Habría que echar una ojeada a la
alineación de los astros alrededor de Mícheál Ó Domhnaill allá
por el año 1987 en el que su nombre figuró en alguno de los discos
más maravillosos surgidos en ese difuso terreno entre la música
celta, la clásica y el jazz en el que se movía el guitarrista en
aquel tiempo. Ya hablamos en su momento del disco “Something of
Time” de Nightnoise, obra maestra de estos estilos, grabada en
aquellas fechas en la que Mícheál tuvo un peso fundamental.
Hablaremos en su momento de un proyecto paralelo a Nightnoise
liderado por el flautista de la banda cuyo primer trabajo también se
grabó en aquellas fechas pero ahora nos centraremos en el segundo
disco de Relativity, aparecido también en 1987.
Tiempo atrás hablamos ya de este
supergrupo con ocasión de la entrada dedicada a su primer grupo. Lo
formaban dos parejas de hermanos: los irlandeses Míchéal Ó
Domhnaill y Tríona Ní Dhomhnaill y los escoceses Phil y Johnny
Cunningham. Todos ellos contaban con trayectorias extensas en
solitario y como miembros de algunos de los más importantes grupos
de la música tradicional celta de las décadas anteriores y su
reunión produjo dos discos imprescindibles.
“Gathering Pace” se grabó en
Edimburgo para lo que la mitad irlandesa del grupo y John Cunningham
tuvieron que desplazarse desde sus respectivos lugares de residencia
en los Estados Unidos. El disco, en el que el peso fundamental lo
lleva la parte escocesa, es una de las muestras más notables de
música con raíz en la tradición pero elaborada de un modo moderno,
que sigue sonando actual casi 30 años después de grabarse y con un
mérito añadido: consigue esa frescura sin necesidad de incorporar
masas de sintetizadores , cajas de ritmos o instrumentos propios de
otros géneros. Relativity suenan modernos utilizando mismos recursos
que tenían a su disposición otras bandas en décadas anteriores,
sin artificios ni trucos de mercadotecnia.
Una de las pocas fotos disponibles del cuarteto. |
“Blackwell Court / Highland Laddie /
Gillies' Taxis / The Double Rise” - Comienza el disco con una serie
de tonadas, tres obra de Phil Cunningham y la restante de origen
tradicional. Mientras la guitarra y el clavinet de los hermanos Ó
Domhnaill marcan el ritmo, es el acordeón de Phil el que lleva el
peso melódico en el primer tema. Enlaza enseguida con la pieza
tradicional, en origen para gaita y de uso común en ceremonias de
todo tipo. Un ligero cambio de ritmo con la inconfundible guitarra de
Míchéal sirve para desencadenar un torbellino de ritmo con el
teclado en un lugar muy destacado en un tema que Phil dedicó a la
compañía de taxis de la isla de Skye cuyos servicios fueron
utilizados muy a menudo durante la grabación del trabajo por parte
de los miembros de Relativity.
“Gathering Pace” - Tríona compuso
esta canción con sólo 12 años mientras ojeaba un libro en el
colegio. Como ocurriría en los mejores años de Nightnoise, la
irlandesa canta acompañada de su teclado con el resto de
instrumentos en un rol secundario. Eso no es impedimento para
disfrutar de alguna preciosa intervención de John Cunningham al
violín y de unos excepcionales arreglos que incluyen el sonido de un
bajo sin trastes no acreditado en el disco.
“Rosc Catha Na Mumhan” - Estamos
ante una de las pocas ocasiones en las que suena una guitarra
eléctrica en manos de estos músicos. No deja de ser un elemento
extraño aunque cuando los hermanos Ó Domhnaill comienzan a cantar
armonizando de forma prodigiosa, todas las reticencias saltan en
pedazos, tal es la categoría de los juegos vocales que acostumbran a
desplegar los hermanos. La canción, en gaélico, procede de un poema
del bardo del S.XVI, Piaras Mac Gearailt.
“Miss Tara MacAdam / The First Train
to Kyle” - Turno para Johnny Cunnigham que firma las dos melodías
que forman el siguiente set. La primera, dedicada a una amiga y la
segunda a lo que Johnny llama las dos horas y media más bellas en un
viaje en tren que existen en el mundo: el trayecto hacia Kyle
partiendo a las 6 y media de la mañana. La primera melodía, de
tintes clásicos, es ejecutada con maestría por Johnny y Phil en uno
de sus clásicos dúos de violín y acordeón acompañados del
clavinet de Tríona y la omnipresente guitarra rítmica de Míchéal.
