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domingo, 8 de noviembre de 2015

Orbital - The Middle of Nowhere (1999)



Con “In Sides”, los miembros de Orbital crearon una obra maestra que aún hoy, muchos años después, sigue siendo considerada la cumbre del dúo. En el momento de su publicación no era posible saber aún si ese sería o no su techo pero el hecho de que para lanzar su siguiente disco se tomasen casi dos años de trabajo en el estudio y seis meses más, ya con el disco terminado, antes de decidirse a ponerlo en el mercado, habla de la aparición de dudas, de la constatación de que lo alcanzado con el disco anterior no iba a ser nada fácil de repetir.

La cuestión es que la fórmula escogida iba a ser similar, con la participación de Alison Goldfrapp como vocalista invitada igual que ocurría en los dos discos anteriores y un estilo muy coherente en el que todas las pistas fluyen como un todo, quizá más que nunca en un disco de Orbital.

Orbital


Way Out” - El comienzo es extraño, con una serie de sonidos metálicos, algunas campanas y diversos efectos se unen en una serie de acordes repetitivos formando un raro ritmo. Aparecen entonces capas y capas de cuerdas y timbres sintéticos precediendo a una percusión contundente. Una melodía de aire retro repetida después por la voz de Barbara Cohen completa el cuadro al que se une la trompeta de Simon Poole. En el tema participa también Paul Robb de Information Society. La producción está cuidada hasta el extremo lo que denota un esfuerzo especial por estar a la altura del disco anterior.

Spare Parts Express” - El tema anterior concluía con una serie de notas repetidas sobre un ritmo constante. Ese final enlaza directamente con el comienzo de este corte en el que la percusión es reemplazada por el clásico sonido electrónico de la banda que siempre ha recordado en ese tipo de cosas a Kraftwerk. Los alemanes son una referencia clarísima en esta pieza construída a partir de modulaciones de las notas que mencionabamos al comienzo, manipuladas, probablemente en tiempo real, como si de una sesión tradicional del dúo en su faceta de DJ's se tratase. En cualquier caso, este corte es uno de los más complejos del disco, con cambios constantes de ritmos, secciones muy diferenciadas y distintos guiños a diferentes estilos electrónicos. La sección final es particularmente notable, en nuestra opinión, y en ella se despliegan algunas de las melodías más interesantes de la banda rodeadas de ritmos verdaderamente infecciosos.



Know Where to Run” - Con un caos de interferencias y ruido eléctrico comienza la siguiente pieza, quizá la más próxima en términos de estilo al anterior trabajo del dúo británico: “In Sides”. El tema, como casi todos los del discos tiene un desarrollo lento y progresivo en el que diversos instrumentos van incorporándose a la mezcla. En este caso marca la pausa una sucia linea de bajo electrónica que desemboca en un enérgico ritmo con una base muy típica de aquellos años y que hoy suena algo desfasada. La segunda mitad del corte nos presenta una melodía extraña pero tremendamente atractiva que se repite una y otra vez introduciéndose en la cabeza del oyente y permaneciendo ahí durante mucho tiempo, incluso después de haber guardado ya el disco en su caja.

I Don't Know You People” - Posiblemente sea esta la pieza más prescindible del disco. El uso intensivo de “samples” vocales que acercan el tema a un formato canción al uso es meritorio pero no termina de conseguir un resultado coherente. Con la perspectiva del tiempo, es uno de los momentos que peor ha soportado el paso del tiempo.

Otoño” - El tema más breve del disco (superando, eso sí, los cinco minutos de duración) cuenta con la participación en las voces del dúo de inspiración folk Pooka. Es una pieza que recuerda mucho a los primeros éxitos de Orbital en todos los sentidos: timbres y efectos similares, ritmos complejos y una melodía central muy definida a lo que ayuda mucho la interpretación de Pooka. Quizá no sea la mejor pieza del disco pero raya a buen nivel.

Nothing Left 1” - En “In Sides” había hasta dos temas que se dividían a su vez en dos partes cada uno. La fórmula vuelve a aparecer en “The Middle of Nowhere” con “Nothing Left” en la que escuchamos de nuevo a Alison Goldfrapp como invitada en un disco de los hermanos Hartnoll. Lo hace en un tema impresionante en el que se reúne lo mejor de la electrónica de baile de los años noventa y de algo más atrás puesto que también tiene guiños ochenteros y sententeros (ese vocoder es muy indicativo). Ritmos house, secuencias melódicas frenéticas y una melodía de cierto tono árabe (algo que también ocurre en otros cortes del disco) terminan por conformar la que es una de nuestras partes favoritas del disco sin lugar a dudas.



