Wim Mertens tardó mucho en publicar un disco en directo, cosa extraña puesto que sus conciertos siempre han sido de tanto interés como las versiones de estudio, tanto por los arreglos (en ocasiones muy diferentes de los discos) como por el propio repertorio en el que acostumbra a deslizar composiciones inéditas que sólo en algunos casos pasarán a formar parte de discos posteriores. El primer disco recogiendo material del músico en concierto fue “Epic that Never Was” y fue reseñado aquí tiempo atrás. Tras ese CD, de 1994, no hubo más directos en mucho tiempo.
De pronto, en 2002, apareció un nuevo trabajo del músico recogiendo material grabado en concierto pero lo más interesante no era el lugar, la formación o el propio contenido musical. Lo que realmente llamaba la atención era que el título (“Moins de Mètre, Assez de Rythme”) venía precedido del texto: “Years Without History - Volume I”. Lo que eso sugería se hizo realidad en los años siguientes llegando la serie a abarcar un total de siete volúmenes distribuidos de un modo extraño puesto que, tras los cinco primeros, se editó una caja recopilatoria que contenía un sexto disco sólo disponible en ese lanzamiento de modo que, quien hubiera adquirido los primeros cinco cedés no tenía otra forma de hacerse con el sexto salvo volver a comprarlos todos como parte de la caja. Para complicarlo todo un poco más, algo más tarde apareció un séptimo volumen independiente.
Salvo dos de los conciertos, el resto eran todos del periodo 1998-2002 lo que, indudablemente, restaba interés al material como documento ilustrativo de toda una carrera pero no por ello todos los volúmenes pueden analizarse con el mismo criterio. Queremos hablar hoy de el primero de ellos, grabado en octubre de 1992 durante la gira que siguió a la publicación de “Shot and Echo”. El concierto del que procede la grabación tuvo lugar en el Teatro de la Bastilla de París y se celebró bajo el mismo formato que el resto del “tour” y que fue con el que, en nuestro caso, pudimos disfrutar por primera vez de Mertens en directo unos meses después: Wim Mertens al piano y voz junto con Dirk Descheemaeker al clarinete.
“Gentleman of Leisure” - Uno de los temas más puramente minimalistas del Wim Mertens inicial es el escogido para abrir el disco. Una composición muy “glassiana” que apareció en el disco “Struggle for Pleasure” en versión para “ensemble”. Aquí la melodía queda casi por entero encargada al clarinete (con puntuales apoyos de la voz de Mertens) mientras que el piano ejecuta una trepidante parte rítmica.
“Watch Over Me” - Un reto algo mayor para Dirk Descheemaeker se presentaba en el siguiente tema, perteneciente al entonces reciente “Shot and Echo”. El clarinetista es un maestro de la técnica conocida como “respiración circular” mediante la cual puede ejecutar su instrumento de forma continua sin detenerse a tomar aire. Algo muy necesario en esta composición que requiere de una interpretación prácticamente ininterrumpida. La pieza es deliciosa y no desmerece en absoluto a la versión de estudio.
“Lir” - El recital prosigue con una extensísima pieza de más de 15 minutos de duración publicada en su momento en el disco “Maximizing the Audience”. En nuestra opinión es una de las melodías más inspiradas para piano que ha escrito su autor que se arriesga aquí a interpretar su versión más larga en lugar de “The Fosse”, variación mucho más breve en la que se encuentra el principal núcleo melódico del tema. De hecho, “Lir” tiene una larga sección central en la que el músico se extiende en pausadas repeticiones de motivos muy breves que al oyente menos familiarizado con su obra le pueden resultar pesadas. Es elogiable que Mertens no tema mostrar una pieza complicada de asimilar en lugar de buscar el aplauso fácil.
