Aunque conocíamos
y habíamos escuchado la música de Arvo Pärt desde mucho antes, lo cierto es que
el primer disco que compramos con su música fue éste que glosamos hoy. En su
momento supuso un descubrimiento importante pero no precisamente en lo musical sino
en lo discográfico. Pertenecemos a una generación que creció considerando la
música clásica como algo elitista en cuanto a las versiones grabadas. Era
habitual al visitar una tienda de discos que las novedades tuvieran un precio
en torno a las 2.000 o las 2.500 pesetas. Los discos “clásicos” por aquel
entonces podían costar bastante más alcanzando, incluso, las 3.500. Además,
existía otro problema añadido a la hora de escoger la versión de la obra que
queríamos comprar. Como nuestro conocimiento de intérpretes y directores en
aquel entonces era aún más pobre que hoy en día, una de las apuestas más
seguras era el fijarse en la compañía que editaba el disco y ahí había una
serie de etiquetas que tenían un prestigio superior al resto. Nombres como
Decca, Deutsche Grammophon o Philips eran garantía de calidad pero también
tenían precios prohibitivos para el aficionado que consume gran cantidad de
títulos al año. La solución de optar por editoriales más baratas no era casi
nunca satisfactoria porque la calidad de las interpretaciones y también de las
mismas grabaciones dejaba mucho que desear en la mayoría de los casos.
El sello Naxos
nació en 1987 y, en principio, parecía una más de esas editoriales pequeñas de
bajo precio e intérpretes desconocidos. 25 años después, Naxos es el mayor
distribuidor mundial de música clásica y, según alguna revista especializada,
es la compañía que sostiene el mercado en este momento, no sólo a través de su
etiqueta principal sino como distribuidora de una gran cantidad de sellos
menores más especializados. Es un caso único en el que el pez pequeño, si bien,
no se ha comido a los grandes, sí que los ha permitido sobrevivir (Naxos
distribuye los discos de Warner Classics en norteamérica y también el 20% del
catálogo se Sony Classics). Además, a través del sub-sello Newton Classics,
está comprando grabaciones históricas de los mejores sellos y reeditándolas a
precios casi ridículos.
Los discos de
Naxos no son hoy tan baratos como hace 15 años pero siguen siendo muy
competitivos. Apuestan por intérpretes jóvenes alejados del “star-system” de la
clásica pero con una calidad indiscutible. Además, se atreven con repertorios
contemporáneos cuya penetración en los catálogos de los grandes sellos de
antaño era muy pequeña y eso hace de Naxos un sello tremendamente atractivo
que, junto con otros que aparecen muy a menudo en el blog como Brilliant se
encuentran entre nuestros favoritos.
Valga esta
entrada de hoy, no sólo para resaltar la grabación de Pärt a la que está
dedicada sino como homenaje a estos sellos que han acercado la música clásica a
todos los bolsillos como nunca antes se había logrado.
Arvo Pärt |
Recoge el disco
tres obras orquestales de gran importancia en la trayectoria de Pärt,
especialmente la primera de ellas. “Tabula Rasa” tiene la forma de un doble
concierto para dos violines, orquesta y piano preparado. Fue estrenada en 1977
como parte de un encargo del director Eri Klaas para acompañar a una
interpretación del “Concerto Grosso” de Alfred Schnittke, escrito para la misma
configuración intrumental. Pertenece al comienzo del periodo conocido como
“tintinnabuli” en la música del compositor estonio, a la postre, el que nos ha
dejado sus mejores obras. Tiempo atrás hablamos de otra versión de la obra en
el sello ECM interpretada por Gidon Kremer y Tatiana Grindenko, los dos
artistas a los que estaba dedicada pero no nos extendimos demasiado sobre la
obra, cosa que intentaremos corregir ahora.
“Ludus” – Una
aguda nota de violín es el punto de partida para una pieza de gran belleza. En
los primeros instantes la orquesta construye un fondo con un ritmo muy vivo,
juguetón como corresponde a la traducción del título latino del movimiento. El
piano arreglado hace las veces de campanas marcando las transiciones entre los
distintos segmentos del movimiento al tiempo que los violines interpretan una
serie de melodías entrelazadas de gran plasticidad recordando a Vivaldi en
palabras del crítico Pater Quinn en el libreto del disco. El movimiento combina
momentos intensos con otros mucho más reposados con naturalidad y es, en
nuestra opinión, una de las mejores composiciones de su autor y concluye con un
poderoso segmento climático lleno de tensión.
“Silentium” – La
segunda parte de “Tabula Rasa”, mucho más extensa, sigue mostrándonos al Pärt
minimalista, si es que cabe aplicar aquí el término, pero en un registro mucho
más íntimo, pausado y emocional. Nos lleva a un estado mental cercano al que
consigue con otra de sus grandes obras: el “Canto en memoria de Benjamin
Britten” mediante la repetición continua de una serie de patrones que
experimentan muy leves variaciones cada
vez. La orquesta y el piano preparado adoptan un rol secundario lleno de
sutileza en un plano alejado del principal en el que los dos violines van
desgranando, lenta, dolorosamente, una melodía profundamente emocionante.
