miércoles, 6 de febrero de 2013

Lito Vitale y la Cruz del Sur (1993)



Teníamos pensado enfocar esta entrada hablando de lo que ocurrió en el seno del Lito Vitale Cuarteto tras
la publicación de “La Excusa”, aparentemente el último disco de la formación argentina y la exitosa gira posterior que les trajo a España en el que quizá fuera el momento más alto de inspiración, popularidad y seguimiento por parte del público en general.

Íbamos a hablar también de cómo parecía que algo estaba cambiando en el enfoque de la música de Lito. Esto comenzó a notarse en la referida gira y en las entrevistas que el teclista argentino dio en aquellos tiempos en las que hablaba de la posible ampliación del grupo a quinteto con la incorporación de un guitarrista (en los conciertos, la formación de cinco músicos se hizo realidad en temas concretos). Sin embargo, la pretendida ampliación no se llevó a cabo en aquel momento. De hecho, pocos meses después, el Lito Vitale Cuarteto se disolvería y tanto su líder como el extraordinario bajista Marcelo Torres lanzaron discos en solitario en aquel momento. No fue una ruptura cruenta, ni mucho menos, y esto quedó de manifiesto al ver los créditos del disco de Torres en el que participa tanto Lito como el intérprete de los instrumentos de viento del extinto cuarteto, Manuel Miranda.

En este punto, es posible que comenzásemos a plantearnos cómo se desarrollaron los primeros pasos del nuevo grupo de Vitale, en un formato tan similar al cuarteto que casi no había diferencia, bajo la nueva denominación de “La Cruz del Sur”, especularíamos sobre los motivos del cambio de nombre, acerca de si llevaba aparejado un cambio estilístico, etc.

En estas estábamos cuando, buscando algunos datos concretos sobre el disco en internet,  nos encontramos con que, a pesar de que su título original era “Lito Vitale y la Cruz del Sur”, sin más, las reediciones posteriores del trabajo muestran en la portada una sutil diferencia de modo que cualquier comprador actual del disco se encontrará con una ilustración en la que reza: “Lito Vitale Cuarteto: La Cruz del Sur” echando por tierra todas nuestras especulaciones anteriores. Afortunadamente, este segundo cambio de denominación se nos antoja mucho más sencillo de explicar que el inmediatamente anterior: la etiqueta “Lito Vitale Cuarteto” tiene mucho más peso y, probablemente, se viera acompañada de unas mayores ventas aunque no es un detalle menor el hecho de que, en su momento, el multi-instrumentista argentino tomara la decisión de disolver el cuarteto y publicar con un nombre diferente.


Segunda portada del disco con la referencia al Cuarteto que no aparecía en la original.


En cualquier caso, ya fuera bajo el nombre de “La Cruz del Sur” o como el “Lito Vitale Cuarteto”, los integrantes de la formación en el disco fueron: Marcelo Torres (bajo), en su último disco junto a Vitale, Manuel Miranda (saxos, flautas y percusión) y la nueva incorporación de Marcelo Novati a la batería. Lito, por su parte, interpreta piano, teclados, guitarras, voz y percusiones.

“El día más largo del siglo” – Dedicado a Astor Piazzolla, el corte con el que comienza el disco es una maravilla que reúne lo mejor del talento de Vitale y de los músicos que lo acompañan. Comienza con una poderosa apertura de batería y una melodía muy directa de saxo a modo de fanfarria inicial. Instantes después la batería comienza a marcar un ritmo constante y es el teclado de Vitale el que juguetea con las flautas y el bajo en un inspiradísimo fragmento del que sólo nos rechina ligeramente el sonido de sintetizador escogido por Vitale para determinadas melodías. Por unos instantes se retoma el tema inicial para regresar de nuevo a la melodía de piano y flauta. Completado el intenso fragmento inicial entramos en una parte mucho más reposada con la flauta como protagonista y el omnipresente bajo de Marcelo Torres comandando las operaciones en la sombra. Es a partir de aquí cuando el saxo de Miranda desgrana lo que parece la primera referencia al homenajeado Piazzolla aunque ser por espacio de unos pocos compases. En los instantes finales del tema, Vitale y compañía vuelven a la melodía que lo abría completando así un viaje perfecto.

“Mi tierra más allá del mar” – Un enfoque completamente distinto es el que nos muestra el segundo corte del disco. En el podemos escuchar la vertiente más sensible de Lito, con un comienzo en el que toca todo tipo de teclados improvisando una especie de suite en varias partes que cuenta, en el segmento central, con una preciosa melodía interpretada con ese característico sonido de flautas sintetizadas que hizo popular en su inmortal “Ese Amigo del Alma”. El resto del cuarteto ocupa un segundo plano en caso toda la pieza, teniendo su momento de mayor presencia cuando acompaña a la guitarra acústica de Lito, instrumento este con el que no suele prodigarse demasiado a pesar de desenvolverse con bastante soltura con las seis cuerdas. Conforme avanza la pieza hay espacio para una inspirada intervención de Marcelo Torres al bajo recreando el tema principal, antes de la recapitulación final del sintetizador de Lito.

“Una nueva vida” – Uno de los temas más cortos del disco es éste, dedicado por Lito a su hijo Luciano. Como cabría esperar por la dedicatoria, la pieza es una especie de canción de cuna maravillosamente interpretada por Manuel Miranda a las flautas con un acompañamiento suave y preciso a cargo de los teclados del propio Vitale.

