Mostrando entradas con la etiqueta Manuel Miranda. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Manuel Miranda. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de abril de 2015

Lito Vitale y los Argentinos - Cuentos de la Media Luna (1994)



Tuvimos la oportunidad de ver a Lito Vitale en directo allá por 1992, en la época de mayor esplendor de su Cuarteto. En aquellos momentos no lo sabíamos pero a la formación le quedaba muy poco de vida aunque en aquella gira se coqueteaba con la posibilidad de ampliar el grupo a quinteto con la incorporación de un guitarrista que en aquellos conciertos se unía a la banda en algunos temas.

En aquel momento acababa de aparecer “La Excusa”, último disco del Lito Vitale Cuarteto como tal, aunque más tarde se incorporó “La Cruz del Sur” a la lista del mismo (cuando originalmente se buscó otro nombre para la formación que lo interpretaba. La idea del quinteto no fue olvidada por Vitale quien, tras algunos trabajos en solitario o a dúo con el cantautor Juan Carlos Baglietto, grabaría en 1994 un trabajo extraordinario para esa configuración de músicos que no se denominó, sin embargo, “Lito Vitale Quinteto” sino “Lito Vitale y los Argentinos”. Había una baja notable con respecto a “La Cruz del Sur”: el bajista Marcelo Torres (que se había incorporado a la banda de Luis Alberto Spinetta). Repetían en cambio Manuel Miranda a los vientos y el batería Marcelo Novati. El quinto miembro sería el guitarrista Ernesto Snajer.

A primera vista, la incorporación de un guitarrista parecía cambiar mucho el panorama del sonido de Vitale pero lo cierto es que no fue así y Los Argentinos mantuvieron todas las características del antiguo cuarteto. Ayudó mucho, claro está, que Vitale tuviera preparada una selección de piezas a la altura de los mejores momentos de su anterior banda.

“Tango Obertura” - El comienzo perece un homenaje a a Tchaikovski, compositor admirado por Vitale, quien, tras los acordes iniciales se embarca en una improvisación de piano que comienza con aire de jazz para “aflamencarse” ligeramente algo después. Más tarde nos sumergimos ya en los sabores del tango del título con un fragmento que habría firmado el mismísimo Piazzolla y con el que concluye la introducción.

“La Ribera del Sol” - Casi sin solución de continuidad nos recibe el sonido de un acordeón como presentación de otro de esos temas con el “sello” de Lito por los cuatro costados. La incorporación de la guitarra acerca el sonido al de Pat Metheny, autor con el que, evidentemente, Vitale tiene una gran deuda estilística. El solo de saxo que suena a continuación acerca la pieza al jazz pero Miranda la rescata poco después con sus flautas aportando el ingrediente tradicional que tanto peso tiene en la música de Vitale.

“Cuentos de la Media Luna” - Es reiterativo hablar tanto de Metheny pero es que los primeros instantes de esta pieza parecen extraídos de un disco del guitarrista norteamericano. Sin embargo, todo lo que suena después es una demostración del extraordinario talento de Vitale como compositor. La melodía que se extiende durante los siguientes minutos es magistral como podían serlo las mejores de los discos clásicos del Cuarteto. Empezamos, además, a escuchar a Javier Malosetti al bajo despejando las dudas que siempre suscita quien reemplaza a un músico de la talla de Marcelo Torres en un grupo.



“Desde la Montaña” - Llega el turno para un tema extraño dentro de la discografía del músico, especialmente en sus primeros minutos, en los que asistimos a una verdadera exhibición por parte de Manuel Miranda a los vientos. Es, por otra parte, la única pieza del disco cuyo autoría es compartida por Vitale, precisamente con el único superviviente de todas las etapas del cuarteto original. La pieza tiene un fuerte componente tradicional con Snajer interpretando el charango o el propio Miranda interpretando quenas y sikus pero también un peso importante del jazz y aquí destaca sobremanera la sección rítmica. Una de las piezas más interesantes, sin duda, de todo el trabajo. Que se adentra a continuación en una suite de tres movimientos.

LA SEMANA EN MADRID

“Gente Nueva – En los años previos a la publicación del disco, Vitale alcanzó gran popularidad en España, país por el que giró en varias ocasiones. De ahí la inclusión, a modo de agradecimiento de esta sensacional “suite”. El primer movimiento nos muestra que en sus viajes el músico se empapó bien de músicas como el flamenco brindándonos una pieza magistral que podría firmar perfectamente cualquier músico autóctono como Dorantes o Jorge Pardo. La partitura de flauta es deliciosa; posiblemente de lo mejor de todo el disco.



“Viaje Interior” - El movimiento más corto de la suite es también el más intimista ya que es un dueto de piano y guitarra en su mayor parte al que se suma la flauta en una lánguida intervención final que nos acerca al final del segmento.

