Desde que la música empezó a grabarse
para su comercialización dando lugar así a una industria que llegó
a ser muy potente en sus mejores días, una de las vías de negocio
más socorridas por parte de las discográficas eran los discos
recopilatorios. No faltan razones para que esto sea así. Se trata de
discos de producción barata porque basta con tirar el catálogo
propio del artista para confeccionar una lista de sus canciones más
populares y editar un trabajo que asegura un buen número ejemplares
vendidos. ¿Por qúe? Porque tienen un público potencial muy amplio:
los aficionados a la música que no quieren discografías extensas de
determinados artistas sino sólo las canciones más conocidas en un
sólo disco, aquellas personas que a la hora de hacer un regalo no se
quieren comer la cabeza buscando y recurren al disco de grandes
éxitos de turno, etc.
Cuando la trayectoria de un artista es
ya de una amplitud notable, surge un problema con este tipo de discos
y es que lo habitual es que sus grandes éxitos se concentren en los
primeros años de su carrera lo que hace que en muchas ocasiones, una
recopilación nueva contenga, en proporción, menos títulos
conocidos por todo el mundo que una antigua y el lanzamiento de un
nuevo disco de grandes éxitos no consigue desbancar a los anteriores
que aún quedan en las estanterías de las tiendas. La solución para
estos casos es recurrir, no ya al comprador ocasional, objetivo
principal de estos discos, sino al seguidor de toda la vida y la
forma para conseguirlo es introducir en el disco material diferente
del habitual, ya sea en forma de canción inédita compuesta para la
ocasión, de alguna rareza desconocida hasta la fecha, de versiones
diferentes de las publicadas hasta entonces cualquier recurso
similar.
La notable reducción del precio de los
discos en los últimos años ha llevado a la aparición de un
producto, muy raro en el pasado pero cada vez más habitual hoy en
día. Se trata de sustituir los viejos recopilatorios por cajas de
varios discos en las que se recogen discografías completas de
determinados artistas o bien, cuando estas son muy extensas, cajas
que reúnen todos los discos de una etapa concreta del músico en
cuestión.
Los seguidores de Mike Oldfield han
tenido decenas de ejemplos de todo esto que afirmamos a lo largo de
toda la carrera del músico. Se han publicado cajas recopilatorias de
varios discos, ha habido lanzamientos de títulos de grandes éxitos
de todo tipo y condición, con material inédito, con canciones
convencionales, con rarezas imposibles de encontrar, con temas que
sólo estaban disponibles como “caras b” de sus correspondientes
singles, con extractos de las participaciones de Oldfield en discos
de otros, con piezas escritas para la ocasión e incluso con
adelantos de lo que serían algunos trabajos futuros. No sorprendió
por tanto, el lanzamiento hace ya algunos meses de una caja que
recopilaba todos los discos que el músico británico grabó para la
Warner en el periodo inmediatamente posterior a su salida de Virgin.
Un tiempo después apareció el complemento perfecto para esa caja
con la que compartía diseño de portada en forma de disco doble que
contenía, por una parte, los principales singles editados por el
músico en ese período y por otra, las “caras b” y remezclas más
interesantes del mismo. Así, si el primer lanzamiento estaba
destinado principalmente a un público no seguidor del músico que
podía hacerse así por un precio reducido con un periodo bastante
amplio de su obra, este segundo estaba destinado a satisfacer a
quienes ya tenían todos aquellos discos pero no el resto del
material publicado por el artista en sus singles.
Imagen de la caja con todos los discos del "período Warner" de Oldfield a la que complementa este recopilatorio. |
El primer disco de Oldfield para Warner
fue la secuela de “Tubular Bells” titulada, sencillamente,
“Tubular Bells II”. En el recopilatorio viene representada por
seis composiciones, los singles “Sentinel”, “Tatoo” y “The
Bell” en el primer disco y las “caras b” “Early Stages” y
“Silent Night” junto con una mezcla diferente de “The Bell”.
El mayor interés para el coleccionista procede de el tema “Early
Stages”. La idea inicial de Oldfield al grabar “Tubular Bells II”
chocó con su deseo de trabajar con el productor Trevor Horn en el
disco ya que este último propició una serie importante de cambios
que transformaron por completo lo que iba a ser la obra en un
principio. “Early Stages” es una muestra de lo que Oldfield había
pensado hacer, muy diferente al resultado final “post Horn”. La
versión del célebre villancico “Silent Night” no es una rareza
menor y el coleccionista de la obra de Mike agradecerá su presencia
en la recopilación.
El siguiente disco publicado por Oldfield en su nuevo sello fue una versión musical del viaje espacial narrado por Arthur C.Clarke en su novela “The Songs of Distant Earth”. Aparecen aquí cinco temas relacionados con ese trabajo: “Hibernaculum” y “Let there Be Light”, singles del mismo que forman parte del primer CD y “The Spectral Army”, “The Song of the Boat Men” e “Indian Lake”, pertenecientes al segundo. De nuevo la parte más atractiva está en éste último puesto que las tres composiciones son nuevas (lo eran en su momento, claro está) e incluso la melodía central de una de ellas fue reciclada en el último disco de Oldfield, “Man on the Rocks”.
