Cuando tus padres te bautizan como Bela Anton Leos en homenaje a los compositores Bartok, Webern y Janacek, te están predisponiendo de un modo nada sutil hacia la música. Lo que no es tan previsible es que el titular de esa ristra de nombres, culminados con el apellido Fleck, se dedique, efectivamente, a la música, pero escoja como instrumento para expresarse uno tan peculiar como el banjo.
Con estas premisas, cualquier especulación sobre el estilo en el que Bela Fleck iba a desarrollar su carrera desembocaría en géneros como el country o el bluegrass pero, como veremos que ocurre habitualmente con el personaje, toda suposición corre el riesgo de ser errada. Es cierto que los primeros pasos musicales de Bela tras su etapa formativa en la High School of Music and Art de su New York natal se encaminaron hacia el bluegrass, tanto en sus trabajos en solitario como en los editados como miembro de diversas bandas. Sin embargo, el género pronto se le quedó pequeño y comenzó a buscar en otros pastos.
Bela Fleck, con camisa azul, junto a sus Flecktones |
Fue en 1988 cuando Bela conoce al sensacional bajista Victor Wooten (probablemente uno de los tres o cuatro mejores intérpretes de ese instrumento en la actualidad) y junto a él, al hermano de Victor, Roy Wooten y al teclista Howard Levy forman los Flecktones. En la época en que se grabó el disco del que hablamos hoy, Howard Levy no formaba parte ya de la banda y sí el saxofonista Jeff Coffin. Así pués, tenemos a Bela Fleck al banjo, guitarra, mandolina y theremin, a Roy Wooten, que aparece acreditado como “The Future Man” al synthaxe drumitar (sintetizador portatil de percusión), al resto de percusiones y como vocalista, a Victor Wooten al bajo, al cello y al violín cuando se tercia y al recién incorporado Jeff Coffin al saxo, flautas, clarinetes y cualquier instrumento de viento necesario. El título del disco, “Left of Cool” parece un homenaje al mítico “Birth of the Cool” de Miles Davis y en él se encuentra una de las más fascinantes mezclas de estilos musicales y virtuosismo instrumental que recordamos.
“Throwdown at the Hoedown” – Abre el trabajo un instrumental del propio Fleck que nos deja claro desde el principio de qué va a ir esto: una demostración de habilidades de los cuatro músicos, especialmente de Victor al bajo en un tema con algo de jazz, algo de country y mucha improvisación, especialmente en su parte final.
“Communication” – Dave Matthews es el vocalista invitado en la primera canción con texto del disco. Con Future Man como co-autor del tema junto con el propio Fleck, la canción es una mezcla de jazz fusion con The Police que raya a un alto nivel en todos los sentidos.
“Big Country” – Cuenta Bela que cuando se le ocurrió la melodía de este sensacional tema, tuvo que llamar por teléfono a su domicilio y tararearla al contestador automático para evitar que se le olvidase y eso es algo que le tenemos que agradecer porque “Big Country” es un verdadero temazo que nos traslada a las grandes extensiones desérticas del imaginario del Western con un toque contemporaneo y una confesada influencia de Pat Metheny, especialmente de temas como el clásico “Last Train Home”.
“Sojourn of Arjuna” – Uno de los pocos temas del disco en cuya composición Fleck no toma parte ya que está firmado por los hermanos Wooten. Inspirado en textos del Bhagavad Gita hindú, Future Man rapea sobre una base jazzistica de lejanos aires celtas.
“Let Me Be the One” – De nuevo los hermanos Wooten son los escritores del tema, en esta ocasión acompañados de Bela. Se trata de una canción funky en la que, como es la tónica general de todo el disco, los músicos encuentran un terreno propicio para el desarrollo de sus habilidades instrumentales, especialmente, y seremos reiterativos en este aspecto porque el músico lo merece, en el caso de Victor.
“Trane to Conamarra” – Uno de los pocos temas del disco en cuya composición participa el saxofonista Coffin. El título hace una clara referencia a las dos influencias principales presentes en la composición: el saxofonista John Coltrane (“Trane” en el juego de palabras con “Train”, que el gigante del Jazz usó en repetidas ocasiones) y la región irlandesa de Connemara en cuyo homenaje, Coffin interpreta una breve melodía a la flauta en la parte central de la composición.
“Almost 12” – Otro de los temas de Fleck y los hermanos Wooten. Se trata ahora de una alegre melodía de aires festivos y folclóricos sin más trascendencia.
