctica totalidad que apareció en 2008. En ellas, el músico nos muestra todas sus capacidades partiendo de influencias conocidas para los seguidores del blog como Michael Nyman o Yann Tiersen, es decir, un minimalismo con toques románticos, accesible y melódico que le permite expresar un universo musical realmente interesante.

“The Feather Dance” – Comienza el disco con una pieza compuesta para la banda sonora de un film titulado “Stages”, una preciosidad llena de talento y sensibilidad que navega por los mismos mares que otros autores como Ludovico Einaudi sin nada que envidiarles. El tema contiene varios giros melódicos a cual más inspirado y se convierte en una introducción inmejorable para un disco que merecería ser mucho más conocido.



“Lied Von Lieben” – Continúa el disco con un giro introspectivo en una composición melancólica en su comienzo que cambia súbitamente hacia un cierto dramatismo con una gran influencia de Yann Tiersen muy bien adaptada a los propios planteamientos de Blankenburg que sabe rendir homenaje a aquellos músicos que le inspiran sin caer en la mera copia.

“Innocence” – Continúa el disco por parecidos derroteros que en el corte anterior, acaso con un tratamiento algo más clasicista en una melodía en la que nos parece reconocer, incluso, alguna influencia española escondida. La segunda mitad de la pieza es de una delicadeza sublime llena de elegancia y sobriedad, que deja entrever algún retazo impresionista.

“Iumentum” – Si hay un instrumento con el que es prácticamente imposible sorprender a nadie hoy en día, ese es el piano. Por eso es muy de agradecer que haya músicos que renuncien a alardes falsamente vanguardistas y se dediquen a hacer piezas sencillas, musicales, con alma. El lector del blog sabe que no nos arredramos ante los experimentos más arriesgados pero hay momentos en los que el talento puro, sin más adorno, es más que suficiente para agradarnos. Ésta pieza es un ejemplo de lo que decimos.

“Die Leichtigkeit Des Seins” – Continuando con las influencias de músicos que han aparecido por el blog en el pasado, la siguiente composición del disco nos hace pensar en piezas con alguna similitud de Roger Eno, uno de nuestros artistas favoritos cuando se pone íntimo.

“Maytreya” – El nombre del próximo Buda según esa religión inspira una composición que no tiene ningún elemento orientalista, como podríamos haber supuesto. Por el contrario, es un tema bastante convencional para lo que veníamos escuchando y que encajaría perfectamente en cualquier recopilatorio de música new-age de los años ochenta. No podemos evitar acordarnos de Suzanne Ciani al escucharlo tanto por las similitudes melódicas como por la propia construcción de la pieza. No está entre nuestros favoritos del disco pero es muy representativo de su estilo.

“Pitta Sarita” – Siguiendo con los temas con referencias espirituales en el título (en éste caso un término relacionado con el yoga), va discurriendo el disco de forma placentera y sin sobresaltos. Lo interesante de la pieza es su variedad ya que en sólo unos minutos reúne una gran cantidad de motivos e ideas que, en manos de otros artistas, darían para un disco completo.

“No Bliss Without Grief” – De nuevo nos encaminamos a pasajes reposados y meditativos. Si continuamos con el juego de relacionar cada composición con un artista, tenemos que asociar esta a George Winston en cualquier tema de su inmortal “Autumn”.

“Tripudio” – Aunque el título alude a una danza en italiano, de carácter alegre además, la composición es más bien tranquila aunque sí que es cierto que es el tema del disco en el que apreciamos una mayor influencia de Einaudi por lo que quizá la referencia italiana de la pieza tiene esa intención de homenaje por encima de cualquier otra.

“Blue Tears” – A punto de terminar el disco encontramos uno de los mejores temas del mismo y probablemente aquel en el que podemos apreciar más claramente la propia personalidad musical de Blankenburg aunque no falta alguna cita a J.S.Bach convenientemente maquillada en ciertas líneas melódicas de la mano izquierda del intérprete. Nos gustaría escuchar más música del autor en un estilo similar.





“Planet Earth Forever” – Se cierra el disco como comenzaba, con una composición originada en una banda sonora. Se trata del que probablemente fuera el primer tema de su autor que gozó de cierto reconocimiento al acompañar las imágenes del videoclip “Planet Earth” de temática ecológica y con algunas similitudes con películas como “Koyaanisqatsi”, “Baraka” o “Microcosmos” en cuanto a que simplemente se trata de imágenes y música. El arreglo del disco es, como el resto de la música que hemos comentado, para piano sólo aunque el original contaba con partes orquestales.


Es una pena que este disco no pueda ser disfrutado como merece en un formato físico (somos muy insistentes con el tema pero se debe a que, al menos en ese aspecto, somos de la vieja escuela). En la página web oficial del compositor se pueden disfrutar amplios extractos de “The Feather Dance” así como de otros discos dedicados a la música de Blankenburg para distintos “trailers” cinematográficos, muy diferente a la del trabajo del que hoy hemos hablado, orquestal, épica y enérgica pero igualmente interesante. Habrá notado el lector que hemos insistido mucho en comparar varias de las piezas del disco con el estilo particular de otros autores. En ningún caso estamos hablando de una mera imitación y se trata sólo de una referencia para que sea más sencillo identificar el tipo de música que realiza Blankenburg. Los habituales del blog ya saben que es algo que hacemos a menudo como una forma de facilitar el reconocimiento de un estilo cuando hablamos de algo tan inaprensible y difícil de describir como es la música.

Como ya hemos dicho, el disco no parece estar disponible salvo en formato digital, aunque en algunas webs hablan del CD "físico". Os dejamos los enlaces por si hay suerte:

cdbaby.com

cduniverse.com

Nos despedimos con el vídeo "Planet Earth Forever" para el que se compuso la última pieza del disco, aquí sonando en su versión original:


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