Mientras
preparábamos esta reseña para el blog, reparamos en un detalle que responde a
una pregunta que, de cuando en cuando, acude a la cabeza de muchos melómanos.
Tras lustros escuchando música con regularidad ¿cuál será la canción o la
composición que más veces habremos escuchado en nuestra vida? Si hemos de ser
sinceros, en alguno de esos momentos en que hemos tenido la ocasión de plantear
esa cuestión, habitualmente en conversaciones informales con amigos y
situaciones similares, han surgido varios títulos que van desde temas clásicos
de los Beatles o Pink Floyd hasta algún villancico o canción infantil pasando
por temas de grupos españoles de nuestra adolescencia etc.
Probablemente
podríamos haber hecho una lista de cien canciones candidatas y no habríamos
incluido una que, pensándolo con detenimiento, sería la más firme aspirante a
ostentar ese honor ya que la escuchamos a diario durante un buen puñado de años
desde mediados de los años ochenta hasta casi el final de la década siguiente.
Cada día, puntualmente, a las tres de la tarde, comenzaba a sonar en nuestro
reproductor de música “Theme from Harry’s Game” de Clannad, sintonía
inolvidable de Diálogos 3, el buque insignia de las llamadas “nuevas músicas”
en España cuya ausencia aún se siente como prueba el gran número de webs activas
en las que de un modo u otro se recuerda el legado de Ramón Trecet. Contaba el
bueno de Ramón que la idea inicial no era la de tener una sintonía fija sino la
de usar un tema representativo de lo que quería transmitir el programa y que
periódicamente iría cambiando conforme fueran apareciendo composiciones más
interesantes. No lo hicieron. Durante todo el tiempo que fuimos oyentes de
Diálogos 3, los acordes de Clannad nos dieron la bienvenida sin llegar nunca a
cansarnos.
En una entrada
anterior dedicada a Enya ya hablamos de los inicios de Clannad como banda
dentro del panorama folk irlandés en 1970. En aquel entonces, los miembros del
grupo eran los hermanos Brennan (Moya, Ciarán y Pol) y sus tíos, los Padraig y
Noel Duggan. En los comienzos, la banda hacía una música puramente tradicional
con la particularidad de cantar principalmente en gaélico. Cuando ganaron un
concurso cuyo premio era la grabación de un disco con una filial de Philips,
esto les dio algún problema ya que algunos directivos no veían claro el
potencial comercial de un trabajo en el que la mitad de las canciones no eran
en inglés. Con todo, el disco se publicó y la banda comenzó a funcionar como
tal, componiendo, grabando y tocando en directo con regularidad. El éxito cada
vez mayor de los conciertos hizo que tomasen la decisión de “profesionalizarse”
y ya para su segunda grabación contaron con un productor de la talla de Donal
Lunny. No sería él sino Nicky Ryan, que tomó las riendas del grupo en el estudio
a partir del tercer disco, quien definió las líneas maestras que llevarían a la
banda al éxito. Paradójicamente el gran momento de Clannad llegó cuando Ryan
dejó de trabajar con la banda llevándose de la mano a la más reciente
incorporación al grupo, la joven que más tarde triunfaría como Enya.
Los miembros de
Clannad iban a estrenar contrato con RCA componiendo una sintonía para una
miniserie de la BBC sobre el conflicto de Irlanda del Norte. La serie se
titulaba “Harry’s Game” y la música compuesta por Pol y Moya Brennan (aunque
sólo Pol aparece acreditado) se iba a convertir en un éxito mundial. Como no
era cuestión de desaprovecharlo, la ya mítica pieza abriría el que sería el
nuevo disco de la banda, titulado “Magical Ring”. Participan en el disco, además
de los miembros habituales de Clannad, James Delaney (teclados), Charlie Morgan
(batería), Frank Ricotti (percusión), Alan Dunn (acordeón) y Ed Deane (guitarra
eléctrica).
Clannad en una imagen de sus comienzos. |
“Theme from
Harry’s Game” – La estremecedora voz de Moya Brennan entona una melodía
deliciosa sobre un suave fondo de teclados de tono relativamente oscuro.
Instantes después, un coro absolutamente arrebatador, surgido del la
duplicación de las voces en el estudio de grabación interpreta un corto
estribillo. Los sintetizadores repiten la parte central de la pieza antes de
que se repita de nuevo desde el comienzo. Podríamos afirmar, y no estaríamos
muy equivocados, que toda la carrera de Enya se iba a basar en lo que hemos
escuchado en estos dos minutos y medio que durante años sonaron justo antes de
las palabras “saludos desde Diálogos 3” de Ramón Trecet al comienzo del
programa. También lo hicieron al concluir todos y cada uno de los conciertos de
U2 entre 1982 y 1987, demostrando la enorme capacidad de evocación de una pieza
tan simple como maravillosa.
