Pet Shop Boys
alcanzaron un éxito brutal a escala planetaria con su disco “Very”,
especialmente impulsado por la gran popularidad de su versión del “Go West” de
Village People. Fruto de aquel triunfo fue una extensa gira que les llevó por
todo el mundo, siendo de vital importancia para el disco que hoy tratamos, la
parte latinoamericana del Tour. Durante aquellas semanas, el dúo se empapó de
los sonidos y ritmos del continente, especialmente de Brasil y eso tuvo una
influencia capital a la hora de plantearse el siguiente trabajo.
El reto de grabar
un disco después de “Very” (recordemos, el primer número 1 en las listas
británicas del dúo como album) era inmenso y nuestro dúo lo afrontó con la idea
de seguir adelante, de olvidar lo ya hecho y conseguir algo completamente
distinto en lugar de optar por la vía fácil de repetir la fórmula. La
incorporación de influencias y sonidos latinos, por otro lado, les vino que ni
pintada para alcanzar ese objetivo. Entre ambos trabajos, no obstante, hubo una
serie de lanzamientos que incluyeron un disco de remezclas, un recopilatorio de
caras-b y distintas colaboraciones con artistas de la talla de Blur, Tina
Turner o David Bowie que, a buen seguro, ayudaron al dúo a desconectar y pasar
página de cara al nuevo disco.
Imagen del dúo durante el "Discovery Tour" |
“Discoteca” –
Como siempre ocurre con las canciones de Pet Shop Boys, ésta cuenta una
historia pero tiene otra muy distinta detrás. Nos presenta a un personaje en un
país extranjero buscando una discoteca en la que pasar un buen rato. El
trasfondo, en cambio, es más crudo: nos habla de una persona, probablemente
homosexual (¿entiende usted? Llega a preguntar en castellano) y afectada por el
VIH (tema recurrente en estos años en el dúo y que sufrieron en la persona de
varios amigos) que trata de hacer una vida normal, olvidando su enfermedad por
un tiempo. Comienza con una secuencia electrónica y un ritmo cadencioso a la
que se añaden samples de guitarra y la voz de Neil repitiendo constantemente
“¿hay una discoteca por aquí? en “perfecto” castellano. La sorpresa llega cuando aparecen los
tambores y nos encontramos en medio de una batucada, ritmo de moda en aquellos
días de la mano de otro grupo de éxito como Simply Red y su “Life”.
“Single” –
Enlazada con la canción anterior, por lo que podemos pensar incluso que
seguimos con la historia del mismo personaje, tenemos la segunda canción del
disco en la que el protagonista se presenta como un hombre de negocios europeo
soltero y bilingüe (interpreten esto último como crean conveniente). Continúa
la batucada del corte anterior aderezada con efectos electrónicos en lo que iba
a ser una de las mejores canciones del disco con el sello del grupo presente en
todo momento.
“Metamorphosis” – De vez en cuando, Neil recurre al rap en algunas canciones aunque habitualmente lo hace de forma parcial. En este caso, si prescindimos de las partes corales, toda la canción está rapeada y lo que en ella se cuenta viene a ser una “confesión” si es que cabe usar ese término, por parte del cantante de su homosexualidad, reconocida un tiempo antes. Al margen de la curiosidad del rapeado, la canción es una especie de himno “house” muy bailable en la que los coros femeninos, muy al gusto de los años setenta, tienen un papel fundamental.
“Electricity” –
Una de las canciones más vanguardistas escritas por el dúo. Jugando de nuevo a
la ambigüedad como corresponde con el título del disco, el personaje central es
una drag-queen que realiza espectáculos en “playback”. En el aspecto musical,
estamos ante un tema electrónico sorprendente y uno de nuestros favoritos del
disco por lo avanzado que resulta para lo que nuestro dúo solía hacer en aquel
entonces, especialmente porque este tipo de experimentos solían quedar
relegados a las caras-b de los singles (recordamos “The Sound of the Atom
Splitting”, por ejemplo). Si uno de los temas anteriores nos recordaba a Simply
Red, al escuchar este “Electricity” la referencia que nos viene a la cabeza es
el “Zooropa” de U2. Neil opta, como en el corte anterior, por el rap como forma
de expresión, encajando a la perfección en el tono de la canción.
“Se a vida é (That’s the Way Life Is)” – Uno de los cortes
con una influencia latina más evidente que fue, además, un single muy popular.