Nothing Left 2” - Aunque básicamente se repiten la mayor parte de los esquemas de la primera parte hay algo más burdo en el uso de algunos sonidos que nos hace valorar este segundo tramo de “Nothing Left” de un modo bastante menos favorable que el primero. Cuando saben renunciar a determinados tópicos el corte remonta el vuelo pero sin llegar al nivel de la primera parte en ningún momento.

Style” - Muchas fuentes indican que el intervalo de tiempo que pasó entre “In Sides” y “The Middle of Nowhere” obedecía a un auténtico bloqueo creativo por parte de los hermanos Hartnoll que no sabían cómo enfocar un nuevo disco. En aquellos complicados meses se dijo que ambos pasaban horas “jugando” con un “stylophone”, un popular juguete musical creado en 1968 que, para mucha gente fue la primera toma de contacto con un instrumento electrónico. El título del corte y los primeros minutos del mismo en los que todos los sonidos que se escuchan parecen proceder de aquel arcáico sintetizador, confirmarían esa curiosa anécdota. El sonido tan primitivo del tema sería también un homenaje a la principal influencia de la banda: los alemanes de Kraftwerk. Ciertamente, “Style” podría pasar por una actualización de cualquiera de las piezas de los primeros discos del cuarteto de Düsseldorf.

Habitualmente se suele hablar de “The Middle of Nowhere” como el principio del bajón creativo de Orbital (nosotros mismos en alguna entrada anterior opinábamos de forma similar) pero este es un trabajo que ha ganado bastante con los años y muchas voces hoy en día lo reivindican situándolo a la misma altura de su predecesor, el tantas veces citado hoy aquí “In Sides”. No nos atrevemos a afirmar tanto pero sí que reconocemos que poco a poco vamos valorando más este disco que, curiosamente, fue el primero de la banda inglesa que compramos cuando apareció, movidos por las buenas críticas del trabajo anterior.

Nos despedimos con una muestra de lo que hace la banda en directo:



domingo, 30 de junio de 2013

Orbital - The Altogether (2001)



Resulta significativo el hecho de que en sus primeros cinco años como banda, los integrantes de Orbital publicaron cuatro discos de estudio más doce singles mientras que en los cinco siguientes, su producción se redujo a un sólo disco y cuatro singles más. “The Altogether” llegó un par de años después de “The Middle of Nowhere”, disco que, para muchos, supuso un paso atrás en la carrera del grupo y, por ello, era esperado con especial interés para comprobar si el anterior disco fue un bache aislado o, por el contrario, el comienzo de la cuesta abajo del dúo. Quizá para aliviar esa presión, los hermanos Hartnoll se hartaron de decir que el nuevo disco era un divertimento, un trabajo sin una idea central, sin continuidad entre las distintas pistas, etc.

En cuanto a la producción, se buscó una continuidad con trabajos anteriores y prácticamente repitió el mismo equipo que en el disco precedente. Se echa de menos la presencia de Alison Goldfrapp, vocalista excelente que le dio una personalidad muy especial a todos los temas anteriores del dúo en los que colaboró. Aunque el trabajo tuvo una edición doble con remixes y algún corte nuevo en el disco adicional (que, para muchos seguidores del grupo era superior al principal), nosotros nos vamos a centrar en el disco en sí, obviando el segundo CD de las ediciones especiales.



“Tension” – El disco comienza a toda velocidad, sin concesiones, con un ritmo frenético cuajado de efectos electrónicos y samples. Un tema bailable y directo en el que cuesta encontrar por algún lado la personalidad característica del grupo. Los hermanos Hartnoll fusilan melodías y estribillos del “Surfin’ Bird” de los Bananamen sin piedad y terminan por conformar un corte extrañísimo que deja al seguidor del grupo sumido en la confusión.

“Funny Break (One is Enough)” – Tras un corte más o menos brusco, continúa el disco con una composición más amable que la primera con un aire pop inocente y la voz de Naomi Bedford como elemento principal. Intervienen en el tema como músicos invitados: Michael Smith (saxo) y Dominic Glover (trompeta) en una pieza en la que sí que está presente el estilo de Orbital aunque no termina de enamorar.

“Oi!” – Volvemos a los ritmos más puramente bailables con el siguiente tema, bastante oscuro también y construido alrededor de una línea de bajo más bien simple que se ve envuelta en un ritmo tribal bastante machacón con ocasionales samples vocales y del saxo de Ian Dury.