“De Regreso, Urgente” - Sigue siendo la flauta la gran protagonista aunque ahora como introductora de otra pieza magnífica y llena de inspiración. Todo el disco tiene una nitidez extrema, una separación perfecta de cada instrumento y cada sonido que en ningún momento interfieren con otro y en eso tiene mucho que ver el hecho de que Vitale opte la mayor parte de las veces por el piano, dejando los sintetizadores para sus clásicos sonidos de flauta en momentos puntuales. El flamenco aparece de nuevo en los minutos finales para cerrar una suite fantástica de la mejor manera posible.

“Bajos Latidos” - El tramo final del disco está marcado por piezas de mayor extensión que el resto en las que Vitale encuentra el tiempo necesario para desarrollar su música sin limitaciones de ningún tipo. La primera muestra es este tema de aire funk en el que sonidos clásicos de órgano, bajo y batería, y ritmos sincopados nos trasladan a cualquier night-club norteamericano, sabor que se intensifica con el extraordinario solo de bajo que tiene lugar en el ecuador de la pieza. Toma el relevo la guitarra con la ayuda de los metales procedentes de los teclados de Vitale hasta llegar a la parte final, más reposada.



“Los Cambios Necesarios (fragmento)” - Enlazada con la pieza anterior encontramos esta brevísima versión de un clásico de Lito Vitale que aparecía en el disco “La Cruz del Sur”. Se trata de una revisión en la que la guitarra eléctrica es protagonista absoluta durante dos minutos escasos de frenesí musical.

“El Milagro” - El jazz más clásico tiene su momento en esta larga composición en la que piano, contrabajo y batería (una de las formaciones imprescindibles del género) se encuentran para improvisar juntos. No olvidemos que una de las grandes cualidades como músico de Vitale es, precisamente, su extraordinaria capacidad como improvisador, algo que cualquier amante del género encontrará en esta composición que, quizá, suene algo fuera de contexto en este disco pero que no por ello deja de ser excelente.

“Camino de Reencuentros” - El saxo de Miranda suena como no lo hacía desde “Ese Amigo del Alma” y, en general, toda la pieza da la impresión de proceder de aquella época de su autor aunque no hay referencias al respecto en el libreto del CD. Es, en todo caso, una pieza muy reposada, con menos energía que el resto del disco y que suena como si se tratase de un tema de relleno que no era del todo necesario puesto que éste alcanza la hora de duración.


Al igual que todas las formaciones que Vitale probó en aquellos años, tampoco Los Argentinos grabaron ningún trabajo más al margen de éste. No obstante, para los seguidores del teclista, este disco tuvo la virtud de rescatar lo mejor de los años del Cuarteto que parecían cosa del pasado. Sólo por eso, merece la pena darle una oportunidad a este trabajo que desde aquí, recomendamos a cualquier lector cerrando, por ahora, una serie de varias entradas en las que Vitale ha sido protagonista en las últimas semanas aunque seguro que no tardará mucho en volver por aquí.

domingo, 22 de febrero de 2015

Lito Vitale Cuarteto - Viento Sur (1990)



Si hay un disco en el que todas las influencias que se juntan en la música de Lito Vitale aparecen equilibradas de un modo casi perfecto, ese es “Viento Sur”. El teclista argentino tiene varios puntos de referencia que aparecen de una u otra forma en muchos momentos de su trayectoria que van desde la música clásica hasta el folclore andino pasando por el rock progresivo y el jazz, todo ello condimentado con las formas tradicionales de su país natal, Argentina, lo que va más allá de la palabra “tango” y profundiza en otros ritmos como la chacarera, la zamba o la baguala. Piazzolla ¿cómo no? Estaría siempre presente como influencia casi espiritual.

Cuando un disco obtiene el éxito que alcanzó “Ese Amigo del Alma”, el siguiente tiene que luchar una batalla casi imposible. Algo así sucedió con “La Senda Infinita”, trabajo notable pero sin comparación posible con su antecesor. Con todo, cumplió su función y “liberó” en cierta forma a Lito que trabajó en el siguiente disco de su cuarteto ya sin la presión y la sombra de “Ese Amigo del Alma”. Hubo una pequeña reforma en el grupo que afectó a la misma parte que todas las anteriores: la batería. Así, se incorporaba Jorge Araujo a las baquetas para hacer el número tres de la lista de intérpretes en cuatro discos de la banda. No duraría mucho más puesto que en el siguiente trabajo, comentado aquí recientemente, el propio Vitale se encarga de la batería en la mayor parte del disco. Por lo demás, el cuarteto cuenta con los integrantes acostumbrados: Marcelo Torres a los bajos, Manuel Miranda a los vientos y el propio Vitale a las teclas. Participa también una invitada fundamental: la poetisa argentina Maria Elena Walsh, principalmente conocida por su obra para niños en forma de canciones (en España muy populares en las versiones de Rosa León) pero con una importante producción también “para adultos”. Vitale ya la homenajeó en el último disco de M.I.A. y aquí cuenta con la presencia de la propia artista recitando uno de sus poemas en un momento del disco.