En realidad la canción es una versión del tema “Estrada da Paixao” de los brasileños
Olodum con algunos arreglos propios del dúo. No hay que buscar historias raras
puesto que los autores de la canción aparecen convenientemente acreditados en
el disco. No deja de ser una canción amable pero, como nos ocurre con muchos
singles de Pet Shop Boys, creemos que está muy por debajo de otras canciones
del disco.
“It Always Comes as a Surprise” – Una balada clásica del dúo con un sorprendente toque de bossa-nova, sugerencia, al parecer, de Chris Porter, uno de los productores del disco. Los arreglos de piano y percusión son de lo más destacado de un tema con una importante base electrónica, al estilo de “Behaviour”, uno de los mejores discos del dúo, que pasa desapercibida entre los toques brasileños que predominan en toda la pieza.
“A Red Letter Day” – Una de las grandes canciones del disco,
con todo a su favor para convertirse en un himno. En ella, el dúo aboga por la
llegada de un día de esos que quedan marcados en rojo en el calendario, en el
que nadie tenga que avergonzarse de su condición, sea esta la que sea. La
facilidad del dúo para componer este tipo de temas extremadamente pegadizos es
uno de sus sellos de identidad más inconfundibles y, aunque no siempre son
estos sus mejores canciones, en este caso dan en el clavo. Los coros de estilo
ruso que suenan de fondo en todo el tema son un guiño al título y sirven, en
cierta forma, de enlace con la siguiente canción.
“Up Against It” – Neil describe la canción de un modo contundente: “a su modo, lo que dice es que los políticos son una mierda (sic)”. Para ello se centra en un episodio concreto de la Revolución Rusa, periodo recurrente en muchos de los textos de Tennant. Musicalmente es otra de nuestras canciones favoritas del disco aunque no fue single y cuenta con la participación de Johnny Marr a la guitarra y coros.
“The Survivors” – ¿A qué han sobrevivido los componentes del
dúo? Una vez más, al SIDA. En los años en los que se grabó el disco aparecían
rumores periódicos de que uno de ellos, cuando no los dos, estaban infectados
por el VIH, cosa que, afortunadamente, nunca ha sucedido. Como reacción a estas
habladurías surge la idea de escribir esta canción en la que se presentan como
afortunados supervivientes de la epidemia. Encontramos en esta canción
reminiscencias de discos como el ya citado “Behaviour” por lo que no sería raro
que hubiera sido escrita en la misma época.
“Before” – Si había un tema que nunca esperábamos ver
reflejado en una canción de Pet Shop Boys ese era O.J.Simpson y todo lo que
ocurrió alrededor de su juicio. Curiosamente, Tennant confirmó que el personaje
fue la motivación para escribir una canción en la que incluso se citan
fragmentos de las cartas que escribió el antiguo jugador de futbol americano.
Cantado en falsete por Neil, el que fue primer single del disco es una canción
muy bailable que, curiosamente, corrió mejor suerte en las listas americanas
que en las británicas. No está entre nuestras favoritas, en cualquier caso.
“To Step Aside” – Una reflexión sobre el momento de la
retirada que surge, curiosamente, durante una estancia del dúo en Santiago de
Compostela, catedral a la que hacen referencia en los primeros versos de la
canción. De no ser por los sampleados de guitarra española, que nunca nos han
terminado de sonar bien, y los coros infantiles, algo irritantes, podría ser
una de nuestras canciones favoritas del disco. A pesar de ello, es un tema
notable y digno de ser tenido en cuenta.
“Saturday Night Forever” – El disco comenzaba con el
protagonista buscando una discoteca en la que olvidarse de todo por un rato y
concluye de un modo natural en uno de esos locales con una pieza bailable sin
mayor trascendencia y con un aire muy setentero como corresponde a un tema con
una referencia tan clara en su título a la película “Saturday Night Fever”.
Está reciente aún la aparición de “Electric”, el nuevo disco
de Pet Shop Boys que pasará pronto por aquí pero no es excusa para ignorar
otros trabajos anteriores de la banda, uno de nuestros confesados pecados
culposos. “Bilingual” no alcanzó el éxito de su predecesor “Very” como era de
esperar, pero era un trámite necesario. A partir de entonces, Tennant y Lowe
quedaron liberados, en cierto modo, para explorar sus inquietudes con un cambio
de rumbo que cogió por sorpresa a todo el mundo pero eso, quizá, será materia
de una entrada futura. Si aún no tenéis este “Bilingual” y quereis haceros con
él, lo encontrareis en los enlaces habituales.
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Cerramos con una sorpresa ajena al disco: la remezcla que hicieron PSB en aquellos días de "Hello Spaceboy" de David Bowie:amazon.es
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