“Pay Per View” – Los hermanos Hartnoll introducen un ritmo con lejanos elementos latinos en los teclados que supone un agradable cambio en el disco. El bajista Andy James tiene una participación importante en un tema que nos muestra bien a las claras los principales elementos que han definido el estilo de Orbital: sonidos limpios, ritmos bien construidos y una gran elegancia en todo lo que hacen. Con todo, nos parece un tema que no destacaría especialmente en otros discos del dúo aunque en el contexto en que aquí se encuentra, nos resulta bastante adecuado.



“Tootled” – El título hace referencia a un sample utilizado en la canción procedente del tema “Sober” de la banda de metal progresivo Tool. A partir del mismo, Orbital elaboran una pieza realmente simple con un ritmo monótono y poco elaborado. Incluso se echa en falta algo que suele estar presente en los trabajos de la banda como son efectos y arreglos interesantes.

“Last Thing” – Con este tema el album remonta el vuelo acercándose al nivel que uno espera del grupo. Escuchamos por fin esos “leads” tan característicos del dúo, con las particulares voces etéreas sobrevolando por todo el tema y un ritmo inteligente. El tipo de tema que cualquier aficionado al grupo esperaría encontrar en un nuevo disco.

“Doctor?” – Llegamos a nuestro corte favorito de todo el trabajo. Probablemente diga poco en favor de “The Altogether” el hecho de que éste sea una versión pero es que lo que consiguen los hermanos Hartnoll a partir de un clasicazo como la sintonía de la serie “Doctor Who?” escrita en 1963 por Ron Granier y considerada como uno de los temas pioneros en el desarrollo de la música electrónica. Su influencia fue enorme y, particularmente, siempre hemos encontrado algunos retazos de su estilo en las piezas más cósmicas de Vangelis, por ejemplo. El homenaje de Orbital actualizando la pieza es fantástico y justifica la aparición del disco en el blog.



“Shadows” – Definitivamente la segunda mitad del disco es muy superior a la primera y este corte es un buen ejemplo de ello. Con una melodía que nos recuerda por momentos a algunos fragmentos de “In Sides” (nuestro disco favorito de Orbital hasta la fecha) y un ritmo vivo y constante, “Shadows” consigue que nos reconciliemos con el dúo.

“Waving Not Drowning” – Quizá la pieza más sorprendente de todo el disco, con un comienzo guitarrero sobre el que se construye un “loop” que sirve de base para todo el tema, vamos asistiendo paulatinamente a la adición de continuos elementos que son, a su vez, replicados engrosando una tupida red de sonidos realmente curiosa y con un punto desconcertante. Conocida es la influencia de Kraftwerk en Orbital y desde ese punto de vista, podríamos considerar este corte como el homenaje del dúo a la etapa inicial de la banda de Düsseldorf, especialmente a sus dos primeros trabajos bajo el nombre de Kraftwerk.

“Illuminate” – David Gray es el protagonista absoluto del tema más convencional en un sentido pop de todo el disco. Una canción sin demasiadas pretensiones que más parecería un tema de Gray en el que Orbital ofician como invitados que lo contrario.

“Meltdown” – Terminando el disco encontramos el tema más largo y ambicioso del mismo. Como corresponde a un corte de más de diez minutos de duración, la evolución es constante aunque siempre dentro de un estilo electrónico destinado a la pista de baile con fragmentos algo más experimentales y ambientales intercalados entre los momentos más intensos. El segmento final, el más rítmico de todos, es también uno de los puntos culminantes del disco.


Las críticas a “The Altogether” fueron, en general, bastante negativas. No en el sentido de considerarlo un mal disco pero sí como uno de un nivel muy inferior al de los anteriores del dúo. El mayor pecado, probablemente, radica en que no existe una idea detrás del proyecto sino un conjunto de retazos sueltos que no llegan a formar un todo coherente. Hasta este momento, cualquier disco de Orbital era tan reconocible como inconfundible tras una sola escucha. Sin embargo, hay no menos de cinco cortes en este trabajo que podrían haber sido firmados por cualquier otra banda electrónica y eso, que es algo que se le podría perdonar a un grupo principiante, es un lastre importante para un grupo de tanto peso como el que tenía Orbital en aquel momento. Especialmente ácidas fueron las críticas a la inclusión de “Illuminate”, canción que no encajaba en absoluto con el perfil del dúo y en la que, además, el vocalista era el cuñado de los hermanos Hartnoll. Afortunadamente, no todo en el disco es tan flojo y hay momentos verdaderamente notables de entre los que destacamos, una vez más, la versión de la sintonía de “Doctor Who”, absolutamente magnífica. Como siempre, podéis adquirir el disco en los siguientes enlaces:

amazon.es

play.com

Os dejamos con el videoclip de "Illuminate":

miércoles, 10 de abril de 2013

Orbital - Wonky (2012)