“Tower Hill” – El resto del disco tiene poco que ver con su comienzo pero encontramos muchas cosas de interés. Comienza con esta canción de Pol Brennan que pasaría por un tema pop más con ligeros arreglos celtas y en el que escuchamos de nuevo voces multiplicadas por la tecnología pero sin llegar, ni de lejos, a las cotas de calidad del tema precedente.
“Seachrán Charn
tSiail” – Como casi todas las bandas de origen celta que surgieron en estos
años, Clannad combinaba temas propios y tradicionales consiguiendo un
equilibrio muy interesante en sus discos. Este es el primero de los que
rescatan del acerbo cultural irlandés para el disco y lo hacen siguiendo los
pasos de otras bandas legendarias de Irlanda como los Chieftains y, especialmente,
The Bothy Band, aunque la parte instrumental no llega a desplegar la brillantez
de sus predecesores de los setenta. No escuchamos veloces “reels” y jigas pero
la factura de la interpretación es exquisita.
“Passing Time” – Firmada por Pol y Ciaran Brennan llega otra
canción pop con la firma de la casa que, extrañamente, no fue extraída como
single a pesar de ser, en nuestra opinión, mucho más indicada como tal que
alguna de las piezas que gozaron de esa oportunidad.
“Coinleach Glas an Fhómhair” – Cuando en los inicios de Capercaillie se les comparaba con Clannad era principalmente por canciones como esta: una balada tradicional en cuya ejecución, la voz femenina es la protagonista absoluta. A pesar de unos correctos arreglos de guitarra y bajo, es evidente que Moya Brennan es el principal atractivo de una canción preciosa que quedó eclipsada por el tema inicial y que, quizá, habría merecido mejor suerte.
“I See Red” – El que fue segundo single del disco era una
versión de un tema de Jim Rafferty escrito originalmente para Anni-Frid
Lyngstad, vocalista de ABBA y publicado en su disco “Something’s Going On” con
producción de Phil Collins. La canción, que en voz de Frida era una especie de
“reggae” con toques de Alan Parsons, se transforma en la versión de Clannad en
un tema pop aderezado con detalles celtas mucho más interesante, a nuestro
juicio, que el original.
“Tá’Mé Mo Shuí” – Al igual que en el anterior tema
tradicional, la voz de Moya Brennan cantando en gaélico es lo mejor de esta
pieza interpretada con un escueto acompañamiento de guitarra. Si bien, es
probable que no sea necesario nada más, los grupos que siguieron la estela de
Clannad en los años posteriores y los propios Clannad en los siguiente discos
dieron con la fórmula adecuada al acompañar éste tipo de canciones con arreglos
más complejos que quizá a costa de desvirtuar las melodías originales, las
hicieron más accesibles a un público más amplio.
“Newgrange” – El único tema compuesto al cien por cien por
Cioran Brennan fue también el tercer single del disco. Se compone de dos partes
bien diferenciadas: una en la que canta Moya acompañada de flautas, guitarra y
percusiones y un profundo estribillo en forma de coro que interrumpe
periódicamente el desarrollo de la canción. Continúan explorando en esa parte
las posibilidades de la voz y su tratamiento en el estudio con gran acierto.
“The Fairy Queen” – En los primeros trabajos de la banda, el
arpa era un instrumento fundamental aunque con el tiempo fue quedando relegado
a piezas como esta; un delicioso instrumental en la tradición de Turlough
O’Carolan interpretado por Moya Brennan con algún ocasional arreglo de flauta a
cargo de Pol Brennan. Una preciosidad de esas en las que la tradición irlandesa
es abundante.
“Thíos Fá’n Chósta” – Cierra el disco este corte en gaélico
escrito por Pol y Cioran en compañía de su tío Padraig Duggan. La canción más
“rockera” a su manera de todo el trabajo, con un piano marcando el ritmo
continuamente, una batería discreta pero efectiva y algunos solos de guitarra
eléctrica que marcan una clara diferencia con el resto del disco pero sin
desentonar en modo alguno.
Con el paso del
tiempo y por una suma de circunstancias, dejamos de escuchar Diálogos 3. Más
tarde supimos que otra melodía había desbancado al tema del juego de Harry como
sintonía principal del espacio pero no importaba. La bienvenida de Diálogos 3
siempre sería para nosotros la inmortal pieza de Clannad: probablemente la
composición que más veces hemos escuchado a lo largo de nuestra vida.
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