Existe una curiosa corriente en los últimos tiempos en la que diversos músicos de todo pelaje deciden poner música a clásicos del cine mudo. Sin salirnos del ámbito de los estilos que tocamos habitualmente en el blog se nos ocurren a vuelapluma una serie de piezas de piano que Wim Mertens escribió para sendos filmes franceses de principios del siglo pasado, la música de Philip Glass para el Drácula clásico de Tod Browning o la ópera La Belle et la Bete sobre el film de Cocteau o la música de Pet Shop Boys para el Acorazado Potemkin.
Tenemos hoy aquí un nuevo ejemplo de este tipo de obras. La película es, ni más ni menos que el “Viaje a la Luna” (1902) de Georges Méliès y los encargados de poner música al clásico, el dúo francés AIR. Formado por un estudiante de arquitectura, Nicholas Godin, y otro de matemáticas, Jean Benoit Dunckel, la bando grabó una serie de singles a mediados de los noventa poco antes de lanzar su disco de debut, “Moon Safari”, que alcanzaría una importante difusión en todo el mundo. El éxito del primer disco de AIR (acrónimo de Amour-Imagination-Rêve) se basa en una combinación de canciones pop y sonidos vintage con profusión de sintetizadores analógicos y antiguas cajas de ritmos en una encantadora fusión de elementos retro que recuerdan a los clásicos del género de los setenta, especialmente a su compatriota Jean Michel Jarre.
Con el motivo de la exhibición en cines de nuevo de la cinta de Méliès, gracias a la restauración de la única copia en color (coloreada a mano, fotograma a fotograma) que existe de la misma y que apareció recientemente en la Filmoteca de Catalunya, los miembros de AIR recibieron el encargo de elaborar una banda sonora completa que acompañase a la proyección del film. Y no se puede negar que la idea tenía sentido: Dos músicos franceses para un clásico francés, sonido electrónico retro para la primera película de ciencia ficción. Todo parecía encajar y los dos músicos se pusieron manos a la obra. La primera dificultad surge por la duración de la cinta: apenas 14 minutos. Debido a ello, la idea de AIR fue justo la contraria a lo que se suele hacer habitualmente. Es usual que las películas (y, por tanto, las bandas sonoras) tengan una duración muy superior a la de un disco comercial de música. Lo que suele hacerse es publicar una versión reducida de la música de la película. Con “Le Voyage Dans la Lune” ocurre lo contrario: AIR compusieron una serie de temas que luego serían “compactados” para encajar en el metraje del film. A pesar de ello, el disco apenas supera la media hora de duración.
El cañón que servirá para lanzar a los aventureros a nuestro satélite |
Comentaban en una entrevista reciente los artistas que la mayor dificultad surgía a la hora de conseguir la espontaneidad necesaria para que la música no sonase demasiado “artificial” al sonar junto a las artesanales imágenes de la película. El modo en que solventaron este punto fue mediante la grabación de las canciones en absoluto directo, sin uso de secuenciadores y reduciendo al mínimo estrictamente necesario los retoques posteriores en el estudio. Como es habitual en estos casos, no toda la música que suena en la película aparece en el disco y, en cambio, el CD nos regala varios temas ajenos al film. La estructura del disco no respeta tampoco el orden cronológico de aparición de la música en la película sino que se ha organizado de forma independiente con el objeto de darle una cierta coherencia como objeto musical al margen de las imágenes.
“Astronomic Club” – Se abre el disco con sonido de timbales en un inicio de corte marcial con extrañas voces procesadas y ocasionales golpes de metales. Alrededor de la mitad del tema podemos escuchar unas guitarras en la linea de Pink Floyd y acercandonos al final, unos sonidos que nos recuerdan al “Warszawa” de Bowie / Eno. Dunckel toca el melotrón y el piano eléctrico quedando el resto de instrumentos (sintetizadores, guitarras y percusiones) para Nicolas Godin con la aparición especial de Vincent Taeger (batería) e Isabelle Vuarnesson (cello).
“Seven Stars” – Casi sin solución de continuidad entramos en el segundo corte, también con una introducción de timbales y mucho más reconocible como obra de AIR. Se trata de una composición que podía haber pertenecido sin ningún problema a su disco de debut, el citado anteriormente “Moon Safari” tanto por los efectos electrónicos como por el uso del piano y la voz principal, en este caso a cargo de Vitoria Legrand, líder del grupo Beach House y nieta de Michel Legrand. Junto a los teclados de Dunckel y el característico bajo de Godin (quen también toca los timbales y la guitarra) escuchamos de nuevo a Taeger a las baquetas. La canción no aparece en el montaje de la película.
“Retour Sur Terre” – Un breve interludio de piano interpretado por Nicolas Godin (quien también hace algunas voces) de apenas 45 segundos sirve como transición hacia uno de los puntos fuertes del disco.