Maria Elena Walsh


“Basta de Fingir” - Difícil imaginar un comienzo más optimista que la brillante combinación de teclados y percusión con los que se inicia esta pieza que, en ciertos momentos parece una prolongación de “Ese Amigo del Alma”, tanto en términos de sonidos y timbres como en cuanto a las propias melodías. Pasada la euforia inicial entramos en el sector más jazzístico del tema con Vitale bordandolo al piano y Marcelo Torres comenzando a destacar al bajo. Tras el interludio, regresamos al tema inicial con alguna variación para cerrar una composición redonda que se cuenta entre lo mejor de su autor.



“Los Dueños del Sol” - Mucho más coral es la segunda pieza del disco que se abre con un tema de corte folclórico en el que batería, bajo y teclados se combinan trabajando a un nivel similar de jerarquía. Llega después el tema principal, de aire andino, en el que mandan las flautas del peruano Manuel Miranda. Los arreglos sinfónicos realzan una composición brillante en la que hay poco espacio para el descanso, tal es la cantidad de ideas que se suceden de manera fascinante. Marcelo Torres reclama una mayor atención a su bajo dirigiéndonos hacia el segmento central en el que escuchamos una insólita mezcla de rock progresivo, jazz y folk que concluye con un interludio de piano en el que el bajo mantiene la tensión con un pulso tenue y repetitivo antes de llegar al final de la pieza en el que se hace una recapitulación de lo mejor de la misma.

“Cinta de Agua” - La faceta más personal de Lito asoma en esta breve miniatura ambiental a base de sonidos etéreos de piano y fondos sintéticos que apenas supera el minuto y medio de duración. Más propia de sus trabajos en solitario que de los discos con el cuarteto, cumple perfectamente la función de tema de transición hacia la que era última pieza de la “cara A” del disco.

“Después te explico” - La gran novedad de la pieza es la aparición del saxo de Manuel Miranda como principal elemento melódico, algo que aún no había sucedido en el disco. Lo cierto es que, como casi todos los cortes de esta primera parte de “Viento Sur”, la composición sigue la linea marcada unos años antes por “Ese Amigo del Alma”; similitud estilística que no menoscaba en absoluto la calidad musical del disco.

“Viento Sur” - La segunda cara del disco estaba ocupada en su totalidad por esta suite (o poema sinfónico, como lo define el propio Vitale) dividida en cuatro partes. Es, pese a la brillantez de muchos momentos de la “cara A”, la parte más interesante del disco. Aunque en el CD aparece como un tema único, cada una de las partes está indicada en el libreto. La primera, titulada “Viento Sur”, es un tema de piano similar a “Cinta de Agua” sobre el que María Elena Walsh recita el poema que sirve de título para todo el disco. Cuando esta concluye su intervención aparece un precioso tema de saxo a cargo de Miranda en el que muestra su categoría con el instrumento. La segunda parte de la suite, titulada “La procesión de pálidas se desbarranca”, nos muestra al Vitale sinfónico que ya pudimos escuchar en discos como “En Solitario”, especialmente en la fantástica suite titulada “Un Cuento de Hadas”. En ambas, disfrutamos de la vertiente más clasicista del músico, con guiños a sus admirados Tchaikovski o Stravinsky. Continúa la suite con la parte titulada “Ventolina, lavadero del alma”, de nuevo con los teclados como protagonistas absolutos propiciando que Lito profundice en su faceta más cercana a la música “culta”. El único “pero” que le encontramos a este tipo de piezas del artista argentino es el sonido: los sintetizadores jamás podrán sonar como la orquesta a la que emulan y habría merecido la pena escuchar esta música con cuerdas reales acompañando a la voz de Vitale. La irrupción de percusiones tribales durante unos minutos supone una agradable sorpresa además de anticipar el estilo que el músico abrazaría poco después en su obra “Kuarahy”. La sección final, con las campanas marcando la melodía central y las cuerdas sintéticas, de nuevo a pleno rendimiento es magistral y desemboca en la última parte de la obra, titulada “Estación claridad”. En ella, cerrando un hipotético círculo, volvemos a escuchar a Lito al piano, como en el comienzo, acompañado con una elegancia máxima por el bajo de Marcelo Torres y un comedido saxo a cargo de Manuel Miranda que va soltándose mientras avanza la pieza, una de las pocas puramente jazzísticas de todo el disco.



Cuando apareció “Viento Sur”, el Lito Vitale Cuarteto estaba en en el punto más alto de su popularidad, al menos en España. Su música sonaba habitualmente en las emisoras especializadas y su presencia en los teatros de nuestro país era frecuente. En el disco encontramos las dos facetas más destacadas de Vitale: en la “cara A”, el sonido característico del cuarteto, quizá un poco continuista respecto a “Ese Amigo del Alma” y en la “cara B” al Lito que se apuntó en algún trabajo anterior y que se confirmaría en los discos que aparecerían tras la disolución del cuarteto. Desde este punto de vista, hablaríamos de “Viento Sur” como de un disco de transición pero no de un disco intrascendente ya que el nivel es altísimo en muchos momentos. Si tuviéramos que hacer un recopilatorio con lo mejor de la carrera de Vitale, no sería extraño que en él figurase más de una pieza de este disco. La mala noticia es que hoy en día no es sencillo hacerse con el CD a buen precio por lo que prescindiremos de los enlaces habitales.

