Lito Vitale es un artista
impresionante. Cuando se encuentra en uno de esos momentos de
inspiración máxima que, a veces, se dan en determinados artistas,
es capaz de componer e interpretar verdaderas maravillas. Esto tiene
un lado menos gratificante y es que al argentino es también un
músico irregular capaz de publicar en el mismo año trabajos
superlativos y obras menores. Incluso en una etapa como la de los
años 1990-1992, para muchos su momento más brillante, en especial
con el cuarteto, publicó trabajos muy inferiores.
Hoy hablaremos de uno de esos discos
que ejemplifica al máximo lo que decimos porque combina en un mismo
soporte alguna de las mayores virtudes del músico con piezas mucho
menos afortunadas. El disco está grabado por Lito en solitario y
tiene dos partes muy diferenciadas como indica el propio título. La
primera es la música compuesta por Lito para la serie de televisión
“Zona de Riesgo” y la segunda un recorrido por varias de las
músicas que componen la “educación sentimental” de Vitale a lo
largo de su vida, una selección, quizá demasiado heterogénea que
termina por ser la parte más irregular de todo el disco. La faceta
de compositor para teatro y televisión de Lito es menos conocida que
su versión como músico “puro” y, en general, no alcanza niveles
tan altos de inspiración pero la obra que aquí se recoge es una de
las más claras excepciones. En la otra mitad del disco encontramos
un poco de todo, desde clásicos del rock argentino, del tango o del
folclore a melodías ya inmortales de la tradición de Sudamérica o
clásicos de los Beatles.
ZONA DE RIESGO
“Parte Uno” - Abre el disco una
pieza contundente en la linea de las composiciones de Lito para su
cuarteto de aquellos años. El problema es el mismo que aqueja a
otros trabajos del músico en solitario: los sonidos electrónicos no
consiguen suplantar con éxito a los instrumentos reales,
especialmente en la melodía central de violín (aunque también
ocurre con la batería). Cuando son las flautas las protagonistas,
este problema desaparece al ser ese un sonido ya integrado en el Lito
Vitale del Cuarteto. Una gran composición en todo caso, que
merecería una versión revisada.
“Parte Dos” - La segunda parte continúa la senda iniciada en algunos fragmentos de la “suite” “Viento Sur” o del ballet “Kuarahy”, con percusiones de corte tribal y sonidos orquestales sintéticos. Es una pieza en la que parece muy clara la relación con algún tipo de soporte visual ya que parece tener una mera función de acompañamiento en sus primeros momentos. Más tarde toma las riendas el piano y el tema remonta el vuelo hasta acercarse al sonido clásico de Lito, en el que las melodías van construyéndose de forma progresiva y creciendo a cada compás.
“Parte Tres” - La influencia de
Piazzolla y de su obra aparece aquí en forma de bandoneón
(sintético) en una magnífica introducción en la que Vitale
demuestra que sabe asimilar a la perfección todo tipo de estilos y
géneros y hacerlos suyos con naturalidad. Un interludio con un
recitado en francés da paso a la parte final de la pieza, un “in
crescendo” vibrante que culmina en un texto en castellano,
probablemente extraído de la serie televisiva, previo a ese final de
acordeón salpicado de “samples” rítmicos que nos vuelve a
remitir a Piazzolla.
EL PUENTE DE LA MEMORIA
“Adios Nonino” - Piazzolla es,
evidentemente, una referencia fundamental y quizá su composición
más representativa es esta que aquí afronta Vitale en la primera de
las versiones de la segunda parte del disco. La introducción la
afronta con un sonido electrónico cercano al piano que da un
resultado muy interesante. Cuando llegamos al “grueso” del tema,
tan cercano en estructura, por otra parte, al clásico de Vitale “Ese
Amigo del Alma”, nuestro teclista se lleva la composición a su
terreno. El reto de hacer una versión de un tema inmortal como este
es mayúsculo, más aún cuando el propio Piazzolla realizó varias
con resultados que van desde lo sublime a lo convencional y Vitale
obtiene una gran nota en su intento.
