Sufjan Stevens apareció por aquí hace un tiempo con ocasión del disco “Planetarium”, publicado en colaboración con Nico Muhly y Bryce Dessner pero nunca le hemos dedicado una entrada específicamente a él. Lo cierto es que no es nada sencillo presentar a un músico como Sufjan porque no encaja en ninguna categoría al uso. Ha publicado trabajos desnudos de guitarra y voz sin apenas acompañamientos, en plan cantautor, otros con exuberantes arreglos orquestales, tiene discos puramente electrónicos, otros de corte clásico... en resumen, una obra extremadamente variada.
Pese a que su nombre procede del idioma armenio y hace referencia a un importante personaje de la religión islámica, Sufjan es creyente cristiano y esto se ha reflejado siempre en sus letras, especialmente en sus primeros trabajos. En edad escolar aprendió a tocar el oboe y otros instrumentos de viento madera y más tarde, también la guitarra. En sus inicios formó parte de todo tipo de bandas, desde grupos folk hasta agrupaciones de garaje y fue cuando se trasladó a Nueva York desde su Michigan natal cuando empezó a grabar discos cambiando radicalmente de estilo de uno a otro. En todo caso, lo que le hizo popular fue su particular estilo de canción folk interpretado de forma inconfundible y con unos arreglos realmente sofisticados en lo que podemos considerar como su línea principal de trabajo. Sin embargo, esos discos los vamos a dejar para más adelante y nos vamos a centrar hoy en otra de sus vertientes que se centra en corrientes cercanas a la música contemporánea en su vertiente minimalista.
“Reflections”, con apenas media hora de duración, recoge la música que Sufjan Stevens compuso en 2019 para un encargo del Houston Ballet con Justin Peck como coreógrafo. Peck, autor, entre otras cosas, de las secuencias de baile del remake de Spielberg de “West Side Story”, está acostumbrado a trabajar con los músicos más prestigiosos incluyendo a Philip Glass, Caroline Shaw o Steve Reich. La experiencia debió ser satisfactoria para ambos ya que a lo largo de este 2024 se estrenará la adaptación al ballet del disco “Illinois” de Stevens a cargo de Peck. “Reflections” es una obra para dos pianos que en el disco está interpretada por Timo Andres (quien ya había grabado un disco anterior de Sufjan) y Conor Hanick que es uno de los pianistas más reclamados en los últimos años por parte de los más grandes compositores para estrenar sus obras.
“Ekstasis” - El primer corte del disco, que sirvió también como adelanto del mismo, es una mezcla entre lo solemne y lo rotundo, con una sonoridad y un desarrollo melódico muy americano que nos recuerda a Leonard Bernstein y, en menor medida, a Gershwin. En comparación con el eufórico comienzo, la segunda mitad de la pieza es un remanso de tranquilidad y funciona casi como una coda separada del cuerpo principal.
“Revanche” - La cosa continúa por parecidos derroteros en esta pieza, con muchos componentes rítmicos y narrativos del clásico musical de Broadway, algo que, sin duda, debió funcionar muy bien como acompañamiento del ballet de Justin Peck. Como novedad, tenemos aquí varios pasajes más ensoñadores y etéreos que en la pieza anterior. La influencia de otros compositores clásicos americanos está igualmente presente pero aquí tiene más en común con John Adams que con los mencionados anteriormente.
“Euphoros” - Volvemos a una música más directa y dinámica con constantes diálogos e intercambios de protagonismo entre los dos pianos con momentos brillantes por parte de ambos intérpretes y con ráfagas melódicas muy interesantes en el tramo final en el que encontramos elementos minimalistas de forma más clara que en los temas anteriores.
“Mnemosyne” - El siguiente corte tiende más hacia un jazz contemporáneo tipo Brad Mehldau pero con juegos y guiños a determinadas obras de John Cage. Por momentos parece una pieza complicada pero de repente nos sorprende con tramos más accesibles en una mezcla de lo más interesante. El final es realmente maravilloso, con un toque soñador y fantástico que podría acompañar sin problemas una escena musical de cualquier película animada de la Disney de la época clásica.
“Rodinia” - Una mezcla entre minimalismo con un toque de impresionismo francés es lo que nos encontramos en la siguiente composición que termina por convertirse en un excelente tema ambiental en el que no termina de haber una melodía clara más allá del tema central que se repite una y otra vez en infinitas variaciones.
“Reflexion” - Y hablando del tema melódico, esta es probablemente la composición más inspirada del trabajo y la que más fácilmente podría convertirse en una canción en el estilo habitual de Stevens. Inocente, con un punto naíf encantador, es una de esas joyitas que aparecen de vez en cuando en los discos más inesperados.
“And I Shall Come to You Like a Stormtrooper in Drag Serving Imperial Realness” - El cierre del trabajo lo pone esta pieza de título extravagante (y un poco friki, por qué no decirlo). Con ella, Stevens vuelve al ambiente y la narrativa más propios del teatro musical y nos deja disfrutar, una vez más, de dos interpretaciones impecables a cargo de Timo Andres y Conor Hanick.
Tenemos que hablar más de Sufjan Stevens en el futuro porque nos parece un artista fantástico en todas sus vertientes y también porque dejar una entrada como esta, centrada en un aspecto tan concreto de su obra, no hace justicia a los planteamientos tan variados de la misma y ofrece una visión extremadamente limitada de su producción. Mientras esto sucede, os animamos a explorar por vuestra cuenta los abundantes discos de Stevens. Cada escucha nueva es tan sorprendente como fascinante y creemos que no os decepcionará. Como nota final, señalar que recientemente, Stevens hizo público que padece el síndrome de Guillain-Barre, una enfermedad rara que provoca una parálisis casi total y tras la cual, en muchos casos, el paciente debe aprender a andar prácticamente de cero. Afortunadamente, no es incurable, existe tratamiento y Stevens se encuentra en fase de recuperación aunque es un proceso largo. En todo caso, es de esperar que esta situación afecte de uno u otro modo a su carrera justo cuando acaba de publicar un nuevo disco que está siendo muy bien valorado por la crítica y que traeremos por aquí en algún momento. Os dejamos con una interpretación en vivo del primer corte del disco:
Tus palabras han enriquecido mi vida. ¡Gracias infinitas!
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