miércoles, 14 de enero de 2015

Lito Vitale Cuarteto - La Excusa (1991)



Comentábamos mucho tiempo atrás en el blog cómo el argentino Lito Vitale había pensado en disolver su cuarteto tras la publicación de “La Excusa” o, al menos, la suspensión de las actividades del mismo durante un tiempo más o menos prolongado. La realidad, sin ser exactamente así, se le parecía bastante. De hecho, Vitale había tomado la decisión de aparcar por un tiempo su banda, antes incluso del citado disco. Ocurre que durante los ensayos anteriores, la banda grabó una pieza sensacional, quizá la obra cumbre de una de las formaciones punteras de las nuevas músicas en la década de los ochenta. No tenía sentido que esa pieza quedase en el olvido o fuera grabada por músicos distintos de los que la concibieron por lo que Vitale y compañía tuvieron así la “excusa” perfecta para grabar un disco de despedida (aunque, como vimos en la mencionada entrada, no fue definitiva).

“Una Excusa” se titulaba el tema y “La Excusa” sería el nombre escogido para el álbum completo conformado por escasamente cuatro composiciones de carácter fundamentalmente improvisado en las que el excepcional combo formado por Vitale da lo mejor de sí hasta el punto de que, tomado en su conjunto, quizá sea este el mejor disco grabado por la banda, por encima incluso de iconos como “Ese Amigo del Alma”.

Aunque el disco iba firmado por el cuarteto, el batería Jorge Araújo sólo participó en el tema principal. Los tres restantes grabados como complemento de este contaron con las flautas y saxos de Manuel Miranda, el bajo de Marcelo Torres y los teclados, voces y percusiones del propio Lito Vitale que también interpreta la batería en ausencia de Araujo.

Marcelo Torres. Protagonista destacado de los mejores momentos del disco.


“Algo nuevo” – Teclados y vientos abren las hostilidades en un comienzo de regusto minimalista en el que no tarda en aparecer el saxofón como instrumento central encargado de la melodía. Al comando de la batería, el resto de instrumentos se arremolinan alrededor de la sinuosa melodía para dar paso súbitamente a un tema de teclado a cargo del propio Vitale. Con ese pie, se inicia una combinación de dos melodías de corte tradicional por parte de Miranda a las quenas en lo que constituye la parte central de la composición en el clásico estilo del músico que combina folk y jazz de modo magistral. Más o menos entonces comenzamos a disfrutar de los primeros apuntes del bajo de Marcelo Torres antes de un estupendo solo de Vitale a los sintetizadores , primero simulando el timbre de una armónica y luego con un sonido más cercano al de su admirado Lyle Mays. Se cierra así la primera mitad de la pieza para pasar a la segunda en la que empieza a soltarse Torres creando una atmósfera fantástica para mayor lucimiento del resto del trío (recordemos que Jorge Araújo sólo participa en el último corte). Argentina se cuela de forma inevitable por todas las costuras de la construcción de Vitale en el desbordante tramo final en el que se repasan brevemente algunos fragmentos de toda la pieza.



“Opiniones encontradas” – De modo similar al corte anterior, éste comienza con un excitante fondo minimalista a cargo, principalmente, del bajo de un Marcelo Torres absolutamente fantástico. La pieza combina ritmos tremendamente variables en la batería con aires andinos en los vientos y una dupla bajo-teclados arrolladora. Le sumamos el saxo, la voz de Vitale y unos sonidos orquestales “marca Metheny” y tenemos otra maravilla a cargo de un artista como Lito que, en aquel momento, se encontraba en estado de gracia. Una pequeña transición a base de voces “sampleadas” nos lleva a un final en la línea más soñadora del Vitale de sus discos en solitario, al principio, que desemboca en una breve suite cercana al rock progresivo que el argentino practicó en sus inicios.

“Permiso, voy a improvisar un poco” – Buena prueba de lo poco que tuvo de planeado el disco es esta larga improvisación por parte de Lito Vitale a los teclados. Es esta una faceta en la que el argentino es maestro consumado y cualquiera que haya tenido la fortuna de asistir a uno de sus conciertos podrá dar fe de ello. En este caso, Lito nos muestra sus capacidades en una sucesión de estilos que va desde la música clásica hasta el tango saltando sin complejos de una a otro, incluyendo una sorpresa en clave de flamenco en el segmento central del tema que es uno de los grandes momentos de todo el disco. Tras esos momentos de auténtica locura llega un final solemne que evoluciona en clave de jazz, escuela Metheny-Mays, antes de un último solo aflamencado lleno de virtuosismo con el que concluye una pieza extraordinaria.