“Salernes” - El último tema “antiguo” del disco era otro extracto de “Struggle for Pleasure” que repetía la fórmula de “Gentleman of Leisure”, es decir, un ritmo intenso a cargo del piano y el clarinete ejecutando la parte solista con algún pequeño guiño jazzístico más propio de la obra de Eric Mertens que de su hermano Wim. La versión en directo es soberbia y nos atrevemos a decir que muy superior a la del disco original.
“La Mesure” - Si con “Lir” pensábamos que Mertens arriesgaba ¿qué podemos decir de la siguiente pieza? Se trataba de una composición inédita hasta el momento pero es que, además, su destino no iba a ser un disco regular del músico sino el segundo gran ciclo que aparecería en 1994: “Gave Van Niets”, concretamente el último disco de la cuarta parte de la obra (“Reculer Pour Mieux Sauter”) que llevaba el título de “Le Souffle du Destin” y que estaba escrito íntegramente para clarinete solo. Por si eso no fuera suficiente, la duración de la pieza era de más de 16 minutos. Todo un desafío para el público asistente.
“Wandering Eyes” - La última parte del disco se iba a centrar ya en piezas de “Shot and Echo” comenzando por una de las más bonitas desde el punto de vista melódico. Una composición que siempre hemos creído que tenía un potencial mucho mayor que el que mostraba en el arreglo que apareció en el disco de estudio. Esta versión en directo se aproxima más a lo que pensamos aunque seguimos pensando que esta melodía tiene aún pendiente su mejor cara.
“Shot One” - A veces interpretar en directo un gran tema es mucho más complicado que tocar cualquier otra composición porque el público puede quedarse con ganas de más, acostumbrado a escuchar la versión del disco. Lo que Mertens hace aquí con una de las piezas más emblemáticas de “Shot and Echo” es sencillamente magistral porque nos ofrece una interpretación muy distinta a la del disco que, si bien no la mejora, sí que se sitúa a una altura similar. Extraordinario.
“We'll Find Out” - El cierre lo pone una de las melodías más emotivas de “Shot and Echo” que aquí recibe un tratamiento muy acertado por parte de los dos intérpretes. La revisión, como ocurre con las anteriores, tiene una gran personalidad y nos hace dudar con que versión quedarnos.
No queremos terminar sin hacer un pequeño homenaje a un músico. No es raro en las grandes figuras de cualquier género el rodearse de colaboradores extraordinarios. Artistas que, en muchos casos, sacrifican su propia carrera convirtiéndose en secundarios de lujo. Dirk Descheemaeker pertenece a esta categoría ya que casi desde el principio de la carrera de Mertens le ha acompañado en sus grabaciones de estudio, en sus giras y conciertos renunciando a intentarlo en solitario (cierto es que ha participado en algún que otro proyecto pero nunca con la misma implicación que ha tenido con Mertens). Su categoría como intérprete está fuera de toda duda y gracias a él, el compositor ha podido llevar a cabo ideas que muy pocos más podrían haber convertido en sonidos. Creemos que en esta relación radica buena parte del interés de este disco ya que no hay muchas más grabaciones publicadas en las que podamos disfrutar de los dos músicos mano a mano, sin añadidos ajenos.
Debería unir en una lista de reproducción todo el material posible de Wim Mertens porque, imaginemos que un día me rompo la crisma y me ponen un escayolado integral durante un año, ¿qué haría medianamente soportable esa situación, eh?.
ResponderEliminar(El tío a veces se pone algo pesadito, pero ni aún así me aburre; un misterio....).
Sería una experiencia fascinante, sí. La travesía por "Gave Van Niets" podría ser problemática pero en conjunto la idea es interesante.
ResponderEliminarSaludos y gracias por comentar.
Dirk Descheemaeker es sin duda uno de los elementos reconocibles de la música de Wim Mertens, en esta serie de grabaciones tanto el uno como el otro denuestran lo que son capaces de hacer encima de un escenario, sin parafernalias de ningún tipo. La versión de Lir y las de " whisper me " y " Aleph" creo que ganan mucho en directo.
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