Cuando un estilo de música concreto que ha tenido un cierto éxito desaparece de los focos de los medios solemos pensar que ha pasado de moda e, incluso, que ha desaparecido. Esa idea se refuerza cuando vemos que los representantes más icónicos de ese género tampoco siguen haciendo cosas en esa línea pero la realidad suele ser distinta. Dentro de las músicas que nos gustan aquí, está el ejemplo del rock progresivo en los ochenta. La mayoría de sus representantes principales transformaron sus propuestas para acercarlas a los gustos de la época y se acercaron en mayor o menor medida al pop. Los casos de Genesis, Yes o Mike Oldfield serían buenos ejemplos pero lo cierto es que siguieron saliendo bandas como Marillion, Pendragon, Saga o IQ que mantenían vivo el género aunque, eso sí, con menor repercusión popular.
Con la música electrónica de la Escuela de Berlín pasó algo similar y en las horas bajas de los maestros del género como Tangerine Dream o Klaus Schulze, siguieron surgiendo grupos que mantuvieron la llama encendida como era el caso de Redshift o RMI. A día de hoy, de hecho, siguen apareciendo continuadores de la electrónica secuencial-planeadora de los setenta con excelentes resultados. El último del que hemos tenido noticias es español y responde al pseudónimo de C.Pilgrim, alias de Carlos Martín Cuevas. Carlos acaba de publicar un primer trabajo (el lo califica de “demo” pero tiene toda la calidad de un trabajo terminado) titulado “Portal to Cassiopeia” bajo el nombre de Aphelion Psalm. Tanto su nombre artístico como el título del EP muestran bien a las claras la influencia cósmica en su música, algo que comparte con los artistas referentes del género pero, por si quedaba alguna duda, la edición promocional del disco viene introducida por una cita de Carl Sagan: “La exploración está en nuestra naturaleza. Empezamos como nómadas y lo seguimos siendo. Hemos permanecido suficiente tiempo en la orilla del océano cósmico y estamos preparados, por fin, para zarpar hacia las estrellas”. Probablemente el peregrino del alias de Carlos tenga relación con los nómadas de Sagan.
Precisamente de eso trata la obra: de un viaje a Casiopea dividido en cuatro etapas aunque el disco viene presentado en una sola pista con las respectivas partes señaladas en el libreto del mismo. La aventura comienza con “Opening of the Portal”, introducción ambiental llena de capas de sonidos electrónicos que nos llevan lentamente a través de un desarrollo lleno de matices hacia la siguiente etapa. La atmósfera nos recuerda en mucho momentos a determinados fragmentos del “Phaedra” de Tangerine Dream aunque con un sonido algo más oscuro. Desconocemos el equipo con el que se ha realizado la grabación pero intuimos que debe ser principalmente digital y con abundancia de software, sin demasiada presencia de sintetizadores analógicos pero el sonido está muy conseguido. La segunda parte lleva el título de “Ten-thousand-year Cryosleep” y entra directamente en los mundos de la Escuela de Berlín con una secuencia hipnótica reforzada por un pulso continuo ligeramente desincronizado lo que crea un efecto que nos encanta. Sobre ese fondo aparecen diferentes melodías en continua sucesión en lo que sería nuestra parte favorita de la obra en un segmento que no tiene nada que envidiar a los clásicos del género. Entramos a continuación en “Antimatter Void Abyss” con un profundo y prolongado “drone” lleno de tensión a través del cual se abre paso un breve grupo de notas repetitivas que nos lleva a la conclusión: “At the Gates of Alpha Cassiopeia”, en un tono algo más luminoso, siempre dentro de una línea ambiental, y que termina con una melodía repetida de órgano que marca el final del viaje, desapareciendo como un eco lejano.
Tras la escucha de este “Portal to Cassiopeia” nuestra conclusión inmediata es que queremos más. Necesitamos oír más propuestas de Aphelion Psalm ya que el potencial mostrado aquí es tremendo. Además de eso, el disco es un buen recordatorio de que la electrónica que podríamos llamar más clásica está muy viva y sigue habiendo margen para crear grandes cosas en ese ámbito. Desconocemos si hay prevista una edición en formato físico de la obra pero está disponible para su descarga y reproducción en bandcamp además de en otras plataformas como amazon music.