“Una Excusa” – Llegamos así al corte central del disco, el pretexto que sirvió para publicar un nuevo LP del Lito Vitale Cuarteto y a fe nuestra que mereció la pena. Desde el primer momento podemos disfrutar de las esencias de una formación hoy casi mítica, exprimiendo lo mejor de la tradición musical de todo un país y combinándola como nadie con todo tipo de influencias. Si hasta este momento, no había en el disco temas en los que la melodía tuviese un peso fundamental, aquí esa tendencia se rompe con temas de gran categoría pero lo mejor sucede a partir del primer tercio de la pieza cuando Marcelo Torres empuña su bajo de seis cuerdas para regalarnos un tema introspectivo que va creciendo compás a compás hasta terminar reventando el traje por todas las costuras en una demostración de facultades casi obscena que desemboca en un solo memorable. Los que vimos al cuarteto en sus mejores años no podemos olvidar a un Marcelo desatado en directo y colocándose las gafas apresuradamente en medio de la parte más vertiginosa de su actuación con evidente riesgo para éstas y para la correcta ejecución de la pieza. Ambas salieron airosas. El sólo flamenco al que nos referimos sirve para cerrar la pieza y el disco en todo lo alto.



Aunque Lito Vitale es un músico irregular que salpica su discografía de obras maestras y trabajos algo más prescindibles, los títulos que lanzó bajo la denominación de cuarteto deberían estar en la discoteca de cualquier melómano que se precie. Trabajos como “Lito Vitale Cuarteto”, “Ese Amigo del Alma”, “La Senda Infinita”, “Viento Sur” y “La Excusa” (podemos añadir también a la lista el postrero “La Cruz del Sur” forman un legado difícil de superar y, por ello, los recomendamos encarecidamente. No es fácil, sin embargo, encontrar hoy esos discos (al menos no tanto como en los ochenta, cuando cualquier tienda o gran superficie estaba bien surtida de ellos). Dejamos un en enlace a la tienda oficial del músico en la que está disponible “La Excusa” a continuación.

litovitale.com

Os dejamos con un excepcional reportaje dedicado a Vitale:

miércoles, 6 de febrero de 2013

Lito Vitale y la Cruz del Sur (1993)



Teníamos pensado enfocar esta entrada hablando de lo que ocurrió en el seno del Lito Vitale Cuarteto tras
la publicación de “La Excusa”, aparentemente el último disco de la formación argentina y la exitosa gira posterior que les trajo a España en el que quizá fuera el momento más alto de inspiración, popularidad y seguimiento por parte del público en general.

Íbamos a hablar también de cómo parecía que algo estaba cambiando en el enfoque de la música de Lito. Esto comenzó a notarse en la referida gira y en las entrevistas que el teclista argentino dio en aquellos tiempos en las que hablaba de la posible ampliación del grupo a quinteto con la incorporación de un guitarrista (en los conciertos, la formación de cinco músicos se hizo realidad en temas concretos). Sin embargo, la pretendida ampliación no se llevó a cabo en aquel momento. De hecho, pocos meses después, el Lito Vitale Cuarteto se disolvería y tanto su líder como el extraordinario bajista Marcelo Torres lanzaron discos en solitario en aquel momento. No fue una ruptura cruenta, ni mucho menos, y esto quedó de manifiesto al ver los créditos del disco de Torres en el que participa tanto Lito como el intérprete de los instrumentos de viento del extinto cuarteto, Manuel Miranda.

En este punto, es posible que comenzásemos a plantearnos cómo se desarrollaron los primeros pasos del nuevo grupo de Vitale, en un formato tan similar al cuarteto que casi no había diferencia, bajo la nueva denominación de “La Cruz del Sur”, especularíamos sobre los motivos del cambio de nombre, acerca de si llevaba aparejado un cambio estilístico, etc.

En estas estábamos cuando, buscando algunos datos concretos sobre el disco en internet,  nos encontramos con que, a pesar de que su título original era “Lito Vitale y la Cruz del Sur”, sin más, las reediciones posteriores del trabajo muestran en la portada una sutil diferencia de modo que cualquier comprador actual del disco se encontrará con una ilustración en la que reza: “Lito Vitale Cuarteto: La Cruz del Sur” echando por tierra todas nuestras especulaciones anteriores. Afortunadamente, este segundo cambio de denominación se nos antoja mucho más sencillo de explicar que el inmediatamente anterior: la etiqueta “Lito Vitale Cuarteto” tiene mucho más peso y, probablemente, se viera acompañada de unas mayores ventas aunque no es un detalle menor el hecho de que, en su momento, el multi-instrumentista argentino tomara la decisión de disolver el cuarteto y publicar con un nombre diferente.


Segunda portada del disco con la referencia al Cuarteto que no aparecía en la original.


En cualquier caso, ya fuera bajo el nombre de “La Cruz del Sur” o como el “Lito Vitale Cuarteto”, los integrantes de la formación en el disco fueron: Marcelo Torres (bajo), en su último disco junto a Vitale, Manuel Miranda (saxos, flautas y percusión) y la nueva incorporación de Marcelo Novati a la batería. Lito, por su parte, interpreta piano, teclados, guitarras, voz y percusiones.

