Si preguntais a un aficionado a las bandas sonoras sobre las mejores de la historia del cine, es muy poco probable que llegue a acordarse de esta. Si circunscribimos la pregunta a la década de los noventa, estamos seguros de que seguiría sin venirle a la cabeza. Lo mismo ocurriría si le preguntasemos a un cinéfilo por los mejores musicales de los últimos años: Muy pocos citarían esta película. De hecho, su música no recibió ninguna nominación para los premios más importantes del año, Oscars incluídos.
Lo más curioso de la historia es que la película es magnífica y, además, no tendría ningún sentido o, por lo menos, no sería ni siquiera parecida a lo que es con otra música. No somos especialistas ni mucho menos en el campo de las bandas sonoras, territorio del que nos atraen algunos compositores puntuales que, en su mayoría, tienen en la música para el cine un recurso más con el que financiar otros proyectos pero no es su interés principal. Ya hemos hablado de artistas a los que esta definición les encaja como un guante como Michael Nyman, Philip Glass o Vangelis. El músico del que hablamos hoy, Danny Elfman, no pertenece a este grupo y se podría decir de él con propiedad que es un compositor, principalmente, de bandas sonoras.
Su carrera como músico de cine está íntimamente ligada a la de Tim Burton y, en menor medida, a la de Sam Raimi. También la televisión ha ocupado parte de su tiempo siendo obra suya las sintonías de series tan populares como los Simpsons o Mujeres Desesperadas.
La película sobre la que hablamos hoy es un proyecto que Tim Burton tenía en mente desde muchos años antes de llevarlo a cabo. La idea surgió de un viejo poema del director al que fue dando forma poco a poco en su época como animador en Disney aunque fue otro animador de la compañía, Henry Selick, más acostumbrado a la técnica de “stop motion”, el que dirigiría la cinta. Sin embargo, la popular figura de Burton ha eclipsado hasta tal punto la participación de otras personas en la obra que hoy en día, casi todo el mundo le atribuye la película al pintoresco director de Beetlejuice.
“Pesadilla antes de Navidad” es un espectáculo visual sorprendente y atractivo en todos los sentidos. Desde la temática realmente insólita hasta la ambientación, por momentos gótica, en otros instantes cercana al cine de Fritz Lang y con un romanticismo subyacente que amalgama todo el film hasta la música, todo se convierte en un espectáculo total en la linea de los más populares musicales de Broadway o del West End. La historia que se narra en la película entusiasmó a Elfman hasta tal punto que no sólo escribió la música y las letras de las canciones sino que, incluso, interpretó las voces del personaje principal en los pasajes cantados y las de algún otro secundario. Esto no estaba planeado de este modo pero sucedió que en la demo del trabajo que Elfman presentó al estudio, fue él mismo el intérprete de todas las voces del casting (salvo la de la protagonista femenina, Sally). La pasión que mostró en muchos de los pasajes en los que canta Jack Skellington, hicieron que se mantuviera a Elfman como intérprete de su voz.
"This is Halloween", otro de los momentos estelares del film
Sin embargo, no todo fue tan sencillo como podría parecer. Para empezar, la película no terminaba de encajar en la filosofía de los directivos de Disney, quienes la encontraban demasiado oscura para los niños y acabaron acomodando el film en uno de sus sellos menores. Este incertidumbre llegó a complicar tanto las cosas que Burton y Elfman discutieron seriamente hasta el punto en que el director prescinció del músico para “Ed Wood”, la película que estaba rodando en aquel momento y que se convertiría en una de las dos únicas obras de Burton en las que no participa Elfman (la otra, por razones obvias, fue Sweeney Todd).
