El nombre de Simeon Ten Holt nos hace pensar inmediatamente en mastodónticas obras para múltiples pianos, densas pero a la vez muy fluidas y que se cuentan, a nuestro juicio, entre las más importantes de la corriente minimalista. Sin embargo, aunque la mayoría de su producción y, desde luego, la parte más conocida, se ajusta a esa descripción, Ten Holt también compuso piezas en una línea diferente a su “Canto Ostinato” o su “Incantatie”. El disco que queremos comentar hoy incluye dos de ellas interpretadas ambas por el pianista neerlandés Ivo Janssen, experto en la obra de Ten Holt que tiene varias grabaciones dedicadas a la misma. El disco está publicado en el sello VOID y recoge “Natalon in E” y “20 Bagatellen”, composiciones de periodos muy diferentes de Ten Holt pero que encajan muy bien en el mismo programa.
De la primera de ella ya hemos hablado por encima en otras ocasiones. El título ya esconde una declaración de intenciones puesto que “Natalon” es casi un anagrama de “not atonal” y es también una respuesta del compositor a su propia obra “A/.ta-lon” de 1968, una pieza atonal para voces. En 1980 Ten Holt acababa de terminar su “Canto Ostinato” y se planteó una obra completamente diferente, mucho más breve y dividida en cinco movimientos con anotaciones rítmicas convencionales, al contrario de lo que ocurriría en sus composiciones más extensas. El primer movimiento, “Sostenuto – molto mosso vivace”, tiene un arranque romántico, nada solemne y, desde luego, alejado de toda estética minimalista o repetitiva. La parte central sí que entra en esos terrenos llenos de ritmo que pueblan la obra de Ten Holt para recapitular con un cierre reflexivo. El segundo movimiento, “Andante moderato, giusto”, es una preciosidad a medio camino entre el romanticismo y un cierto impresionismo. Profundamente melódica, es, quizá, la parte más inspirada de la obra. Prosigue el disco con un movimiento breve, “Adagio – agitato” que mantiene ese aire impresionista, algo acelerado esta vez y salpicado de bruscos cortes que provocan un curioso efecto narrativo. El cuarto movimiento, “Lento sostenuto”, mantiene el espíritu de los dos primeros movimientos, centrado en la melodía y con un desarrollo muy personal. Cierra la obra el último movimiento, “Molto allegro giusto”, que pone un broche perfecto a una composición que sorprenderá a los que conozcan solo la faceta abiertamente minimalista de Ten Holt.
La segunda obra es una de las primeras escritas por el compositor neerlandés. Data de 1954 y, como su propio nombre indica, es una colección de miniaturas que, a día de hoy, solo aparecen en su totalidad en esta grabación. Al igual que ocurría con “Natalon in E”, estamos ante composiciones alejadas del minimalismo pero con un valor importante que nos muestran el gran talento para la melodía de Ten Holt que mezcla veloces piezas de una algarabía casi infantil como la quinta bagatela, “Poco vivace scherzando” con otras igualmente alegres y de una energía casi cinematográfica como la octava, “Bruscamente, giusto”. Caben también momentos más cercanos a las corrientes más contemporáneas (“Molto sostenuto, rubato”) o velocísimas miniaturas que tienen algo de ejercicio gimnástico (“Con leggierezza”). También para la reflexión profunda (“Agitato”) o para la tensión al estilo del Bernard Herrmann de “Psicosis” en la decimoséptima bagatela, “Con moto”.
No nos cansaremos de recomendar la música de Simeon Ten Holt a todo aquel que no la conozca. Su descubrimiento fue una revelación para nosotros y sabemos que no fuimos los únicos en sufrir ese efecto con composiciones como su “Canto Ostinato”. Las dos obras que aparecen en el disco que hoy comentamos son muy diferentes de lo habitual en su música pero demuestran su profundidad como compositor y, además, son muy accesibles para un público acostumbrado a la música clásica anterior al siglo XX y que suele ser reticente ante los autores actuales. Ten Holt huye de la intelectualidad y apela directamente a la sensibilidad musical del oyente y en este disco queda de manifiesto. Es una perfecta puerta de entrada para adentrarse más adelante en otras profundidades igualmente satisfactorias pero que requieren de un cierto esfuerzo que aquí no es necesario.