En medio de la acostumbrada cantinela sobre la crisis de la música, asistimos en los últimos meses a un número ciertamente relevante de músicos o bandas de los que hacía tiempo que no teníamos noticias discográficas. Uno de los más interesantes, a nuestro juicio, fue el de Orbital en 2012. Lo cierto es que el dúo británico parecía disuelto desde 2004 y sus dos integrantes, los hermanos Paul y Phil Hartnoll habían comenzado sus respectivas carreras por separado, el primero bajo su propio nombre y el segundo como miembro del dúo Long Range. Contra todo pronóstico, en 2008 Orbital volvió a reunirse, aparentemente para conmemorar el aniversario de “Chime”, su primer gran éxito, y para ofrecer algunos conciertos. En ésta época, como suele ocurrir en estos casos, no faltaron recopilatorios y algún que otro trabajo en directo.

A finales de 2011 se comenzó a hablar de un disco con material nuevo e incluso se abrió un canal en youtube en el que se informaba puntualmente de la evolución de los trabajos. Como principal novedad, se contó para la grabación de “Wonky” con la participación del productor e ingeniero de sonido Mark Ellis, más conocido como Flood cuyo nombre aparece en decenas de discos de éxito en las últimas décadas. Nombres como U2, Depeche Mode, Sigur Ros o Nine Inch Nails, entre otros, han contratado los servicios de Flood en uno u otro momento.

Imagen promocional de los hermanos Hartnoll.

“One Big Moment” – El disco comienza de forma muy suave, como pidiendo permiso, con una melodía que va subiendo de volumen poco a poco hasta que entran las bases rítmicas y los primeros “leads” con un sonido algo más agresivo de lo que suele estilar el grupo. No tarda en aparecer el primer atisbo de melodía pero con timidez. Se diría que termina de decidirse a abrirse paso entre los ritmos y efectos pero termina por adueñarse poco a poco del corte. Tras unos minutos algo titubeantes, el tema termina por dejar translucir su autoría y confirmarnos un hecho: Orbital están de vuelta.

“Straight Sun” – Unas notas de piano convenientemente repetidas forman la base del comienzo del corte en el que podemos escuchar una elegante combinación de secuencias y ritmos que desembocan en un segmento central claramente destinado a la pista de baile y que demuestra que incluso en ese género hay maneras de hacer las cosas con un mínimo de calidad, algo que no siempre sucede.

“Never” – Llegamos así a uno de los grandes momentos del disco con una de esas melodías inconfundibles del dúo que se desarrolla lentamente a través de repeticiones continuas saltando de un sonido a otro. La base rítmica está suficientemente contenida para no interferir con la melodía y el uso de efectos y samples vocales es muy equilibrado lo que siempre ha sido uno de los puntos fuertes de la música de Orbital: saber combinar melodías y ritmos sin saturar nunca al oyente.

“New France” – Una de las dos colaboraciones externas que aparecen en el disco es esta canción con la vocalista de origen ruso Zola Jesus. Se trata de una pieza descaradamente comercial aunque la voz principal quede algo ahogada en la mezcla. El corte fue escogido como primer single del disco lo que es comprensible dada su inconfundible orientación discotequera. Sin embargo, y pese a no ser uno de nuestros cortes favoritos de “Wonky”, consideramos que es una canción con mucho gancho. Nos sorprenden de nuevo los samples vocales, similares a los de “Never” y que no solían estar presentes en los anteriores discos del dúo.



“Distractions” – El tema más largo del disco es el que más nos recuerda a trabajos anteriores del dúo. Se abre con una sucesión de veloces secuencias electrónicas sobre las que escuchamos una melodía más bien simple a base de voces sampleadas que se va a repetir continuamente en una pieza esencialmente rítmica que podría haber formado parte perfectamente de discos como “The Middle of Nowhere”.

“Stringly Acid” – La última frase del párrafo anterior sería aplicable sin problemas al siguiente corte del disco, con un sonido ácido como el que indisimuladamente se anuncia en el título. Atravesamos la parte del disco más centrada en la música bailable, en esta ocasión con un tema sin concesiones en el que llegamos a escuchar, incluso, algún atisbo de reggaeton.