“El día más largo del siglo” – Dedicado a Astor Piazzolla, el corte con el que comienza el disco es una maravilla que reúne lo mejor del talento de Vitale y de los músicos que lo acompañan. Comienza con una poderosa apertura de batería y una melodía muy directa de saxo a modo de fanfarria inicial. Instantes después la batería comienza a marcar un ritmo constante y es el teclado de Vitale el que juguetea con las flautas y el bajo en un inspiradísimo fragmento del que sólo nos rechina ligeramente el sonido de sintetizador escogido por Vitale para determinadas melodías. Por unos instantes se retoma el tema inicial para regresar de nuevo a la melodía de piano y flauta. Completado el intenso fragmento inicial entramos en una parte mucho más reposada con la flauta como protagonista y el omnipresente bajo de Marcelo Torres comandando las operaciones en la sombra. Es a partir de aquí cuando el saxo de Miranda desgrana lo que parece la primera referencia al homenajeado Piazzolla aunque ser por espacio de unos pocos compases. En los instantes finales del tema, Vitale y compañía vuelven a la melodía que lo abría completando así un viaje perfecto.

“Mi tierra más allá del mar” – Un enfoque completamente distinto es el que nos muestra el segundo corte del disco. En el podemos escuchar la vertiente más sensible de Lito, con un comienzo en el que toca todo tipo de teclados improvisando una especie de suite en varias partes que cuenta, en el segmento central, con una preciosa melodía interpretada con ese característico sonido de flautas sintetizadas que hizo popular en su inmortal “Ese Amigo del Alma”. El resto del cuarteto ocupa un segundo plano en caso toda la pieza, teniendo su momento de mayor presencia cuando acompaña a la guitarra acústica de Lito, instrumento este con el que no suele prodigarse demasiado a pesar de desenvolverse con bastante soltura con las seis cuerdas. Conforme avanza la pieza hay espacio para una inspirada intervención de Marcelo Torres al bajo recreando el tema principal, antes de la recapitulación final del sintetizador de Lito.

“Una nueva vida” – Uno de los temas más cortos del disco es éste, dedicado por Lito a su hijo Luciano. Como cabría esperar por la dedicatoria, la pieza es una especie de canción de cuna maravillosamente interpretada por Manuel Miranda a las flautas con un acompañamiento suave y preciso a cargo de los teclados del propio Vitale.

“Historias de la Cruz del Sur” – El inicio del tema, envuelto en misteriosos sonidos de percusiones, arpegios de teclado y vientos andinos sirve como preludio de la intervención de la voz de Lito entonando uno de esos cantos sin letra tan habituales en sus discos. Esta introducción tan peculiar da paso a un tema en el que aparecen algunos de los elementos jazzisticos siempre presentes en los discos del músico pero que habían quedado algo relegados hasta ahora en éste. Pronto apreciamos un importante cambio con la entrada de la quena, instrumento típico del folclore de los andes y que nos lleva por senderos tradicionales. No tarda en unirse de nuevo nuestro teclista con un sonido muy similar al que suele utilizar otro popular músico que apareció por aquí meses atrás: el japonés Kitaro. Estamos en la parte central de la composición con una melodía arrebatadora que volverá a aparecer más adelante. Entramos a continuación en terrenos más cercanos a un jazz fusión muy suave con Vitale exprimiendo los sonidos más acaramelados de sus sintetizadores para acompañar a la guitarra. Unas notas de bajo marcan la transición hacia el segmento final de la pieza más larga de todo el disco con diversos arabescos de flauta y teclados (en registros siempre similares) antes de retomar, como suele ser costumbre en Lito, el tema central de la composición.



“Días de hogar” – A nuestro juicio, se trata de la pieza más intrascendente del disco. Curiosamente es el corte más decididamente jazzístico de todo el CD y la melodía principal de saxo no es desdeñable en absoluto pero el conjunto flojea en exceso, por lo convencional de los sonidos y arreglos. Se salva la interpretación de Marcelo Torres al bajo, siempre excelente, y las eficaces percusiones de Marcelo Novati. Por contra, la excesivamente edulcorada sonoridad de los teclados supone un lastre que no es suficientemente compensado por la calidad de la composición como ocurre en la mayoría de los casos en los que Vitale recurre a ese tipo de timbres.

“Los cambios necesarios” – Nunca hemos estado más de acuerdo con un título que en esta ocasión. Tras el corte anterior, el disco necesitaba un cambio y Lito, siempre servicial, nos lo proporciona con un giro hacia el rock progresivo (siempre aderezado con toques folclóricos) que ilustra lo que afirmábamos anteriormente: cuando la música es suficientemente buena, le podemos perdonar la elección de determinados sonidos. Destacamos especialmente la aportación del bajista, magistral en muchos momentos, especialmente en un par de solos que aparecen en la segunda mitad del tema.