“El Otro Cambio” - De Piazzolla
pasamos a uno de los grandes clásicos del rock argentino: Litto
Nebbia y esta balada aparecida en el disco de 1973, “Muerte en la
Catedral”. Es complicado hacer buenas versiones instrumentales de
canciones en las que el texto tiene un peso fundamental y por ahí
encontramos el gran punto débil de éste y de otros cortes del
disco. Tiene el mérito Vitale, eso sí, de conseguir un tema que
respeta el original pero que tiene todo su estilo de modo que el
oyente que no conozca la canción de Nebbia, bien podría pensar que
está escuchando un tema propio de Vitale.
“La Arenosa” - Llegamos ahora a
Gustavo “Cuchi” Leguizamón, uno de los más grandes folcloristas
argentinos y una de sus canciones más recordadas. Sin la letra de
Manuel J. Castilla, Vitale opta por un acercamiento enérgico, muy
similar al de la primera parte de “Zona de Riesgo” pero
inclinándose hacia el jazz en muchos momentos. Una magnífica
ejecución que muestra las grandes cualidades de Lito a los teclados.
“Los Debutantes” - Uno de los temas
más sorprendentes del disco es esta canción de 1970 de Joan Manuel
Serrat. Es una adaptación muy complicada porque en el original, al
margen de la particular voz y forma de cantar de Serrat, el
acompañamiento principal es orquestal. Vitale escoge una serie de
sonidos electrónicos próximos en tímbrica al piano pero demasiado
manidos, especialmente por su utilización por parte de músicos “new
age” en aquellos años. Aunque la versión no está mal, el sonido
no le hace ningún bien.
“Malevaje” - El tango clásico
aparece en el disco con uno de sus grandes “himnos”, obra de Juan
de Dios Filiberto con letra de uno de los grandes, Enrique Santos
Discépolo, que aquí no podemos disfrutar al ser una versión
instrumental. La canción de 1928 ha conocido decenas de versiones y
mucho nos tememos que la de Vitale no será de las más recordadas a
pesar de la gran vitalidad de su interpretación. El lastre de la
falta del texto es demasiado grande para salir airoso en este caso.
“Michelle” - Llega el turno de los
Beatles y una de las canciones más conocidas de su disco “Rubber
Soul”. Quizá sea el gran fiasco del disco ya que Vitale escoge un
tratamiento completamente electrónico, casi en clave de “ambient”
que se acerca más a los discos de meditación y relajación que
encontramos en las tiendas de productos naturales que cualquiera de
las versiones restantes del disco. No entendemos muy bien la elección
de la canción ni mucho menos del enfoque.
“El Cóndor Pasa” - Algo similar
ocurre con el siguiente tema del disco, una melodía tan conocida que
el sólo hecho de reinterpretarla conlleva un gran riesgo de fracaso.
Prácticamente lo mismo que hemos dicho de “Michelle” puede
aplicarse aquí. A pesar de la poderosa introducción, que nos hace
concebir esperanzas de escuchar una buena versión, lo trillado de la
pieza acaba por dar paso al aburrimiento pese a los esfuerzos de
Vitale por salir del paso, es misión imposible.
“Grisel” - Cierra el trabajo una
versión del tango de 1942 de Mariano Mores y José María Contursi
titulado “Gricel” (aunque en el disco de Lito aparece con “s”).
Vitale lo convierte en una lenta balada jazzística que guarda poca
relación con el original pero que funciona perfectamente como
despedida del trabajo.
A pesar de contener varios “patinazos”
importantes y siempre en nuestra opinión, “Sobre Riesgos y
Memorias” tiene momentos interesantes que podrían haber sido
brillantísimos si en lugar de en solitario, Vitale los hubiese
afrontado con el cuarteto. Toda nuestra admiración hacia el
multi-instrumentista argentino hace que no dudemos en recomendar el
disco aún no siendo uno de nuestros preferidos en su discografía.
Como despedida os dejamos esta versión en vivo de "El Cóndor Pasa" en la que Vitale se acompaña de Juan Carlos Baglietto.
Como despedida os dejamos esta versión en vivo de "El Cóndor Pasa" en la que Vitale se acompaña de Juan Carlos Baglietto.
Va bene, bravo, ma dov'è il link?
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