“Step Quiet” – La única canción del disco con participación externa en la composición ya que aparece firmada por Bela Fleck y la actriz Sarah Mason. La cantante Amy Grant, popular intérprete de música cristiana en los EE.UU. acompaña en las voces a Future Man.
“Oddity” – Entramos en una parte del disco integrada por composiciones de Bela en solitario y con un mayor peso de su banjo en la parte solista. La primera de ellas está centrada en una melodía de aires arabes en sus primeros minutos sobre la que poco a poco cada intérprete va improvisando sus propias partes para acabar volviendo al tema principal en la mejor tradición del jazz más clásico.
“Sleeping Dogs Lie” – Y hablando de jazz clásico, pocos ejemplos más claros que este tema. Sólo que en este caso no hablamos de un jazz años 50 sino del primitivo jazz de los años 20 y 30 que puede sonar en cualquier película de Woody Allen sin desentonar lo más mínimo. Es, al mismo tiempo, uno de los pocos temas realmente convencionales en los que ninguno de los intérpretes se sale del guión para mostrarnos sus habilidades en algún solo epatante. Realmente, una pieza exquisita.
“Trouble and Strife” – Llegados a este punto, encontramos la segunda colaboración del vocalista Dave Matthews en una canción pop rock de lo mas ortodoxo para lo que suelen estilar Bela y sus secuaces. Si prescindimos del hecho de que el banjo no acaba de ser un instrumento habitual en el género, no encontramos en la pieza nada que nos haga pensar en una banda peculiar. Con todo, la canción es bastante correcta.
“Slow Walker” – Cerramos este tramo del disco dedicado a piezas compuestas exclusivamente por Bela Fleck con un tema muy cercano a la filosofía musical de sellos como el tantas veces citado en el blog Windham Hill: música instrumental, preferentemente acústica y muy centrada en la melodía. No es de extrañar que en los agradecimientos del disco figuren artistas como Paul McCandless, Mike Marshall o Andy Narell, todos ellos, puntales imprescindibles del citado sello en los años 80.
“Shanti” – Segunda aportación compositiva de Coffin al disco, ahora en colaboración con Fleck, quien se atreve con el sitar en una pieza que suena inevitablemente oriental aunque la melodía no está tan alejada de la tradición americana como podríamos suponer. Victor Wooten deja aparcado por un momento su bajo para tocar el cello. Si a esto unimos que Future Man no toca su habitual syntaxe drumitar ni Jeff Coffin saxos o clarinetes sino flauta, nos encontramos con un tema realmente peculiar en la discografía del grupo en el que ninguno de los miembros toca su instrumento habitual.
“The Big Blink” – Acercandonos al final del disco nos encontramos uno de los cortes más largos. Se trata de otro tema de Fleck que comienza con una sorprendente obertura aflamencada que abarca los primeros dos minutos. Enseguida pasamos a la sección central, más cercana a la linea habitual del grupo en cuanto a ritmos y riqueza instrumental pero continuando con una marcada influencia del flamenco mezclada con jazz y rock progresivo en ciertos momentos. Otra de las gemas escondidas en un gran disco.
“Prelude to Silence” – Cierra este sensacional trabajo una composición del percusionista Future Man en la que no participa Jeff Coffin. Se trata de una mezcla de samples de música africana y otros de procedencias diversas. Se refleja así esa tendencia tan en boga en los 90 de recuperar músicas étnicas de distintas partes del mundo que tenía su parte interesante pero también su cara oculta de aprovechamiento comercial de una afortunada moda. En este caso, lo breve del corte y la práctica inexistencia de una estructura musical mínimamente “vendible” eximen a su autor de cualquier crítica en este sentido.
Como veremos en muchas ocasiones en el blog, Bela Fleck es un músico realmente interesante y complejo, que no tiene ningún problema en lanzarse de cabeza a interpretar cualquier tipo de música del estilo que sea, desde Bach, hasta el hip-hop. Todo le sirve y a todo le encuentra validez. Esperamos que esta entrada os anime a profundizar en el personaje y a buscar otros trabajos suyos. De momento, si os ha interesado este disco, lo podeis adquirir por los cauces habituales:
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Os dejamos con una demostración de los que esta banda es capaz de hacer en directo en su formato más contenido con "Sleeping Dogs Lie":
Y en su versión más libre con "Let Me Be the One":
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