Conocimos
a Michael Manring allá por los años ochenta cuando era el músico de apoyo
clásico del sello Windham Hill en el que su bajo solía aparecer como
complemento en las grabaciones de William Ackerman, Michael Hedges o como
miembro del grupo Montreux. Por supuesto, también editó sus propios discos en
solitario y sus colaboraciones se extendían a otros artistas del ámbito de la
“new age” fuera de Windham Hill como fueron los casos de Suzanne Ciani o Paul
Machlis.
Sin embargo, los gustos musicales de Manring no le han
permitido estancarse en un sólo género y desde aquellos ya lejanos comienzos,
ha experimentado con todo tipo de estilos aprovechando su capacidad con el bajo
que le ha convertido en uno de los cinco o seis mayores exponentes del
instrumento en la actualidad. Manring vive habitualmente en San Francisco y de
ese mismo lugar procede Alex Skolnick, guitarrista de la banda Testament
durante los años ochenta y los primeros noventa. Tras dejar la banda fundó su
propio grupo, Savatage y por esas fechas intervino en dos cortes de “Thonk”, el
disco más radical hasta el momento de Manring, aparecido en 1994 y que llegó a
ser calificado como el primer disco new-age-trash metal-fusión de la historia.
Poco después, en 1997, Skolnick reclutó a Manring para su grupo The Skol-Patrol
y un año más tarde se convirtieron en Attention Deficit con la incorporación
del batería Tim Alexander, antiguo componente de Primus.
Attention Deficit sólo publicaron dos discos pero ambos son
grandes trabajos en los que se combina el virtuosismo instrumental con una
inusual efervescencia de ideas. A simple vista es difícil imaginarse a qué
sonaría un grupo formado por músicos de procedencias tan diversas aunque la
crítica suele compararles con los instrumentales de Frank Zappa o los discos
del que fue su batería, Terry Bozzio, en compañía de Tony Levin y Steve
Stevens, quizá por la coincidencia en la configuración de ambos tríos. Nosotros
encontramos similitudes también entre la música de Attention Deficit y la de
los King Crimson de aquellos años pero será algo que desgranaremos como de
costumbre en el comentario del disco corte por corte.
“ATM” – Hay tres cortes en el disco cuyo título esta formado
por las iniciales de los nombres de los músicos en distinto orden. El primero
es el que abre el trabajo y en él, es protagonista la batería que compone una
interesante marcha entre voces de radio y las primeras florituras de Alex
Skolnick a la guitarra. En la segunda mitad del tema entra el bajo de Manring
para cerrar una introducción muy contenida, alejada de exhibicionismos.
“An Exchange of Niceties” – El bajista se toma la revancha
adoptando un papel dominante en el siguiente corte en el que la guitarra nos
lleva por pasajes que delatan una sólida influencia de los King Crimson de los
noventa. Un tema intenso y conciso así como también breve, lo que es una
constante en el disco.
“Scapula” – La guitarra adopta un papel rítmico casi funky
para ceder a la sección que habitualmente debería ejercer esa tarea el
protagonismo del corte, no sin mostrar algunos ramalazos de destreza técnica a
lo Van Halen aunque siempre por debajo de un sensacional Michael Manring,
dominador de los distintos tipos de bajo que aparecen en la pieza.
“Snip” – Brevísimo corte a modo de transición consistente en un sólo de bajo a cargo de Manring característico del músico.
“It’s Over Johnny” – Entramos en territorios más duros y ahí
es la guitarra eléctrica la que manda con un marcado trasfondo “blues”
alrededor del que se construye un extenso solo al alcance de muy pocos.
“TMA” – Sin solución de continuidad entramos en la siguiente
pieza que conserva el estilo de la anterior, tornándose, si acaso, en una
improvisación más libre y ajena a formas convencionales.
“Fly, Pelican, Fly” – Enlazada con la anterior se encuentra
esta larga transición casi ambiental que, ignoramos por qué, en su primera
parte nos trae a la cabeza el “Matte Kudasai” de King Crimson a pesar de ser
piezas con poco en común aparentemente. Hay más momentos crimsonianos a lo
largo del desarrollo de la composición que se revela como una de las más
interesantes de todo el disco.