“La arremetida de los Buenos Aires” – Llegamos por fin a la mejor composición del disco en forma de larga suite de más de diez minutos. Desde los primeros instantes nos vemos atrapados por una melodía de una belleza irresistible que se repite durante varios compases antes de dar paso a una serie de improvisaciones de todo tipo. No llega, porque se nos antoja imposible, a la belleza de “Ese Amigo del Alma”, rasero, para bien o para mal, con el que siempre compararemos cualquier música de Lito Vitale, pero en muchos momentos se aproxima a ese nivel. Mediada la pieza, entramos en un segmento completamente diferente marcado por una percusión desafiante, en duelo con el bajo de Torres, librando una batalla de dimensiones épicas ante la asombrada mirada del saxo que termina por abrirse paso dibujando una melodía pacificadora entre sonidos de campanas. Todo esto sirve como preludio al gran final: sobre un redoble marcial de tambores, el piano primero, el bajo más tarde y, por fin, el saxo, abordan de nuevo la maravillosa melodía que abría la pieza.

“Ciudad de madrugada” – Tras la intensidad del corte anterior, no quedaba más remedio que cerrar el disco en un tono mucho más pausado y para ello, Vitale prescinde durante los cinco minutos finales del disco de cualquier acompañamiento para despedirse con un precioso solo de teclado, casi impresionista que pone fin a un disco realmente soberbio.


El excepcional bajista Marcelo Torres en acción.

El que demos por buena la paternidad del disco del Lito Vitale Cuarteto no oculta el hecho de que, a pesar de los pesares, “La Cruz del Sur” iba a ser, esta vez sí, el último trabajo firmado por el grupo. Afortunadamente, la despedida mantiene en todo momento el altísimo nivel de calidad que se convirtió en habitual en la formación, con contadas excepciones. Vitale es un músico tan dotado como irregular y en su discografía se alternan grandísimos trabajos con obras menores en las que apenas se le reconoce pero en los cinco o seis discos publicados con el Cuarteto encontramos los mayores niveles de inspiración del teclista argentino. En los años de mayor popularidad de Lito no era complicado encontrar sus discos casi en cualquier sitio. Sin embargo, hoy en día la cosa ha cambiado bastante y es muy raro ver en las tiendas algún trabajo suyo. Os dejamos un par de enlaces por si os decidís a comprar este “La Cruz del Sur”:

amazon.es

priceminister.es

Nos despedimos con una versión posterior en directo de "Los Cambios Necesarios" con el Lito Vitale Sexteto:


martes, 6 de septiembre de 2011

Lito Vitale Cuarteto - Ese Amigo del Alma (1988)


El segundo disco publicado por el Lito Vitale Cuarteto es un trabajo realmente popular. No lo podemos confirmar pero tenemos la sensación de que se concibió como una especie de ariete para introducirse por la fuerza en el mercado español dado lo curioso de su tracklist.

Ya hablamos un tiempo atrás del primer disco de la formación en el que figuraban las composiciones "Recuerdos en Mí bemol" y "Estar entre nosotros". Pues bien, ambas composiciones forman parte de nuevo de "Ese amigo del alma". Esto llama más la atención cuando nos damos cuenta de que la formación que graba los temas nuevos del disco no es la misma ya que el batería Jota Morelli ha sido reemplazado por Cristhian Judurcha, quien sigue acompañado por los miembros habituales del cuarteto, Lito Vitale, Manuel Miranda y Marcelo Torres. La afirmación con la que abríamos esta entrada tiene su fundamento en los textos que acompañan la edición del disco en los que se agradece a Lara, Ramón y Rogelio su ayuda y asesoramiento en la selección de los temas del disco. Nos parece evidente que Lara y Ramón no son otros que Lara López y Ramón Trecet, principales introductores de Vitale en España a través de su programa "Diálogos 3" de RNE3.

Aclarado este punto, nos centramos en los tres temas realmente nuevos que nos ofrece la banda en este su segundo trabajo. "La vida es un tango" es el primero de ellos, que empieza súbitamente con la batería y el saxo entrando casi al unísono y dibujando una bellísima melodía, pronto aderezada por los teclados de Vitale que cobran protagonismo practicamente en solitario durante los minutos siguientes hasta la nueva aparición del saxo de Miranda y los primeros arabescos del bajo de Marcelo Torres. En resumen, una muestra más del extraordinario talento del Vitale compositor, potenciado por la calidad de los músicos a su servicio. El siguiente corte, que abría la cara B del vinilo, llevaba el título de "Estar vivo hoy". Partiendo de premisas muy similares al anterior tema y con variaciones como la sustitución del saxo por la flauta como elemento melódico principal, tenemos otra melodía sensacional y unos ambientes que van aclarando el camino para lo que vendrá a continuación.

Y lo que viene a continuación es una auténtica barbaridad en el mejor sentido de la palabra. El corte que da título al disco nos enfrenta directamente con lo mejor del talento de un músico superdotado. El citado Ramón Trecet solía despedir su programa con una cita de un autor que no recordamos que venía a decir que "buscar la belleza es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo". Creemos, sin exagerar demasiado, que si habeis llegado a este punto del disco, podeis dejar de buscar. Difícilmente encontrareis música más bella que la contenida en "Ese amigo del alma", dedicada por Vitale a Lyle Mays, teclista del Pat Metheny Group y una de las principales influencias del músico argentino.

