domingo, 22 de noviembre de 2015

Arvo Pärt - Litany (1996)



La música de Arvo Pärt se encuentra entre las más populares y también entre las más interesantes de nuestro tiempo y buena parte del mérito se la debemos al empeño de Manfred Eicher, fundador del sello ECM y una de las personas que mayor interés se tomó en la difusión de la obra del compositor estonio. En 1984, Eicher inauguraba la división “ECM New Series” de su sello en la que iba a lanzar trabajos relacionados con lo que podríamos llamar música culta, para diferenciarse de la rama principal de la compañía, más centrada en el “jazz” contemporáneo. El primer disco publicado en el nuevo sub-sello fue “Tabula Rasa” de Arvo Pärt tras el cual Eicher y el compositor asentaron una relación que llevó a que la mayor parte de los estrenos de Pärt verían la luz en ECM, algo que se ha venido manteniendo hasta nuestros días.

En 1996 apareció “Litany”, un disco que recogía tres obras recientes en aquel momento (siendo estrictos, dos obras recientes y un arreglo de otra pieza antigua). Participan en él la Hilliard Ensemble integrada por David James (contratenor), Rogers Covey-Crump (tenor), John Potter (tenor) y Gordon Jones (bajo), la Tallin Chamber Orchestra y el Estonian Philharmonic Chamber Choir dirigidos ambos por Tönu Kaljuste, interviniendo todos en la pieza central que dá título al disco. Las dos obras e complemento son ejecutadas por la Lithuanian Chamber Orchestra con Saulius Sondeckis a la batuta.

Arvo Pärt junto a Paul Hillier


Litany” - Encargo del Oregon Bach Festival, esta pieza para coro, orquesta de cámara y solistas se estrenó en 1994 y ocupa la parte principal del disco. Las voces comienzan a sonar surgiendo de lo más profundo y nos remiten a Perotin o Tomás Luis de Victoria, referencias, especialmente la primera, muy presentes en la música coral de Pärt. Cuerdas y coro emergen también poco a poco y todo sucede de un modo extremadamente pausado, algo que requiere del oyente toda la atención posible para disfrutar de los matices de la partitura en su justa medida. Sólo las campanas tubulares y los metales se salen en algún instante de la línea de extrema pausa pero sólo para volver a quedar ocultas poco después hasta que, con una breve fanfarria asistimos al primer cambio importante de la obra que pasa a estar dominada por la orquesta en pleno y los coros, mucho más potentes ahora que en los minutos iniciales. El ecuador de la obra lo marcan los timbales que presentan de nuevo al coro, ahora junto con las cuerdas en un discurso muy contemporáneo que nos reconcilia con el mejor Pärt. El resto de la obra es un precioso “in crescendo” que nos recuerda la intensidad de su “Cantus” en recuerdo de Benjamin Britten, una de las composiciones más emocionantes del repertorio del compositor estonio.

Psalom” - Revisión de 1995 de la composición de 1984. Siempre nos ha encantado la música del Pärt estrictamente instrumental y esta breve composición sigue la tradición de piezas como “Summa” (en su versión para cuerdas). Con un material muy escueto, el compositor construye una obra de gran belleza en la que demuestra que muchas veces, en música, menos es más.

Trisagion” - Cierra la colección esta pieza orquestal de 1992 revisada en 1995 de cara a esta grabación. Se trata de una obra con muchos puntos en común con la anterior aunque su duración sea más o menos el doble. Pärt maneja las cuerdas con templanza en la primera parte de la composición para redoblar su intensidad en la segunda en la que reconocemos al autor del “Collage über B-A-C-H”. Un magnífico ejemplo de la obra de Pärt que, no en vano, ha sido incluido en la reciente recopilación de lo mejor de su obra, aparecida en ECM bajo el título de “Musica Selecta”.



No es fácil para un compositor contemporáneo superar las barreras del círculo de la música “culta” y hacer que su obra sea conocida por parte de un público más general. Más complicado, si cabe, se nos antoja cuando hablamos de un músico profundamente religioso y cuya obra está muy relacionada con su fe. Sin embargo, Arvo Pärt lo ha conseguido de forma notable y su música llega hasta nosotros en las formas más diversas, incluida su presencia en multitud de bandas sonoras de películas de todo tipo, desde “Las Invasiones Bárbaras” hasta “Pozos de Ambición” pasando por auténticos “blockbusters” como la última entrega de “Los Vengadores”. En el blog siempre le guardaremos un lugar muy destacado entre nuestros compositores predilectos y no dejaremos de recomendar su obra.


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