“Beelzedub” – Quizá el primer gran éxito de Orbital fue el single “Satan” y en “Wonky” tiene su homenaje en este corte cuyo título ya es un juego de palabras con el, llamémosle, original. Esta actualización de aquel viejo tema nos sirve para confrontar la evolución del sonido del grupo en estos años y lo cierto es que el dúo pasa la prueba con nota. Con un sonido mucho más incisivo y afilado que de costumbre (hay momentos en que el tema podría pasar por uno de Prodigy), Orbital nos demuestran que han sabido evolucionar y que su versión de 2012 es una apuesta tan válida como cualquiera de las que han surgido en los tiempos más recientes en la electrónica.

“Wonky” – El que fue segundo single del disco contó con la participación de la rapera Lady Leshurr. A pesar de que sigue siendo un tema con el sello Orbital muy presente, la presencia de ésta desnaturaliza en cierto modo la canción, lo que no fue del todo bien acogido por muchos de los seguidores del dúo. En nuestra opinión, el corte se aleja un poco de lo que se espera del grupo acercándose mucho más al modo de hacer las cosas de bandas como los Chemical Brothers.



“Where Is It Going?” – Cerrando el disco encontramos el que fue también su tercer single. A diferencia de los dos anteriores, estamos en presencia de una pieza enteramente instrumental, sin invitados de ninguna clase y en la que Orbital se acercan de nuevo a la que creemos que es su principal influencia: la de Kraftwerk. De ese modo se pone el punto final dejándonos un gran sabor de boca a un regreso que, en nuestra opinión, supera todas las expectativas.

El regreso de Orbital traía aparejada la incógnita acerca de si iba a tener continuidad o si, por el contrario, estábamos ante un intento de hacer caja aprovechando la nostalgia de los seguidores pero pocos meses después la incógnita parecía resolverse al anunciarse la participación del dúo en la película “Pusher” componiendo la banda sonora de la misma, lo que supone una confirmación de que el proyecto Orbital va a seguir activo por un tiempo. Nos congratulamos de que eso sea así y esperamos novedades en el futuro ya que consideramos al dúo británico como una de las propuestas más interesantes en su estilo que han surgido en mucho tiempo así como uno de los pocos grupos que pueden aspirar al trono de otros grandes como fueron los ya citados Kraftwerk.

La edición especial de “Wonky” incluye un segundo disco en directo en Australia en el que el grupo repasa el grueso de sus primeros éxitos. Aunque no nos parece particularmente interesante, la pequeña diferencia de precio con la edición normal nos hace decantarnos por ésta a la hora de recomendar una compra.



Os dejamos con la banda interpretando "Where Is It Going?" durante la ceremonia de apertura de los JJ.OO. Paralímpicos de Londres'12:


martes, 4 de octubre de 2011

Orbital - In Sides (1996)


Los primeros años de la década de los noventa supusieron un importante resurgir de la música de baile como género independiente del pop o el rock, fenómeno que vino amparado por la proliferación de las "raves" o fiestas masivas en naves industriales o descampados de los barrios periféricos de las grandes ciudades. Este fenómeno, ligado íntimamente a la música electrónica y a las drogas de diseño, nos permitió conocer algunos grupos realmente interesantes que destacaban por encima de la mediocridad general del género.

El dúo formado por los hermanos Phil y Paul Hartnoll es un buen ejemplo en esta categoría. Aunque su música tiene una clara orientación hacia la pista de baile, no estamos hablando de los típicos ritmos con bombos machacones ultra-acelerados a un volumen cercano al umbral del dolor sino de una música más trabajada, con sonidos y producciones realmente cuidadas y con un sello propio facilmente reconocible. Además de esto, en sus directos incorporaban una importante parte de improvisación que los distinguía definitivamente del resto de músicos de su estilo.

"In Sides", publicado en 1996, es en nuestra opinión su disco más completo y todos los temas en él contenido merecen ser destacados por una u otra razón aunque si tuvieramos que escoger, nos quedaríamos sin dudarlo con la parte central del album compuesta por las dos partes de "The Box", una construcción progresiva que se inicia con una melodía casi minimalista y acaba por convertirse en un auténtico torbellino rítmico y, especialmente, el corte "Dwr Budr", agua sucia en galés, que cuenta con la voz invitada de Alison Goldfrapp bajo el pseudónimo de "Auntie". El corte es un ejemplo de cómo sonarían Kraftwerk si hubiesen nacido en los 90. "In Sides tuvo la rara virtud de gustar casi por igual a la crítica y al público en general lo que no deja de hablar a su favor.

La electrónica de baile no es un genero al que seamos excesivamente aficionados en La Voz de los Vientos pero ejemplos como el de hoy tendrán siempre cabida en el blog dada su calidad. Si os animais a adquirir el disco, os dejamos un par de enlaces para hacerlo:

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amazon.co.uk