No merece la pena comentar nada más cuando podeis dejar de perder el tiempo leyendo esto y pasar a escuchar el disco y, especialmente, el corte que lo cierra. En todos los años que llevamos escuchando música, y son unos cuantos ya, no son muchas las composiciones que nos han atrapado como lo ha hecho "Ese amigo del alma". Sin más comentarios, os dejamos los habituales enlaces para adquirir el disco, en la versión que salió al mercado años después del original con un par de temas extra:

amazon.com

tower.com

Ojo, en ambos casos es un CD On Demand, es decir, un CD-R grabado especialmente para el pedido.

También lo hemos encontrado aquí:

discogs.com

Os dejamos una aparición de Vitale en el viejo Música NA de TVE junto con Trecet y Lara López tocando (e improvisando), ¿cómo no? "Ese amigo del alma":

miércoles, 17 de agosto de 2011

Lito Vitale Cuarteto - Lito Vitale Cuarteto (1987)


Hablar de Lito Vitale es hacerlo de una figura clave en el auge de las llamadas "nuevas músicas" en España a mediados de los 80, de la mano, principalmente, de Ramón Trecet y de su imprescindible programa Dialogos 3 en RNE3.

Vitale es un multi-instrumentista y compositor argentino, niño prodigio que empezó a grabar cosas con 14 años y reputado improvisador. Su música abarca todo tipo de registros, desde el jazz hasta el rock progresivo, siempre con toques del folclore sudamericano y, en especial, de su Argentina natal. Ya tuvimos por aquí algún ejemplo de sus inicios con los Músicos Independientes Asociados. Tras dejar M.I.A. y lanzar algunos trabajos realmente magníficos en solitario, formó a mediados de los ochenta la formación con la que llegó a su mayor grado de popularidad: el Lito Vitale Cuarteto. El disco que hoy tratamos es el primero editado por la formación. Los miembros de la primera encarnación del cuarteto eran el propio Vitale, autor de todos los temas e interprete de teclados, el excepcional bajista Marcelo Torres, Manuel Miranda a los vientos y Jota Morelli a la batería.

"Lito Vitale Cuarteto" es un disco bastante desconocido incluso por los seguidores del grupo a pesar de incluir alguna de las composiciones más famosas de Vitale como "Recuerdos en mí bemol" y esto se debe a la edición de otro disco un año después con dos de los temas de este disco inicial con el título de "Ese Amigo del Alma". Desgraciadamente, ese lanzamiento oscureció este sensacional trabajo que hoy tratamos.

Abre el LP "El Chupetín Paleta", un comienzo de aires jazzisticos a la manera del Pat Metheny Group, formación de la que Vitale es confeso admirador, aunque la apacición de las quenas, antaras y de las percusiones tradicionales sudamericanas confieren a la pieza un aire folclórico distintivo y personal. En la música de Vitale siempre hay espacio para todos los intérpretes y tanto el bajo como los vientos tienen sus momentos de lucimiento personal. Continúa el trabajo con "Estar entre nosotros", tema que también formó parte del anteriormente citado LP "Ese Amigo del Alma" que llevó a la fama a la formación. Estamos ante una composición de características similares a la anterior con toques de jazz latino, sonidos andinos, cambios de ritmo constantes y melodías exquisitas que aparecen a cada instante. El tema que viene a continuación, merecería un capítulo aparte por su excepcional calidad. Se trata del citado "Recuerdos en mí bemol", una inspiradísima melodía de piano que también se incluiría en el siguiente disco al que hemos hecho referencia. La segunda parte del disco la abre "La enfermería, sala 4", una composición prog-jazz para mayor lucimiento de los intépretes, especialmente de Vitale y Marcelo Torres. "Mañana es mejor" es el siguiente corte del album y, quizá, el más flojo sin llegar a ser malo. El cierre lo pone otro tema extenso titulado "Himno coya", una composición bastante distinta de las anteriores. Comenzamos con unos sonidos étnicos, pricipalmente, flautas que pasan pronto a una especie de ritmo procesional que va ganando en intensidad gradualmente durante los primeros tres minutos de la pieza. Tras esto entramos en una fase algo más convencional y cercana al peculiar estilo jazzy habitual en Vitale previa al cierre en el que se retoma el aire épico del comiendo del tema, comandado por el marcial bajo de Torres.

En resumen, un excelente trabajo del cuarteto que no desmerece en absoluto a los discos posteriores del grupo que sí alcanzaron una gran popularidad y difusión en su momento. Seguro que irán apareciendo por aquí en el futuro así como otros trabajos de Vitale en solitario o con otras formaciones.

La mala noticia es que "Lito Vitale Cuarteto" es hoy un disco descatalogado y ni siquiera está disponible en la página web del músico por lo que, en esta ocasión, no hay enlaces para su compra. Curiosamente, la edición del disco referenciada en la web oficial no se corresponde con el tracklist original ya que incluyen la composición "Ese Amigo del Alma", grabada un año después y con diferente formación, en lugar de "Recuerdos en mí bemol. Desconocemos si llegó a aparecer alguna edición con esos temas en lugar de los originales.

Dejamos un video de "Estar entre nosotros" para que le deis una escucha previa al tema.