“Historias de la Cruz del Sur” – El inicio del tema, envuelto en misteriosos sonidos de percusiones, arpegios de teclado y vientos andinos sirve como preludio de la intervención de la voz de Lito entonando uno de esos cantos sin letra tan habituales en sus discos. Esta introducción tan peculiar da paso a un tema en el que aparecen algunos de los elementos jazzisticos siempre presentes en los discos del músico pero que habían quedado algo relegados hasta ahora en éste. Pronto apreciamos un importante cambio con la entrada de la quena, instrumento típico del folclore de los andes y que nos lleva por senderos tradicionales. No tarda en unirse de nuevo nuestro teclista con un sonido muy similar al que suele utilizar otro popular músico que apareció por aquí meses atrás: el japonés Kitaro. Estamos en la parte central de la composición con una melodía arrebatadora que volverá a aparecer más adelante. Entramos a continuación en terrenos más cercanos a un jazz fusión muy suave con Vitale exprimiendo los sonidos más acaramelados de sus sintetizadores para acompañar a la guitarra. Unas notas de bajo marcan la transición hacia el segmento final de la pieza más larga de todo el disco con diversos arabescos de flauta y teclados (en registros siempre similares) antes de retomar, como suele ser costumbre en Lito, el tema central de la composición.



“Días de hogar” – A nuestro juicio, se trata de la pieza más intrascendente del disco. Curiosamente es el corte más decididamente jazzístico de todo el CD y la melodía principal de saxo no es desdeñable en absoluto pero el conjunto flojea en exceso, por lo convencional de los sonidos y arreglos. Se salva la interpretación de Marcelo Torres al bajo, siempre excelente, y las eficaces percusiones de Marcelo Novati. Por contra, la excesivamente edulcorada sonoridad de los teclados supone un lastre que no es suficientemente compensado por la calidad de la composición como ocurre en la mayoría de los casos en los que Vitale recurre a ese tipo de timbres.

“Los cambios necesarios” – Nunca hemos estado más de acuerdo con un título que en esta ocasión. Tras el corte anterior, el disco necesitaba un cambio y Lito, siempre servicial, nos lo proporciona con un giro hacia el rock progresivo (siempre aderezado con toques folclóricos) que ilustra lo que afirmábamos anteriormente: cuando la música es suficientemente buena, le podemos perdonar la elección de determinados sonidos. Destacamos especialmente la aportación del bajista, magistral en muchos momentos, especialmente en un par de solos que aparecen en la segunda mitad del tema.

“La arremetida de los Buenos Aires” – Llegamos por fin a la mejor composición del disco en forma de larga suite de más de diez minutos. Desde los primeros instantes nos vemos atrapados por una melodía de una belleza irresistible que se repite durante varios compases antes de dar paso a una serie de improvisaciones de todo tipo. No llega, porque se nos antoja imposible, a la belleza de “Ese Amigo del Alma”, rasero, para bien o para mal, con el que siempre compararemos cualquier música de Lito Vitale, pero en muchos momentos se aproxima a ese nivel. Mediada la pieza, entramos en un segmento completamente diferente marcado por una percusión desafiante, en duelo con el bajo de Torres, librando una batalla de dimensiones épicas ante la asombrada mirada del saxo que termina por abrirse paso dibujando una melodía pacificadora entre sonidos de campanas. Todo esto sirve como preludio al gran final: sobre un redoble marcial de tambores, el piano primero, el bajo más tarde y, por fin, el saxo, abordan de nuevo la maravillosa melodía que abría la pieza.

“Ciudad de madrugada” – Tras la intensidad del corte anterior, no quedaba más remedio que cerrar el disco en un tono mucho más pausado y para ello, Vitale prescinde durante los cinco minutos finales del disco de cualquier acompañamiento para despedirse con un precioso solo de teclado, casi impresionista que pone fin a un disco realmente soberbio.


El excepcional bajista Marcelo Torres en acción.

El que demos por buena la paternidad del disco del Lito Vitale Cuarteto no oculta el hecho de que, a pesar de los pesares, “La Cruz del Sur” iba a ser, esta vez sí, el último trabajo firmado por el grupo. Afortunadamente, la despedida mantiene en todo momento el altísimo nivel de calidad que se convirtió en habitual en la formación, con contadas excepciones. Vitale es un músico tan dotado como irregular y en su discografía se alternan grandísimos trabajos con obras menores en las que apenas se le reconoce pero en los cinco o seis discos publicados con el Cuarteto encontramos los mayores niveles de inspiración del teclista argentino. En los años de mayor popularidad de Lito no era complicado encontrar sus discos casi en cualquier sitio. Sin embargo, hoy en día la cosa ha cambiado bastante y es muy raro ver en las tiendas algún trabajo suyo. Os dejamos un par de enlaces por si os decidís a comprar este “La Cruz del Sur”:

amazon.es

priceminister.es

Nos despedimos con una versión posterior en directo de "Los Cambios Necesarios" con el Lito Vitale Sexteto:


1 comentario:

  1. Tal vez, el álbum más excepcional y redondo de la carrera de Lito Vitale, una obra maestra.

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