Completa Pärt con este sensacional movimiento una obra maestra de esas que
prácticamente justifican una carrera por sí sola.
La segunda de las obras recogidas en el disco es el “Collage über B-A-C-H” que juega con la correspondencia entre las letras que forman el apellido del célebre compositor alemán y las notas musicales según la notación germánica de acuerdo con la cual, equivaldría a la serie “Si bemol – La – Do – Si natural”. Se trata de un motivo utilizado con profusión por el propio J.S.Bach como una especie de juego críptico y que luego han continuado muchos otros compositores desde Schumann o Liszt hasta el propio Schnittke o John Zorn, pasando por Poulenc o Webern. El homenaje de Pärt consta de tres movimientos, el primero y el último de los cuales se basan en la serie de notas citadas tomando el central la inspiración de la “sarabande” de la “Suite Inglesa No.6 en re menor” del propio Bach. La composición data de 1966, periodo en el que el autor aún jugaba con planteamientos serialistas lo que se nota especialmente en el segundo movimiento.
“Toccata” – Asistimos
a un cambio radical respecto a lo que escuchábamos en la obra anterior. Nos
revela aquí Pärt una versión muy diferente de su música, vibrante, tensa, con
un aire al Bernard Hermann de “Psicósis”, cortante y afilado como pocas veces
pero tremendamente atractivo en cualquier caso.
“Sarabande” – La
aparición del oboe y el clave, así como la propia melodía delatan el homenaje a
Bach que aquí se contiene. Sin embargo, tras la exposición del motivo principal
asistimos a una poderosa deformación del mismo a cargo de las cuerdas y el
piano. Recuperamos instantes después otro de los temas del compositor de
Eisenach sólo para volver a asistir a una nueva transformación, esquema que se
repetirá una vez más en el movimiento.
“Ricercare” – La
más breve de las tres partes de la obra (no llega a los dos minutos de
duración), opta por usar la orquesta en pleno para mostrarnos una pieza
vigorosa aunque sin la intensidad y emoción del primer movimiento. Profunda y
con un cierto aire cinematográfico también, concluye de súbito dejándonos con
ganas de algo más.
Cerrando el disco encontramos la tercera sinfonía del compositor, obra que si habíamos comentado en una grabación reciente dirigida por el mismo Neme Jaarvi a quien Arvo Pärt dedicó la obra. Nos centramos aquí en la interpretación de la Ulster Orchestra dirigida por Takuo Yuasa en calidad de director invitado. Tanto la orquesta como el director tienen una amplia lista de grabaciones en Naxos centradas principalmente en repertorio contemporáneo. Su versión de la tercera sinfonía de Pärt es realmente brilante y luminosa adaptándose perfectamente a la que probablemente sea la partitura sinfónica más lograda de su autor.
Quizá no sea esta la grabación que un aficionado
recomendaría para introducirse en la música de Arvo Pärt existiendo otras en
sellos como ECM o Harmonia Mundi con mayor prestigio pero en nuestro caso fue
un primer paso muy satisfactorio. Al margen de la orquesta y el director ya
citados, intervienen como solistas al violín en “Tabula Rasa”, Leslie Hatfield
y Rebecca Hirsch. Naxos es un sello con muy buena distribución y con presencia
en los centros comerciales más conocidos y las grandes cadenas de tiendas de
discos. Lo podéis encontrar, en cualquier caso, en los enlaces habituales:
amazon.com
arkivmusic.com
amazon.com
arkivmusic.com
Acabo de descubrir este excelente blog en donde la calidad y coherencia de los comentarios es difícil de encontrar hoy en día.
ResponderEliminarEstupenda entrada.
La introducción a cerca de los sellos de música clásica es así de cierta, anteriormente los discos de música clásica tenían unos precios totalmente desorbitados y prohibitivos. Soy un seguidor del sello Naxos y el mismo ha evolucionado mucho, desde su catálogo de músicos pasando por la maquetación de sus portadas de CD, todo y que se mantiene bastante fiel a su imagen de buen inicio. Hoy en día los precios de Naxos no son tan baratos como en sus inicios, pero en su catálogo se pueden encontrar auténticas maravillas. Algo muy parecido es lo que está pasando con Brilliant y Newton que están poniendo "patas" arriba el mercado de música clásica y que ha obligado a los grandes sellos discográficos a claudicar en su política de precios abusivos, incluso creando líneas económicas con el basto legado que tienen de grabaciones. Tanto Brilliant como Newton están reeditando material completamente descatalogado de Deutche Gramphon por ejemplo, grabaciones de primera calidad y con unos precios impensables, y que se están haciendo con el mercado discográfico.
Este CD de Pärt que comentas lo tengo hace años, y la grabación es realmente buena. Buena aportación de datos que se han llevado a cabo.
Enhorabuena por el blog.
Saludos.
Por diferentes motivos, los aficionados a la clásica y al jazz están de enhorabuena en los últimos tiempos por la cantidad de música a buenos precios que se encuentra en las tiendas. Algo muy significativo cuando por todas partes se habla de crisis en la industria musical.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por comentar.