El tercer proyecto del músico en Virgin fue “Voyager”, su particular interpretación de la música celta. Sólo dos cortes representan aquel disco en la recopilación, los dos singles “The Voyager” y “Women of Ireland”, ambos en el primer disco aunque éste último corte bien podría aparecer dn el segundo puesto que la versión escogida es una remezcla en clave tecno bastante prescindible. En el segundo CD encontramos, en cambio, el corte inédito “Mike's Reel”, probablemente un descarte de “Voyager” y que era el único tema en el que el músico se mantuvo cercano a la tradición celta tanto en el fondo como en la forma, además de continuar su propia tradición de publicar "caras b" con temas de factura sencilla y aire folclórico como hizo en sus primeros años con profusión. Apareció durante la promoción de un recopilatorio de la época en uno de los singles de “Women of Ireland”.
Hasta aquí llegan los temas de verdadero interés por lo que se refiere al segundo disco de la recopilación que a partir de ahora es rellenado con remezclas completamente prescindibles de las que hablaremos al final. Nos centramos ahora en el resto del primer disco que continúa con “Tubular Bells III” representada con “Man in the Rain”, el extraño intento de repetir el éxito de “Moonlight Shadow” calcando gran parte de los elementos de la que fue con toda probabilidad la más popular de las canciones pop de Oldfield, y una remezcla de “Far Above the Clouds”.
Con pocos meses de diferencia respecto
a “Tubular Bells III” apareció “Guitars”, un trabajo mucho
más interesante que aquel. Ambos discos compartieron protagonismo en
la que fue la última gran gira del músico hasta la fecha. De
“Guitars” aparecen aquí “Cochise” y “Out of Mind”.
En plena cuesta abajo creativa de su
autor, apareció un nuevo disco (el tercero en poco más de un año)
titulado “The Milennium Bell”. Se trataba de una extraña
mezcolanza de sonidos y estilos en la que Oldfield pretendía (nada
menos) resumir los acontecimientos más notables de la historia de la
humanidad grosso modo. El pastiche, tremendamente irregular,
aparece aquí representado con tres cortes: “Pacha Mama”,
“Sunlight Shining Through Cloud” y “Amber Light”.
La etapa del músico en Warner iba a
concluir con Oldfield convertido en artista de Warner Music Spain,
extraña maniobra que sirvió para dejar un flojo disco con título
en español: “Tr3s Lunas” del que se recogen aquí dos cortes en
su versión para la radio, el single “To Be Free” y “Thou Art
in Heaven”. Cerrando el primer disco de la recopilación aparecen
dos piezas correspondientes a “Tubular Bells 2003”, regrabación
completa de la obra del 73 realizada por Oldfield con la idea de
actualizar el sonido del clásico y el resultado de privarle de toda
la magia.
Habíamos dejado el repaso del
contenido del segundo CD en el “Mike's Reel”. El resto del mismo
lo ocupan remezclas electrónicas de corte discotequero de escaso
interés, en nuestra opinión, para el seguidor veterano de Oldfield
aunque quizá llamen la atención del coleccionista. Suenan en el
disco el remix de “Sentinel” hecho por The Orb, “Let There Be
Light” a cargo de BT, “Women of Ireland” mezclada por System 7,
“Far Above the Clouds” revisada por Jam & Spoon, “To Be
Free” a cargo de Soultronik y, cerrando la colección, “Thou Art
in Heaven” en una remezcla de Pumpin' Dolls.
En nuestra opinión, este lanzamiento
no es un disco adecuado para acercarse a la obra de Oldfield por
parte de alguien que desconozca la misma, por mucho que en la portada
tenga, una vez más, la imagen de la campana tubular doblada que
tanta fortuna le ha dado a Oldfield. En cambio, los aficionados a la
obra del músico que no lleguen al punto de hacerse con todos los
singles, remezclas, rarezas, etc. con regularidad, encontrarán aquí
recopiladas prácticamente todas las que el músico grabó en la
década larga en que formó parte de Warner Music. Faltaría alguna
curiosidad muy puntual y quizá se podía haber prescindido de tanto
remix bailable pero lo cierto es que todas esas mezclas también
forman parte de lo que Oldfield publicó en esa etapa por lo que su
presencia, de una u otra forma, tendría justificación.
Con alguna que otra cosa rescatable, la
etapa del músico en Warner evidenció un bajón creativo del que aún
no ha salido pese a algún intento notable. Pese a todo, la
particularidad cronológica de este recopilatorio frente a otros más
generalistas y la presencia de algunas rarezas nos han animado a
dedicarle este espacio en el blog.
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