“Parade” – Sin llegar a tener la fuerza de otros clásicos del grupo como su popular “Sexy Boy”, la música elegida por AIR para ilustrar el desfile de homenaje a los heroes tras el regreso de la luna es un buen instrumental pop de aires electrónicos, terreno en el que el dúo ha demostrado sobradamente su buen hacer. Algunas referencias al Vangelis más cósmico (circa Albedo 0.39) adornan la pieza y no serán las últimas del disco. Podeis ver el fragmento correspondiente de la película, cortesía del canal oficial en youtube de la banda:
“Moon Fever” – En contraste con el tema anterior, tenemos ahora una pieza cuasi-minimalista con una obsesiva melodía de piano aderezada con arreglos electrónicos en la linea de la producción habitual del grupo. Todos los instrumentos, como ocurría en “Return Sur Terre” están interpretados por Godin salvo algun aporte de Dunckel a los sintetizadores. Se trata de otro de los temas que no suenan en el montaje final de la película.
“Sonic Armada” – Hablabamos antes de las referencias a Vangelis, especialmente al del disco “Albedo 0.39”. Quizá sea éste el tema más controvertido del disco por el gran parecido de su melodía, nada menos que con el mítico “Pulstar” del músico griego. Queremos entender este hecho como la forma que tiene el dúo francés de declarar su admiración hacia el compositor de “Blade Runner” con un guiño a uno de sus temas más populares y, además, con inspiración claramente espacial. El batería Alex Thomas aparece como invitado especial en el tema en la que es su única aparición en el disco.
“Who Am I Now?” – Segunda canción del disco y de nuevo, un tema que no aparece en la película. Para la ocasión se cuenta con la colaboración de los miembros del grupo neoyorquino Au Revoir Simone a las voces en un tema de inconfundible corte francés con un cierto aire misterioso de película de David Lynch.
“Décollage” – El que quizá sea nuestro corte favorito del disco vuelve a insistir con los timbales creando un inquietante fondo sobre el que se desarrolla una veloz y breve melodía de piano. La pieza, de menos de dos minutos de duración, nos deja con ganas de oir más y es que eso precisamente, su escasa duración, lo peor del tema. Se trata de otro de los cortes sin intervención de artista invitados. De nuevo, podeis ver cómo encaja la música con las imágenes:
“Cosmic Trip” – Un nuevo tema casi instrumental de pop electrónico, muy rítmico y basado en un patrón invariable de bajo y batería al que suman ocasionales voces y efectos electrónicos. Continuando con las referencias al pasado, nos parece encontrar en la pieza bastantes influencias de otro dúo francés de cierto éxito en los setenta llamado Space Art, quienes lanzaron varios discos en la misma onda electrónico-espacial que domina todo el album de AIR. Es otro de los demas del disco que no pertenece a la banda sonora de la película.
“Homme Lune” – Un corte casi anecdótico por sus escasos 27 segundos de duración, con un fondo vocal interpretado por Dunckel al mellotron y cuato notas electrónicas desperdigadas. Perfectamente podría haberse integrado como parte del siguiente tema con el que enlaza a la perfección.
“Lava” – Partiendo de los cantos de sirena de “Homme Lune”, comienza el último tema del disco y otro de los puntos fuertes del mismo, especialmente en su segunda mitad en la que nos llevan a terrenos propios de alguno de los fragmentos más psicodélicos de la música de Pink Floyd.
Debemos confesar que las primeras críticas que leímos del disco nos pusieron en guardia ya que no eran demasiado favorables y acusaban a AIR de haber hecho una música en exceso simple y que no funciona separada de las imágenes (cosa, por cierto, nada rara en la música para cine). Sin embargo, nuestra opinión es justamente la contraria: la música resulta mejor escuchada como disco que acompañando a las imágenes de Méliès sin que esto signifique que el experimento resulte fallido. Los aficionados de AIR tienen motivos para estar contentos ya que “Voyage Dans la Lune” es un disco que tiene una buena dosis de todos los elementos que caracterizan al grupo sin sonar del todo repetitivo. Para aquellos que no conozcan la música del dúo, no deja de ser una buena iniciación con la que se pueden hacer una buena idea, a grandes rasgos, de por dónde van los tiros. Particularmente, en La Voz de los Vientos somos admiradores del grupo desde antes de conocerlos (lo explicamos: “Moon Safari” era un disco que sonaba insistentemente en una cafetería en la que pasabamos largas tardes años atrás pero hasta un tiempo después no supimos que cuál era aquel disco que tanto nos había llamado la atención). “Le Voyage Dans la Lune” es un disco que, sin llegar a los niveles de excelencia de aquel trabajo, sí puede pelear en igualdad de condiciones con el resto de la discografía de AIR.
La Luna de Méliès, más cercana al centro de la tierra de Verne que a la real. |
Si os animais, el disco está disponible en edición simple o en la que recomendamos, una edición limitada que incluye un DVD con la edición restaurada de la película de Méliès en el montaje que incorpora la música del grupo. Lo podeis adquirir aquí:
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