Con “In
Sides”, los miembros de Orbital crearon una obra maestra que aún
hoy, muchos años después, sigue siendo considerada la cumbre del
dúo. En el momento de su publicación no era posible saber aún si
ese sería o no su techo pero el hecho de que para lanzar su
siguiente disco se tomasen casi dos años de trabajo en el estudio y
seis meses más, ya con el disco terminado, antes de decidirse a
ponerlo en el mercado, habla de la aparición de dudas, de la
constatación de que lo alcanzado con el disco anterior no iba a ser
nada fácil de repetir.
La cuestión
es que la fórmula escogida iba a ser similar, con la participación
de Alison Goldfrapp como vocalista invitada igual que ocurría en los
dos discos anteriores y un estilo muy coherente en el que todas las
pistas fluyen como un todo, quizá más que nunca en un disco de
Orbital.
Orbital |
“Way Out”
- El comienzo es extraño, con una serie de sonidos metálicos,
algunas campanas y diversos efectos se unen en una serie de acordes
repetitivos formando un raro ritmo. Aparecen entonces capas y capas
de cuerdas y timbres sintéticos precediendo a una percusión
contundente. Una melodía de aire retro repetida después por la voz
de Barbara Cohen completa el cuadro al que se une la trompeta de
Simon Poole. En el tema participa también Paul Robb de Information
Society. La producción está cuidada hasta el extremo lo que denota
un esfuerzo especial por estar a la altura del disco anterior.
“Spare
Parts Express” - El tema anterior concluía con una serie de notas
repetidas sobre un ritmo constante. Ese final enlaza directamente con
el comienzo de este corte en el que la percusión es reemplazada por
el clásico sonido electrónico de la banda que siempre ha recordado
en ese tipo de cosas a Kraftwerk. Los alemanes son una referencia
clarísima en esta pieza construída a partir de modulaciones de las
notas que mencionabamos al comienzo, manipuladas, probablemente en
tiempo real, como si de una sesión tradicional del dúo en su faceta
de DJ's se tratase. En cualquier caso, este corte es uno de los más
complejos del disco, con cambios constantes de ritmos, secciones muy
diferenciadas y distintos guiños a diferentes estilos electrónicos.
La sección final es particularmente notable, en nuestra opinión, y
en ella se despliegan algunas de las melodías más interesantes de
la banda rodeadas de ritmos verdaderamente infecciosos.
“Know Where to Run” - Con un caos de interferencias y ruido eléctrico comienza la siguiente pieza, quizá la más próxima en términos de estilo al anterior trabajo del dúo británico: “In Sides”. El tema, como casi todos los del discos tiene un desarrollo lento y progresivo en el que diversos instrumentos van incorporándose a la mezcla. En este caso marca la pausa una sucia linea de bajo electrónica que desemboca en un enérgico ritmo con una base muy típica de aquellos años y que hoy suena algo desfasada. La segunda mitad del corte nos presenta una melodía extraña pero tremendamente atractiva que se repite una y otra vez introduciéndose en la cabeza del oyente y permaneciendo ahí durante mucho tiempo, incluso después de haber guardado ya el disco en su caja.
“I Don't
Know You People” - Posiblemente sea esta la pieza más prescindible
del disco. El uso intensivo de “samples” vocales que acercan el
tema a un formato canción al uso es meritorio pero no termina de
conseguir un resultado coherente. Con la perspectiva del tiempo, es
uno de los momentos que peor ha soportado el paso del tiempo.
“Otoño”
- El tema más breve del disco (superando, eso sí, los cinco minutos
de duración) cuenta con la participación en las voces del dúo de
inspiración folk Pooka. Es una pieza que recuerda mucho a los
primeros éxitos de Orbital en todos los sentidos: timbres y efectos
similares, ritmos complejos y una melodía central muy definida a lo
que ayuda mucho la interpretación de Pooka. Quizá no sea la mejor
pieza del disco pero raya a buen nivel.
“Nothing
Left 1” - En “In Sides” había hasta dos temas que se dividían
a su vez en dos partes cada uno. La fórmula vuelve a aparecer en
“The Middle of Nowhere” con “Nothing Left” en la que
escuchamos de nuevo a Alison Goldfrapp como invitada en un disco de
los hermanos Hartnoll. Lo hace en un tema impresionante en el que se
reúne lo mejor de la electrónica de baile de los años noventa y de
algo más atrás puesto que también tiene guiños ochenteros y
sententeros (ese vocoder es muy indicativo). Ritmos house, secuencias
melódicas frenéticas y una melodía de cierto tono árabe (algo que
también ocurre en otros cortes del disco) terminan por conformar la
que es una de nuestras partes favoritas del disco sin lugar a dudas.
“Nothing Left 2” - Aunque básicamente se repiten la mayor parte de los esquemas de la primera parte hay algo más burdo en el uso de algunos sonidos que nos hace valorar este segundo tramo de “Nothing Left” de un modo bastante menos favorable que el primero. Cuando saben renunciar a determinados tópicos el corte remonta el vuelo pero sin llegar al nivel de la primera parte en ningún momento.
“Style”
- Muchas fuentes indican que el intervalo de tiempo que pasó entre
“In Sides” y “The Middle of Nowhere” obedecía a un auténtico
bloqueo creativo por parte de los hermanos Hartnoll que no sabían
cómo enfocar un nuevo disco. En aquellos complicados meses se dijo
que ambos pasaban horas “jugando” con un “stylophone”, un
popular juguete musical creado en 1968 que, para mucha gente fue la
primera toma de contacto con un instrumento electrónico. El título
del corte y los primeros minutos del mismo en los que todos los
sonidos que se escuchan parecen proceder de aquel arcáico
sintetizador, confirmarían esa curiosa anécdota. El sonido tan
primitivo del tema sería también un homenaje a la principal
influencia de la banda: los alemanes de Kraftwerk. Ciertamente,
“Style” podría pasar por una actualización de cualquiera de las
piezas de los primeros discos del cuarteto de Düsseldorf.
Habitualmente
se suele hablar de “The Middle of Nowhere” como el principio del
bajón creativo de Orbital (nosotros mismos en alguna entrada
anterior opinábamos de forma similar) pero este es un trabajo que ha
ganado bastante con los años y muchas voces hoy en día lo
reivindican situándolo a la misma altura de su predecesor, el tantas
veces citado hoy aquí “In Sides”. No nos atrevemos a afirmar
tanto pero sí que reconocemos que poco a poco vamos valorando más
este disco que, curiosamente, fue el primero de la banda inglesa que
compramos cuando apareció, movidos por las buenas críticas del
trabajo anterior.
Excelente disco, tengo mas de 12 años escuchandolo y aun descubro ciertos sonidos y melodias dentro de sus tracks, inedito
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