En nuestra opinión, la música para “Pesadilla Antes de Navidad” es la gran obra maestra de Danny Elfman. Aquella en la que podemos apreciar en todo su esplendor sus señas de identidad: sus veloces diálogos entre los metales, las cuerdas, las percusiones… el acierto continuo con la melodía adecuada para cada momento, la forma en que se pasa de la más exuberante obertura a una danza macabra con rítmo de marcha combinando con total libertad elementos clásicos, ritmos festivos dignos del mardi gras, canciones en la tradición del vodevil más descarado, fondos de cajita de música, inquietantes pasajes de celesta o arpa, maderas entroncadas en el jazz clásico… una fusión de elementos, en definitiva, realmente notable por cuanto que, en ningún momento resulta forzada y suena absolutamente natural. Las enseñanzas de los grnades del género, son aprovechadas como sólo lo saben hacer los mejores alumnos. Esa forma de introducir poco a poco los elementos de la melodía principal de la película en “What’s This?”, por poner un ejemplo, nos recuerda al estilo del mejor John Williams y todo el tratamiento de la orquesta en el resto del tema sigue la misma linea trazada por el compositor predilecto de Spielberg. No se nos ocurre de qué otro modo podrían haber sido acompañadas las fascinantes imágenes de Selick para la historia de Burton de forma que la película mantuviese el mismo grado de excelencia.
Curiosamente, la música de “Pesadilla Antes de Navidad” pasó desapercibida en su momento y ni siquiera fue nominada para los Oscars en los que reinaba el compositor estrella de Disney Alan Menken. Esta comparación con Menken era muy habitual entre los críticos a la hora de evaluar la obra de Elfman, quien se llegó a sentir menospreciado por este hecho. Hay que hacer una puntualización sobre esta banda sonora y es que hay varias versiones disponibles y no todas tienen el mismo interés. La primera publicada salió a la venta poco después de la película (otro hecho indicativo del poco interés de Disney en esta obra ya que lo habitual es que las bandas sonoras estén a la venta para la fecha del estreno del film, cuando no lo están antes). Esa versión, aunque no contiene toda la música que suena en pantalla, es la más interesante. En 2006, Disney lanzó una edición de dos discos en la que el segundo carece de interés en nuestra opinión ya que incorpora una serie de versiones de algunas de las canciones de la obra a cargo de artistas como Marilyn Manson o Fiona Apple, realmente prescindibles. No contentos con esto, en 2008 volvieron a lanzar una versión revisada de la música que no deja de ser un auténtico desproposito en la que ni siquiera aparece la versión original de la película y buena parte de las canciones han sido regrabadas y sustituídas por interpretaciones de artistas de lo más dispar (desde, de nuevo, Marilyn Manson hasta Rodrigo y Gabriela, por poner dos ejemplos).
Mención aparte merece un espectacular box-set de 16 CDs más un DVD, más un pendrive con toda la música en mp3 y demás memorabilia, que apareció el año pasado con todas las colaboraciones entre Burton y Elfman por el módico precio de 500 dólares USA editado por Warner. En él sí que se encuentra toda la música de la película con multitud de “demos”, temas inéditos y demás extras que harán las delicias de los seguidores de la pareja que tengan el humor de invertir tal cantidad de dinero en el cofre. Los interesados en la caja podeis visitar la web en la que se vende aquí
Si alguien se anima, éste es el aspecto de la caja con la obra de Elfman para Burton |
Extracto de la película disponible en Youtube con uno de nuestros temas favoritos: What's This?
Una propuesta muy original por tu parte. Danny Elfman es un gran músico, aunque por lo general su identificación con la estética Burton diluye -injustamente- sus propios valores creativos. Si no la has escuchado al completo, te recomiendo la banda sonora de Batman.
ResponderEliminarSaludos.
Elfman me gusta mucho y creo que su tratamiento de la orquesta es realmente original en muchas ocasiones. Muy festivo y alegre cuando hace falta y oscuro si toca. Los temas principales de los Simpsons o de Mujeres Desesperadas que cito, resumen a la perfección el "estilo Elfman". Además, sin llegar al poderoso efecto identificador de los grandes temas de John Williams con sus películas (Superman, Star Wars, Indiana Jones...) la música de Elfman para Batman y en menor medida para Spiderman identifica rápidamente al personaje con un handicap importante. En los dos casos, el personaje tenía una melodía con una asociación muy fuerte procedente de sus series televisivas.
ResponderEliminarTengo que darle un repaso a otras bandas sonoras de Elfman, empezando por la de Batman, como me recomiendas.
Un saludo.
me encanta tu blog. muchas de las músicas me pones, como es el caso de ésta, me gustan mucho. te agrego para seguirte.
ResponderEliminarun saludo
Gracias por el comentario y bienvenido. Un saludo.
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