“Má Théid Tú Ún Aonaigh” -
Llega ahora una tonada tradicional que el padre de los Ó Domhnaill
solía cantar a sus hijos. Tríona interpreta una versión
ligeramente modificada de la melodía e interpteta todos los teclados
en la grabación. Los seguidores de Nightnoise no tardarán en
reconocer el estilo de otras piezas que la artista solía interpretar
con la banda como “The Rose of Tralee”.
“Siún Ni Dhuibhir” - Llegamos a
uno de los grandes momentos del trabajo. Una canción que define como
ninguna otra lo que Relativity podía llegar a ser en los momentos de
mayor inspiración. Escuchamos lo mejor de las armonías vocales de
la banda, una guitarra excepcional a cargo de Míchéal, los
cristalinos tin-whistles de Phil Cunningham y el violín de su
hermano combinados en un arreglo excepcional en el que no sobra ni
una nota, todo está en el lugar exacto para producir el efecto
deseado. Un delicadísimo juego alquímico, en suma, cuyo resultado
sólo puede ser uno: oro de la mayor pureza.
“When She Sleeps” - Sin rebajar ni un ápice el nivel de calidad llega esta extraordinaria melodía escrita por Johnny Cunningham y dedicada a Karin. Sin más. Es difícil encontrar un tema musical de mayor sensibilidad que este. La melodía, introducida por las flautas y replicada por el violín que la eleva hasta los cielos, con es guitarra que parece un metrónomo y unos teclados que rozan la perfección, es una auténtica delicia de esas que el violinista escocés nos regalaba de vez en cuando. Quizá sea esta su obra maestra y es, sin duda, una de las cumbres del disco. Los arreglos vocales, los revoloteos finales del piano y tantos y tantos detalles que nos llevaría horas enumerar hacen de esta pieza una de las mejores que hemos oído jamás, y no exageramos demasiado.
“Said Johnny to Molly” - Volvemos a la tradición con esta canción perteneciente al extenso grupo de las que hablan de la separación. Interpretada por Tríona en la parte vocal en la línea de sus trabajos con The Bothy Band, tenemos la oportunidad de oir de nuevo, en segundo plano primero y realizando un largo solo más tarde a la guitarra eléctrica y una serie de percusiones que son clara novedad en el disco.
“The Monday Morning Reel / Cutting a
Slide / Robert the Minnow / Hogties' Reel” - Ya en la recta final
del disco escuchamos un nuevo “set” que comienza con una lenta
tonada obra de Phil Cunningham de la que afirman humorísticamente
que refleja la máxima velocidad que es capaz de alcanzar el
acordonista un lunes por la mañana. La segunda, también obra de
Phil está dedicada a Tríona y a sus (dudosas) habilidades a la hora
de deslizarse en trineo, especialmente cuando lo hace en una de las
principales calles de Edimburgo. La tercera melodía es un animado
tema escrito por Johnny en el que vuelve a brillar con luz propia el
dúo formado por él y su hermano. Cerrando el tema escuchamos un
clásico de Phil Cunningham escrito para Martin Hadden, miembro de
Silly Wizard.
“Ceol Anna / A Rìbhinn Òg Bheil
Cuimhn' Agad” - Parece difícil habiendo escuchado todo lo que ha
sonado antes pero Relativity se dejaron lo mejor para el final.
Cerrando el disco tenemos una insuperable combinación formada por
una pieza de Phil Cunningham, impresionante al acordeón, en una
introducción llena de sensibilidad que enlaza con una canción
tradicional de esas que consiguen tocar al oyente en lo más
profundo. Cada estrofa de la canción es interpretada por uno de los
miembros del grupo y se intercala de forma magistral con el “Ceol
Anna” de Phil Cunningham y un soberbio estribillo cantado a coro.
Después de tantos años, aún nos cuesta escucharla sin que se nos
erice el vello.
Hay muchos refranes y dichos populares que aluden a la excelencia de las cosas que se presentan en dosis pequeñas y que no corren, por tanto, el riesgo de terminar cansando. Desde ese punto de vista, la obra de Relativity (apenas dos discos) es aún más valiosa. No podemos, sin embargo, dejar de pensar en lo que podría haber sido esta banda de haber tenido continuidad. Nightnoise, tras la incorporación de Johnny Cunningham en sustitución de Billy Oskay nos pudo dar una idea muy cercana pero no terminaba de ser lo mismo. Lo que nadie nos podrá quitar ya es la posibilidad de disfrutar una y otra vez de ambos trabajos de una banda que brilló como pocas en su corta existencia.
Todo un descubrimiento este blog musical. Os seguiré con sumo interés. Un saludo.
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