Pocos trabajos nos impactaron tanto en una primera escucha como lo hizo “Ø” de Neønymus en la segunda mitad del año 2013. Aquel trabajo de Silberius de Ura nos tocó la fibra tanto como sus actuaciones en los distintos conciertos suyos a los que tuvimos la suerte de asistir en aquellos meses posteriores a su salto a la fama. Por ello no se nos ocurre una mejor noticia para despedir el pasado 2019 (o para recibir este 2020) que la de la publicación de un nuevo trabajo del rachel de adopción, Silverio Cavia. Y si nuestra sorpresa fue grande cuando supimos de esto por mediación del propio artista, ésta se duplicó al conocer que no iba a ser un solo disco sino dos los publicados por Neønymus de forma simultanea. La espectativa, pues, se duplicaba y desde el momento en que recibimos ambos trabajos, han sido escasos los momentos en los que no ha estado sonando alguno de ellos en nuestro reproductor.
No tardaremos en hablar de “V” aquí pero hoy queremos centrarnos en “Sendero” porque hay que empezar por uno de los dos y la gestación de este trabajo concreto parece haber sido mucho más tortuosa de lo que podríamos imaginar. Según cuenta el propio autor, es un disco que “ha estado más de tres años en mi cabeza y sonando en mi coche la maqueta cada vez que viajaba de noche. Algunas veces me atrapaba de principio a fin y otras no conseguía escuchar más de un minuto. Pero algo me decía que debía grabarlo, aunque solo yo lo entendiese”. Es un disco soñado, en sentido literal, una música que Silberius dice dictada por alguna esquiva musa en plena noche pero también es soñado en sentido figurativo puesto que lo que el artista nos narra son tres sueños vividos por un chamán paleolítico en tres momentos diferentes, cada sueño con su introducción, a veces indistinguible de la propia ensoñación. Afortunadamente, Silberius ha conseguido darle forma y plasmar toda esa experiencia en un disco primorosamente editado que pasamos a reseñar a continuación:
Neonymus |
“Preludio del árbol” - El primer preludio comienza con efectos sonoros de viento y agua a los que se incorpora la voz de Silberius en una tesitura aguda, cortesía de la tecnología. Sobre una melodía repetitiva a dos voces surge la narración de las circunstancias del sueño tras la que entra la melodía central cantada por nuestro artista en su estilo inconfundible con la novedad de la utilización de sintetizadores para reforzar el tema principal. Una introducción magnífica a la altura de nuestras espectativas.
“Primer sueño del chamán” - La introducción es realmente preciosa, con una serie de voces femeninas (no lo son pero que sirva para entendernos) que evolucionan pausadamente y de entre las que emerge una especie de profundo canto difónico estremecedor. Es una pieza que nos transporta instantaneamente a lugares y épocas remotos. La producción es soberbia y la utilización de los sonidos electrónicos como refuerzo, un hallazgo extraordinario por parte de Silberius que hace que el disco experimente un avance muy convincente desde las sonoridades de “Ø” hasta ahora. Es un cambio leve en apariencia pero que aporta mucho más de lo que parece.
“Preludio del agua” - El segundo preludio se abre con percusiones ancestrales, sonidos electrónicos y voces procesadas. Surge de todo ello el grave lamento de Silberius precediendo a la narración del segundo sueño en el que el chamán retoma el diálogo allá donde lo dejó en el primero.
“Segundo sueño del chamán” - Después de una primera parte en la misma linea de las piezas anteriores escuchamos un diálogo diferente en el que el músico juega con diferentes tesituras vocales en una conversación a varias bandas con elementos que recuerdan a música antígua. Una letanía hipnótica de la que es difícil sustraerse.
“Preludio de la cueva” - Sorprendentemente, el tono del tercer preludio es muy difrente a todo lo anterior. Las diferentes voces se mezclan unas con otras y también con las respiraciones para formar un ritmo mucho más animado que el de todo lo anterior. La aparición de la percusión y el subrayado de los sintetizadores nos parece muy acertada y le da a toda la pieza una especie de salto temporal con respecto a las anteriores que la convierte en algo mucho más cercano en el tiempo a nosotros.
“Tercer sueño del chamán” - El cierre del trabajo es otra joya en cuanto a la producción, con una mezcla perfecta entre voces y sonidos de toda procedencia. Un verdadero laberinto de piezas vocales, en el que es difícil no perderse. Sólo al final la aparición de un solo de sintetizador aparece haciendo las veces de “hilo de Ariadna” y nos guía, sanos y salvos, hacia la salida de un trabajo cautivador.
Mucho se ha escrito acerca del reto del “segundo disco”. La dificultad que se encuentran todo tipo de artistas y grupos después de publicar un trabajo de debut muy exitoso. Estamos seguros de que Silberius de Ura tuvo bien presente esa circunstancia y algo de eso se intuye en los textos que acompañan a este “Sendero” en los que se habla de una especie de crisis creativa de la que surge el trabajo. Hace un tiempo hablamos aquí de otro “reto” similar cuando Philip Glass se enfrentaba a su novena sinfonía y a la supuesta maldición que decía que tras llegar a ese número, ningún compositor llegaba a componer una décima. Glass lo “resolvió” componiendo a la vez su novena y su décima sinfonía. Con Neønymus ha pasado algo parecido: en lugar de publicar un disco, ha optado por lanzar dos de forma simultánea diluyendo así la presión de que el nuevo trabajo sea comparado con el primero.
“Ø” fue un disco muy particular con un sonido único e imposible de confundir con el de ningún otro artista. En ese sentido, el peligro de repetir la fórmula y caer en una especie de “síndrome Enya” estaba ahí y tenemos que decir que, sin perder su esencia, Neonymus ha conseguido evolucionar lo suficiente para que este trabajo suene como una evolución del concepto original y no como una mera secuela. Para ello, la aportación de un artista como Andrés Ama (otro músico a tener muy en cuenta) a los sintetizadores se nos antoja muy importante. En breve reseñaremos el otro disco del artista aparecido en estos días pero hasta entonces, os recomendamos la escucha de “Sendero”. Un trabajo maravilloso que podéis adquirir en la página web del propio músico.
Por ahora os dejamos con un avance del disco que el propio artista publicó poco antes del lanzamiento:
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