“Febrile” – Giro radical hacia un poderoso instrumental rock con guiños más duros y un Michael Manring desatado mostrándose como lo que es: un bajista superdotado.
“MAT” – Tercero y último de los títulos acrósticos y turno
de nuevo para la batería como intérprete principal. Resulta complicado hacer de
ese instrumento el protagonista de un tema y que este no resulte plomizo y
cargante pero nuestro trío lo consigue sin problemas en un tema, una vez más,
notable.
“Wrong” – Nueva transición breve cuajada de efectos
marcianos y juegos de sonido sin mayor intención que la de transportarnos hacia
la siguiente etapa del viaje.
“The Girl from Enchilada” – El funk, el jazz y el blues son
los elementos que se juntan en esta composición que pasa, en nuestra opinión,
por ser otra de las más destacadas del trabajo. Parece mentira que sólo sean
tres instrumentos los que suenan porque, en ocasiones, creemos oír
sintetizadores y demás efectos que proceden, en realidad, de los diversos bajos
y pedales de Manring.
“Merton Hanks” – Nueva transición en clave de jazz-rock que
haría las delicias de los seguidores de Porcupine Tree, especialmente de sus
trabajos más experimentales como “Metanoia”. La versatilidad del trío sigue
sorprendiéndonos a cada tema.
“III Fated Conspracy” – Enlazando con los últimos compases
del corte anterior entramos en un segmento oscuro e inquietante que nos prepara
para la recta final del trabajo. Ambientes oscuros y tensión a raudales antes
de comenzar la despedida.
“The Blood Room” – Un comienzo funk esconde otra intensa
pieza experimental y arriesgada en la que nuestros tres músicos disfrutan y nos
hacen disfrutar de una intensa libertad creativa que, quizá si fueran más
populares no se podrían permitir. Se lo agradecemos profudamente.
“Festivus” – De nuevo, tenemos una transición que no llega a
los 20 segundos de duración y que nos lleva hasta el siguiente tema.
“Khamsin” – Aunque la lista de cortes del disco llegue a los
18, lo cierto es que, integrando las transiciones como introducciones de la
siguiente pieza habría quedado un “tracklist” de ocho o nueve cortes más
coherente y sencillo de comentar. “Khamsin” es otra composición experimental
con ese bajo circular omnipresente de Manring acompañando las evoluciones de
sus compañeros
“Lydia” – De no ser por la ácida guitarra de Skolnick, el
tema podría pasar por uno de los amables instrumentales de los discos de
Manring en Windham Hill: música agradable, bien construida y mejor ejecutada.
Todos los temas del disco aparecen firmados por el trío pero sospechamos que la
referencia femenina del título y el estilo de la pieza son demasiado personales
para haber sido escrita a seis manos.
“Say Hello to My Little Friend” – Para poner punto y final
al disco, nuestro trío endurece de nuevo su propuesta con un giro hacia
propuestas neo-progresivas. Un despedida a la altura de un gran disco, muy poco
conocido.
El heavy metal fue durante muchos años, especialmente tras
la decadencia del rock progresivo a principios de los ochenta, el refugio para
los músicos más virtuosos de la escena rockera. El lugar en el que poder
explayarse con libertar y construir solos estratosféricos y estructuras más
complejas que las del pop de las radiofórmulas. Aunque nunca llegó a ser un género
mayoritario, se expandió creciendo y subdividiéndose en infinidad de estilos
que, inevitablemente, terminaron por fusionarse con otros nuevos. Alguna de
esas vías de evolución terminaron por juntar el metal con el progresivo dando
lugar a alguno de los grupos más interesantes de las últimas décadas. Si os
interesan este tipo de sonidos, con una cierta base “metalera”, desarrollos
progresivos y elementos de jazz, funk y otras músicas, creemos que Attention
Deficit es un grupo que os puede entusiasmar. Aunque en su corta trayectoria
apenas alumbraron dos discos muy minoritarios, aún es posible adquirirlos por
ahí. Os dejamos un par de enlaces para hacerlo:
grooves-inc.es
Nos despedimos con una pequeña "masterclass" de Manring explicando lo que él llama "hyperbass":
Nos despedimos con una pequeña "masterclass" de Manring explicando lo que él llama "hyperbass":
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